¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

jueves, diciembre 31, 2009



El timo de Air Comet

Juan Francisco Martín Seco

Las Navidades han venido acompañadas por la espantada de Air Comet. Se repite el fiasco de Air Madrid de hace unos años. La historia es bastante conocida. Suele manifestarse allí donde el pensamiento imperante logra nuevas liberalizaciones. Los beneficios son para los empresarios privados, y el sector público, los trabajadores y los consumidores tienen que asumir los costes. Existen sectores económicos esenciales para la sociedad en los que resulta utópico hablar de liberalización. La protección y el respaldo del Estado resultan imprescindibles.

Quizás uno de los problemas que arrastra la economía española es la de una clase empresarial incapaz de la innovación y de correr riesgos adentrándose en sectores realmente abiertos. Por eso nuestra balanza de pagos ha supuesto siempre un estrangulamiento para el crecimiento económico. La mayoría de los empresarios han preferido situarse en las aguas tranquilas de los mercados cautivos, apropiándose de suministros y servicios en los que el respaldo del sector público tuviese que estar presente. De ahí el éxito de las privatizaciones. Es en esa simbiosis público-privado donde algunos ganan siempre, sobre todo si mantienen buenas conexiones con el mundo político.

El señor Díaz Ferrán ha sido -al menos en los últimos años- un buen exponente de este colectivo. En los gobiernos de Aznar consiguió hacerse con su compañía aérea y que la SEPI le adjudicase Aerolíneas Argentinas, propiedad de Iberia, recibiendo 955 millones de euros que, según el Tribunal de Cuentas, no destinó a su finalidad: compra de aviones, amortización de deuda, ampliación de capital. En su contencioso con el Gobierno argentino reclamó la ayuda de papá Estado, y desde 1996 el sector público le financia, mediante la deuda que mantiene con la Seguridad Social, por un importe de 16 millones de euros. Su compañía de autobuses también ha precisado del apoyo del gobierno regional, bien es verdad que él ha sabido corresponder con sustanciosas aportaciones a las fundaciones del Partido Popular.

Ahora la aventura ha terminado. Los trabajadores se quedan en el paro y ni siquiera saben si van a poder cobrar lo que se les adeuda. Caja Madrid, de quien Díaz Ferrán era consejero, ¡oh, paradoja!, se verá en dificultades para poder recobrar su crédito y siete mil viajeros, la mayoría emigrantes, pierden sus billetes y ven trastocados todos sus planes en unas fechas especiales. Una vez más, el sector público, es decir, todos los contribuyentes, ha tenido que aportar recursos para paliar las situaciones más duras.

El ministro de Fomento ha hecho declaraciones defendiendo la actuación del Gobierno, pero sus propias palabras indican lo contrario, que no se tomaron a tiempo las medidas adecuadas y que se permitió a Díaz Ferrán, quizás por su condición de presidente de la patronal, ir demasiado lejos. Según el ministro, el 6 de noviembre se planteó revocar la licencia a la compañía pero se acordó "no hacerlo público para no perjudicar a nadie". Se ha perjudicado a los consumidores que, de haberlo sabido, no hubieran adquirido los billetes y, colateralmente, a los contribuyentes.

lunes, diciembre 28, 2009

ELLOS DIERON LAS ORDENES

El Washington Post destacó los juicios a militares

28-12-2009 / "Ningún país fue detrás de agentes de estado tan a fondo como Argentina", celebró el texto y agregó que el país está cerca de "hacer justicia para las cerca de 30 mil personas asesinadas por los servicios de seguridad del Estado", durante la última dictadura militar.

The Washington Post celebró los juicios a militares de la última dictadura.
El diario estadounidense The Washington Post destacó hoy, en un artículo, en papel de la Justicia argentina a la hora de juzgar a militares y civiles que participaron de los crímenes perpetrados durante la última dictadura militar.

El matutino sostuvo que a la hora de "dictar justicia" para las víctimas de dictaduras y gobiernos vinculados con escuadrones de la muerte "ningún país ha ido detrás de agentes de estado tan a fondo como Argentina". Así, el país "está finalmente cerca de hacer justicia para las cerca de 30 mil personas asesinadas".

El artículo titulado "Argentina pone a juicio a funcionarios por los abusos de la 'Guerra Fria'", menciona que con "tribunales envalentonados para dictar penas severas" el país "está finalmente cerca de hacer justicia para las cerca de 30.000 personas asesinadas por los servicios de seguridad del Estado, incluyendo algunas que fueron arrojadas desde aviones después de haber sido torturadas y sedadas".

