¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

sábado, enero 31, 2015

ASI TE PUDREN EL CEREBRO

Modelo Globo TV de Brasil

Dos miradas sobre telenovelas, poder y política. Hugo Muleiro hace una lectura crítica de una producción brasileña recientemente puesta en pantalla en la Argentina.

 Por Hugo Muleiro * 

El canal Telefe concluyó en los primeros días de 2015 la emisión de Flor del Caribe, telenovela en la que la Red Globo, multimedios dominante en Brasil y que suele jaquear a los gobiernos del Partido de los Trabajadores con operaciones diversas y sofisticadas, propone un singular modelo de organización social, en el que los blancos y los militares y la fe son los únicos capaces de resolver conflictos complejos y dramáticos.
Globo es uno de los productores de telenovelas más grandes del mundo. Sus emisiones llegan a 90 países y en nuestra región tiene alianzas con Telefe, Canal 13 de Chile y Azteca de México, entre muchos otros. Decenas de millones de brasileños pueden recibir en algún momento del día, aunque no lo busquen ni deseen, un contenido del multimedios, a través de su canal central, los regionales, radios, diarios, revistas y la multiplicada presencia en Internet.
Flor del Caribe transcurre en Villa de los Vientos, balneario paradisíaco sobre el Atlántico, cercano a Natal, capital del estado de Río Grande del Norte, noreste, que tuvo protagonismo modesto en la Segunda Guerra, cuando Estados Unidos desplegó allí una base aérea por la ubicación estratégica de la ciudad, el punto más cercano al continente africano. Con autoría de Walter Negrâo y dirección de Jaime Monjardim, la telenovela transcurre por los andariveles conocidos del malo que traiciona al amigo bueno y quiere quedarse con su mujer, en un ir y venir incesante de traiciones y celadas. Pero el producto es más complejo ya que, acorde con su tendencia, Globo se ocupa de salpimentar los asuntos amorosos y el desfile de cuerpos bronceados en las playas y aguas turquesas con toques de realismo político: el abuelo del malo, por ejemplo, es un criminal de guerra holandés activo en el Holocausto y que, con identidad falsa, construyó un imperio económico en Brasil. Lo políticamente correcto es que termina en prisión, juzgado en Alemania.
El modelo que Globo propone para la historia de obvio final feliz es una suerte de “sueño del pibe” de la derecha brasileña: en Villa de los Vientos la justicia sólo se logra con la acción de “los tenientes”, oficiales de la base de la fuerza aérea en la región. Lateralmente, la policía hace alguna intervención, pero no se ven autoridades civiles en ninguna ocasión, no aparecen jamás, porque la organización social que Globo propone no los quiere.
“Los tenientes” capturan al criminal nazi, impiden asesinatos, le dan una mano al bueno —ex aviador militar— cada vez que tiene un problema, y hasta ayudan a pintar su casa. El comandante, además, tiene tiempo para construir con un joven del pueblo una reproducción de un “plato volador” que cree haber visto en la infancia. Siendo que los militares son así de buenos y nos garantizan cuanto necesitamos, ¿para qué querríamos política, elecciones y funcionarios civiles?
La complejidad del mensaje está dada a la vez por una mirada bonachona, liberal en el buen sentido, ante avatares incontrolables, como el embarazo que llega antes del casamiento o el muchacho joven y musculoso que se enamora de una mujer madura. En fin, gente moderna, pero hasta ahí nomás, porque se deslizan a la vez escenas de conservadurismo recalcitrante sobre la mujer. Por caso, la pareja estelar va a ver una casa para vivir, y al momento de discutir precio y condiciones, ella se retira y él se queda a solas con el vendedor. En la escena siguiente aparece anunciando la compra, mientras ella toma un té y cuida a los niños. Cuando dos hermanos, dos amigos, tienen que discutir un asunto importante, la mujer de la casa se retira prontamente, para prepararles un bocadillo o un refresco.
No se discute de riqueza y pobreza en Villa de los Vientos: los desplazados reciben la ayuda de una ONG formada por los pudientes, y con eso ya estamos bien. En momentos dramáticos, cuando una tragedia está por abatirse sobre los protagonistas, no falta un personaje que le encomienda a Dios arreglar el asunto. Y a él se le atribuye toda felicidad: cuando la pareja estelar se casa, en el brindis alguien exclama: “Gracias al Santísimo”. Unos segundos antes ellos salieron del templo y los primeros en presentar honores son los militares, bayonetas en alto.
Y algo infalible en gran parte de la televisión brasileña: aunque 52,2 por ciento de los 3,1 millón de habitantes de Río Grande del Norte viene de la mezcla de razas, los tres personajes principales son blancos, de máxima blancura, así como los abogados, la mayoría de los tenientes, el delegado policial. Mestizos y negros pueden verse, sí, trabajando en las minas o en la pesca.
* Escritor y periodista, presidente de Comunicadores de la Argentina (Comuna).

viernes, enero 30, 2015

LOS MOISHES ANTISEMITAS

A 70 años de Auschwitz, exclusiones e hipocresías


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 Por Guillermo Levy *
Los 70 años de la liberación del campo emblema del exterminio planificado, sistemático e industrial de millones de seres humanos tuvo repercusión en todo el mundo occidental y se coló en la tormentosa coyuntura política local.
Al acto en el museo que está situado en el mismo campo de exterminio –cuya imagen sigue apuñalando los mitos de la supuesta virtuosidad de la racionalidad moderna– asistieron, además de algunos cientos de sobrevivientes, muchos funcionarios de distintos Estados que, con adhesiones de ocasión, honraron a las víctimas y llamaron una vez más al no olvidar.
Entre todas las presencias, hubo representantes de Estados que durante la guerra conocían la ubicación de los campos y nunca los bombardearon; Estados que especularon hasta el final con su entrada a la Europa continental para terminar con el nazismo, esperando el desgaste de la Unión Soviética; Estados que tuvieron gobiernos colaboracionistas o que simplemente toleraron exterminio o usufructuaron de él.
El acto, que tuvo una gran cobertura de prensa, tuvo una sola exclusión relevante: Rusia. Seguramente un castigo por su enfrentamiento con la actual Ucrania sumisa a las recetas políticas y económicas de la Unión Europea y los EE.UU.
Vergonzosamente, la nación que dirigió el país que dejó en el campo de batalla la mitad de los muertos de toda la guerra para derrotar al nazismo, y que además liberó todos los campos de exterminio, estuvo excluida.
Entre espectros, sobrevivientes y funcionarios, faltaban los que tenían que estar en el acto por la liberación de Auschwitz: los que habían liberado el campo. Un paso más en reescribir la historia a imagen y semejanza de intereses geopolíticos actuales y abusar de las identidades de las víctimas en nombre de relatos que seguramente la mayoría de ellos no hubiesen avalado.
La presencia actual de Auschwitz y el exterminio judío en la cultura occidental no es proporcional al castigo que tuvieron los perpetradores. Las políticas de impunidad y “juicios emblemáticos” que los países vencedores de Occidente implementaron después de la guerra fue lo dominante. Los famosos juicios de Nuremberg no alcanzaron las 20 condenas, y específicamente por Auschwitz hubo un juicio en la Polonia comunista con 40 condenados entre penas de muerte y cadenas perpetuas, y otro en la Alemania Occidental; el juicio de Frankfurt entre 1963 y 1965, con una pequeña cantidad de juzgados –sólo 22–, 18 condenas, todas mucho más generosas que las del lado comunista: 6 cadenas perpetuas y el resto, condenas de alrededor de diez años.
En este rincón del mundo está por finalizar la etapa del primer gobierno en la historia que impulsó que se incluya en los programas de estudio de muchos distritos la historia del genocidio judío, un gobierno que ha producido excelente material didáctico sobre el tema para miles de docentes de todo el país, informando y formando a nuestros chicos y nuestras chicas sobre éste y otros genocidios, y un gobierno que, sobre todo, impulsó e impulsa el juzgamiento y condena, como ningún país lo ha hecho hasta ahora, de los perpetradores de nuestro propio genocidio. Genocidio que se llevó además la vida de por lo menos mil judíos, algunos de ellos hijos de sobrevivientes y luchadores antinazis, cosa que la dirigencia judía actual pareciera no saber o no importarle.
Este gobierno conmemoró oficialmente el 27 de enero la entrada soviética en Auschwitz con la ausencia de la dirigencia comunitaria judía. Una dirigencia que vergonzosamente se viene prestando a todas las maniobras de distintos factores de poder y de la oposición política de derecha, para deteriorar lo más posible al Gobierno. El objetivo es garantizar que el próximo gobierno sea totalmente sumiso a los poderes locales y mundiales como lograron hacer en el final de Alfonsín, allá por 1989, con el arma de la hiperinflación y la fuga de dólares, arma con la que fracasaron hace exactamente un año.
Poderes visibles y ocultos que en el plano local no sólo fueron responsables de la masacre dictatorial sino, como mínimo, de la impunidad absoluta en que se encuentra la causa AMIA.
Por otro lado, muchos dirigentes políticos y actores mediáticos que hoy se rasgan las vestiduras por los muertos sin justicia de la AMIA aprendieron la utilidad de la construcción de una sensibilidad artificial producida contra el gobierno nacional, apelando al tema “judío” (Nisman, el fiscal judío asesinado o suicidado, la impunidad en la causa AMIA, la supuesta transacción con los supuestos perpetradores), sensibilidad que, han descubierto, tiene gran capacidad de daño internacional con independencia total de la seriedad de la denuncia. Todo esto con un solo objetivo: librar, en las mejores condiciones para ellos y en las peores para el país, la madre de todas las batallas que no es el fin de la impunidad sino una mucho más mezquina: las próximas elecciones presidenciales.
Uso de los muertos para falsear la historia en Polonia y en Buenos Aires.
La actual dirigencia comunitaria parecería hoy sólo responder a políticas nacionales e internacionales que borran de manera flagrante la rica historia de la comunidad judía argentina. Desde sectores de la AMIA y la DAIA hoy se pide la expulsión de un canciller judío hijo de un gran periodista argentino víctima del secuestro y tortura por parte de Ramón Camps, uno de los jerarcas de la última dictadura y confeso antisemita.
Su expulsión obligaría a la pregunta por la no expulsión de dirigentes socios de negocios y de impunidad con el gobierno menemista en la década del ’90, cuyo máximo referente de entonces hoy está procesado por encubrimiento del atentado a la AMIA.
La posición, por convicción, conveniencia o ingenuidad, que viene tomando la dirigencia de la comunidad judía argentina, arrastra a gran parte de los judíos argentinos a ser utilizados como seguramente lo fue el fiscal Nisman y como lo explicó brillantemente Meir Margalit en una nota que reprodujo este diario el 28/1: “Y así los judíos argentinos, cuyo dolor es real, se convirtieron en peones en manos de intereses extranjeros que no tienen nada que ver con ellos. Peor aún, son funcionales a un proceso histórico orquestado por fuerzas a las que no sólo no les interesan los judíos sino que ajustarán cuentas con ellos a la primera de cambio.
Irónicamente, pareciera que los judíos argentinos, que la semana pasada salieron a la calle con carteles que decían ‘Somos Nisman’, sabían de qué estaban hablando”.
* Licenciado en Sociología. Docente UBA, investigador de la Untref.

