¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

martes, julio 31, 2012

EL FASCISMO ESPAÑOL,YA MATA

El padre del argentino  muerto en España asegura que su hijo fue asesinado

La víctima solía participar en las protestas de los “indignados” españoles. Su padre, un empresario de Chubut, asegura que fue torturado por la policía catalana y habla de "ocultamiento".
Omar Torroija, padre de Juan Pablo, quien murió en la ciudad catalana de Girona, en España. (Daniel Feldman)
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Omar Torroija recuerda que la última vez que habló con su hijo Juan Pablo, de 41 años y que pertenecía al movimiento okupa, fue el 10 de julio. Luego, ya no sabría más nada de él, pero no fue hasta el 24 que comenzó a preocuparse. Es que ese día era el cumpleaños de Juan Pablo y toda la familia llamó a España para saludarlo, pero no lo hallaron. Hoy, la triste noticia de la muerte de su hijo lo conmociona cuando cae en la cuenta de que murió hace más de 15 días en un hospital de la ciudad catalana de Girona cuando se encontraba bajo custodia policial... Torroija no tiene consuelo, asegura que su hijo fue víctima de un "homicidio" y que seguirá el caso "hasta las últimas consecuencias".

Para la familia Torroija, Juan Pablo fue detenido y brutalmente golpeado por la policía, aunque las autoridades locales afirmen que se suicidó y el consulado argentino exija que la justicia española informe las causas y circunstancias de su muerte.

"Indudablemente acá hay tortura, hay homicidio, hay ocultamiento... Una serie de circunstancias gravísimas por las cuales el Estado español tiene que responder y el Estado argentino tiene la obligación, y lo está cumpliendo, de exigir todas las explicaciones y reparaciones sobre un ciudadano argentino muerto de esta manera en suelo español", expresó Torroija.

El hombre contó que su hijo Juan Pablo fue dejado en un hospital el 11 de julio pasado y que falleció el 14, aunque recién la familia supo lo sucedido el 28, cuatro días después de que comenzaran a buscarlo, tras advertir su ausencia el 24, cuando lo llamaron porque era el día de su cumpleaños, ya que vivía en España desde hacía ocho años y tenía una ex pareja y una hija argentina que se crió en ese país desde bebé.

Para Torroija padre existió "ocultamiento", ya que "la primera información la tenía la policía y la ocultó". Y en diálogo con el canal de noticias C5N agregó: "Ellos tenían todos sus datos y sus pertenencias para hacer un llamado telefónico para informar directamente lo que había sucedido".

Torroija dijo que hay un grupo de abogados que representa a la familia que ya comenzó a trabajar en el caso, entre ellos otro de sus hijos, que es abogado y que ejerce en España. Además, dijo, se contrataron peritos de parte para que intervengan en las diligencias y en la autopsia correspondiente.

"Ayer, cuando se presentaron nuestros abogados, en el juzgado se sorprendieron de que apareciera alguien reclamando, porque parece que el hábito es que nadie aparezca reclamando nada, y la causa estaba en proceso de ser archivada, cerrada y pasar a archivar el cadáver", expresó.

"Esperamos que (con las pericias) tengamos un resultado acorde a lo que ha sucedido, un asesinato, no conozco a nadie que solo se pueda estrangular", añadió el hombre, quien adelantó que viajará a España en los próximos días.

Con profundo significado, los pueblos originarios celebran el Día de la Pachamama

Marta Gordillo
Las comunidades originarias del norte argentino celebrarán el 1º de agosto el Día de la Pachamama, con un hondo significado que parte de respetar la naturaleza, a la madre tierra como dadora de vida y fundamento de existencia material y espiritual.
El mes de agosto es el tiempo de la siembra y por eso se realizan los homenajes a la tierra en numerosas y diferentes ceremonias, familiares, comunitarias, de los pueblos y de las instituciones.

Las ceremonias "son momentos de una relación más privada entre la persona y la tierra", precisó a Télam Armando Quispe, kolla de la localidad de Abra Pampa, en la puna jujeña, donde participa de la radio Pacha Kuti "para revalorizar nuestra identidad".

Esta época "es el tiempo de dar de comer a la tierra para que produzca buenos frutos; para los pueblos originarios la tierra es como nuestra madre porque de ella se obtienen la siembra y todo de lo que vivimos", aseguró.

"En ese marco de respeto por la tierra del mundo andino -añadió- consideramos a la tierra de esa manera, pero no sólo a la tierra porque ella incluye varios elementos como el aire, el sol, el agua".

Quispe contó que "durante todo el mes de agosto se hacen las ceremonias en los lugares sagrados, manantiales, cerros, ciénagas, ríos, lagunas, cementerios antiguos", y añadió que "la K´orpachada es el acto de dar de comer a la tierra y desahumar, con una braza se ponen determinadas plantas que se utilizan para purificar".

Al referirse a si hubo cambios en este tipo de ceremonias, aseguró que "con respecto a lo que es la K´orpachada se mantiene la tradición, pero en general pensamos que hubo cambios y que los va a haber porque hay diversidad de formas en las comunidades y hay detalles propios".

"Pero hay una cuestión milenaria y profunda que no cambia", enfatizó.

El arqueólogo Hugo Yacobaccio, docente de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Conicet, aseguró a Télam que "la Pachamama es una deidad, prácticamente la única que perduró en la tradición religiosa andina".

Se presume que su origen es prehispánico "por una serie de indicaciones y elementos rituales que pueden ser registrados arqueológicamente", explicó.

La Pachamama, venerada por su fertilidad, es para los pobladores andinos "la tierra madre o madre de la tierra, es la traducción del quechua; es la tierra que les da de comer, la que favorece sus cultivos y la reproducción de su ganado", señaló.

Al describir las ceremonias, Yacobaccio dijo que "tienen un doble objetivo, de agradecimiento y de pedir permiso para utilizar nuevamente sus posesiones por un nuevo período y rogarle por el multiplico de los ganados y los cultivos".

En este sentido, Quispe añadió que "siempre hay un espacio para pedirle perdón a la tierra por estas cosas que le hacen mal, que se realizan desde las empresas y nosotros también en el día a día, con descuidos".

"Pero sabemos -añadió- que no alcanza con pedir perdón por eso, también en esta fecha tenemos la posibilidad de reflexionar y de plantearnos objetivos para mejorar la tierra".

En relación a este pedido de perdón, Yacobaccio precisó que "es una incorporación contemporánea" y recordó que "la gente en la Puna tiene necesidades de vivir sobre grandes extensiones para aprovechar lo que le da la tierra en distintos lugares y épocas del año".

Con los reordenamientos territoriales "se los ajusta a un territorio más pequeño y se van destruyendo poco a poco los parámetros de producción regionales y eso repercute en forma negativa sobre la estructura familiar", expresó.

lunes, julio 30, 2012

LA CLASE MEDIA YA MENDIGA POR UN 4X4

DENTRO DE UN AÑO MIRARÁN POR ENCIMA DEL HOMBRO, SEGÚN EL CIS

Los mendigos españoles empiezan a mirar de tú a tú

“Le he echado unas monedas a un pobre y me ha dicho ‘Gracias, ya te llamaremos’”, explica un ciudadano abulense en el informe “Pobres y desgraciados en España 2012″, presentado hoy en la sede del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Según los expertos, la actual coyuntura económica “está provocando que la escoria social sea la nueva clase media española”. Glandito Sorolla, mendigo alcohólico y patán desde 1989, considera que “los españoles han estado viviendo por encima de sus posibilidades. Me refiero a lo de dormir bajo techo”. El estudio del CIS parece confirmar esta tesis y añade que “ya no hay una percepción generalizada de la jerarquía social porque nos vemos unos a otros como unos pobres diablos sin oficio ni beneficio”. Por eso los mendigos de toda la vida “están comprobando que para ascender socialmente bastaba con esperar a que la sociedad misma se degradara”.
Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), los desahucios de viviendas y locales se han disparado durante el primer trimestre de este año, alcanzando la cifra de 517 diarios. Llegados a este punto, explica el informe del CIS, “cuando uno se queda sin trabajo lo más sensato no es acudir al INEM sino empezar una ronda de contactos entre los mendigos del barrio para apalabrar zonas donde poder dormir cuando las cosas vayan a peor”. Glandito Sorolla pronostica que “todos los que hemos estado invirtiendo en el sector bancario vamos a sacar provecho de esta situación porque no habrá suficientes bancos en los parques para tanta gente, y eso nos permitirá especular”. El pordiosero teme, eso sí, que el Gobierno intente regular el sector “y se empiecen a asignar bancos, cajeros y esquinas por enchufe o porque tal persona tiene un máster MBA o un doctorado en no sé qué pollas”.