Si bien "Argentina juzgó militares antes", el juicio a "oficiales y policías que dirigían los centros clandestinos de tortura conocidos como el Club Atlético, Banco y Olimpo es uno de una serie de nuevos procedimientos que para el próximo año cerrará algunos de los casos más emblemáticos de presunto terrorismo de Estado bajo la dictadura argentina" durante 1976 y 1983, señaló.

Así, la nueva etapa de juicios por delitos de lesa humanidad "incluye algunas de las figuras más notorias" de esa época como "el ex general Jorge Rafael Videla y el último dictador de la Argentina, Reynaldo Bignone", así como a "Alfredo Astiz apodado 'Angel Rubio de la Muerte'", destacó el Post tras repasar las "condenas ganadas" contra Luciano Menéndez y Miguel Etchecolatz, entre otros.

De esta manera, haciendo uso de "la ley penal ordinaria y los tribunales penales, los fiscales ganaron cerca de 60 condenas desde 2005 contra los acusados de violar los derechos humanos” sumado a “un adicional de 627 ex militares, policías y funcionarios acusados".

"En total 325 casos están abiertos en todo el país, la mayoría involucrando a ex miembros de los servicios de seguridad acusados de secuestro y asesinato de izquierdistas", describió el matutino tomando al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) como fuente.

Por su parte, la justicia estadounidense pidió la desclasificación de documentación que detalla lo que Estados Unidos sabía acerca de las operaciones militares durante ese período.

No obstante estos documentos son "muy ricos" en información, presentan "ciertos agujeros" que podrían ser completados "con documentos que están en manos de las agencias de inteligencia estadounidense", explicó el supervisor del proyecto argentino para el Archivo de Seguridad Nacional en Washington, Carlos Osorio.

Según el especialista, la petición de apertura de archivos a éstas agencias ya fue realizada por el embajador argentino ante la Casa Blanca, Héctor Timerman.

sábado, diciembre 26, 2009

agitese antes de leer


¿Quiénes son peores, nuestros políticos o los ciudadanos?

FERNANDO VALLESPÍN


A nadie ha sorprendido que "la clase política" figurara en el CIS como el tercer problema

Como los padres de hoy con sus hijos, piensan que perderán el favor de sus gobernados si no están siempre pendientes de cada uno de los caprichos. Además, su gestión la presentan siempre en positivo, como si el más ligero reconocimiento de sus faltas fuera a provocar nuestra ira y, sobre todo, beneficiar al adversario. Algunos llaman a esta forma de proceder "gobernar con las encuestas", y es la actitud que ha suplantado al más tradicional "liderazgo".

No parece, sin embargo, que tanta desconsideración hacia los políticos obedezca a que los ciudadanos echen en falta más liderazgo; lo que ahora se añora es la unidad. Su reproche va más bien en la línea de que parecen preocuparse más por sus intereses partidistas que por el bienestar general. Y que esa persecución del interés propio, paradójicamente, ha acabado por objetivarles dentro de una "clase" o "casta" con atributos comunes a todos ellos. Lo primero sería el interés del partido, luego ya los intereses generales. Se da así la curiosa contradicción de que aquéllos que supuestamente están encargados de resolver los problemas de todos son vistos a su vez como un problema. El colmo.

Mal lo tenemos, porque la confianza, como bien sabemos por los sociólogos, es la sustancia que sirve para cohesionar las sociedades y para hacerlas más capaces de facilitar la convivencia y de encontrar soluciones a cualesquiera que sean las dificultades. Capital social se llama. Y se refiere tanto a la confianza entre las personas y grupos sociales como a la que se tiene hacia los gobernantes y las instituciones. En todo ello nos ubicamos siempre en la parte baja de la tabla de las democracias avanzadas. Si esto es así, no sólo tenemos un problema en la política, sino también en la propia sociedad. Uno de los rasgos de la cultura política española estriba, precisamente, en nuestra poca implicación en lo colectivo, en el escaso sentido comunitario, en el desinterés por todo cuanto huela a política. Pero, también, en nuestro tozudo sectarismo. ¿Cómo explicar si no que puedan salir reelegidos candidatos acusados de corrupción?