LAS DEUDAS SE REFINANCIAN,MENOS CON LOS GRIEGOS...

Cancelación de deuda

Argentina y Alemania firmaron el acuerdo por el Club de París

 Ambos países firmaron el capítulo correspondiente al acuerdo que el país obtuvo para refinanciar su deuda de 9.690 millones de dólares.
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El ministro de Economía, Axel Kicillof, firmó con el Embajador de Alemania, Bernhard Graf von Waldersee el acuerdo cerrado en mayo del año pasado para refinanciar la deuda.

La cartera que dirige Kicillof indicó que este documento da "continuidad al proceso de firma de los acuerdo bilaterales en el marco de la solución pactada y mutuamente beneficiosa entre Argentina y el Club de París”.

En su momento, el grupo de 16 naciones que conforman el Club dieron su acuerdo, por lo que cada una de ellas se encuentra ahora firmando, por separado, su adhesión. En este caso, fue el turno de Alemania.

Kicillof destacó la decisión adoptada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de regularizar los pasivos internacionales producidos por el default del 2001, "que derivaron en este histórico acuerdo con los países acreedores del Club de París.

Kicillof y el representante diplomático resaltaron la cooperación continua que desarrollan ambos países y que, a partir de este acuerdo, se propicia una nueva fase en la relación entre Argentina y Alemania.

Argentina refinanció a fines de mayo del año pasado su deuda con el Club de París, establecida en 9.690 millones de dólares, de los cuales 4.955 millones corresponden a capital, otros 1.102 millones a intereses y otros 3.633 millones de punitorios.

Este monto de 9.690 millones de dólares surgió “de la estricta aplicación de las cláusulas contenidas en los contratos oportunamente suscriptos” por el gobierno argentino, destacó el comunicado en esa oportunidad.

La consolidación del monto a pagar fue entonces el resultado de “un proceso eminentemente técnico pero sumamente arduo, ya que los contratos son numerosos y deben consolidarse con las también numerosas contrapartes”, ya que el Club está conformado por 16 naciones, y la deuda nominada en ocho monedas diferentes.

El gobierno de Merkel,una ex-comunista se comporta como el Tercer Reich.
No son los sistemas,son los alemanes,soberbios y prepotentes. 


Los servicios de inteligencia

jueves, enero 29, 2015

ESTO SOLO LO ESCRIBE QUIEN NOS AMA

Argentina, un país donde siempre habitó el miedo

Por Antonio García Maldonado,.
El obelisco de Buenos Aires. Foto: Jesús Alexander Reyes Sánchez / Flickr Creative Commons.
El obelisco de Buenos Aires. Foto: Jesús Alexander Reyes Sánchez / Flickr Creative Commons.
A raíz del disparo en la sien que mató al fiscal Nisman el 18 de enero, un repaso a grandes libros de periodismo de investigación en torno al ambiente enrarecido de miedos, ruindad política y traiciones que acorrala a un gran país, Argentina, que se merecería volar mucho más alto, libre y confiado. Pero ya saben cuál era uno de los lemas de la dictadura de Videla: “El silencio es salud”.
Estaba cenando en Buenos Aires con un amigo, veterano (frisaba, entonces, los 70 años) consultor de seguros a quien había conocido en una conferencia del historiador Felipe Pigna, cuando me dijo (para mi sorpresa), mirando hacia la Casa Rosada, a apenas 200 metros:
-Aún recuerdo una reunión allá, en los 60. Era de la CGT (único sindicato del país) y yo era el infiltrado del SIDE [Servicio de Inteligencia del Estado]. Lo pasé realmente mal, pues lo primero que dijo el líder del sindicato fue que entre los allá sentados había un infiltrado, y que mejor le resultaría entregarse.
Me contó que poco después dejó el servicio, asustado, y se pasó, en un giro nada paradójico, a los seguros. Nunca más me contó ninguna batallita de sus años como agente, por más que yo insistiera durante los frecuentes encuentros que mantuvimos durante el año y medio que viví en Argentina. Era un hombre extremadamente culto y elegante, con una pose de gentleman muy porteña, pero a la vez muy ajena a la realidad argentina. Esta apreciación es una de las grandes falacias argentinas, pues no es la Capital representativa de lo que es el país, sino el anillo de ciudades empobrecidas y violentas que la rodea, y que allí se conoce como Conurbano: fuente principal del clientelismo y los votos del peronismo más primario.
Le interesaba el debate político teórico, pero no bajaba al barro argentino, y me dio una razón que no dejo de recordar cada vez que leo alguna noticia sobre el asesinato del fiscal Nisman, un día antes de que acudiera al Congreso argentino para denunciar un supuesto pacto secreto entre la presidenta Cristina Fernández y el Gobierno iraní para tapar, a cambio de petróleo, la implicación persa en el atentado contra la AMIA en 1994, donde murieron 85 personas. El mayor ataque terrorista de la historia del país.
-Fijate cómo de sucio debe estar allá abajo si lo que está en la superficie ya es la cloaca.
Y ciertamente lo era, y me temo que sigue siéndolo. Un país con una democracia formal, pero donde sólo alguna de las ramas del peronismo puede terminar sus mandatos (no lo hicieron los radicales Alfonsín ni De la Rúa). Las marchas de peronistas pagadas con un choripán y una cerveza eran constantes, y recuerdo una en la que dos chavales, de no más de 15 años y con ninguna pinta de venir de leer a Borges en el Café Tortoni, me increparon cuando estaba dentro de un taxi, pegando patadas en la puerta. La razón: el peronismo no las necesita.
Desde entonces, las veces que me he quedado con su cafés, sus escritores, sus librerías, los amigos, y he intentado obviar una política preñada de reflejos demagógicos de Evita, de una virulencia espasmódica que más recuerda a los barrabrava de sus estadios que a una democracia liberal al uso. Por suerte, es un país contradictorio y si de lo malo tiene lo peor en el entorno latinoamericano, en lo bueno tienen lo mejor. No hace falta acudir al refrito popular de los no lectores y hablar de Cortázar y, en menor medida, Borges o Bioy (estos dos, con lectores más a la altura de su legado que el primero).
Porque Argentina es fecunda en periodismo narrativo, y ha producido algunos libros muy recomendables para leer tras la muerte del fiscal Nisman. No anticipan, pero sí contextualizan. Y en esencia resumen una realidad violenta en un país donde gustan más de mirarse en el espejo europeo.
Sin duda, hay que empezar por el periodista y escritor Rodolfo Walsh (1927-1977), asesinado por el Ejército por su pertenencia al grupo guerrillero de los Montoneros. Entre otras, tiene dos obras fundamentales para conocer los bajos fondos argentinos. De 1968 es ¿Quién mató a Rosendo? (451 Editores), una investigación periodística sobre la extraña desaparición de un obrero metalúrgico y sindicalista. Y de unos años antes (1957) es Operación masacre, que adelanta diez años a A sangre fría en muchas de las técnicas que posteriormente Truman Capote utilizaría para escribir su obra maestra. Hay aquí conspiraciones militares y políticas, silencios y muertes. Cambian los años, la triste esencia continúa. Letanía digna de cualquier tango o milonga.
La huida del periodista
No obstante, un suceso derivado de la extraña muerte del fiscal me hace recordar el que es para mí uno de los grandes libros de testimonio, Memoria del miedo (Libros del Asteroide, 2006), del periodista angloargentino Alexander Graham-Yooll, que trabajaba en los 1970 como redactor del Buenos Aires Herald. Precisamente el diario en el que trabajaba hasta ayer Damián Pachter, primero en dar la noticia por Twitter de la muerte del fiscal, y que ha decidido exiliarse en Tel Aviv aduciendo seguimientos y coacciones por su temprana revelación.
El libro de Graham-Yooll describe otra época (los 70 y principios de los 80 del pasado siglo), pero narra el mismo miedo: la desconfianza rutinaria en la policía como síntoma puntual de la sospecha generalizada de los argentinos con todas sus instituciones. Y entre amigos (“El silencio es salud”, era uno de los lemas de la dictadura de Videla, impuesta en 1976). Entonces gobernaba la segunda esposa de Juan Domingo Perón, María Estela de Perón. Su incompetencia se acrecentaba con el particular Rasputín austral, José López Rega. A su lado creó la organización terrorista paramilitar Triple A, que regó de cadáveres los campos húmedos que rodean la megaurbe. Todo era cloaca, y el miedo pudo con Graham-Yooll, que acabaría abandonando el país hasta el regreso de la democracia.
Sobre el sangriento último estertor de la dictadura que fue la Guerra de las Malvinas (1982), y que fueron ganando implacablemente hasta la derrota final, Fogwill escribió un libro claustrofóbico, una pequeña obra maestra sobre las consecuencias de la guerra, Los Pichiciegos (Periférica, nueva edición de 2010). En la película Iluminados por el fuego (Tristan Bauer, 2005), se narra bien la crueldad del conflicto absurdo. Guerra breve que deja, no obstante, un saldo de varios excombatientes suicidas al año.
Este particular ambiente enrarecido de miedos, ruindad política y traiciones tuvo su eco en la adaptación cinematográfica del libro El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009), donde Ricardo Darín y Guillermo Francella dan vida a dos oficiales de juzgado que, junto a la secretaria (Soledad Villamil), tratan de resolver un crimen cometido en esa época infame. Perfecto resumen de 30 años de ambiente insano en una sociedad carcomida por un peronismo abrasador, unos militares golpistas y una sociedad civil brillante pero incapaz de oponer una alternativa civil eficaz a la colección de despropósitos en que lleva convertida Argentina desde hace más de medio siglo, cuando era la cuarta potencia mundial.
En este contexto adquiere sentido la divertida sátira de Les Luthiers en su número El regreso de Carlitos, donde lo que creemos son dos bonaerenses de vuelta a la capital federal, cantan un tango sobre su regreso “a la ciudad de la que nunca deberían haber partido, donde siempre fui feliz, vueeelvo, vueeelvo, estoy volviendo a París…”.
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HACE MAS DE 25 AÑOS...