Hacia una “democratización de la miseria”

El Ejecutivo de Mariano Rajoy no ha tardado en ofrecer su propia interpretación del informe del CIS. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha afirmado que “son buenas noticias para los españoles”, refiriéndose a que “nuestro país está avanzando hacia una democratización de la miseria que rompe una brecha social que muchos creían endémica. No hay nada imposible y, sin ser utópicos, podemos afirmar que estamos un poco más cerca de un mundo que no distinga entre ricos y pobres, de un mundo que hable de personas”.

El país que luchó contra los medios

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El país que luchó contra los medios Por Santiago Mayor. En 1968 nació el pequeño Estado de Occusi-Ambeno en el pacífico sur. Esta nación anclada en la isla de Timor puso en tela de juicio el poder de los grandes medios de comunicación en la construcción de la geopolítica mundial.
Luego de un siglo de luchas tribales, a fines de la década de 1960 se constituyó el Sultanato de Occusi-Ambeno. Con una superficie de 778 kilómetros cuadrados, este país era el único en el mundo en el que todos los habitantes tenían derecho al voto desde los 12 años y una estructura de funcionamiento libertaria, con un gobierno que podía auto disolverse. La mayoría de la población se reconocía de religión islámica, siguiéndole una minoría católica.
La principal industria era la producción y exportación de hongos alucinógenos que se vendían en paquetes de 50 gramos. Otro importante producto de exportación eran los sellos postales, famosos en todo el mundo por su belleza y que se llegaron a pagar millones de dólares por parte de coleccionistas europeos y estadounidenses. También existían pequeños campos de cultivo y pesca para la subsistencia.
Según se afirmaba en un artículo publicado en una revista neozelandesa de la década de 1970, “la homosexualidad es aceptada” en el sultanato. Además, el mismo artículo sostiene que “no existe el matrimonio” aunque sí la convivencia y que “las mujeres son sexualmente dominantes”.
Durante los primeros años de existencia de este pequeño Estado, desde el ministerio de Turismo se publicitaba la posibilidad de viajar al exótico país por dos vías: en el dirigible “Malatesta” desde Nueva Zelanda o en la carabela “Kropotkin” desde Singapur. Los nombres de los distintos medios de transporte, que hacen referencia a reconocidos dirigentes anarquistas, muestran el carácter que orientaba dicho Estado.
Occusi-Ambeno cuenta también con el privilegio de ser el único país que reconoció a la efímera república de Minerva. Este Estado fundado en una barrera coralina en el Pacífico en 1972 recibió el reconocimiento oficial de Sir Waals Abdulah I, sultán de Occusi-Ambeno. El dato no pasó desapercibido para los medios internacionales que dieron cuenta del hecho. El New Zeland Herald tituló: “Líder mundial reconoce barrera coralina”. Luego de tres meses, Tonga invadía y anexaba la isla poniendo fin a la existencia de Minerva.
El país de nunca jamás
Pero resulta que a esta historia le está faltando un dato. Sí es verdad que Occusi-Ambeno reconoció a la república de Minerva y es verdad que el New Zeland Herald informó de este hecho. También es cierto que Occusi-Ambeno vendió sus sellos postales en todo el mundo. Incluso es cierto que el sultanato estableció relaciones diplomáticas con el principado de Mónaco y con Liechtenstein, firmó un acuerdo de defensa recíproca con Singapur y tratados bilaterales con El Vaticano, Taiwan y Brunei. Además apareció en varios mapas de la década de 1970.
Finalmente también es verdad que existía un consulado de Occusi-Ambeno en Auckland, Nueva Zelanda. Y el dato importante: al frente del consulado estaba Bruce Greenville, un filatelista (coleccionista y creador de sellos postales) quién es ni más ni menos que el inventor de esta nación que nunca existió ¿o sí?...
Greenville creó Occusi-Ambeno para cuestionar las bases de los medios de comunicación y de los Estados en sí mismos teniendo un logro insospechado. Desde el “consulado” (la residencia de Greenville), en Auckland, se fabricaron los sellos postales, se emitieron comunicados de prensa y papeles membretados del sultanato. Hasta se realizaron talonarios de cheques del State Bank of Occusi-Ambeno. A partir de un trabajo minucioso, este neozelandés puso en ridículo a varios medios y gobiernos del mundo.
El momento más importante llegó en 1977. Ese año, un grupo inversor de coleccionistas suizos intentó sobornar al cónsul de Occusi-Ambeno en Nueva Zelanda, el mismísimo Greenville, para que convenciera al sultán de que les cediera el monopolio para la distribución y reproducción de los sellos postales. Obviamente el cónsul logró su cometido y recibió una cuantiosa suma de dinero que le permitió seguir financiando su Estado y su producción filatélica. Al año siguiente, el contrato fue rescindido cuando algunos medios estadounidenses empezaron a cuestionar la veracidad del sultanato (¡10 años después de su nacimiento!). Sin embargo, Greenville ya había conseguido su objetivo. La incuestionable verdad de los grandes medios de comunicación, capaces de revelarnos las crisis terminales o el apogeo de gobiernos en todo el mundo, había sido puesta en discusión. Al mismo tiempo que el papel de los Estados regidos por la misma lógica de la verdad mediática. Nunca el gobierno de Mónaco, Liechtestein, El Vaticano, Taiwan, Singapur o Brunei buscaron corroborar la existencia de la nación con la que establecían relaciones, de la misma forma que los medios nunca chequearon sus fuentes. Aun en el año 1986, la revista El Porteño de Buenos Aires difundía un artículo con datos sobre el sultanato. Allí se confirmaba que tenía una población de 186 mil habitantes, que los idiomas oficiales eran el inglés y el bahasa negara y el nuevo sultán se llamaba Michael Ismail I.
Bruce Greenville siguió vendiendo los sellos postales de Occusi-Ambeno hasta el año 2002, momento en el que inventó una nueva república (Sedang) con la cual continúa haciendo el mismo trabajo hasta el día de hoy.
La historia del sultanato de Occusi-Ambeno es interesante para pensar la veracidad de los medios de comunicación a la hora de contarnos lo que sucede. Es cierto que este país no existió nunca pero ¿qué tan falsa fue la noticia de su existencia, al lado de las armas de destrucción masiva de Irak, que fundamentaron una invasión produciendo miles de muertes inocentes? ¿Y la “amenaza comunista” que significaba para EE.UU. la revolución en Nicaragua (1979) cuando los sandinistas tomaron el poder en un país que tenía 5 ascensores y una escalera mecánica que no funcionaba? ¿O qué sucede ahora con las noticias que nos llegan desde Siria, Paraguay o cualquier otro lugar del mundo? Como decía John Lennon: “Mientras más realidad enfrentamos, más nos damos cuenta de que la irrealidad es el programa principal del día”.

