¿HÉROE O VILLANO?

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viernes, septiembre 06, 2013

VIAJAR EN SUBTE HACE BIEN

Francisco alertó sobre la "destrucción"

También advirtió acerca de los "efectos devastadores" que tendrá un eventual ataque de los EE UU a Siria.


Si Estados Unidos y Francia desatan una ofensiva militar sobre Siria, se profundizará la ola de "muerte y destrucción" que ya dejó "110 mil muertos y millones de desplazados internos y desplazados", con "la amenaza" de "extenderse a los demás países de la región", y "provocar efectos devastadores" con "consecuencias imprevisibles en diversas partes del mundo".
El crudo análisis, en inusual tono de profecía, forma parte del non paper (documento no oficial) que elaboró el Vaticano en las últimas horas y que el secretario de Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, le entregó ayer a los 71 embajadores ante la Santa Sede, citados por orden del papa Francisco en Roma. Se trata de la primera ofensiva diplomática global que lanzó como jefe de la Iglesia Católica para lograr un cese de violencia en Siria.
El operativo en marcha, que implicará la movilización de todas las diócesis del mundo para reclamar la paz, ayer incluyó el envío de una carta urgente al presidente Vladimir Putin para que incluya el asunto sirio en el G-20. El texto pide "encontrar una solución pacífica a través del diálogo y la cooperación internacional", pero fue acompañado por la segunda desmentida que hace el Vaticano a Clarín en los cinco meses que Francisco lleva de papado. La primera ocurrió en marzo, cuando el matutino confirmó que el nuevo obispo de Roma visitaría el país antes de fin de año, y la segunda fue articulada ayer por el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, que negó de manera "categórica" un presunto llamado de Bergoglio al presidente sirio Bashar Al Assad para que cese el fuego.
Según la tapa de la edición de ayer de diario de Héctor Magnetto y Ernestina Herrera de Noble, "fuentes vaticanas" habrían confirmado las comunicaciones entre Roma y Damasco. Pero la hipótesis fue derribada con una inusual aclaración de Lombardi por orden del Papa, que negó esa información y confirmó las versiones sobre la carta a Putin.
El texto fue dirigido al anfitrión de la cumbre que se reúne desde ayer en San Petersburgo (ver páginas 2 a 4). "Me duele ver que demasiados intereses han prevalecido desde el comienzo del conflicto sirio, impidiendo encontrar una solución que evite la masacre innecesaria de la que estamos siendo testigos", dice la carta, en la que Francisco advierte que el G-20 "no tiene la seguridad internacional como su objetivo principal". Algo que empezó a cambiar ayer, cuando Putin incluyó el llamado papal dentro de la agenda.
Con ese primer paso, Bergoglio consolidó la estrategia que implementó desde el domingo pasado, cuando dedicó el habitual ángelus a Siria. Y continuó al dia siguiente con un encuentro con los representantes de otros credos, entre ellos, los del Congreso Judío Mundial y del Congreso Judío Latinoamericano, a quienes les pidió "trabajar conjuntamente con la consigna de diálogo, diálogo y más diálogo hasta que alcancemos el entendimiento".
La trama de la cita, en la que participaron líderes árabes y ortodoxos, tiene una ruta similar a la que desarrolló Bergoglio en Buenos Aires durante los 15 años de su arzobispado, a través de un diálogo interreligioso, que ahora lo transformó en el primer Sumo Pontífice que ya se había reunido con los líderes judíos antes de ser ungido Papa. El esquema de Francisco ya lo puso como el principal referente religioso que pide la paz en Siria, sostenido por un inusual armado interreligioso promovido desde Roma que no perdona la difusión de informaciones erróneas y castiga a quienes violan el secretismo de la Santa Sede.
La nueva directiva papal, impartida a sus embajadores ayer, propone "restablecimiento del diálogo y la reconciliación, unidad del país, evitando la creación de zonas diversas para los diferentes grupos que componen la sociedad y la integridad territorial del país". Agrega "detener y condenar el uso de armas químicas" junto a una petición "a todos los grupos que ofrezcan garantías de que en la Siria del mañana habrá lugar para todos y para las minorías, incluidos los cristianos". El próximo paso es que el G-20 permita "la urgente asistencia humanitaria", porque antes de fin del año "la mitad de la población tendrá necesidad de asistencia".  «

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