historias argentinas

La Tablada: el MTP y la democracia

La llamada casi de inmediato “batalla de La Tablada” ha quedado instalada como un hecho demencial, ajeno a la convivencia democrática que se estaba forjando no sin dificultades y emparentada sí con lo más extremo de la guerrilla de los años setenta. Sin embargo, fue un fruto amargo de la “primavera democrática”.
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El 23 de enero de 1989, ya dentro del regimiento de La Tablada, cuando ante la virulencia del cuadro producido los militantes evalúan los pasos a dar, se repiten entre balas que zumban que “es Patria o Muerte” (Celesia y Waisberg). La disyuntiva no es central en los años postdictatoriales; sólo vuelve en los desvelos imprecisos por entender y reencarnar los setenta. Entre los ocupantes hay quienes recién ven un arma tres días antes y otros que son fogueados combatientes en Nicaragua. Algunos conocen de cerca la pobreza; otros el exilio, la cárcel y la desaparición de compañeros. Desde el ´82, fueron a todas las marchas a las que correspondía ir.

“Pregunta” es el título del recuadro de tapa de Página/12, con menos de dos años de vida. Lo firma Lanata, su director. Aunque hipócrita en él, es cierto que la pregunta acerca de quién llevó adelante esa acción anduvo de boca en boca el lunes 23. Se sospecha que no pudo hacerse sin carne podrida de los servicios. A la vez, se eligen las palabras para descalificar a los ocupantes. Lanata dice que son “lúmpenes” y “adolescentes”. De inmediato se añade: “tontos”, “suicidas”, “marginales”, “asesinos”, “maniáticos”. Desagradan pero surgen por lo menos del temor, errado por cierto, de que el suceso salpique a toda la izquierda y haga retroceder lo avanzado por el progresismo. Muy poco. La Nación no duda: es la subversión marxista rediviva. Tampoco un celebrado libro reciente: es “el último acto de la guerrilla setentista.” (Hilb)

Quienes se enredan en el cuartel de La Tablada son militantes del Movimiento Todos por la Patria. Fundado en 1986, antes había sido una revista, Entre todos. Todo con la presencia de antiguos militante del ERP que parecen entender los signos de la nueva época y ajustarse a una relectura crítica de la experiencia previa que los lleva a priorizar al movimiento de masas por encima del aparato. La democracia –su defensa y conjugación con la justicia social- es la palabra más repetida en la tapa de la revista. Incluso lucen bajo la influencia de la promesa de que con “la democracia se come, se cura, se educa”. Por eso los sobrevuela el mote de “basistas”, “reformistas”. Dan la impresión de evaluar que hubo una derrota  -una trama social destruida-, y que se trata de continuar la lucha sin urgencias, convencidos de que “el tiempo está a favor de los pequeños”. Lecciones de Nicaragua, en una de ésas también de Gramsci. Además, la apuesta por hacer síntesis entre tradiciones distintas -Yrigoyen, Cooke, Eva, el Ché conviven en Entre Todos-, va de la mano con que detectan antes que nadie la crisis en la que ha caído la clase política, su divorcio de la sociedad. En esta misma lógica se entiende que hayan sido los primeros financistas de  Página/12 (Celesia y Waisberg).

Cómodo es adjudicar el desastre de La Tablada a la pésima conducción de Gorriarán Merlo. Pero otra es la pregunta: ¿por qué del MTP, que expresaba un momento maduro de la reflexión política, surgió esa acción armada que incluso fue calificada de “contrarrevolucionaria” (IDEPO)? A todas luces una exageración, como si alguien pudiera tener certezas en 1989 del camino a la revolución.

Aunque en diciembre hubo otra asonada carapintada y Alfonsín no negó la posibilidad de un nuevo alzamiento, cuando el 28 de diciembre –día de los inocentes- tocan los Redondos en Cemento, hay más de un compañero del MTP. Salen del pogo y hablan de eso. La tapa de El Porteño que está en los kioscos en enero de 1989 es sobre Seineldín y la omnipresencia militar.

La contratapa lo tiene a Spinetta rodeado de sus hijos, con bonete y una torta de cumpleaños; 39 suyos, 7 de la revista. En la entrevista casi no habla de música. “Fijate el gran fracaso de la izquierda en la Argentina, y el gran fracaso de la lucha antisubversiva, miles de muertos para que no se arreglara una mierda”. En contrapunto con el “militante sangre” hace suya la “militancia yogurt”, para la cual Ghandi es más importante que el Ché.  "Lo que pasa es que hoy ya no queda ninguna revolución por hacer”. No ve contradicción en citar a Deleuze y Foucault y anunciar su voto a Angeloz. Todo así, señal de que la mutación es mayúscula -por el respeto con que se lo escucha hablando de política, porque su palabra ya no es la de una subcultura-, hasta que se lo pone ante la posibilidad un golpe militar “tipo fundamentalista, a la Seineldín“. Su respuesta: la única que queda es “salir con una ametralladora y matarlos”.

Mientras que la mayor parte de la militancia nacida hacia el ´83, a partir de la Semana Santa de 1987 se repliega –o, como se la acusa, se quiebra; o va hacia el “yogurt”-, el MTP pega un giro y empieza a hablar de vanguardia. También de que el poder se ha vuelto flotante,  a la espera de que el más decidido lo tome. Como si intuyeran que es el final de la militancia clásica, también de un siglo. “Es el último tren de la historia y hay que tomarlo” (Gorriarán). Para colmo, las promesas de la democracia están por el piso; la crisis económica y social se precipita y la avanzada de las clases dominante para reducir a cero la política está a la orden del día. Vuelve la urgencia, no hay más tiempo. Desaprenden lo que habían acumulado como experiencia. En la alucinación, creen poder dar la última cocción al levantamiento final con que los carapintadas fantasean y envalentona a Spinetta.