Toma la playa y corre


El poder siempre tiene su lógica, aunque no nos lo parezca. El actual Gobierno abarató los despidos supuestamente para crear empleo, pero en realidad sólo quería aumentar el número de parados para bajar el nivel de los salarios. Nadie mejor que Alberto Ruiz Gallardón para ejemplificar la filosofía del PP, que se basa en el axioma “ni si, ni no, sino todo lo contrario”. Cree que no debe autorizarse el aborto para los fetos malformados, porque son personas, pero se les debe esterilizar una vez creciditos porque ya no lo son e incluso pueden ser contagiosos. Si la Iglesia, por cierto, piensa que son seres humanos, ¿por qué no les deja comulgar sin ser dignos de que Jesucristo les visite? Y si los conservadores creen que se debe inmolar en el altar de los sacrificios a sus madres para evitar que los sacrifiquen asépticamente antes de las catorce semanas de embarazo, ¿por qué al menos no mantienen el pago de las sillas de ruedas, de las ambulancias, de los cuidados que tal vez requieran una vez recién nacidos? El alma es pública, dirá la FAES, pero la gestión de sus consecuencias corresponde a los mercados.
Una ecuación similar rige en el caso de las costas. Si la gente no tiene un euro para moverse de casa, ¿para qué mantener los veraneos? Así que no sólo le quitamos la paga, sino la playa, esa patria profunda de la libertad que estaba bajo los adoquines del 68. Subámosle el IVA a las sombrillas, incrementemos las tasas a los tapergüeres, exijámosle la documentación a los bronceados. Asfaltemos la arena para que corran sobre su calzada los coches que no podemos comprar. Urbanicémoslas, para que Valdevaqueros se convierta en Marina D´Or y acudan en tropel los guiris al próximo concierto multitudinario de Sergio Dalma.
No sabíamos que Mariano Rajoy era leninista e iba a levantar de nuevo el muro de Berlín: ahora, Mario Draghi es el soviet supremo y los bolcheviques de las agencias de rating esperan al amanecer que salga de la imprenta la verdad inamovible de su nuevo “Pravda”, el discurso irrebatible de la prima de riesgo, el buró político de la contención del déficit. Hoy los tanques soviéticos del Bundesbank han ocupado nuestra primavera y nuestro verano: disparan balas de ladrillo y ráfagas de hormigón armado contra las dunas móviles, sancionan con tres mil euros a quienes se encadenan a las puertas de sus consejos de administración reclamando que volvamos a nuestra pueblerina vieja peseta, que dicho sea de paso siempre estuvo disponible cuando la necesitábamos, aunque se disparase la inflación en lugar de los dividendos.
Me resisto, sin embargo, a creer que ya no queda esperanza frente a las hormigoneras, que debemos someternos a esta ley marcial y aguardar en casa hasta que vengan a detenernos los guardajurados del capitalismo salvaje, que llegaran a cachearnos en busca del más mínimo estado del bienestar, para registrarnos los bolsillos por si nos quedara la más diminuta utopía oculta entre sus pliegues. Todavía estamos a tiempo de aprendernos los libros de memoria y de leer en ellos que no es lo mismo valor y precio. Aún podemos desalambrarnos, tomar la playa y correr hacia ese lugar que dicen que existe más allá del mar que ahora quieren taparnos. Esa república amiga en donde los gobiernos cumplen sus promesas y el futuro es una larga orilla donde remojar los sueños y navegar por ellos sin ningún resort que, a cambio de la tu esperanza, tu soberanía y tu derecho a ser libre, te encadene de por vida con una pulsera de plástico a la galera burguesa del todo incluido.

domingo, julio 29, 2012

ES MEJOR EQUIVOCARSE CON EL CHE QUE ACERTAR CON CODOVILLA


Artículo de Miguel Mazzeo sobre la figura del primer delegado (clandestino) de Perón en Argentina después de 1955, y luego, en el exilio cubano, gran amigo y colaborador del Che Guevara.

JOHN W. COOKE: UN HEREJE DE DOS IGLESIAS

por Miguel Mazzeo

“...sentimos la íntima proximidad de lo que estaba perdido en las brumas del tiempo o disperso en un catálogo de anécdotas inconexas y falseadas. Se vuelven vivas y reales las hazañas de Tupac Amarú, las esperanzas de tantos lanzamientos de indios, negros, mulatos y zaparrastrosos que oligarquías crueles y rapaces ahogaron en sangre...” John William Cooke, Apuntes sobre el Che. I

¿Por qué rescatar hoy la figura de John William Cooke? ¿En que intersticios del presente percibimos los destellos de su vieja militancia? ¿Cómo explicar la abrupta reaparición de ese pasado? Cooke es, posiblemente, la impronta de un sueño que revisita la memoria, la cicatriz de un proyecto emancipatorio que no fue, la memoria de los logros y fracasos de una historia colectiva, un bagaje de sabiduría de luchas derrotadas, de sabiduría periférica. Una memoria ejemplar confeccionada con retazos de heroicidades horizontales y masivas, con cuotas de la intrepidez de hombres “ordinarios” a los que la praxis (acción y conciencia) y el vínculo inmediato con la vida del pueblo convertía en luchadores y en organizadores extraordinarios. El trajinar de Cooke nos remite a la épica de los hombres simples, la que supo conmover a Georg Lukács.

Cooke es entonces “caballito de batalla” para oponernos a las memorias del poder que construyen el pasado desde las asimetrías del presente y “punta de lanza” para restituir la memoria crítica de los oprimidos. Es un componente más de una comunidad de memoria y discurso, necesaria para consolidar una identidad y reconocernos en el colectivo, para fortalecer y expandir la organización popular, para construir un nuevo imaginario sintético y eficaz para la independencia y la libertad, para constituirnos como pueblo y sujeto y dar a luz un proyecto común. Es punto de partida “metodológico”, brújula en el tropel de nuestras incertidumbres y contingencias. Un punto de referencia para la construcción de una nueva identidad y un nuevo imaginario.

Se trata entonces del rescate de un pasado que no es tradición consolidada sino pasado próximo, presente histórico. Cooke hace menos complicada la tarea de las nuevas generaciones militantes y alivia las dificultades de este proceso de desarrollo intrauterino, ya que se trata de una figura que aporta a la superación de la tensión entre la herencia y la necesidad de inventar. Cooke permite que las desventuras del presente aniden en un pasado que las ilumina un poco. Por supuesto, no se trata de edificar burdos historicismos a modo de conjuro o de invocar al pasado para que resuelva los problemas del presente.

Nuestro interés por la figura de John William Cooke no parte (no podría partir jamás) de inquietudes académicas sino políticas, aunque, vale la aclaración, intentamos alejarnos de la exaltación acrítica y la reivindicación folklórica. Percibimos, apesadumbrados, que desde algunos espacios el rescate de la figura de Cooke puede parangonarse con aquel cuarteto que

recreaba el estilo de la vieja guardia tanguera y que, dirigido por el maestro Feliciano Brunelli, tocaba el tango haciendo notar su carácter histórico, su pertenencia exclusiva al pasado. Estas reconstrucciones no por casualidad fueron auspiciadas por intereses estrictamente comerciales.

Por esa línea, que algunos llaman revival, transitan las recuperaciones de memorias indefinidas, imaginarios agotados y de instrumentales inútiles, supuestamente de cara a un proyecto de y para el campo popular. Nos convocan indefectiblemente a preservar porciones de algún orden anterior. Suelen caracterizarse por la insistencia en torno a la viabilidad del populismo o del neocorporativismo social cristiano y otras formas -los más sutiles venenos burgueses de agonía prolongadaque no modifican las condiciones de existencia de las clases subalternas y que justamente se caracterizan por hablar en nombre de ellas (he aquí condensados, tal vez, algunos de los significados más productivos del concepto populismo1 ). Aunque intenten disimularlo, los modos de percepción capitalocéntricos, les afloran en las palabras y sobre todo en las opciones. En este marco se hacen visibles las vacilaciones hijas de la derrota, y descollan los especialistas en mistificaciones y los custodios de acervos míticos.

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Así, por ejemplo, se construye alterando los procesos históricos (el trastorno cronológico en si mismo sería inocuo) un Cooke peronista “superador” del guevarista, un Cooke “auténtico”, el de los años cuarenta y cincuenta, el “verdadero”, el sensato. Mientras que una operación complementaria desdibuja al de los sesenta al insertarlo en un conjunto contradictorio: el “campo nacional” entendido como espacio común y conciencia compartida de fuerzas sociales objetivamente antagónicas, restándole importancia al hecho de que las clases dominantes invocan el interés nacional como un sucedáneo del clamor por el orden social, conminándolo así a la promiscuidad y negando sus intolerancias sustanciales. El ardid busca la reabsorción de la herejía, la cicatrización de la ruptura (Antonio Gramsci decía que la Iglesia reabsorbía a los movimientos heréticos a través de la formulación de órdenes mendicantes y una nueva unidad religiosa). Este tipo de construcciones, fantasmagorías que lamentablemente aún conservan cierta eficacia, hablan de las constelaciones bajo las que se desarrollan: un presente de resignaciones y transacciones para roer un poco la galleta del Estado. Hayden White consideraba a las reconciliaciones producidas en el ocaso de las tragedias como las más sombrías ya que estas son de índole de las resignaciones de los hombres a las condiciones impuestas.

Junto a renegados y cínicos también están los crédulos, los que no toman en cuenta la falta de correspondencia evidente, los que persisten en relaciones rotas, porque confían en los poderes del ritual y en su capacidad de cohesión. Estos son los que, aferrados a las viejas simbologías que no exigen la coherencia con prácticas transformadoras, pretenden conjurar la incertidumbre política con estampas milagreras y con un lirismo cursi. Constituyen las huestes de idiotas útiles de los (neo)liberales, al igual que los nacionalistas de derecha de la década del treinta.

