¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

domingo, abril 15, 2012

Elogio del choripán..!

La experiencia de los años que llevo fuera del país y las confidencias de las Asociaciones de argentinos en todo el mundo, me hacen comprobar que las reuniones que convocan a más compatriotas, son las que se montan en torno a una choripaneada. Nadie falla… Nuestro porteño choripán es mucho más que un chorizo, de dudoso origen, colocado en medio de un pancito o un simple cacho de pan. El choripán, como el dulce de leche, es una de nuestras señas de identidad y -posiblemente- uno de los elementos nacionales más extrañados en el extranjero. Nuestro modesto fast food nacional, al contrario que las pizzas, perros calientes y hamburguesas, constituyen uno de los baluartes contra la globalización exterminadora de individualidades. Porque… con un simple tacho, una bolsa de carbón, un alambrado como parrilla, varias ristras de chorizos compradas al fiado, una botellita tapada con un corcho cortado y rellena con el chimichurri que preparó la vieja y una bolsa de pancitos, se coloca la piedra fundacional de la propia empresa. Sin necesidad de local, franquicias, costosos royalties, teléfono, Internett, empleados, contabilidad ni impuestos. ”Con comunicación personal e instantánea”, como demandan los manuales de marketing. Sin invertir un mango de publicidad, ya que el humito de la grasita derritiéndose entre los carbones se encarga de anunciar a todo el mundo, laburante o no, las virtudes excelsas de nuestro alimento nacional.

El choripán es el canto al individualismo empresario. No genera deuda externa. Permite la movilización constante del capital en busca de una mejor oportunidad de rentabilidad, ya sea junto a una cancha, manifestaciones políticas, la cola de los que mangan laburo a San Cayetano, el costado de una carretera recorrida por camiones, o simplemente cerquita de una estación de tren.

¿Qué el contenido de los chorizos es dudoso? Puede ser… Pero, ¿le vamos a pedir limpieza de origen a estos pobres embutidos, si no se la pedimos a diario a los que nos esquilman desde palacios públicos y lujosas oficinas?

El choripán, diría Minguito, es como la vieja. “Noble, sin renuncios, agradecido. Siempre está ahí, en las buenas y en las malas”.

(MIRANDO A LOS COSTADOS) Eh….¡¡¡¡¡ Guardame uno !!!!!!

Osvaldo Parrondo

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