La certeza de que los militares son el poder y que tienen los reflejos lentos de dinosaurios condenados a desaparecer le debe mucho a la primavera democrática. Si la violencia toma el centro de la escena es porque la política ya no conduce a nada, nada cambia. De ahí en más, sólo queda elegir la forma en que desgraciarse. Los que no quisieron darle la espalda a las apetencias populares, toparon con Menem, un paso no menos doloroso ni costoso socialmente. Ni siquiera dramático, sencillamente un bajón que te toque actuar en una época sin chances. La postdictadura fue eso. Hasta Alfonsín sabe, al enrostrarles que “han vuelto a elegir el camino de la selva”, que la selva está por todos lados. 1989 lo confirmaría con creces, un umbral.

De otra época, insalvable, escribe Junger ante el fracaso político: “En la absolución pronunciada en el Tribunal de los Muertos cuentan no sólo las buenas acciones, cuentan también los errores. Los tibios son los únicos vomitados por Dios.” Esperemos que no sólo a los tibios.
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miércoles, enero 28, 2015

TODOS QUEREMOs más, y lo hacemos poco

El sexo de verdad, el que no aparece en las encuestas del CIS, revelado por Google

    Los psicólogos y sociólogos están cansados de repetirlo: todas las encuestas sobre sexo mienten, por muy bien que estén diseñadas. Cualquier estudio sociológico tiene un margen de error, pero en lo que respecta al sexo es casi imposible obtener datos fidedignos.
    En España, la encuesta más fiable sobre el tema –por ser la que tiene una mayor muestra– es el estudio sobre Actitudes y Prácticas Sexuales del Centro de Investigaciones Sociológicas (cuya última edición se publicó en 2008). Pero apenas hay investigadores que se fíen de muchos de sus resultados. Según esta encuesta el 12,6% de los hombres jamás se ha masturbado, al igual que el 55,8% de las mujeres, sin embargo sólo el 0,5% de los hombres y el 1,2% de las mujeres reconocen no haber tenido nunca una relación sexual. No son datos que tengan que estar a la fuerza relacionados, pero hay que ser muy iluso para creer que responden a la realidad.
    El economista Seth Stephens-Davidowitz está convencido de que no contamos con datos fiables sobre la sexualidad, pues la gente miente a sus amigos, amantes, médicos e, incluso, se miente a sí misma, por lo que esperar que diga la verdad a un encuestador es de una ingenuidad mayúscula.
    Si nos fiáramos del CIS podríamos pensar que la gente tiene una vida sexual bastante activa, pero en Google la mayor queja sobre el matrimonio es, precisamente, que se hace poco el amorEn un artículo en The New York Times Stephens-Davidowitz compara las encuestas del General Social Survey –el más famoso estudio sociológico de los EEUU– sobre la frecuencia con la que los americanos mantienen relaciones sexuales y las cifras de venta de condones: los datos no casan ni remotamente. Y lo mismo ocurre en nuestro país.
    Según el último estudio del CIS, de 2008, el 71,7% de los hombres y el 65,3% de las mujeres asegura mantener relaciones sexuales al menos una vez a la semana. En la misma encuesta puede leerse que el 66,4% de los hombres y el 52,3% de las mujeres inmersos en una relación estable utilizan preservativo.
    Si nos fiamos de la encuesta del CIS, teniendo en cuenta que España tenía en 2008 46 millones de habitantes (y descontando el, aproximadamente, 20% de menores de 18 años que no podían contestar la encuesta del CIS), en torno a 17 millones de personas hacen el amor todas las semanas, y de ellas más de la mitad usa preservativos. Siendo generosos (pues, supuestamente, el 25% de los encuestados hace el amor tres o cuatro días a la semana y el 3,7% dice mantener relaciones a diario) al menos 8,5 millones de personas usan un preservativo a la semana. Teniendo en cuenta que un año suele tener 52 semanas, deberían venderse al año en España 442 millones de condones. Ese mismo año, en 2008, según una encuesta de Nielsen, en España se vendieron 125 millones de preservativos. Algo aquí no cuadra.
    Buscando la verdad en Google
    Stephens-Davidowitz lleva tres años estudiando las entrañas de Google para obtener datos sensibles que las personas sólo se atreven a revelar al buscador. El economista no cree que esta información sea estadísticamente fiable, pero sí ofrecen una idea bastante acertada de las preocupaciones reales de la gente.
    Los datos de Google son poco precisos para realizar estudios demográficos, pero son perfectos para saber lo que realmente nos preocupa sobre el sexoCómo explicaba el psicólogo Dan Ariely, catedrático de la Universidad de Duke y uno de los mayores expertos del mundo en psicología del comportamiento, en Google ocurre lo contrario que en las encuestas: porcentualmente hay muchas más búsquedas sobre sexo que sobre cualquier otra cosa porque el supuesto anonimato que ofrece internet nos invita a buscar información sobre cosas que no preguntaríamos a nuestros familiares y amigos. Si necesitas saber cómo hacer una tortilla de patata puedes llamar a tu madre y preguntárselo, pero si quieres saber si tu pene es demasiado pequeño buscarás otra fuente de información.
    Como reconoce Stephens-Davidowitz, los datos de Google son poco precisos para realizar estudios demográficos, pero son perfectos para saber lo que realmente nos preocupa sobre el sexo y no nos atrevemos a consultar en otro lado.
    Volviendo a la frecuencia con que mantenemos relaciones, si nos fiáramos del CIS podríamos pensar que la gente tiene una vida sexual bastante activa, pero en Google la mayor queja sobre el matrimonio es, precisamente, que se hace poco el amor. La búsqueda del término “matrimonio sin sexo” es tres veces y media más común que “matrimonio infeliz” y ocho veces más común que “matrimonio sin amor”.
    La inseguridad es nuestro mayor problema sexual. (iStock)La inseguridad es nuestro mayor problema sexual. (iStock)Nuestras más íntimas obsesiones
    Si el sexo es tan divertido y lo consideramos tan importante –de lo contrario, no nos daría vergüenza admitir que nos falta– ¿por qué lo practicamos tan poco? Stephens-Davidowitz cree que hay una razón prominente: nos provoca una enorme ansiedad.
    A las mujeres los penes les preocupan bastante poco: por cada búsqueda sobre penes de una mujer hay 170 de hombresSi nos paramos a analizar las búsquedas de Google veremos que los hombres (heterosexuales y homosexuales) están completamente obsesionados con los penes. Los internautas masculinos buscan más información sobre sus genitales que sobre cualquier otra parte del cuerpo: más que los pulmones, el hígado, los píes, las orejas, la nariz, la garganta y el cerebro combinados. Buscamos más cómo alargar nuestro pene que cómo afinar una guitarra, hacer una tortilla o cambiar un neumático. La búsqueda más frecuente en Google sobre cómo el cuerpo y la mente cambia con la edad es sobre si la vejez hace que nuestro pene se empequeñezca.
    A las mujeres, sin embargo, los penes les preocupan bastante poco: por cada búsqueda sobre penes de una mujer hay 170 de hombres. Y lo más paradójico de todo es que su principal inquietud en torno al miembro viril es que, en ocasiones, es demasiado grande. “Dolor” es la palabra más buscada en Google precediendo a la frase “durante el sexo”.
    Las mujeres, claro está, también se preocupan por sus genitales: buscan tanta información sobre la vagina como los hombres sobre los penes. Ahora bien, sólo el 30% de las búsquedas sobre sus genitales tienen que ver con cuestiones estéticas y sexuales y no con problemas de salud. Las mujeres quieren saber cómo depilarse, cómo estrecharla y cómo hacer que huela bien, una cuestión que también parece preocupar a los hombres.
    Otra de las preocupaciones principales de hombres y mujeres es alcanzar el clímax sexual de forma prematura; pero, de nuevo, las inquietudes son contradictorias. Después de las cuestiones relativas al pene, la segunda pregunta más común entre los hombres es cómo alargar los encuentros sexuales, algo que no casa con la preocupación de las mujeres, que buscan en igual número cómo hacer que su novio alcance el orgasmo más tarde que cómo hacer que lo alcance antes.
    ¿De qué nos sirve saber todo esto? La conclusión para Stephens-Davidowitz es clara: “Google nos ofrece razones legítimas para preocuparnos menos [sobre el sexo] de lo que lo hacemos. La mayoría de nuestros miedos más profundos sobre cómo nuestras parejas sexuales nos perciben son injustificados. En la soledad de nuestros ordenadores, sin ninguna razón para mentir, nos revelamos indulgentes y bastante poco superficiales. De hecho, estamos tan preocupados por juzgar nuestro propio cuerpo que apenas nos queda energía para juzgar el de la otra gente”.
    En definitiva, hombres y mujeres están unidos en una cosa: su inseguridad y confusión.

    QUE HAY DE LO MIO,CARA'E BURRA?

    EL PP andaluz, PRINCIPAL PERJUDICADO

    El adelanto andaluz hunde a los alcaldes: no habrá primeras piedras ni inauguraciones

      468 nombramientos de asesores,cargos de confianza,tecnicos y otras zarandajas administrativas,coloca a los parientes de altos cargos y 32 familiares directos de la familia Diaz.
      Y se quejan de Tania Sanchez!!!!!
      Que hemos hecho?
      Además de la cagada de un gobierno corrupto de coalicion que seguiremos pagando  por la eternidad,ahora no sabemos si al final la fuerza mas votada puede ser Podemos...

