¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

domingo, marzo 29, 2015

A VER SI ESTA VEZ LO DEJAN

Una jueza abre una causa por crímenes del franquismo, la primera desde que el Supremo impidiera la de Garzón
Investiga si la muerte de diez vecinos de Barcones (Soria) -nueve fusilados y otro 'cazado como un conejo' en medio del campo-, responde a una "acción sistemática"
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Almazán en Soria ha decidido reabrir la causa por el asesinato de diez ciudadanos en la localidad de Barcones el 14 de agosto de 1936. Además de pedir a la Compañía de la Guardia Civil del pueblo las hojas de servicio de aquella fecha de los agentes en las zonas afectadas, la jueza María Luisa García requiere se investiguen “las órdenes de puesta a disposición de Guardia Civil y Falange dadas por el Comandante Militar y se averigüe si fueron únicas o bien si fueron sistemáticas”. Así lo expresa en un auto dictado el 17 de marzo, que ayer conoció la Asociación Recuerdo y Dignidad de Soria promotora de la causa.
Esta causa, iniciada mediante una denuncia de esta asociación  el 12 de julio de  2013,  pasó distintos vericuetos legales hasta que fue sobreseída provisionalmente al no conocerse los autores de los hechos. Pero, en un escrito presentado el pasado 15 de marzo por la asociación de Memoria Histórica de la mano del abogado Eduardo Ranz, se apuntaban varios nombres indicando la imposibilidad de investigar, como asociación civil, más allá de lo comunicado y solicitando la ayuda judicial.
La jueza reabre la causaFu entonces cuando la jueza tomó en consideración varias de ellas  pidiendo la práctica de  diligencias relativas a la localización de “las hojas de servicio de la Guardia Civil de las zonas afectadas (Almazán, San Esteban de Gormaz, Barcones y Burgo de Osma)” en la fecha de los asesinatos, “las posibles órdenes de ejecución o similares, así como las órdenes de puesta a disposición de Guardia Civil y Falange dadas por el Comandante Militar y si fueron únicas o fueron sistemáticas “ y “la documentación del Gobierno Civil relativa al crimen”.  Por aquellas fechas 550 personas fueron asesinadas en Soria de la misma manera o muy parecida.
La hija del concejalIván Aparicio García, presidente de la Asociación Recuerdo y Dignidad, explicó a ELPLURAL.COM que la historia empezó cuando le llegó una carta  de una señora de 92 años relatando la muerte de su padre, Juan Pablo Rica, quien fuera concejal de cultura. “A partir de ahí empezamos a investigar. Ella quería llevar flores a la tumba antes de morirse. Después de aguantar siete años falleció en 2013 un mes antes de que consiguiéramos exhumarle  junto al de otros cinco fusilados, todos de San Esteban de Gormaz.
Seis exhumacionesLos seis cuerpos rescatados gracias al trabajo de la Asociación y el consentimiento de la alcaldesa de Barcones eran los de Juan Ballano Pérez, ( agricultor de 31 años), Juan Pablo Rica( concejal de Cultura de 54 años), Bernabé Esteban Benito ( jornalero de 37 años), Mariano González Carracedo (ferroviario de 35 años), Cándido Muyo Arranz (agricultor de 25 años) y Máximo Redondo García (guardabarreras de 37 años). Por los datos recabados por la Asociación, seguían  desaparecidos  Arsenio Martínez, Tomás Cué, Antonio Lafuente y Fermín González, todos vecinos de Soria y miembros de CNT.
Los cuatro desaparecidosDe ellos,  el más carismático era  Arsenio, de 30 años un chofer sanitario que se había educado a sí mismo, muy riguroso en sus creencias y  de un compañerismo intachable, “una de esta personas que deslumbran”, dice Iván Aparicio. Algunos de ellos estaban en la cárcel acusados de sedición por haber intentado presuntamente volar un viaducto. Tomas Cue era ajustador ferroviario, de 30 años. Lafuente a sus 34 años trabajaba una forja. Fermín el “alpargatero”, trabajaba en un establecimiento de cordelería
La sacaTres de ellos estaban en la cárcel de Almazán. Antonio se encontraba  en la prisión de Burgo de Osma con los otros seis cuyos restos  ya han sido rescatados. Aquel día, falangistas y guardia civil acudieron a la prisión de Burgo y se llevaron en un camión a cinco de ellos y también a Antonio. Por el camino se encontraron a Máximo Redondo García que estaba huido y al que también detuvieron.
 
Dos camionesSimultáneamente otro grupo viajaba en un segundo vehículo a buscar a los de  la prisión de Almazán  llevándose a tres de los que ahora están desaparecidos  y a otros dos presos a lo que finalmente no matarían.  Los dos camiones se juntaron en Barcones, en el límite de la provincia con Guadalajara. Ahí tuvo lugar el asesinato.
El amigo del falangistaDescendieron del camión atados de dos en dos. Pero uno de los falangistas era amigo de Chicote, uno de los condenados y le libra a él y al que va ligado a él, que se llamaba Sempere. A los dos les salvó aunque a Sempere le matarían días después en el puente Ullán.
La confesiónAcudió mucha gente a la ejecución: falangistas, guardias civiles, voluntarios, el cura de Barcones y el cura de Soria que se había trasladado en el camión. Los sacerdotes ofrecieron auxilio espiritual. Al principio nadie quiso y Arsenio les dijo: “el que quiera que se confiese, que no pasa nada, que nos van a matar”. Relatan que los seis de Burgo de Osma  decidieron confesarse. Los cuatro de CNT, no. Por eso los separaron en dos grupos. Para Iván Aparicio debió ser “un intento de ver si los salvaban, porque entonces también los curas podían interceder en esos casos”.
Los niños que lo vieron todoEntre los presentes se encontraban tres niños de Barcones . Un guardia civil les increpó: ‘¡Fuera de aquí, que os pegamos un tiro!’ Los chavales salieron por piernas y se fueron a verlo todo desde un lugar cercano. Entre ellos estaba Matías Bonilla de nueve años entonces, de 90 ahora, que ha sido uno de los testigos básicos para localizar las fosas y relatar lo ocurrido.
Arsenio perdonó a los verdugosAlinearon a los cuatro anarquistas y fue entonces cuando Arsenio habló y dijo a sus verdugos: “vosotros no sois culpables, sólo  sois un instrumento. Espero que la  España que queréis construir sea como la que he soñado yo, una España de hermandad y de buenas personas”. Los disparos rompieron sus palabras.
Cazado como un conejoFueron a por los otros seis.  Aprovechando un descuido, Bernabé echó a correr por el campo. “Según el testigo le cruzaron a tiros. Le mataron por en medio del campo, como a un conejo. Les mataron a todos”. A los del pueblo les mandaron cavar las fosas. En el prado, donde la tierra estaba más blanda y  se horadaba  bien, sepultaron a seis y suponen que  al lado dejaron a los otros cuatro.  Ahora hay que encontrarles y si es posible rescatar la verdad. En ello están.
Es la primera vez que un juez abre una causa por los crímenes cometidos durante la guerra civil desde que el Tribunal Supremo pusiera punto y final al intento de Baltasar Garzón de hacer justicia con las víctimas del franquismo.
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