¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

jueves, mayo 10, 2012

¡Nos faltaba la testosterona!


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Por si no tuviésemos demasiados problemas a diario sólo nos faltaba ver con vergüenza, bochorno e indignación responder al presidente de Extremadura al alcalde de Barcelona, en torno al tema del AVE. Todo un ataque de testosterona de mal gusto.
Es impresentable desde el punto de vista ético y estético que un representante público hable con esa chulería y malos modos. Decirle al alcalde de Barcelona que si tiene “collons” que le diga a la cara lo que piensa del AVE es como para mandarlo a su casa.
El alcalde Trias en una entrevista en Catalunya Radio comentó que le parecía muy mal que se estuviese planificando un AVE a Extremadura cuando los portugueses ya han dicho que no tienen un duro para enlazarlo hasta Lisboa y que él tiene problemas para que le hagan una simple estación.
Y sin pensárselo mucho José Antonio Monago (o eso es lo que quiero pensar) contestó todo eso de los cojones a los que no se atrevió a citar en castellano. Debe ser que en catalán es más fino. Pero al fin y al cabo es lo mismo. Un ataque de testosterona machista y grosero.
Vergonzoso, porque este señor representa a unos señores y señoras que le votaron y que estoy segura que son mejor educados y porque en cuanto nos descuidamos hay quien está dispuesto a poner sus genitales encima de la mesa. Y eso, Sr. Monago, a las mujeres no nos gusta.
Como tampoco nos agrada que el presidente del Consejo General del Poder Judicial se haya gastado dinero público en esos habituales viajes privados  a Puerto Banús en hoteles de lujo o que los consejeros tengan “semanas caribeñas”  (librar de jueves a martes). También vergonzoso en tiempos de bonanza o de crisis. Por lo tanto aplaudo al vocal de dicho Consejo que se ha atrevido a presentar una demanda.
Claro que eso al lado de la que está cayendo, cualquier golfería se queda corta. ¿Ustedes no sienten vergüenza, frustración y veinte mil sensaciones más cuando leen los miles de millones de euros que va a dar el Gobierno a Bankia?
Resulta que los causantes de esta crisis: los bancos y los mercados después de llevarnos a la quiebra ahora reclaman dinero para salir a flote. “Además de cornudos, apaleados” como dice el refrán popular.
El dinero que el Estado recauda de los impuestos que pagamos los asalariados y autónomos, que no las grandes fortunas, en lugar de dar servicios como educación, sanidad o ayudas sociales se lo vamos a tener que regalar a una Caja de Ahorros que ha vivido en la abundancia, ha derrochado  y ha hecho sus deberes muy mal.
Hemos estado manteniendo a presidentes de Caja Madrid, como al amigo de Esperanza Aguirre, Miguel Blesa, que cuando llegó a su cargo multiplicó su sueldo por diez y no es que su antecesor pasase hambre. Hemos pagado demasiado bien  a políticos de todos los partidos que se han sentado en el Consejo de Administración sin mayor título que el que le da su carnet de identidad. Y para acabarlo de arreglar hemos pagado un sueldo escalofriante a Rodrigo Rato (comenzó cobrando 2´3 millones de euros aunque luego se lo bajaron), muy cuestionado en los círculos económicos y que tuvo la gran habilidad de ser el Secretario General del Fondo Monetario sin pena ni gloria y sin sospechar en ningún momento la crisis que se nos echaba encima.
Un lince.
Rato al igual que la empresa Lehman Brothers, donde trabajó en actual Ministro de Hacienda, siempre defendieron que los bonos basura eran “bocato di cardinalle”.  Ahora Rato, después de acabar de arruinar el banco, de llegar a fusiones con otras cajas que estaban igual o peor que Caja Madrid (llenas de ladrillo por todas partes), pide una indemnización de más de un millón de euros. Mucha cara y pocos principios.
Y en los próximos días veremos a otras Cajas  pasando la gorrilla para ver qué les cae a ellos. Resulta chocante ver la cadena de hechos.
Unos banqueros ofreciendo créditos a todo vecino para su casa, su coche y para los muebles de Ikea, unos constructores haciendo su agosto a base de poner un ladrillo encima del otro, unos ciudadanos desinformados que se creyeron eso de que “España va bien”… y al final, esos ciudadanos que se han quedado sin casa, sin coche y hasta sin el sofá de Ikea son los que, a través de sus impuestos,  tienen que sacar las castañas del fuego a los banqueros mendigando ayudas…
Mientras tanto,  estafadores y compañía se han ido de rositas… O quizás están de “semana caribeña” en algún paraíso fiscal.
Mercè Rivas Torres es periodista y escritora

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