Justamente de estas mitologías se alimenta un sector del marxismo argentino -que probablemente perdure en la historia como producción discursiva de elites académicas-que se considera heredero de una tradición de izquierda “heterodoxa” e inmaculada. O sea: esta izquierda se nutre de las imágenes y los mitos populistas para construir su propia imagen, distorsionada claro está, de Cooke. Maniobra que indefectiblemente los lleva a justificar su exclusión del panteón marxista. La deriva narcisista y el purismo los conduce a una búsqueda retrospectiva del marxista argentino portador de la línea correcta y del lirio blanco, lo que los encamina directamente hacia la idealización de grupos invariablemente excluidos del mundo cultural de las clases subalternas, minúsculos y anecdóticos y, sobre todo, inocuos.

Dueños de los artefactos para medir pertenencias políticas y sobre todo teóricas, poseedores de las fórmulas para determinar la irreprochable corrección de cada acto (al igual que los adeptos a Confucio o los talmudistas, diría Jorge Luis Borges), dadores exclusivos de las credenciales marxistas, su culto de la heterodoxia no logra ocultar su vocación por las verdades absolutas. Gestos típicos de esta izquierda son la creencia de representar a priori la verdad, la negación de la posibilidad de los desarrollos intersticiales, la onomatofobía (el terror a ciertos nombres) y la abulia.

Pero tanto unos como otros (populistas y puristas) se quedan en los primeros escarceos, en los rencores prescritos, en una perturbación (angustia) inicial y pasajera que no quieren prologar a riesgo de afectar su “orden” y verse desposeídos de sus mundos pequeños y coherentes. A su modo, ambos -como decía Joseph de Maistre-son libremente esclavos, hacen lo que quieren pero no inquietan los planes generales de las clases dominantes.

Paula Halperín, analizando el film Los Hijos de Fierro (de Fernando “Pino” Solanas y Octavio Getino, finalizada en 1974, aunque iniciada en el año 1972), muestra una mirada crítica hacia la figura de Cooke que partió justamente de los códigos y las regiones indefinidas del populismo y que la izquierda no tiene en cuenta: “La figura del negro, mezcla de Cooke y Hernández Arregui , ideólogo más radicalizado que el resto y que desaparece sin más hacia el final del film, es muchas veces criticado por el Hijo Mayor por su cerrazón y su falta de flexibilidad política en su crítica a las acciones sindicales de los burócratas, dice el Negro: aquí el problema es político, no gremial! Contesta el Hijo Mayor: -los gremialistas tienen sus grandes limitaciones. No pueden alzarse contra el gobierno sin perder el gremio. Hay que unirse para que la gente esté unida...”2 .

Mientras la ideología populista, fundada en la vaguedad, ocultaba (y oculta) campos de batallas y pretendía (y pretende) ligar a militantes de base con burócratas sindicales, los planteos de Cooke se destacan por cuestionar radicalmente este tipo de “síntesis” inviables y estas “unidades exteriores” basadas en la liturgia. Por otro lado Cooke no consideraba la adhesión al peronismo como algo esencial y metapolítico, sin necesidad o posibilidad de explicación. No hay en Cooke una celebración del primitivismo, no hay festejo de alienaciones populares (disfrazado de romanticismo) que es lo que hacen muchos “compañeros del campo nacional y popular”.

Cooke percibe las contradicciones del campo popular y del mundo cultural de los trabajadores (en su tiempo reflejadas en el movimiento peronista3 ), las tensiones entre lo hegemónico y lo contrahegemónico en ese mismo campo y ese mismo mundo e intenta operar en la contradicción para saldarla a favor de los impulsos heréticos, potenciando los contenidos de ese universo susceptibles de ser integrados a un proyecto socialista. El revolucionario auténtico, el intelectual orgánico de las clases subalternas, se instala siempre en el seno de esa contradicción. Cabalga en ella junto a lo que está en proceso de conformación. Aspira a la preforma. No es el que sabe todo de antemano sino el que construye junto a los sujetos partiendo siempre de sus realidades concretas. Se me ocurre que la sola identificación de esas tensiones puede verse como el primer paso para salirse de la mirada populista.

Cooke busca en las prácticas del peronismo los elementos críticos del orden establecido.

O sea, en Cooke, el peronismo resistente está en contra del otro peronismo.

Es parte de otra tradición.

El Cooke más genuino debe buscarse en la política de los organismos de base (de la clase obrera principalmente) y no en la política nacional burguesa del peronismo oficial, que, igual que la izquierda tradicional, lo consideraba un componente externo. Un Cooke que de seguro será dato molesto para todos aquellos que hoy prefieren sumarse a una política cada vez más burguesa y menos nacional en lugar de construir una política popular.

Por otro lado, y volviendo a Los hijos de Fierro, no podemos dejar de señalar la contradicción que implica la conciliación propuesta en el diálogo citado por Paula Halperín en el marco de un genero como el gauchesco que se caracteriza precisamente por una lógica de guerra y por presentar antagonismos radicales, donde ciertas alianzas suelen ser imposibles.

Corre el año 2004... En un afiche callejero, donde se destaca el rostro de José Ignacio Rucci (Secretario General del CGT a comienzos de los años ‘70, genuino representante de la burocracia sindical, ejecutado en el año 1974 por la organización Montoneros), se lee una sentencia: “él no hubiera votado la ley de flexibilización laboral”. Estamos frente a una típica superstición populista que, en algún punto, entronca con el horizonte de la narración de Los Hijos de Fierro. No necesitamos tomar como referencia la actuación más reciente de los dirigentes sindicales vinculados a Rucci en los setenta para explicar por que él sí hubiera votado esa ley tan nociva para los intereses de los trabajadores. El pensamiento político de Cooke aporta a la dilucidación de la cuestión: se trata de la continuidad de una lógica, la de la burocracia sindical, la lógica de la adaptación al poder. Incluso debemos especular con la posibilidad de una superficial oposición y ensayar una explicación de los modos que aprovecharía para mantenerse funcional a la lógica de los sectores que impulsaron la reforma. Las prácticas de la burocracia sindical de los años sesenta y setenta, tradicionalmente alejadas del horizonte de la autonomía, demostraron ser el sustrato histórico adecuado para la subordinación a los dictados del neoliberalismo en la década del noventa.

En fin, nosotros no podemos quedarnos con símbolos moribundos y con las ceremonias de los cultos antiguos que, al decir de Michelet, están llamadas para consagrar las nuevas solemnidades. Debemos interrogar todos los silencios y todos los olvidos.

II

Nuestro interés por Cooke surge de la constatación de la hegemonía de la cultura neoliberal y sus disvalores: la indeterminación, el pragmatismo y el naturalismo de los que viven su dominio como realización. Las clases dominantes han impuesto determinadas condiciones de “normalidad”, le han asegurado un rumbo fijo al devenir. De este modo, todo proyecto de
transformación radical está en conflicto con el futuro, lo desafía y se le opone. Nosotros, para liberarnos del sometimiento a las visiones estrechas y transitorias y del reblandecimiento, estamos obligados a constituirnos como anomalía y a entrever los espacios vacantes donde insertar palabras y prácticas originales.

El historiador uruguayo Félix Real de Azua decía que “hurgar en la historia es, ni más ni menos, que hurgar en la vida de nuestros muertos. Los más queridos y los más odiados, los anhelados y los temidos. El historiador se inmiscuye en las tumbas para hacer hablar a los ociosos, para que le cuenten sus placeres y sus glorias, sus miserias y mezquindades, sus intenciones, sus victorias y sus fracasos.

El historiador es un autopsista de los pensares fenecidos...” (destacado nuestro) 4 . Nosotros no estamos de acuerdo con esta afirmación, rechazamos su vocación necrofílica. Nuestro presente hace que cualquier intento de autopsia -típica modalidad académica y de los círculos encantados que se le asemejan-se convierta en asesinato liso y llano. Porque Cooke exhibe una vitalidad renovada sostenida en valores susceptibles de refuncionalización. Está aquí, no como la reliquia que nos interesa o como la fuerza antigua que presiona y condiciona nuestros pasos, tampoco como reservorio de todas las respuestas. No. Entre otras cosas porque han cambiado las preguntas y los riesgos. Cooke está como dato molesto ante nuestro desarme moral e intelectual, como hito insoslayable de las tradiciones revolucionarias en la Argentina, como ejemplo de intelectual (en sentido gramsciano) operativo, funcional a los intereses mediatos e inmediatos de las clases populares.

