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¿Cinco debilidades del vino español?
ELMUNDOVINO
El Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), encargado de promover la exportación -algo crucial para la economía de un país que no tiene más salida ya que la de vender productos y servicios fuera- sufre de una situación paradójica en el terreno del vino: los fondos de la Unión Europea para la promoción fuera de su territorio no los distribuye ya este órgano del Ministerio de Economía, sino que lo hace el de Agricultura. Eso no impide que el ICEX emita sus juicios sobre el vino español en el mundo. Que cada cual juzgue ahora si son atinados o no…

El Instituto ha hecho público su dictamen sobre las cinco principales debilidades del vino español en los mercados exteriores, explicando que los consumidores internacionales "cuando compran vino consideran diversas variables en su proceso de compra" (parece que los nacionales también, pero bueno…): desde variables relacionadas con el producto en sí mismo (precio, características, envasado,...), hasta variables personales (edad, profesión, 'status'...), pasando por diversas variables sociales y culturales (cultura, amistad, guías, redes sociales...), y en en el caso de los vinos extranjeros, el país de origen del producto o efecto 'made in' es una variable que adquiere especial relevancia.

Asegura el ICEX: "Cada consumidor asocia un vino, al país del que proviene. Ahora bien, en el caso de España existen una serie de debilidades o connotaciones negativas asociadas al vino español que debilitan la proyección internacional del mismo".

Estos cinco puntos resumen, siempre según el citado organismo público, esas debilidades:

1. El vino español no es de lujo ni tiene precios altos: Los compradores internacionales no asocian el vino español con la imagen de lujo, 'glamour' y precios elevados que tiene el vino francés.Lo asocia con un cura casposo y facha.

2. Los vinos españoles no son saludables: Aunque España se asocia a buen comer y buena gastronomía, los vinos españoles no se vinculan a las excelentes propiedades de la dieta mediterránea, cosa que si ocurre con los vinos italianos. Pero están lleno de sulfitos y dan resaca.

3. El vino español no es accesible: No se cuenta con la red de profesionales que tiene, por ejemplo, los australianos. Es decir, los vinos españoles se perciben con frecuencia como vinos difícilmente accesibles. Si nadie los propagandiza,nadie se entera.

4. No son vinos modernos: El consumidor internacional no asocia los vinos españoles con imagen, marca o grandes esfuerzos en marketing, como sí ocurre con los vinos del Nuevo Mundo (EEUU, Argentina, Chile, Canadá, Australia...). España es un país vijeo y de viejos,los jovenes se rajan,y que los tome el "moderno"Rajoy,el "alregre y jovial"de Guindos o la "dicharachera " Cospedal.

5. No son vinos internacionales: Desde el punto de vista de la distribución no son ágiles, su comercialización internacional es costosa, burocrática y lenta. Los vinos españoles no cuentan con la agilidad y acuerdos de libre comercio que tienen algunos vinos como los chilenos. En un país de falta de reflejos pasa eso.

Concluye: "Fruto de los anterior, y desde el año 2010 el ICEX ha iniciado una serie de actuaciones sobre la que se está intentando construir una marca 'España' sólida con el fin de corregir estas debilidades del vino español en el mercado internacional". A saber si no será mejor que gestionen otros el dinero de la UE… 



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