      SERA CASUALIDAD LO DE MERKEL Y AUSCHWITZ


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      La canciller alemana, Angela Merkel.
      (EFE)
      El principio del fin de la estrategia de Merkel
      Las señales se suceden y son cada vez más inequívocas. La zona euro se aleja a pasos apresurados de la estrategia seguida durante cinco años para combatir la crisis, una estrategia dictada en gran parte por Berlín y que muchos socios han seguido solo a regañadientes. Incluso la canciller alemana, Angela Merkel, parece consciente de que su fórmula se ha agotado y ha empezado a cambiar el rumbo.
      El giro de Merkel, como casi siempre con la canciller, es aparentemente imperceptible hasta que se consuma y se comprueba que ha sido de 180 grados. La victoria en Grecia de Syriza, un partido que gracias a su oposición a la troika ha pasado de 313.000 votos en 2009 a rozar este domingo la mayoría absoluta con más de dos millones de votos, parece la puntilla a los dictados habituales de Berlín. Merkel acepta ya o se resigna a que la zona euro siga otro tratamiento, aunque solo sea para evitar una crisis política tan peligrosa o más como la financiera.
      Fuentes europeas subrayan la resignación con que Merkel ha aceptado el plan de compra de deuda aprobado el jueves pasado del BCE, a pesar de que es conocida la abierta oposición de Berlín. El silencio de Merkel, señalan esas fuentes, ha evitado un peligroso choque con Mario Draghi, presidente del BCE.
      Berlín tampoco ha boicoteado el plan de inversión lanzado por el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, una gota de 300.000 millones de euros pero que aspira a romper con una política que ha sido restrictiva incluso en los países con margen presupuestario. Juncker también ha logrado sacar adelante una tímida reinterpretación del Pacto de Estabilidad que no varía los fundamentos de esa norma, pero que pretende conceder a Bruselas algo más de margen en la evaluación del déficit excesivo de los socios del euro.
      El silencio de Merkel también ha resonado durante la campaña electoral en Grecia. En 2012, la ofensiva de Berlín, con amenazas de expulsión del euro incluidas, logró evitar la victoria de Syriza en Grecia y propició la formación de un gobierno de coalición entre populares y socialistas presidido por Samaras. En 2015, Alemania no ha intervenido, salvo alguna filtración inoportuna al parecer más ligada al ministerio de Finanzas que a la cancillería.
      La prueba de fuego de la nueva actitud de Merkel llegará con la renegociación del rescate de Grecia y con la ampliación (o no) de los plazos para que Francia reduzca su déficit por debajo del 3% (ahora dispone hasta finales de este año).
      En Bruselas, algunas fuentes dudan de la conversión de Merkel. Pero incluso si se confirma conviene no minusvalorar la capacidad de la canciller para sembrar dudas sobre el futuro de la zona euro. La semana pasada, por imposición de Berlín, el BCE tuvo que añadir una letra pequeña a su plan de compra de deuda que deja claro al inversor que Alemania quiere cuentas separadas por si se rompiera la moneda única. Los mercados han preferido ignorar esa diabólica semilla plantada por Merkel. Pero podría brotar con fuerza si vuelve la inestabilidad.
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      martes, enero 27, 2015

      EN NOMBRE DE LAS RELIGIONES SE HAN COMETIDO HORRIBLES CRIMENES

      Dos supervivientes del holocausto, que afectó a más de 9.500 exiliados republicanos, han charlado con los lectores. Explican cómo sufrir la miseria de un campo de concentración nazi cambio sus vidas. “Yo empecé a odiar la religión”, sentencia Siegfried Mair.

      Imagen del campo de concentración de Auschwitz. - REUTERS

      LA ESCASA INTELIGENCIA DE LOS "SERVICIOS"

      La ex Side y la Inteligencia ignorante

      "Esta tarea de espionaje barato y deleznable, sedujo -y sigue seduciendo- a más de un dirigente político, gobernante, magistrado, periodista, etc., y convirtió a muchos de estos personajes, en leyenda, como si trataran de James Bond, Napoleón Solo o Illya Kuryaki", afirma el autor, fiscal del Ministerio Público.

      Antonio Stiusso: "Las crónicas periodísticas de las últimas semanas han tratado a ciertos agentes de inteligencia, como si se trataran de Winston Churchill o Konrad Adenauer!!!"
      por MARCELO CARLOS ROMERO
       
      CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). La extraña -y todavía no esclarecida- muerte del fiscal Alberto Nisman vuelve a poner en escena un tema candente y no resuelto aún por la institucionalidad democrática: La Inteligencia.
       
      Los denominados "Servicios de Inteligencia", son esenciales en una comunidad jurídicamente organizada. Sea desde el punto de vista estratégico-militar, para evitar y/o neutralizar eventuales ataques de potencias o grupos armados extranjeros, sea desde el punto de vista criminal, para evitar y/o neutralizar al delito organizado.
       
      La historia argentina reciente tiene pésimos antecedentes en ambos rubros. A modo de ejemplos: La inteligencia militar de la dictadura hizo creer a sus jerarcas que podíamos desembarcar plácidamente en nuestras Islas Malvinas, que los EEUU nos iba a apoyar en contra de su aliado Gran Bretaña y de toda la OTAN y que los ingleses no iban a venir desde la otra mitad del mundo por un par de diminutas islas...
       
      Antes de esta brillante tarea de estrategia de la guerra, los "servicios" militares, se dedicaron a espiar, delatar y enviar al extermino a miles de compatriotas.
       
      Recuperada la democracia, los integrantes de los "servicios" (ahora "civiles", pero con veleidades de súper agentes) creyeron que la inteligencia criminal se limitaba a reunir información de personas que al gobierno de turno le interesaba conocer, convirtiéndose o reconvirtiéndose de esa manera en los "vendedores de humo" más grandes de la historia.
       
      ¿Reunir y analizar información para descubrir o neutralizar el crimen organizado (narcotráfico, trata de personas, compra-venta ilegal de armas, etc.)? Bien, gracias!
       
      Ni hablar de prevenir o neutralizar los dos ataques terroristas cometidos en períodos democráticos mas graves de la historia (Embajada de Israel - Sede de la AMIA).
       
      A esta altura, el lector podría argumentar, sin mayores esfuerzos, que la "inteligencia" vernácula es tan solo una agencia  de "chusmeríos" de peluquería o de bar.
       
      Sin embargo, esta tarea de espionaje barato y deleznable, sedujo -y sigue seduciendo- a más de un dirigente político, gobernante, magistrado, periodista, etc., y convirtió a muchos de estos personajes, en leyenda, como si trataran de James Bond, Napoleón Solo o Illya Kuryaki.
       
      Como siempre, en nuestra amada Argentina, demasiada televisión...
       
      Las crónicas periodísticas de las últimas semanas han tratado a ciertos agentes de inteligencia, como si se trataran de Winston Churchill o Konrad Adenauer!!!
       
      Pero tampoco es cuestión de asignarles tanta importancia a estos personajes..!
                      
      Existen muchos profesionales serios en el área,  personas que dedican muchas horas de su vida a la profesión que eligieron. Pero también hay muchos  facinerosos que sólo se dedican a husmear, fisgonear, extorsionar y delatar.
       
      Asustan con sus archivos o "carpetas" sólo a aquellos que no mueven un pelo sin antes consultar las encuestas de opinión, los sondeos de imágen o los titulares de los medios periodísticos. A aquellos que quieren ocultar permanentemente su pasado, porque su presente es el permanente cambio de bando.
                       
      En definitiva, la "inteligencia" argentina, de inteligente, tiene muy poco.
       
      Pero tampoco toda la culpa es del chancho...