Cooke, en los márgenes de distintas tradiciones, excomulgado de toda estética populista y marxista ortodoxa (o pseudomarxista), profanador de sus santuarios, está como el nombre de la convergencia, que es siempre el encuentro de herejes de distintas iglesias, como el nombre de una intersección de nuevas preocupaciones.

Cooke está como representante de una época que soñaba futuros mientras se esforzaba por despertarse. Cooke está como figura que desautoriza todos los sectarismos, aunque todavía cuesta darse cuenta.

La vigencia de Cooke es, por lo menos en parte, un catálogo de nuestras limitaciones: Porque desde la izquierda se sigue definiendo al pueblo en forma negativa (claro, nunca en forma explícita) como los “no conocedores” de la teoría (la verdad revelada), lo que convierte a buena parte de la sociedad en sospechosa.

Porque se sigue restringiendo el campo de los cambios radicales a saberes específicos y determinados que no están en condiciones de integrar otros saberes. Porque se niegan los problemas que la teoría no prescribe. Porque la “síntesis” se concibe, al modo idealista, siempre a posteriori, siempre sabiendo lo que viene, sin dejarle lugar al “salto” dialéctico (la dialéctica real no conoce de antemano lo que viene).

Porque se prescinde de la creatividad popular. Porque no está lo suficientemente desarrollada la vocación por la participación de las masas en las soluciones definitivas.

Porque a la izquierda aún le cuesta concebir a la Nación como preludio de lo social. Porque se sigue considerando que la subjetividad es un epifenómeno de las redes causales objetivas y al sujeto como agente del determinismo objetivo sin tomar en cuenta la especificidad de sus acciones. Porque se confunde el concepto con la jerga. En fin, porque no se han superado los designios de una matriz iluminista y eurocéntrica de la cultura que refuerza las tendencias ilustradas y teoricistas de la izquierda y el molde determinista de sus discursos autoreferenciales.

Algunos sectores de la izquierda argentina se parecen a los poetas malditos franceses que Cooke contrastaba con Ernesto Che Guevara, poetas que después de la derrota de la Comuna de París de 1871 y la frustración consiguiente, en un contexto de confusión y decadencia -recordemos que el mismísimo Arthur Rimbaud se convierte en el lecho mortuorio-, experimentaron repugnancia por el género humano, asumieron que estaban condenados a padecer el insoportable mundo burgués y renegaron de la vida misma. Cedieron en masa a la fatiga de la razón. Actitud que, debemos reconocer, no dejaba de tener un toque idealista, en última instancia estos poetas consideraban que sin la posibilidad de la revolución no había vida posible. Pero lo fundamental y lo injustificable era que habían perdido la confianza en el pueblo.

John William Cooke interpela a los intelectuales que minimizan las perspectivas de las luchas actuales por la ausencia de un proyecto contrahegemónico, como si este fuera factible, incluso simplemente imaginable, sin el desarrollo de estas luchas. Cooke se opone al marxismo entendido como un determinismo limitado.

No considera a la subjetividad como un epifenómeno de las redes causales objetivas.

El sujeto no aparece como agente del determinismo objetivo. Reivindica la especificidad de la acción del sujeto. ¿Cuál es la naturaleza de la subjetividad revolucionaria?

¿Cómo surge?: de la praxis. Cooke, influenciado por el joven Lukacs, asume una posición cercana al praxeocentrismo, con sus ribetes activistas, voluntaristas. Se trata de la praxis como acción revolucionaria. No la simple acción de transformar la naturaleza. No la adaptación del sujeto a las condiciones del objeto (gesto típico de toda burocracia).

Cabe la filiación con Rosa Luxemburgo: en la animadversión compartida hacia los planes y recetas que debían signar el desenvolvimiento de las movilizaciones populares, en la explicación siempre dialéctica y viva que considera a la organización como el resultado de la lucha, en la negativa a considerar a la “evolución” del Estado burgués como creadora de condiciones para los cambios revolucionarios, en la certeza de que la praxis “acelera” las condiciones objetivas. Cuando Lenín decía que era más útil pasar por la experiencia de una revolución que escribir sobre ella, o cuando Rosa Luxemburgo decía que “históricamente los errores cometidos por un movimiento verdaderamente revolucionario son infinitamente más fructíferos que la infalibilidad del comité central más astuto”, prefiguraban aquella controvertida, aunque rigurosa, afirmación de Cooke: “es mejor equivocarse con el Che que acertar con *Victorio+ Codovilla5 “.

John William Cooke nos interpela. Irónicamente nos diagnóstica un pathos nacional comatoso y la conducta neurótica a través de la cual intentamos resolver los conflictos en forma imaginaria, se burla de los que, con el aire de las figuras de El Greco, apelan al marxismo como símbolo de distinción intelectual y nos recuerda que la confianza en el pueblo y en sus organizaciones autónomas es estratégica, que los cambios radicales (sí, las revoluciones) implican la afirmación del pueblo como sujeto de poder. Marginal y fuera de su ámbito, Cooke, como Walter Benjamín, asume a la distancia el papel de analista de la neurosis general.

Para Cooke cabe lo que él mismo decía sobre el che: “seguirá formando parte de nuestra circunstancia mientras haya quienes compartan ese proyecto para la transformación del mundo, que él enriqueció teóricamente y sirvió hasta las últimas consecuencias...”6 .

El discutido juego de las ucronías: (Si Evita viviera sería...) deja en parte de ser un juego cuando uno indaga por los espacios presentes desde los que se resignifica una figura histórica. En los últimos tiempos hemos detectado una cantidad significativa de jóvenes que se interesan por Cooke, que leen sus textos, que designan con su nombre distintos colectivos políticos y culturales. La mayoría milita en organizaciones sociales “autónomas”. Y esto no es un dato aleatorio. Una continuidad de fondo se puede percibir entre aquel precursor de una alternativa independiente de los trabajadores (independiente de la burocracia sindical, del liderazgo de Juan Domingo Perón y de la burguesía) y los actuales militantes populares que plantean la lucha en términos de autonomía y contrahegemonía.

Como no podía ser de otra manera una figura como la de Cooke sólo podía ser recuperada desde una identidad de la resistencia. No casualmente su nombre ha comenzado a resonar en las gargantas de estos jóvenes que lo recuperan junto con las antiguas experiencias y la conciencia prodigiosa que habita las regiones subterráneas.

Notas:

1 El populismo desde una perspectiva estructural ha sido definido como una particular estrategia de acumulación de capital, caracterizada, entre otros elementos, por la ampliación del consumo masivo y las políticas distributivas del ingreso. El populismo puede considerarse como parte de la estrategia de acumulación de una fracción de la burguesía, la “burguesía nacional”, que generó una forma específica de relación con el Estado y las clases subalternas. De esta manera el populismo se correspondía con un Estado que, atemperando sus variables represivas, solía funcionar como arena de negociación y en esto precisamente radicaba su legitimidad. La creciente transnacionalización del capital y en los últimos tiempos el dominio del capital financiero, generaron cambios estructurales. En la actualidad no existen en la periferia bases materiales para políticas de corte populista. Se ha transformado la composición orgánica del capital y han aumentado los niveles de subordinación al capital transnacional. Datos obvios, pero no siempre tenidos en cuenta a la hora de definir un programa político ¿Por qué? Si bien la “situación” populista de acumulación está agotada estructuralmente aún perdura como ideología en sectores de la burguesía, de la clase obrera y en algunas organizaciones sindicales y políticas. De esta manera el populismo se nos presenta como una ilusión que expresa deseos reales que no tienen en cuenta la realidad. Y es que a la ilusión pocas veces le interesa la verdad. Göran Therborn decía que “la fatal contradicción que presenta el Estado populista es que su base social no puede apoyar un modo de producción no capitalista, mientras que sus aspectos pequeño burgueses perturban el apoyo del Estado a la acumulación de capital...” Ver: Therborn, Göran, ¿Cómo domina la clase dominante?

Aparatos del Estado y poder estatal en el feudalismo, el capitalismo y el socialismo, Siglo XXI Editores, México, 1997, p. 141.

2 Halperín, Paula, Historia en celuloide: Cine militante en los ’70 en la Argentina. Estudios críticos sobre historia reciente. Los 60' y 70' en Argentina, Parte III, Buenos Aires, Centro Cultural de la Cooperación, Cuaderno de Trabajo Número 32, enero de 2004.pp.

29-30.