Lo fácil en las sociedades donde existe un exiguo arraigo de la responsabilidad individual es echarles siempre las culpas a los dirigentes cuando las cosas nos van mal. A nadie se le ocurre hacerse la reciente reflexión de Barack Obama, parafraseando un discurso de Kennedy, "no te preguntes lo que tu país puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país". Cuestión difícil, porque, para empezar, no todos entendemos lo mismo por "país"; para algunos es su propia Comunidad Autónoma, sea o no "nación", y para otros es España.

Pero no hace falta ir a la comunidad más amplia, nuestro poco aprecio por lo público se manifiesta también al nivel más local. Si las virtudes de la ciudadanía se miden por la predisposición hacia los intereses generales, nuestros privatizados conciudadanos -sólo atentos a la política cuando alguna decisión que viene de ésta puede afectar alguno de sus intereses privados-, no desmerecen de lo que ellos mismos opinan de sus políticos.

Es indudable que gran parte de las imputaciones que se dirigen hacia los políticos tienen un importante sustento en los hechos. Pero debemos considerar también las dificultades de gobernar una sociedad tan plural, corporativa y fragmentada como lo es la nuestra. Antes de proceder a descalificaciones generales convendría hacer un esfuerzo por discriminar entre unos y otros y por identificar con claridad cuáles son las causas de nuestro desapego y nuestra propia responsabilidad en este estado de cosas. Es difícil que haya políticos de baja calidad en una sociedad de ciudadanos exigentes. Exigentes no sólo para lo propio, claro, sino para la realización de aquellos valores en los que nos reconocemos todos, como la libertad, la seguridad la estabilidad. Sí, el famoso interés general, algo sobre lo que ya apenas se habla.

martes, diciembre 22, 2009

M A T A R A L H I J O


Las balas perdidas de Abel Posse

La historia del suicidio de Iván, hijo del cuestionado ministro de Educación porteño, ocurrida en 1983.

Por Walter Goobar
wgoobar@miradasalsur.com

[Nota relacionada: ¿En manos de quién está la educación de nuestros niños y jóvenes?]

El domingo 9 de enero de 1983, Iván buscó el Colt calibre 38 de su papá, regresó a su cuarto, se sentó frente a su escritorio y se descerrajó un tiro en la sien. Tenía sólo 15 años, vivía en París, le gustaba el heavy metal y quería estudiar Historia. No está claro que fue lo que lo llevó a tramar su propia muerte. Lo más probable es que nunca se sepa; porque en todo suicidio las certezas siempre escapan a la mirada de los vivos.

Lo único cierto es que el adolescente eligió matarse con el arma de su padre y no lo hizo en una fecha cualquiera, sino dos días después del cumpleaños del dueño de la Colt al que –incluso– le había regalado una novela con una afectuosa dediicatoria. El libro se titulaba P-38. o sea, el nombre de la pistola Walther calibre 38 que era el arma favorita de las Brigadas Rojas italianas. No es exagerado sospechar que el suicidio de Iván fue un acto dedicado a un padre ausente, narcisista e intolerante que sólo conoce la indulgencia y la empatía para sí mismo.

En los días que siguieron a su muerte, el padre de Iván –el cuestionado ministro de Educación porteño, Abel Posse– descubrió que ese hijo al que había dado una vida de príncipe era un extraño al que, en realidad, no conocía.

Tal vez sea el duelo jamás elaborado por la muerte de ese adolescente rebelde, rockero y contestatario, lo que ha congelado a Abel Posse en el bizarro papel de exégeta del autoritarismo, la doctrina de la seguridad nacional y la misoginia y lo ha convertido en un furibundo enemigo de todos los jóvenes que ahora están bajo su responsabilidad.

En la violencia de su discurso, en la elección de cada una de sus metáforas, el ministro Posse parece condenado a repetir con cada joven que se le cruce en el camino el acto final de ese hijo tan único como incomprendido.

Iván vivía con su padre y con su madre en una pintoresca casa ubicada en el 25 de la calle Saint Louis en L’Ille, París, en donde el actual ministro de Mauricio Macri se desempeñaba como diplomático de la dictadura. “En 1981 –reconoce Posse–, después de una etapa en Buenos Aires sin funciones especiales (hacía, como siempre, los discursos de la Cancillería), mi amigo Tomás de Anchorena, embajador, me invitó para ir a Francia como jefe del Centro Cultural de la embajada en la rue Pierre 1er. de Serbie 27”, y se preocupa de aclarar que la institución “no tenía nada que ver con el Centro Piloto”, una central de espionaje que los marinos habían montado en Francia para rastrear a opositores. “Yo llegué cuando se cerró”, acota Posse.