      Ti do,co lo stiusso...en dialecto de la Puglia,la region de Bari,en Italia,es dar una puñalada,porque  el "stiusso"es el estilete.
      La Maffia regional se hace llamar Sacra Corona Unida,que muchos confunden con N'Draghetta,que es de Calabria.
      Me da la impresion,que el agente Stiusso se llama así porque debe ser de la Puglia.Mi bisabuelo materno era de esa region y se llamaba Sanitatte. 

      lunes, enero 26, 2015



      La muerte de Nisman
      La teoría conspirativa




      El pasado lunes 12 de enero, Alberto Nisman llegaba en avión desde Madrid a Buenos Aires. Interrumpía unas vacaciones largamente planeadas con su hija mayor para pasar el cumpleaños de 15 de la niña. Apenas dos días después presentaba una denuncia que ya tenía escrita y que apuntaba a la presidenta de la Nación como cabeza de un supuesto intento de negociar la investigación de la causa AMIA con las autoridades de Irán. La conmoción se produjo en plena feria judicial y muchos se preguntan quién o quiénes podían cambiar los planes de quien llevaba 10 años y cuatro meses al frente de la Unidad Especial de la voladura de la mutual israelita. La pregunta tiene un punto dramático: para poder viajar con tal celeridad, Nisman debió dejar a su hija en la sala VIP del aeropuerto de Barajas unas horas hasta que llegara allí su ex esposa y madre de la chica, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado. Jueves 15 y viernes 16 fueron días de altísima exposición pública para Nisman. El sábado 17, tras citar a sus custodios para el domingo 18 a las 11 de la mañana, se encerró en su departamento de la Torre Le Parc de Puerto Madero. Los efectivos de la Policía Federal que tenían la misión de escoltarlo llegaron apenas pasada la hora establecida y dejaron pasar el tiempo sin que les provocara un alerta la falta de algún llamado o mensaje por parte de Nisman. Según informaron después, era habitual que el fiscal no los llamara y ellos no tenían ningún protocolo como para chequear si había algún motivo de preocupación. Sin embargo, el fiscal no sólo no respondía a los llamados telefónicos, sino que no contestaba el timbre y en la puerta de su departamento estaban los diarios del domingo sin retirar. Recién pasadas las 22, y con la intervención de la fiscal Viviana Fein y el juez Manuel de Campos, la madre de Nisman, Sara Garfunkel, se encontró con lo peor: su hijo estaba muerto en el baño. El primer médico que tomó intervención llegó en la ambulancia de Swiss Medical, la prepaga que tenía el hombre cuyo cuerpo estaba rígido: según las pericias, su vida había terminado entre 12 y 15 horas antes. El médico, impresionado, le pasó un mensaje de texto a Damián Patcher, del Buenos Aires Herald, a quien lo une una relación personal. Cerca de las 23, el periodista hizo correr la noticia con toda cautela. Pasada la medianoche, y con la confirmación del deceso, una funcionaria de alto rango tuvo la responsabilidad de llamar a la presidenta de la Nación para darle la noticia: el hombre que la había denunciado estaba muerto, presumiblemente por suicidio. “¡¿Qué me estás diciendo…?!”, alcanzó a contestar Cristina Fernández de Kirchner. Se abría en la Argentina un capítulo imprevisible que tiene a los servicios de inteligencia, nacionales y extranjeros, en el centro de la mira.

      Un nombre, desconocido para la mayoría de la sociedad, se asomaba a la escena, pero rodeado de las brumas y las oscuridades que suelen acompañar a quienes manejan los secretos de Estado: Jaime Stiuso. Ese hombre, desplazado apenas un mes atrás de la poderosa Jefatura de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia, había sido el funcionario a quien Néstor Kirchner ponía al lado de Nisman cuando se creaba la fiscalía especial.

      Cabe recordar dos hechos de aquel 2004. En julio, Gustavo Béliz era desplazado del ministerio del Interior por hacer pública una foto de Stiuso, el espía que llevaba 32 años en el espionaje argentino. Es decir, cuando Béliz tenía 10 años y no sabía probablemente que la Argentina era mandada por el dictador Alejandro Agustín Lanusse, Stiuso ingresaba al SI. El segundo hecho sucedió en septiembre cuando el Tribunal Oral Federal absolvía a todos los imputados en la causa caratulada Telleldín, Carlos Alberto y otros sobre homicidio calificado. Nisman tenía, desde entonces, la responsabilidad de orientar una nueva investigación, una que estuviera a tono con los desafíos de la nueva etapa de lucha contra la impunidad. Sin embargo, así como desde entonces los jueces y fiscales federales se basaron en las informaciones de las víctimas sobre lo ocurrido en los campos de concentración, Nisman debía contar con el apoyo de un hombre formado en tiempos de dictadura y que, además, había participado de las tareas que el SI había hecho para desviar la investigación de la AMIA.

      Stiuso y otros funcionarios del SI, además, tuvieron mucho que ver en la llegada de la entonces esposa de Nisman al juzgado federal de San Isidro. Los vínculos entre espías, jueces y fiscales son tan extraños que Alberto Gentili, el fiscal que trabajaba con Nisman y quedó al frente de la fiscalía especial de la AMIA, fue fiscal de San Isidro con Arroyo Salgado. Cuando se mira para atrás en esta década es fácil advertir que hay cientos de procesados y condenados por delitos de lesa humanidad en los tribunales ordinarios y con fiscales que se pasan meses y años recabando datos para dignificar a las víctimas. En el mismo lapso, sin que se trate de una fatalidad, la causa AMIA sumó una muerte. La explicación no es un misterio. Los procesos políticos están plagados de aciertos y de errores. Algunos aciertos llegan tarde y quizá no alcancen a enmendar los males. La salida de Francisco Larcher, otro hombre de carrera en el SI, ocupaba la segunda posición en el organigrama de inteligencia, lo que en la jerga se conoce como Señor Ocho. Ahora, desde hace un mes, y por primera vez en 33 años de democracia, ese puesto lo ocupa alguien que llega desde afuera del organismo. Juan Martín Mena, abogado, conocido por su austeridad y dedicación al trabajo, está sentado en el octavo piso del edificio Martínez de Hoz, donde funcionan las oficinas centrales de Inteligencia.

      Una de las grandes preguntas, en medio del tembladeral que produce la muerte de Nisman, es si en la causa AMIA al menos, los espías locales alguna vez actuaron por fuera de los compromisos de hecho con los servicios de los Estados Unidos y principalmente de Israel. La respuesta, seguramente intrincada, compleja, debería interpelar más a quienes diseñan y deciden las políticas que a quienes pinchan teléfonos y desvían pistas de investigación. Es decir, en vez de hablar de Stiuso o de Fernando Pocino o de cualquier otro espía, la clase política argentina debería poner la carne en la parrilla y decidirse a hacer una gran transformación. Hasta ahora, los espías sirvieron a cada presidente con más o menos lealtad para cubrir las necesidades de gobernabilidad que puede incluir el control de los propios funcionarios o las actividades de los empresarios o sindicalistas o periodistas. Además de controlar y vigilar, los espías tienen una especialidad: conocer el perfil psicológico de las personas que tienen como objetivos. Para lograr meterse a fondo, suelen saber detalles de sus vidas íntimas que incluyen fotos, videos o conversaciones en las situaciones más íntimas que cualquier ser humano pueda tener. Algo tan deleznable como eficaz. Hasta que la sociedad argentina no debata esto, buena parte de la vida de los ciudadanos será sospechada de estar bajo la lupa de los llamados –generosamente– agentes de inteligencia.

      Cuando el vínculo, además, es con agencias como la CIA o la Mossad, las cosas se complican porque aquellos son servicios para hacer guerras o dominar pueblos. Los cuadros de esas agencias tienen protocolos contrarios al respeto de las jurisdicciones nacionales y sus estados les autorizan –o los envían– a cumplir misiones donde deben exterminar a personas que consideran enemigos de sus países. Es difícil saber cuándo un agente local está enrolado en alguna poderosa agencia extranjera. Y, así como Nisman siguió la pista iraní y buena parte de la prensa habla pestes de la República Islámica de Irán, una porción muy reducida del periodismo advierte que después de la publicación de Argenleaks , de Santiago O’Donnell, ya está el quién es quién de la relación con la embajada norteamericana. Los cables destapados por Julian Assange son la prueba más reveladora de que para tener una agencia autónoma de inteligencia hace falta una altísima dosis de decisión política. Al mismo tiempo, aunque la investigación no esté terminada, la denuncia y la muerte de Nisman revelan que sin un control republicano –sí, republicano– y democrático de las tareas de inteligencia, las crisis políticas pueden aparecer en el momento más inesperado. Nadie, en medio de tantos especialistas en cerrajeros y calibre 22, se preguntó qué hace la Comisión Bicameral de Seguimiento de las actividades de Inteligencia, el organismo contemplado por la ley 25.520 de Inteligencia Nacional para ejercer algún tipo de control sobre quienes tienen una florería o un prostíbulo o se someten a los planes de agencias extranjeras porque se supone que eso es bueno para la Argentina.

      ¿Asesinato? El pasado miércoles, este cronista escuchó una hipótesis bien fundada de boca de un experimentado hombre de inteligencia. Según sus conjeturas, Nisman no respondía a directivas de Stiuso sino de alguna agencia o de algún agente extranjero. Y vinculaba el apresuramiento de la denuncia al clima desatado en Francia con Charlie Hebdo y en Bélgica por la supuesta célula yihadista desbaratada por la policía local. En ambos casos, según su análisis, hubo fuerte inducción por parte de poderosas agencias de espionaje. Por supuesto, y antes de concluir con el análisis, se trata de una teoría fuertemente conspirativa, porque la tarea de inteligencia es conspirar. Volviendo a Nisman, alguien lo habría empujado a adelantar la denuncia sin que el propio Nisman pudiera imaginar que luego lo matarían o lo impulsarían a que se matara. Esta hipótesis se apoya –según esta persona cuyo nombre este cronista no puede revelar– en que la eliminación de una persona relevante lleva muchísimo tiempo de planificación y requiere de una ejecución muy sofisticada. No sólo de elementos técnicos sino de las complicidades necesarias para que la escena del crimen pueda ser controlada. La verdad, la tarea de la fiscal Viviana Fein y de la jueza Fabiana Palmaghini (titular del Juzgado de Instrucción 25, que el día de la muerte de Nisman era subrogado por Manuel De Campos) no parece ser afín a una conspiración para ocultar un asesinato y hacerlo pasar por suicidio. Es más, que Palmaghini sea una férrea opositora a Cristina es una ventaja para la Presidenta. Aleja cualquiera de las tantas mentiras tejidas para convertir esta causa en un golpe contra la gobernabilidad.