3 Tal vez la contradicción más inoportuna se planteaba entre lo que Perón significaba para la clase obrera argentina y lo que Perón era.

4 De Azúa, Félix, Periódico El País, Madrid, 5 de julio de 2000, contratapa., citado por Eira, Gabriel, “La construcción del pasado”, en: Revista Alter, Nro. 7, quinta época 2002, Montevideo, p. 34.

5 Victorio Codovilla nació en Italia en 1894 y llegó a la Argentina en 1912. Fue uno de los fundadores y líderes del Partido Comunista Argentino hasta su muerte en 1970. Buena parte de su actuación política coincide temporalmente con la de Cooke.

6 Cooke, John William, “Apuntes sobre el che”, en: Revista La Escena Contemporánea, Número 3, Buenos Aires, octubre de 1999, p. 107.

FUENTE: JOHN W. COOKE: UN HEREJE DE DOS IGLESIAS. En publicacion: Periferias, no. 12. FISYP, Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas: Argentina. Marzo. 2005 Acceso al texto completo: http://www.fisyp.org.ar/docs/Periferias12.pdf


Read more: http://blogger.loboalpha.com.ar/2012/07/john-w-cooke-un-hereje-de-dos-iglesias.html#ixzz222ENeiwa

NO LE INTERESAN A NADIE...

Juegos Olímpicos: El comité olímpico británico abre una investigación por las tribunas vacías

Las localidades sin ocupar en las diferentes disciplinas olímpicas causan indignación en Londres

.Londres. (dpa) - El comité organizador de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (LOCOG) inició hoy una investigación a causa de los vacíos que se están viendo en las tribunas de los escenarios olímpicos. Se estudiará cómo ha podido llegarse a tal situación dada la alta demanda y tantos decepcionados que no pudieron obtener entradas.
"Deseo que esas localidades sean ocupadas", dijo hoy a la BBC el jefe de misión del equipo británico, Andy Hunt. En total se vendieron 8,8 millones de billetes olímpicos, de ellos 6,6 millones en Gran Bretaña. El ministro británico de Deportes, Jeremy Hunt, calificó de "muy decepcionante" los numerosos asientos vacíos incluso en las atractivas competiciones de natación en el Aquatics Center.
Asimismo hubo problemas en el torneo de tenis en Wimbledon, en baloncesto, gimnasia y voleibol. El organizador jefe Sebastian Coe anunció ya antes de los Juegos que daría a conocer públicamente y reprendería a las empresas que adquirieron contingentes de entradas y que luego no hicieron uso de ellas. Al parecer se trata de asientos previstos en parte para medios de comunicación y autoridades gubernamentales.
"Si esos grupos no hacen acto de presencia, esas localidades deberían ser puestas a disposición del público, pues ése es el que crea ambiente", dijo Jeremy Hunt. Ya se ha implantado que los espectadores que se van pronto del estadio devuelvan sus entradas a fin de que puedan darse a otras personas.

sábado, julio 28, 2012

EL CHE Y FIDEL

Evita y Perón

Por Julián Bruschtein

La mayoría de este país siempre fue devota de Evita y, sin embargo, durante cincuenta años parecía que todo el mundo la odiaba. Fue el síntoma de que durante por lo menos cincuenta años esa mayoría estuvo excluida de la opinión pública y de esos medios que declaman objetividad e independencia. La onda expansiva del odio que le tuvieron produjo esa historia denigrante con su cadáver y demostró que el trasfondo del odio era en realidad el miedo que le tenían, como lo plantea tan perfectamente Rodolfo Walsh en el cuento “Esa mujer”.
En esa parte careta de la sociedad, siempre nada es lo que parece. Y el resto de la sociedad, por lo menos la parte que más contribuye a la construcción de ese sentido común simplón y sinuoso, tiene contagios esporádicos. Se contagia lo enfermo, que en este caso es el caretismo y la hipocresía, por ejemplo decir que se está de acuerdo con algo y hacer lo contrario. Cuando la hipocresía se convierte en la matriz de un sistema de funcionamiento social quiere decir que se ha podido divorciar la palabra de la vida. Se ha podido lograr así que la palabra no comprometa, que tome un camino independiente al que toma el que la pronuncia. En esa disociación está la base de una sociedad hipócrita.
En ese sentido, hablar de Evita es como hablar del Che, porque los dos tuvieron esa decisión casi brutal de decir lo que se piensa y hacer lo que se dice. O sea todo lo contrario a la hipocresía.
Los jóvenes detestan la confusión que genera el vaciamiento del lenguaje. Es un momento de mucho aprendizaje en la vida. Están desesperados por entender y ese vaciamiento los llena de confusión, ellos necesitan que las palabras describan la vida y que no la disfracen, porque si lo hacen, no podrán entender esa realidad que empiezan a afrontar. Cuando se defrauda la palabra, los principales afectados, los más defraudados, serán los jóvenes.
Por eso habrá siempre una fuerte atracción de los jóvenes hacia los referentes que demuestran que dicen lo que piensan y hacen lo que dicen. Hacia los que asuman un pacto entre las palabras y el hacer al punto en que ambos serán lo mismo. Es casi el examen más difícil que deberán soportar los referentes que quieran atraer a la juventud. Esa puede ser parte de la explicación del poderoso magnetismo que han sentido varias generaciones hacia las figuras de Evita y del Che. Ellos fueron jóvenes, desinteresados, apasionados, justicieros, mártires de sus causas y además totalmente transparentes, se los puede reconocer a través de lo que dicen y de lo que hacen, no ocultan cosas en el clóset ni en la trastienda, son iguales a sí mismos por el lado que se los mire.
Aunque parezca un contrasentido, seguramente para ser así sus personalidades deberían ser bastante complejas, además de intensas. Pero la complejidad es una cosa y la hipocresía es otra. Si eso opera en sus personalidades, funciona igual sobre la realidad.
Por ejemplo, para algunos la devoción de Evita por Perón, la permanente referencia a su lealtad por el liderazgo de Perón, aparece como una concesión a su carácter irredento, sería una mancha negra en esa llamarada justiciera. Algo así está planteado en la ópera Evita y en otras interpretaciones. Si se lee así esa concesión, se entiende de una manera que la denigra todavía más, porque solamente la pueden ver como el acto de sumisión de una mujer frente a su pareja varón. O sea, una actitud condicionada por una cultura machista que Evita acataría pese a su rebeldía.
Para el que pinta ese cuadro, Perón es un aspecto negativo y Evita el positivo. Y entonces trata de separar a Evita de Perón.
Pero, de esa manera, habría entonces una Evita pública con un discurso liberador y una Evita íntima sometida al varón. Y en esa contradicción aparecería necesariamente una sombra de hipocresía. Pero lo que es más grave en ese caso es que el doblez estaría en el discurso revolucionario y lo real estaría en su actitud doméstica, hacia dentro de la pareja. O sea, aunque se haga para reivindicar a Evita, el intento de separarla de Perón en el proceso histórico, en el fondo esa actitud tiende a denigrarla.
Reivindicar a Evita necesariamente incluye también hacer por lo menos un reconocimiento del peronismo en su compleja totalidad como un gran movimiento de inclusión de masas (para usar una terminología contemporánea) y, por lo tanto, democratizador. Lo cual no quiere decir ser peronista, pero sí reconocerle esos aportes en el proceso histórico argentino. Si no se la coloca a Evita en ese contexto, no se la podrá entender, más allá de esa visión simplista y clasista que encasilla a todos los líderes populares como caudillos populistas.
Evita es protagonista de un proceso político que produce grandes transformaciones en la sociedad a favor de los sectores más postergados. Está en la cúspide de ese proceso, tiene vivencia de las dificultades para sostenerlo, tiene mucha conciencia de las fuerzas que se le oponen así como de la fuerza que es necesario reunir y mantener para profundizarlo. No ocupa un lugar testimonial, ella se suma a ese gran movimiento y se convierte en su motor, en su alma. Pero al mismo tiempo sabe que el que reúne a esa fuerza y la conduce es Perón. Como militante se da cuenta de que la ausencia de Perón implica el debilitamiento de esa fuerza y por lo tanto el fracaso de ese proceso y entonces reconoce que su lugar es uno y el de Perón es otro.
Puede ser que la relación de pareja también haya influido, pero Evita era una militante. Su permanente referencia al liderazgo de Perón no es la concesión de una mujer a su pareja, sino la que hace el individuo a un proyecto colectivo. Esa suele ser una de las diferencias entre lo testimonial y vanguardista con la acción militante que transforma la realidad: hay un reconocimiento de la fuerza que es necesario construir para generar esos cambios y la construcción de esa fuerza exige concesiones mutuas para sumar. Por eso, más allá de las discusiones y hasta las diferencias que podía tener con su pareja, Evita siempre se refería con tanta insistencia a la conducción de Perón y se esforzaba hasta la exageración para demostrar que ella no competía ni cuestionaba a Perón, sino que trabajaba por fortalecer su liderazgo. Era una decisión política muy clara en función de cómo ella valoraba la necesidad de sostener un gran movimiento de masas y la importancia que le daba a la conducción de Perón en esa tarea.
Entre todos los aspectos parecidos entre las figuras de Evita y el Che –que seguramente se hubieran sacado chispas entre sí de haberse conocido– está por supuesto esa imagen de llamarada justiciera, pero al mismo tiempo, así como Evita reconocía la conducción de Perón, el Che tenía muy claro, y lo repetía una y otra vez en sus discursos, que la conducción de la revolución cubana era Fidel. Y lo repitió más todavía en su mensaje de despedida, cuando se alejó para iniciar su proyecto continental, una carta que fue leída por el mismo Fidel para que ese alejamiento no fuera usado como un desplante del Che a la revolución.
Desde la contrarrevolución se ha tratado también de separar y oponer la figura del Che con la de Fidel a partir de las diferencias y discusiones que seguramente tenían como sucede en los procesos de la realidad. Por eso el Che se preocupaba siempre por dejar en claro su respeto al lugar de Fidel.
“Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti en los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario”, le dice en esa carta el Che a Fidel y más adelante destaca el orgullo que sintió junto a Fidel y el pueblo cubano durante la crisis de los misiles.
En esas frases, que a muchos les podrán parecer sobreactuadas, está esa misma evaluación del militante político sobre la importancia del proyecto colectivo por encima de lo individual, así como la necesidad de mantener la fuerza de masas como condición indispensable para sostener el proceso revolucionario y la función casi irreemplazable en esa tarea que tiene el constructor y líder de esa fuerza.
En todo caso, esa complejidad en Evita y el Che, en procesos tan diferentes pero con cargas parecidas, los enaltece aún más en la inteligencia de reconocerse como parte de procesos colectivos que van más allá de sus suertes individuales y que en esos procesos hay roles diferentes, incluso más importantes que ellos mismos.