“Aunque tenía una vida de príncipe, con todas las comodidades, Iván no quería terminar siendo un burgués. Sabía que si no se iba, iba a terminar siendo parte del engranaje”, admite el padre.
En cuadernos escondidos en los cajones de la ropa se encontraron notas en las que Iván escribía cosas como “(...) tengo que escapar, tal vez a Perú, ahogarme en cocaína, enrolarme en Sendero Luminoso, morir a los treinta años dejando detrás de mí una vida intensa, brillante, contestataria y violenta que valga por mil vidas comunes”. Minutos antes de morir escribió una carta en la que se quejaba de no haber encontrado coraje para arrojarse bajo el Metro: “Es ya el 9 y todavía no pude dármela (...) Entonces cambié de idea y decidí matarme de un balazo en la cabeza”.

De alguna manera, Abel Posse ha vivido la muerte de su hijo más que su vida, y ha convertido en un hecho público este desgarrador episodio de la esfera privada en una novela que lleva el impersonal título Cuando muere el hijo.

En el relato de Posse no hay espacio para los cuestionamientos, los porqués o los remordimientos: todo el libro es una apología del suicidio.

“Yo no siento pudor de que mi hijo se haya suicidado. Creo que de alguna manera se liberó”, confiesa el padre, sin que aparezca un atisbo de remordimiento, de culpa o introspección autocrítica ante todas las señales anticipatorias de la muerte que no quiso o no pudo ver.

“Iván tenía una rebeldía violenta”, diagnostica su rígido progenitor limitándose a admitir que no supo acompañar a su hijo, que no supo compartir su depresión evidente. “Me conformé con la idea de que tenías un rezago de mononucleosis. ¿Cómo no supe ver los abismos que te estaban llevando? Ceguera y comodidad”, admite el hombre a quien ahora Mauricio Macri le ha confiado la formación y la educación de miles de niños y adolecentes que enfrentan una modernidad mucho más compleja que aquella de la que escapó Iván hace casi 27 años.

Posse dice que no necesita saber sobre educación para desempeñar su tarea, pero esta omnipotencia fue justamente la que le impidió ver la disfuncionalidad en su propia familia, y la que lo lleva a asumir el cargo con ansias de tomarse una revancha de ese hijo al que todavía hoy parece no conocer y menos aún comprender.

Hace unos días el flamante ministro de Macri publicó en La Nación una nota en la que dio su visión sobre la educación y la seguridad. “Todos los días nos revuelve la noticia del comerciante, padre, estudiante, baleado a mansalva por el asesino-joven (no el niño-asesino, porque cuando se asesina disparando sobre alguien indefenso, a los 14 o 16 años, no hay niño que valga, la entidad ‘asesino’ prevalece sobre la entidad biológica)”, filosofó el papá de Iván.

El problema es que algunos de los escritos de su hijo no se diferencian demasiado de lo que dicen los pibes-chorros que Posse quiere externinar.

En las notas que el hijo del actual ministro de Educación garabateó a escondidas aparece el pensamiento nietzscheano, la violencia, el abandono definitivo de la infancia y el cimbronazo que eso siempre significa. De hecho, en las cartas que Iván le había escrito a un amigo, se descubren datos terribles: que quería matar a un compañero al que apodaba “el inglés” por sus burlas durante la guerra de Malvinas, para lo cual había comprado un cuchillo y que había intentado incendiar el colegio en medio de la noche, esparciendo dos bidones de combustible sin lograr encender el fuego porque el encendedor estaba descargado. “Me voy a suicidar. Yo soy un privilegiado, me dicen. Pero no quiero saber nada de las malditas responsabilidades de prepararse para el futuro. Un solo instante de opresión o de tristeza echa a perder el sentido de la existencia (…) Viva la muerte (Todo lo que escribí es público). I.P.”, había garabateado seis días antes de morir, en uno de los escritos que más afectaron a su padre.

En otro borrador tenía anotadas sus máximas: “Mejor un día de pecador que cien años de santo / Mejor una dictadura inmoral que una democracia moralista / Ama a los otros como se ama a las serpientes”.

En una entrevista en la que desplegó su habitual cinismo, Abel Posse dijo que a Iván “le podría haber comprado un Alfa Romeo, pero le compré una tumba en Père-Lachaise”.

