¿HÉROE O VILLANO?

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miércoles, enero 16, 2019

MI PADRE ERA UN INMIGRANTE QUE TRABAJABA EN LOS TALLERES VASENA

Cañones en esquina Congreso, Semana Trágica, 1919, Argentina

A un siglo de la 'Semana Trágica', el eco argentino de la Revolución Rusa

© Foto: Public Domain

Se conmemora la gran revuelta obrera de inspiración soviética y la consecuente represión por parte de las fuerzas de seguridad nacional y grupos de ultraderecha, que produjo un número inaudito de muertos y el primer pogrom antisemita en Latinoamérica.
Las imágenes y notas de prensa de la época muestran barricadas, miles de hombres y mujeres protestando y ríos de sangre que se cuelan entre los adoquines de las calles de Buenos Aires. Los muertos de la Semana Trágica son una de las mayores incógnitas de la historia argentina.
"Es increíble la enorme disparidad que hay en las cifras. La Policía solo admitió unos 60, 70 muertos, las organizaciones obreras tienden a elevar la cifra a 700 e informes de organismos diplomáticos como la embajada de los EEUU tenían un cálculo de que la cifra se habría acercado a los 1.300", dijo a Sputnik Hernán Camarero, doctor en Historia, profesor universitario e investigador.
Entre el 7 y el 14 de enero de 1919 sucedió en la capital argentina lo que se conoce como la Semana Trágica, un hito en la lucha obrera y célebre por la sangrienta respuesta por parte las fuerzas del orden, en un contexto internacional teñido por el éxito de la Revolución bolchevique en Rusia, el creciente antisemitismo que llevó a que en Argentina se asimilara el gentilicio ruso con la colectividad judía y la amenaza que este fenómeno producía entre los sectores conservadores
"En ese momento la producción manufacturera se hacía bajo condiciones de explotación muy profundas, no había legislación laboral, los salarios eran muy bajos y eso se sentía mucho entre los trabajadores metalúrgicos. Precisamente en la gran fábrica de los Talleres Vasena se produce una huelga que se radicalizó, hubo piquetes en las puertas, sobre todo cuando los empresarios recurrieron al empleo de 'rompehuelgas', que iniciaron los primeros hechos de violencia", explicó Camarero.
El historiador cuenta que durante esa semana ocurrió una escalada de violencia que llevó a los sectores del anarco-socialismo a radicalizar la lucha en las calles y a enfrentarse con las fuerzas de seguridad elevando las banderas de la insurgencia, con gran apoyo de las clases obreras, cuya conformación era en su mayor parte inmigrantes europeos. Gran parte de la ciudad fue tomada como campo de batalla y el Gobierno de Hipólito Yrigoyen, de fuerte apoyo de las clases medias, respondió a través de la más cruenta represión.
Se produjeron enfrentamientos tanto con la Policía como con grupos de choque que se conocían en la época como ‘guardias blancas', sectores civiles vinculados a la Iglesia católica y a la oligarquía, antecedentes de la Liga Patriótica, que tendrá mucho peso en los años siguientes. Finalmente, el Gobierno desplegó al Ejército en las calles y recuperó el orden social.
"Para sectores de una derecha extremista, nacionalista, xenofóbica, antiobrera y antisemita, el Gobierno radical [la Unión Cívica Radical era el partido oficialista] aparecía como un Ejecutivo débil, que no hacía lo necesario para cortar de raíz la víbora maximalista [término con el que se conocía al extremismo de izquierda en la época]", dijo Camarero.
El historiador contó que ocurrieron hechos de represión y asalto no solo a locales socialistas, anarquistas, a los sindicatos, sino que en los barrios con alta concentración de población judía de la ciudad, sobre todo en Villa Crespo, Once y Balvanera, donde se desarrollaron pogroms y atentados.
"En ese momento muchos judíos eran obreros, muchos de ellos eran muy activistas y muchos provenían de los territorio del Imperio Ruso. Como en ese momento estaba ocurriendo la Revolución Rusa, la asociación era judío igual ruso igual comunista", dijo.

"En la Semana Trágica operaron hombres y mujeres que, detrás de demandas genuinas locales, sentían que formaban parte de una ola a nivel internacional que tenía en Rusia un momento cúlmine", explicó el autor de Tiempos rojos, el impacto de la Revolución Rusa en Argentina.