Burumbumbum resuena en mis oidos,lo escuchaba en Madrid en el Mundial del 78.
Era el canto que desde el diario Clarín,Clemente les había enseñado a los hinchas argentinos a cantar en las canchas.
Inventó el lanzamiento de papelitos cuando salían los muchachos con la celeste y blanca.
Los milicos lo qusieron prohibir y Caloi siguió pidiendo que animaran con eso que los "chetos" llamaban "confeti".
Antes de que me fuera de mi país,con documentos truchos y escondido,mi querido y desaparecido cuñado,Raúl Topper me lo presentó en un boliche de tangos que ya no debe estar,en Charcas al 1200.
Ibamos religiosamente a ver la "polaco" Goyeneche.
Nos hicimos amigos.
Gran tipo.
Raúl tenía en la casa un montón de dibujos.A mi me regaló uno que quedó en la rajada...
Habiendo huido la milicada,por goleada popular,muchos años después ,volví de visista al país y le compré a mi hijo Gonzalo un muñeco de Clemente,pero de hincha de Camerún,negro.
Acabo de ir a su cuarto a ver por donde está,y allí,al lado de su cabecera,en el escritorio,cuelga orgulloso.
Negro,gracias por haberme hecho un poco feliz entre tanta mierda y habernos acompañado en España a todos con su camiseta a rayas amarillas y negras.
Que país el mío,tan triste con el tango y con tipos irrepetibles como vos,tu cuate Fontanarrosa,Quino,Altuna,Trillo y el padre de todos Oesterheld.
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