En ese cementerio –que es una suerte de Recoleta parisina–, el hijo de Posse descansa cerca de la tumba de un icono del rock: Jim Morrison.

Buceando en la trágica historia de Iván se comprende que cuando Abel Posse hace una encendida defensa del autoritarismo y la doctrina de la seguridad nacional, despotrica contra el rock y las víctimas de Cromañón, no está haciendo otra cosa que volver a colocar en la cabeza de miles de adolescentes porteños la pistola con la que su hijo se quitó la vida.

También, ha comparado la legitimidad del derecho de huelga con un revólver en la sien de un niño. En boca de Posse, esto es algo más que una desafortunada metáfora.

En el retrato que el propio Posse pinta de su hijo aparecen de manera casi obscena los rasgos más oscuros de su propia personalidad. Son los mismos que ahora pretende trasladar a la política educativa porteña: Posse detesta todo lo que su contestatario, disconforme e incomprendido hijo amaba: el rock y la rebeldía, entre otras cosas.

En realidad, cuando Posse pide una amnistía para los genocidas no está haciendo otra cosa que reclamar una amnistía para sí mismo, porque nunca se ha atrevido a preguntarse si acaso su nihilismo maniqueo, su misoginia, contribuyeron a sellar la suerte del chico.

Su visceral odio al rock, su cruzada para bajar la edad de imputabilidad de los menores, su prédica de amnistiar a los genocidas y criminalizar la protesta no son otra cosa que un arsenal de balas perdidas en la batalla que perdió contra un adolescente solitario un 9 de enero de 1983.

lunes, diciembre 21, 2009

2 0 0 9



Gracias año; nos dejaste con la boca abierta

Por Orlando barone



Quedan pocos días para el festejo de año nuevo. Un festejo que 2009 se merece. Demos gracias a los malos augures que desde aquel año nuevo de hace doce meses anunciaron catástrofes que no se cumplieron. Gracias por el vasto desacierto. Por dejar que fracasaran los heraldos del fracaso. Fuera con las malas pitonisas y los malos deseos. Gracias a esos feroces y divulgados economistas, políticos, periodistas, medios, fundaciones, consultoras, oenegés y charlatanes sueltos, por equivocarse en augurar colapsos; gracias por no acertar, gracias por dejar expuestos al ridículo a las profecías y a sus profetas. Gracias buen año por dejarnos entender qué significa y qué no significan los significantes que vienen envueltos con las noticias. Un aire de cambio de época atraviesa el calendario. Un aire que se lleva a antiguos y yertos anacronismos. Gracias a este despabilamiento que nos permite ver desnudos y sin máscaras a tantos intereses largamente disfrazados de desinterés y ética pomposa. Gracias por revelarnos qué diferencias hay entre el credo y el poder cardenalicio; entre el judaísmo y un rabino rabioso; entre la justicia y el linchamiento; entre la promesa política y romperse el trasero; entre rechazar leyes y crearlas; entre la negación y las ilusiones. Entre la burbuja especulativa y el Estado sólido. Entre el rezongo de la inseguridad jurídica y la convicción soberana. Gracias 2009 porque lograste que las realidades felices desplazaran a las fabulaciones amargas; y porque empujaste a la derecha a salirse de la hipocresía. Gracias por sincerar a los opositores. Por enseñarnos la diferencia entre un gaucho de departamento y un gaucho, entre un campesino y un rentista, entre un aspirante al ALCA y uno al Alba ; entre un colonizado que soba al emisario y un descolonizado que lo pulsea; entre un alcahuete y un militante. Y gracias por dejar que la Argentina pudiera transparentarse a pesar de las veladuras que se propusieron enturbiarla. Y que pudiera dejar a la vista a los alborotados alborotando y a los hacedores, haciendo. No es para tirar manteca al techo pero por suerte hay manteca; no es para tirar la casa por la ventana pero hay casa; no es para hacer aspavientos de consumo, pero hay consumo. No es para exagerar que los jubilados son prósperos pero ya no son excluidos. No es para decir que la Argentina es una fiesta, pero se alejó del plano inclinado. No es para decir que esta es la llegada, pero este puede ser el camino. Sí, año 2009, gracias. Nos dejaste con la boca abierta y a los agoreros con la boca cerrada.

martes, diciembre 01, 2009

¿ONG?