      ¿Alguien aconsejó a la Presidenta escribir que el suicidio no fue suicidio? ¿Se trata de una conjetura o tiene alguna información más? A este cronista le resultó curioso leer el twit de Cristina pocas horas antes de escuchar la teoría conspirativa relatada más arriba. Pero no es para sacar ninguna conclusión: es probable que si no se hacen muchas preguntas y se formulan muchas hipótesis la investigación se hará más difícil. De todos modos, en los casos policiales de mayor conmoción siempre cobran vuelo tanto las teorías conspirativas como los personajes secundarios que son puestos en primer plano. Lo fueron recientemente los pobladores de Barra de Valizas o el chef en la muerte de Lola Chomnalez. Lo fueron los policías de la Bonaerense en la causa AMIA. Lo fue Pepita la Pistolera en la muerte de José Luis Cabezas. ¿Lo será Diego Lagomarsino, el hombre que le entregó la Bersa 22 a Nisman y ahora dicen que Stiuso le mandó decir al fiscal que se cuidara de la custodia?

      Hay un último asunto que para este cronista es difícil de escribir sin sembrar confusión. Algunos investigadores, en voz muy baja, afirman que a Nisman pudieron hacerle un perfil psicológico donde le encontraban una debilidad íntima. Para la investigación, la vida privada es imprescindible porque puede permitir entender las motivaciones en caso de haberse tratado de un suicidio inducido. Para el periodismo, la vida íntima debe ser sagrada, salvo que se trate de la transcripción de una investigación o un fallo judicial.

      Los casos policiales, los crímenes y otras fatalidades donde se mezclan lo personal y lo público son, a veces, una oportunidad para que los hombres y las mujeres públicas pongan lo mejor de sí mismos y puedan sacar a la sociedad de la confusión. De momento, no es novedad, sectores de la oposición –sobre todo mediática– se montaron sobre la muerte de Nisman con la esperanza de darle un golpe fuerte al Gobierno. Por su parte, el Gobierno parece no obstruir la investigación y desclasificó algunos documentos. En un año electoral no parece haber intención de crear mecanismos de consenso como para achicar –al menos en este caso– las marcadas diferencias. Hace cinco años, por iniciativa del Cels, se produjo un acontecimiento interesante: el Acuerdo por la Seguridad Democrática, donde estaban León Arslanian, Federico Pinedo, Felipe Solá y Horacio Verbitsky, por mencionar algunos diferentes. Hoy, el Congreso tiene la oportunidad de convocar a gente como Juan Carr, que está siempre con las víctimas, a los de Abuelas e Hijos, que saben restituir identidad; a Poder Ciudadano, que expresa a un sector de la sociedad que lleva la bandera de la transparencia. Los diputados y senadores de distintas fuerzas políticas pueden crear un ámbito para atraer distintos aportes y evitar la banalización en la que caen quienes saben atacar o defender pero dejan de lado el contexto. Este es un año electoral y sería difícil una epopeya para cambiar de cuajo las conductas mafiosas y corruptas que forman parte de este complejo proceso democrático.

      Ricardo Ragendorfer, cuando le preguntaron cómo solucionar el tema de la Bonaerense después del caso Cabezas fue muy claro: hay que importar cinco mil policías suecos. Para pensar en investigadores en serio, habría que fabricar algunos cientos de detectives como Phillip Marlowe, el personaje de las novelas de Raymond Chandler. En El largo adiós , el melancólico Marlowe decía de sí mismo: “Soy un investigador privado con licencia y llevo algún tiempo en este trabajo. Tengo algo de lobo solitario, no estoy casado, ya no soy un jovencito y carezco de dinero. He estado en la cárcel más de una vez y no me ocupo de casos de divorcio. Me gustan el whisky y las mujeres, el ajedrez y algunas cosas más. Los policías no me aprecian demasiado, pero hay un par con los que me llevo bien. Soy de California, nacido en Santa Rosa, padres muertos, ni hermanos ni hermanas y cuando acaben conmigo en un callejón oscuro, si es que sucede, como le puede ocurrir a cualquiera en mi oficio, y a otras muchas personas en cualquier oficio, o en ninguno, en los días que corren, nadie tendrá la sensación de que a su vida le falta de pronto el suelo”.

      Fuente original: http://sur.infonews.com/nota/10414/la-teoria-conspirativa
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      ¿Qué está ocurriendo en Andalucía? : De la coalición al presidencialismo

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      Carlos Martínez
      Politólogo y co-primer secretario de Alternativa Socialista

      La presidenta de la Junta de Andalucía es sabido que es muy autoritaria y no admite disidencias, contradicciones o menos todavía posible competencia, sobre todo de gente de su edad. Maneja el PSOE-Andalucía como si fuera su cortijo y lo mismo desea hacer en la Junta de Andalucía. Es dura, ambiciosa y tiene un elevadísimo concepto de su autoridad. Una criatura de aparato, curtida en desbancar a otras y otros, pero no en construir y menos en pactar. Eso sí, siempre que no sea con el poder económico y los poderosos.
      Susana llega aupada por José Antonio Griñan a su ejecutiva, primero en la secretaría de organización luego en el Gobierno andaluz. Pero ya eran conocidas sus marrullerías y zancadillas políticas en las Juventudes Socialistas del PSOE siendo famosa por ellas hace unos quince años al menos. Las JJSS tuvieron tan poca buena fama, que incluso un conocido guerrista y ex ministro de Obras Públicas, Javier Sáez de Cosculluela, propuso que mejor era disolvérselas pues habían perdido toda su implantación real entre las personas jóvenes reales, valga la redundancia. Muchas y muchos en el seno del PSOE sabíamos que desde hace más de treinta años son una escuela de cachorros socioliberales moderados, en la que se aprende sobre todo a ser, estar en la pomada a costa de lo que sea y conspirar. Es la más alta escuela de conspiración política, en el interno de un partido, que se conoce, al menos en Andalucía –aunque por lo que me cuentan el asunto está muy extendido- salvando de esa generalización a chavales y chavalas de buena fe, que siempre los ha habido y los hay. Ser de Juventudes para algunas y algunos, Susana entre ellas, es un trampolín para colocaciones clientelares, no tener que preparar oposiciones ni buscar trabajo en empresas privadas o bien con carreras inacabadas y sin experiencia laboral, comenzar a tomar decisiones desde su acceso muy temprano a concejalías, direcciones generales u otras instituciones políticas, sin ninguna experiencia ni vital ni política y que sin embargo  luego afectan sus actos a cientos o miles de familias, a personas en desempleo, pymes, comerciantes locales o a pensionistas –por ejemplo-. Aunque también son un espacio para desconocer e ignorar las obras de Marx, Habermas, Kautski o Fernando de los Ríos, por no citar a marxistas actuales, que en absoluto son difundidas y menos comentadas. Como mucho en tiempos de Zapatero algunas y algunos llegaron a leer a Petit y ese “republicanismo” tan edulcorado como alejado de la lucha contra la explotación. Hay excepciones y por cierto en las JJSS es de justicia decir que ha habido proporcionalmente muchas más expulsiones por motivos de disidencia política e ideológica que en el PSOE, lo cual también es digno de reseñar.
      Esa es la escuela de la presidenta de la Junta de Andalucía. Además desde sus tiempos de Juventudes, está acostumbrada a mandar y a quitarse de en medio a cualquiera que le haga sombra o perjudique sus intereses. Es peligrosa. Lo es doblemente, pues utiliza las palabras izquierda y socialismo con una frivolidad insultante y carente de cualquier conocimiento sobre lo que es el socialismo y digo el socialismo, no la doctrina pobre, hueca y cobarde de los textos emanados de los cuadros teóricos social liberales y felipistas del PSOE o de sus últimos congresos, en lo ideológico y en cuanto al tránsito hacía una sociedad socialista, se refiere. Pero también en cuanto a lucha frente al neoliberalismo y la lucha antineoliberal. Toda la cultura neoliberal impregna las acciones y pensamientos de las cúpulas socioliberales, carentes de formación marxista, pero también socialdemócrata.
      Es la señora Díaz, una de las personas causantes de que otras fuerzas políticas emergentes puedan descalificar la izquierda y muchas y muchos votantes socialistas se asqueen de personajes como ella y lo que ella representa.
      Pero me pregunto ¿No será que lo que Susana quiere es en realidad con el posible adelanto electoral, es evitar que se cree la banca pública andaluza – en la que sé que no cree – o no poner en marcha el banco de tierras, u otras medidas incomodas para empresas eléctricas y bancos, en inminente aprobación? Medidas todas ellas pendientes, pero ya con el trámite parlamentario muy avanzado.
      Susana piensa en adelantar las elecciones para evitar cumplir lo más de izquierdas del programa del Gobierno Andaluz y por su desmedida ambición política.
      Lo cierto es que José Antonio Griñan a pesar de lo que se quiera pensar o las dudas y rechazos que pueda suscitar así como su moderado socioliberalismo, si fue el impulsor junto con Diego Valderas del acuerdo de Gobierno andaluz, tras consultar, no solo a sus militantes y simpatizantes, en el caso de IU, sino también a elementos y asociaciones de la sociedad organizada y a organizaciones sociales y sindicales andaluzas. Pero a la presidenta Susana el pacto de izquierdas le llegó ya hecho, firmado y negociado por otros, si bien es cierto ella participó, fueron Mar Moreno y otras personas las que lo ultimaron. Yo creo además y así me lo han corroborado personas del PSOE-A que ella jamás ha creído en ese pacto sino como mal menor.
      A todo esto, se le añade otro problema y es que el más que posible adelanto electoral, tendrá otro grave problema y es que siendo antes que las elecciones municipales, dificultará la confección de programas y listas participativas con la ciudadanía ante los comicios locales, al superponerse el plebiscito susanista en el calendario electoral. Vamos todo un desaguisado movido por un personalismo desaforado.
      La verdad es que el no ser una presidenta electa por el pueblo lo lleva mal la presidenta andaluza y es cierto que esto puede ser razonable. Pero sus tics autoritarios le impiden aceptar que donde ella manda, nadie le puede rechistar. Yo creo que un personaje de estas características, además tan poco leal como no sea con ella misma, no le viene bien ni al propio PSOE, al que ya le está creando muchos problemas internos.
      La nueva forma de hacer política la verdad, nos está dando muchas decepciones últimamente, pues nuevas personas en diversos partidos, incluidos los “nuevos”, sus dirigentes, una vez con aparato y poder interno, están siendo todos ellos implacables con sus disidentes. Uno piensa que tal vez es cierto aquello de “La ley de hierro de las oligarquías políticas” de Robert Michels, el politólogo alemán de inicios del siglo XX cuyo libro “Los partidos políticos” recomiendo a recién llegados a esto y a crédulos ingenuos en la invulnerabilidad de sus líderes. Lo digo yo que creo en el liderazgo, pero el cooperativo y participativo.
      Bien creo que Susana Díaz, está en su derecho legal de adelantar las elecciones, pero también en la obligación moral de hacer política con humildad, respeto y tolerancia, sabiendo que un gobierno de coalición es cosa de dos o tres y no de uno. Si no entiende esto, mejor adelante elecciones y así que sepa lo que es morder el polvo o luego tener que mendigar pactos para gobernar. Claro que siempre le quedará el Partido Popular. Seguro que coincide más con ellos -los del PP- más que con socialistas de verdad y con el resto de la izquierda real y transformadora.
      Lo que yo creo en el fondo es que tras este asunto lo que se esconde en realidad es una operación de más largo alcance. Desestabilizar un debilitado y desorientado PSOE y de esta forma lograr una nueva dirección, no más liberal, que la de Pedro Sánchez, que también lo es, sino de más confianza para los poderes establecidos y su mentor Felipe González como representante de un sector muy importante de los poderes económicos. A esta operación la ambiciosa Susana acude presta, tras su equivocación de no acudir a unas primarias ya pasadas. Pero utilizando su terminología, no puede perder un nuevo tren. Mientras tanto el pueblo andaluz de convidado de piedra.