viernes, julio 27, 2012

SUBDITOS ESTUPIDOS,NOSOTROS TAMBIEN NOS CAGAMOS EN UDS

Urdangarin desafía al Rey y se instala con la infanta en su polémico palacete barcelonés

Urdangarin desafía al Rey y se instala con la infanta en su polémico palacete barcelonés

DERROCHES AL PEDO QUE HUNDEN AL MUNDO

MISIóN OLíMPICA

Empiezan los Juegos y nadie quiere quedarse afuera


George Clooney y Muhammad Ali serán algunas de las celebridades presentes en la gran fiesta de inauguración, esta tarde desde las 17. Y un rumor recorre Londres: ¿la Reina prende el pebetero?

NUEVO BILLETE EN RECUERDO DE EVITA Y DESRECUERDO DE ROCA

La Argentina homenajea a su mejor representante contemporanea,calificada por la iglesia católica,los empresarios,industriales,criadores de vacas y demás oligarcas con sutil educacion de clase de la Recoleta,Barrio Norte,San Isidro y demás baluartes del gorilismo nacional,que nombraban como la YEGUA PUTA ESA,la misma forma que la llaman a Cristina .Argentina presenta un nuevo billete de cien pesos con la imagen de Eva Perón
El billete con la denominación mas alta circulante en el país,obliga a retirar al actual con la imagen de un militar genocida de habitantes originarios--los indios--que eran los dueños del 85 % del país y a los exterminó como Hitler para vender sus tierras,las más productivas del mundo.""que esos vagos no saben explotar""
Alea jacta est

la crisis lo ha cansado mucho!!!!!!!!!!!!!!

Y se nos fue de vacaciones otra vez.
Ya nos acercamos a los 6 millones de desocupados,un verdadero record galáctico...
Vacaciones en máxima alerta...pero vacaciones

martes, julio 24, 2012

lunes, julio 23, 2012

POR NADA,MAMONES!!!!!!!


Mandancia meningítica
No afrentes a este Gobierno
con vituperio político,
táchalo de meningítico
tontolaba moderno;
no lo mandes al averno
porque sea de derechas,
sino porque tú sospechas
en la mandancia pepera
letal falta de sesera,
por lo visto hasta la fecha.

Spinela | @laespinela

domingo, julio 22, 2012

¿Y si Alejandro Magno no fue tan magno?


    Dibujo de Alejandro Magno
    Alejandro Magno murió a los 32 años.
    Alejandro Magno es retratado como un conquistador legendario y un líder militar admirable en los libros de historia occidentales, influidos por la versión griega de su vida. Sin embargo, la perspectiva persa es muy diferente.
    El profesor Ali Ansari, del Instituto de Estudios Iraníes de la Universidad Saint Andrews de Escocia, analiza para la BBC ese punto de vista.
    A quien visite las espectaculares ruinas de Persépolis, el lugar donde se encontraba la capital ceremonial del antiguo Imperio persa Aqueménida, le contarán tres hechos: que la ciudad fue construida por Darío el Grande, embellecida por su hijo Jerjes y destruida por aquel hombre.
    Aquel hombre es Alejandro Magno, celebrado en la cultura occidental como conquistador del Imperio persa y como uno de los grandes genios militares de la historia.
    En realidad, si uno lee algunos libros de historia occidentales podría llegar a la conclusión de que los persas existieron simplemente para ser conquistados por Alejandro.
    Pero los persas ya habían sido derrotados por los griegos en dos invasiones fallidas, una llevada a cabo por Darío el Grande en 490 a.C. y otra por su hijo Jerjes diez años después. En ese sentido, el asalto de Alejandro fue una consecuencia lógica.

    Destrucción de Persépolis

    No obstante, visto a través de los ojos persas, Alejandro está muy lejos de parecer Magno.
    Arrasó Persépolis después de una noche de borrachera, incitado por un cortesano griego, en venganza por la quema de la Acrópolis por el rey persa Jerjes.
    Los persas lo responsabilizan de la destrucción de lugares religiosos en todo su imperio.
    Los símbolos del zoroastrismo –la antigua religión de los iraníes- fueron atacados y destruidos. Para los sacerdotes zoroástricos aquello fue prácticamente una calamidad.
    La influencia de la cultura y la lengua griegas ha contribuido a establecer una narrativa en Occidente según la cual la invasión de Alejandro fue la primera cruzada para llevar la civilización y la cultura al Oriente bárbaro.
    Pero la realidad es que el Imperio persa fue conquistado no porque necesitara ser civilizado sino porque abarcaba desde Libia hasta Asia Central y era el mayor imperio que el mundo había visto hasta ese momento.
    Era, pues, un premio muy valioso.

    Admiración por lo persa

    Ruinas de Persépolis
    Ruinas de Persépolis.
    No obstante, los griegos sentían una gran admiración por el Imperio persa y por sus emperadores.
    Al igual que los bárbaros que conquistaron Roma, Alejandro admiró lo que encontró, tanto que estuvo encantado de tomar el manto persa del Rey de Reyes.
    Pero la admiración griega por lo persa se remonta a mucho antes que ese momento.
    Jenofonte, el general y escritor ateniense, escribió un himno para Ciro el Grande –la Ciropedia- alabando al gobernante que había, según él, demostrado que un vasto territorio podía ser regido gracias a un carácter y una personalidad fuertes.
    "Ciro fue capaz de penetrar un país inmenso gracias al puro terror que emanaba de su personalidad, que hacía que los habitantes se postraran ante él…", escribió Jenofonte.
    Emperadores persas posteriores como Darío y Jerjes intentaron invadir Grecia y fracasaron. Sin embargo, es destacable que muchos griegos acudían a la corte persa.
    El más notable fue Temístocles, quien luchó contra el ejército invasor de Darío en la batalla de Maratón e ideó la victoria de los atenienses contra Jerjes en Salamina.
    Desencantado con la política ateniense, emigró al Imperio persa y acabó encontrando trabajo en la corte, donde fue nombrado gobernador provincial y vivió el resto de su vida.
    Con el tiempo, los persas se dieron cuenta de que podían conseguir sus objetivos en Grecia intentando enfrentar a las ciudades griegas entre sí, y durante la guerra del Peloponeso los persas financiaron a los espartanos contra los atenienses.