U N O
Vamos a contar mentiras, tra, la, la.
Una ONG(catalana) viaja con una caravana de 13 camiones de la empresa farmaceutica NOVARTIS para regalar medicamentos usados y vencidos a los negritos de Mauritania, Senegal y de por ahí....
Tal ONG está fundada y dirigida por empresarios del ladrillo de la ciudad de Santa Coloma del Gramanet,donde la corrupción ha hecho escuela, uniendo en sus afanes a todos los partidos políticos de la localidad, castellano y catalano parlantes juntos, socialistas y convergentes, independentistas y españolistas.
Si Ud. ve en la TV los 12 camiones de la caravana pintados con publicidad de El Corte Inglés y de un montón de marcas comerciales de deportes--no de alimentación, allí nadie come--se piensa que es otra vez Paris-Dakar.
Tal "bocato di cardinale", con la hambruna que está cayendo ,cae en manos de ""...al Queda del Maghreb...""el ministro español de Interior dixit, a quien ya no cree nadie desde hace muchos años por sus reiterados anuncios de que ETA está terminada, el mismo día que esos sujetos incalificables matan.


D O S
Allí enfrente nomas, el gobierno de derechas de Rodriguez, decide aceptar y recibr,expulsada de su país, a una activista de izquierda de la ex-colonia española del Sahara Occidental, (donde fui voluntario internacionalista tres meses con las armas en la mano) junto con un destacamento de latinonamericanos , proclamada independiente el 26 de mayo de 1975. La colonia fué ocupada militarmente al día siguiente de la retirada española por el Reino asesino de Marruecos y su rey pedófilo.
Ergo,los saharauis son prisioneros en su país. Si le molestan, el Trabubu V de allí les roba el pasaporte Saharaui y los pone en Las islas Canarias en bolas y sin documentos.
Esta vez le toca a una frágil mujer,delgadita y esmirriada por tanta cárcel y que declaró para ejemplo de tantos "dueños"catalanes de ONG y ponedores de bombas en supermercados y bares de Bilbao que ella es "independiente", porque el "Cerdo español (en árabe es el peor insulto)llamado Moratinos le quiere dar el pasaporte español.
-Que me devuelvan mi pasaporte los marroquíes,no quiero su limosna española..."
La indignación de Moratinos, que nunca perdió el control, ni cuando ordenaba bombardeos a los indefensos servios para defender a los "inocentes"ustachas croatas, que tampoco se irritó al ver bombardear libaneses de Hamás por cristianos maronitas, mucho menos barrer con bombas de racimos a Palestina, ese mismo declaró solemne creyendo que el micrófono estaba cerrado:""Que coño quiere esta mora de mierda, les doy la nacionalidad española y no la acepta, debería agradecer,la gente se mata por ser española....jajajajjjajj""

T R E S
Los españoles acabaron primero los atunes del mar Cantábrico,cuando los exterminaron,se fueron a las costas de Cádiz,de donde ya no pueden pescar, de allí quisieron ir al Caribe,pero allí,los yanquis los echaron de patadas en el trasero al grito,"" en mi casa no ladrón"".Tan luego los gringos...
Así que se fueron al Indico,previa destrucción comprando jefecitos tribales, de la estructura social de Somalía.
Pero no pagaron a todos los jefes y algunos quisieron participar en el festín.La verdad es que son un poco miserables a la hora de pagar.
Los españoles,con esa muestra de soberbia imbécil de hidalgo muerto de hambre y de nuevo rico, que cambió a crédito la mula por el Audi les dijeron que no y los somalies que son negros pero no tontos,les contestaron con secuestros.
Como se sabe un solo vasco de Bilbao--que no quiere se español--vale más que millones de no vascos infieles de San Ignacio.
El resultado fue´un secuestro en plan ""a mi no me moja nadie la oreja"",es lo que pasa cuando dejan dirigir a un militar cosas de civiles.


Y F I N A L
Así que , sigamos contando mentiras, una ONG que que no es tal, simples comerciantes en plan de PPRR --yo creo que en realidad no existen ONG(Otro dia lo comento), salvo algún descuido --un ministro de exteriores que ayuda a los contrarios en vez de a los propios y unos marineros vascos,que no quieren ser españoles, pero que piden que los españoles le paguemos las piraterías y los robos que ellos mismos hacen.
Seguimos con las mentiras otro día y si algún español conoce la canciones de Serrat , habrá oido aquella del "pirata honrado" y del "lobito bueno", ese es Moratinos, se le rien los corderos.
Eso son nuestros compatriotas desde el genocidio de América, piratas buenos.








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