      Y PENSAR QUE LA MERKEL ERA UN AGENTE DE LA STASSI COMUNISTA

      sábado, enero 24, 2015

      SIENTO EL DEBER DE APOYARLA

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      Cristina somos todos

      Y ESTAS SON MIS RAZONES

      . ​Excelentísimos cadáveres, la notable película del recién fallecido director italiano Francesco Rosi, rodada en el sur de Italia, ya apuntaba hacia la manipulación de cadáveres en circunstancias políticas. Si investigamos la historia política de América Latina, nos encontramos muchas veces con esa macabra mezcla de muertos y política.
      ​La misma victoria electoral de Salvador Allende, en 1970 en Chile, se puso en peligro por la aparicion, muerto, del Comandante en Jefe de las FFAA, en un intento desesperado de los golpistas de impedir la toma de posesión del presidente socialista. Más recientemente, el triunfo aparentemente tranquilo de Dilma Rousseff en primera vuelta fue bloqueado por un sospechoso incidente de avión, en el que murió un candidato opositor y obligó a la candidata a intervenir políticamente, a que se barajaran de nuevo las cartas y a poner en peligro la continuidad del PT en el Gobierno de Brasil.
      ​​Argentina es el nuevo escenario de esos ​Excelentísimos cadáveres. Todo muy sospechoso, como conviene a la manipulación política de circunstancias como esas. Si todo fuera claro, no se prestaría a las manipulaciones de los que quieren pescar en aguas turbias.
      ​​Todas las manipulaciones apuntan hacia Cristina, por todo lo que ella representa. Los que han llevado a Argentina a la peor crisis de su historia no se resignan a que el país fuera rescatado por gobiernos populares, que no se han contentado con retomar la senda del crecimiento económico sino que lo han hecho redistribuyendo renta, retomando la trayectoria de los gobiernos populares argentinos.
      ​​No le perdonan a Cristina que haya protagonizado ese rescate, que haya sobrevivido a las movilizaciones golpistas, a la propia muerte de su marido Néstor, a la ofensiva cobarde de los fondos buitre. No se le perdona que, mujer, haya afrontado, con altivez, las agresiones torpes, machistas y  groseras, como corresponde a una derecha complaciente con los crímenes del terrorismo de Estado. No le perdonan a Cristina y a Néstor haber reabierto los procesos en contra de los responsables por los crímenes de Estado. No les perdonan el reencuentro de más de cien nietos, hijos de militantes opositores a la dictadura, que además de asesinados tuvieron a sus hijos secuestrados, en el peor crimen humanitario que hayamos conocido.
      ​​Cristina somos todos, porque hemos resistido juntos a las dictaduras militares, solidarios en la lucha, en los sufrimientos, en las pérdidas, en la supervivencia y en la recuperación de la democracia. Cristina somos todos porque todos nuestros países son víctimas de manipulaciones burdas como esas, hoy en contra de Cristina, de la democracia argentina, de las conquistas sociales de su pueblo y de la soberanía nacional.
      ​​A una derecha que no consigue líderes que se unan en contra del Gobierno popular de Cristina le duele el liderazgo de la presidenta de Argentina, su dignidad, su vínculo directo con el pueblo y con la historia de luchas de los argentinos.
      ​​Cristina somos todos, porque todos los que luchamos por países justos, solidarios, soberanos y dignos estamos con Cristina y con los argentinos también en esta hora. Somos todos.



      Emir Sader

      Emir Sader es profesor universitario brasileiro, autor, entre otros, de 'El nuevo topo - Los caminos de la izquierda latinoamericana' (Ed. El Viejo Topo).


      Y ESO QUE LAS ARGENTINAS SON LINDAS...

      La respuesta perfecta de Aerolíneas Argentinas a un cliente que criticó el aspecto de las azafatas

      La empresa afirma en Facebook que ‘los prejuicios no salen a volar y los dejamos en tierra’

       Aerolíneas Argentinas cuenta con más de 570.000 seguidores en Facebook, donde cuelga fotos y responde a dudas de sus clientes. Aunque estas dudas sean un tanto extravagantes, como es el caso de un usuario que lamentaba “el bajo nivel de azafatas que tiene la empresa. Antiguamente eran altas, esbeltas, imponían respeto. Ahora toman todas chicas bajas y gorditas, y deja mucho que desear el aspecto en vuelo”.

      ESOS ERAN ESPAÑOLES...


      El gran gesto solidario de la anciana hincha del Rayo Vallecano

      España
      Carmen Martínez fue ayudada por las autoridades del club de Madrid para no perder su casa, pero solo recibió la mitad del dinero recaudado. La otra parte se la dio a un exjugador enfermo de cáncer.
        La historia de Carmen Martínez conmovió a España. La anciana, hincha histórica del Rayo Vallecano, fue ayudada por las autoridades del club para levantar una hipoteca y conservar su casa.
        Lo que hizo la institución fue abrir una cuenta a partir de la fundación que posee para juntar el dinero. La acción solidaria fue un éxito. Se recaudaron 21.106,90 euros que fueron entregados en un cheque por el Presidente Raúl Martín, pero Carmen decidió recibir la mitad. El resto será donado a Wilfred, portero del equipo entre 1992 y 1996, enfermo de cáncer.
        Martín expresó: "Carmen, por voluntad propia, nos dijo que con la mitad era suficiente y el resto del dinero se destinará a continuar haciendo obras solidarias", y dio a entender que el dinero sería para el arquero.
        "Hay un chiquito que está malo, y he rezado por él", comentó Carmen en referencia a Wilfred y le pidió al club que continúe "haciendo el bien por la gente".
        La situación del exjugador es crítica: "Está muy enfermo de cáncer en el hospital de Alcalá y su última voluntad es ver a sus tres hijos, que se encuentran en Nigeria y a los que hace más de diez años que no ve. Ojalá lleguen a tiempo de sacarle una sonrisa", subrayó el Presidente.