    El príncipe jardinero

    "Como otros conquistadores que siguieron sus pasos, incluso el gran Alejandro fue seducido y absorbido por la idea de Irán"
    La figura clave en esta estrategia fue el príncipe persa y gobernador de Asia Menor Ciro el Joven, quien durante años cultivó una buena relación con los griegos hasta el punto de que cuando lanzó su apuesta por el trono persa reclutó a cerca de 10.000 mercenarios griegos.
    Por desgracia para él, murió en el intento.
    En un maravilloso relato, el general espartano Lisandro cuenta su visita a Ciro el Joven en la capital provincial, Sardis.
    Lisandro narra cómo Ciro lo agasajó y le mostró su jardín amurallado, su paradeisos, origen etimológico del término paraíso.
    Cuando Lisandro dijo que debería dar las gracias al esclavo responsable de tal obra, Ciro se rió y señaló que él mismo había trazado el diseño y había plantado algunos de los árboles.
    Al ver la sorpresa del espartano, Ciro indicó: "te juro por Mitra que, si la salud me lo permite, nunca como sin haber trabajado y sudado, sin haber realizado alguna actividad relevante en el arte de la guerra o en la agricultura".
    Impresionado, Lisandro aplaudió y agregó: "mereces tu buena fortuna, Ciro, porque eres un buen hombre".

    ¿Alejandro arrepentido?

    Relieve en Persépolis
    Soldados aqueménidas en un relieve en Persépolis.
    Alejandro es muy probable que estuviera familiarizado con estas historias. El Imperio persa no era tanto algo que conquistar como un logro que conseguir.
    Aunque los persas lo caracterizan como un destructor, un joven indómito e irresponsable, las pruebas indican que Alejandro mantuvo cierto respeto por los habitantes de los territorios conquistados y llegó a arrepentirse de la destrucción que causó su invasión.
    Al ver la tumba saqueada de Ciro el Grande, al norte de Persépolis, se mostró compungido y ordenó que se reparara.
    Si hubiera vivido más de 32 años, quizá hubiera restaurado mucho más.
    Y quién sabe, quizá los persas se hubieran avenido a su conquistador macedonio, lo hubieran absorbido, como sucedió con otros, y lo hubieran incorporado a su historia nacional.
    De hecho, en el gran poema épico persa, el Sahnameh, del siglo X d.C., Alejandro ya no es un príncipe completamente extranjero, sino hijo de madre persa.
    Eso es un mito, pero quizá revela más verdad que las apariencias de la historia.
    Como otros conquistadores que siguieron sus pasos, incluso el gran Alejandro fue seducido y absorbido por la idea de Irán.

    CEREMONIA

    Doce sacerdotes celebraron una ceremonia en el altar maya de sacrificios de Zaculeu, al oeste de Guatemala, pidiendo a los dioses paz, armonía y perdón por los daños a la madre naturaleza. Lo hicieron, en náhuatl, porque el 21 de diciembre termina, según su calendario, un ciclo de 5200 años. Y de paso desmintieron oficialmente que llegue el fin del mundo.

    viernes, julio 20, 2012

     Alemania aprueba el rescate de por amplia mayoría 

    Alguien se ha tira......debe  haber sido un epañó

    La economía alemana no es un ejemplo

    Vicenç Navarro
    La canciller alemana Angela Merkel ha indicado que el supuesto éxito del modelo alemán se debe a las políticas de austeridad que el gobierno alemán realizó en la primera década de este siglo, políticas iniciadas por el gobierno de coalición socialdemócrata-verde, y continuadas por la coalición gobernante cristianodemócrata-socialdemócrata, y más tarde por la coalición cristianodemócrata-liberal. De ahí que la Sra. Angela Merkel y su gobierno estén presionando para que todos los países de la Eurozona hagan lo mismo.
    El problema con esta postura es que ignora u oculta varios hechos esenciales. Uno es que su éxito como país exportador se debe a una situación de dominio sobre su propia clase trabajadora y sobre otros países que bien podría definirse como explotación. Puesto que este tipo de terminología raramente aparece en los medios, siento la necesidad de explicar el significado de tal término. A explota a B cuando A vive mejor a costa de B, que vive peor. A y B pueden ser clases sociales o países. Pues bien, comencemos por clases. El complejo exportador alemán ha basado su éxito (que ha repercutido en una explosión de sus beneficios) en parte en que ha evitado que la clase trabajadora alemana sea beneficiaria del incremento de su productividad. Como bien ha dicho Mark Weisbrot, el Estado y el mundo empresarial alemanes no han permitido un aumento de los salarios paralelo al crecimiento de su productividad. La mayoría de este crecimiento ha enriquecido las rentas del capital, y no las del trabajo. En realidad, estas últimas, como porcentaje de todas las rentas, han disminuido. Al capital le ha ido muy bien a costa de que al mundo del trabajo no le haya ido tan bien como podría o debería haberle ido.
    Veamos ahora explotación de nación. Alemania es el centro de la Eurozona. Sus partners son los países de tal unidad monetaria cuya competitividad es menor que la alemana, lo cual favorece el crecimiento de las exportaciones alemanas a estos países. Pero el hecho de que todos utilicen la misma moneda explica que a los países con menor competitividad les es imposible ganar competitividad porque no se les permite la devaluación de la moneda (que conllevaría una reducción de costes de producción). Ello limita sus posibilidades de poder ser más competitivos. Y una de las pocas maneras posibles es bajando los salarios (como constantemente los autores neoliberales insisten), bajada que tiene que ser muy acentuada para alcanzar mayor competitividad como consecuencia que los salarios alemanes son más bajos de lo que podrían y deberían ser, asegurándose así diferencias de competitividad que favorecen únicamente a Alemania, a costa de los demás. Así es como ocurre no sólo la explotación de clase, sino también de nación. Es casi imposible que en esta situación los países periféricos puedan alcanzar el nivel de competitividad alemana.
    Es más, los Estados de tales países también tienen sus manos atadas porque no tienen un Banco Central que imprima dinero y pueda proteger su deuda pública (como hace un Banco Central digno de su nombre) de la especulación de los mercados financieros. No pueden, por lo tanto, expandir su gasto y estimular la economía creándoseles un problema grave, pues sus economías están en recesión (camino de depresión en algunos países), disparándose el desempleo. Esta situación, enormemente desfavorable a los países periféricos, se mantiene debido al enorme dominio del establishment financiero alemán sobre el Banco Central Europeo (BCE, que es un lobby de la banca alemana) y de la Comisión Europea. Empeorando la situación, el BCE chantajea a los Estados periféricos imponiéndoles la austeridad y las reformas laborales que empeoran el desempleo.
    Paradójicamente, sin embargo, en cuanto a las reformas laborales que el BCE impone, no sigue el modelo alemán. En realidad, el bajo desempleo alemán se debe, no a la facilidad que tengan los empresarios en despedir a los trabajadores (medida promovida por la Sra. Merkel, por la Comisión Europea, por el FMI, y por el BCE) sino a la cogestión existente en los centros de trabajo, que en su sistema de negociación colectiva impide la destrucción de puestos de trabajo, repartiendo el trabajo (las horas trabajadas) en su lugar. El BCE jamás ha presionado por esta medida de cogestión.
    Una última observación. He indicado en otros textos que la percepción generalizada de que el Estado alemán es el que está ayudando a los países periféricos del euro no se corresponde con la realidad. Esta ocurriendo al revés. Hoy existe un gran flujo de capitales de estos últimos países a Alemania. Y la supuesta “ayuda” a la banca española es, como bien indica Peter Böfinger en una entrevista en Die Spiegel (Chatterjee, Pratap, Bailing Out Germany: The Story Behind The European Financial Crisis), “esta ayuda no es a estos países, sino a nuestros propios bancos, que tienen gran cantidad de la deuda privada en aquellos países”. Tal señor es consejero económico de la Sra. Merkel. Mientras, el Deutsche Bank y el Commerzbank, dos de los bancos alemanes más importantes y que consiguieron magníficos beneficios prestando dinero a la banca española, han tenido los mejores beneficios obtenidos en los últimos cinco años.

    ya llevan siete meses y??????????????

    VIERNES NEGRO PARA LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
    Ana Pastor, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro / efe

    El Ibex sufre su mayor caída en dos años y la prima llega a los 610