¿HÉROE O VILLANO?

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jueves, abril 05, 2012

EL MUSICO OLVIDADO

Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Carlos Guastavino

Fue un pionero en acercar la música culta y la música popular. Como una forma de homenaje se editó un libro sobre su vida y su obra y están previstos diversos conciertos y actividades a lo largo del año.(su militancia comunista hizo que lo discriminaran durante el peronismo)



No hay diferencia entre ninguna forma de expresión humana, y en cada manifestación el artista puede ser clarísimo o críptico. La capacidad de recepción de cada individuo hará accesible la obra de arte.”
De esta manera el compositor Carlos Guastavino respondía a una pregunta referida a si el arte de la pintura era más accesible que el de la música, en ocasión de ser reporteado junto al artista plástico Juan Carlos Castagnino por Iván Cosentino para la revista Folklore en 1963.
Nacido en Santa Fe el 5 de abril de 1912, Guastavino es seguramente el más encumbrado representante del llamado Nacionalismo Romántico Argentino.
Pianista y compositor, su estilo compositivo está profundamente identificado con los cánones estilísticos del siglo XIX.
Al cumplirse el centenario de su nacimiento están programadas diversas actividades para recordarlo en este año, como conciertos organizados por la Dirección Nacional de Artes, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación.
Coincidiendo con este aniversario, Silvia Luz Mansilla acaba de publicar La obra musical de Carlos Guastavino, circulación, recepción, mediaciones, un exhaustivo y minucioso trabajo de investigación y recopilación de la obra y la vida del músico santafesino.
En él, la autora recorre de manera puntillosa la vida y, sobre todo, el análisis y las circunstancias culturales y sociales que fueron contemporáneas con la obra del compositor.
A Guastavino se lo puede ubicar en el punto medio entre la música culta y la popular, “atravesando los espacios de la música académica y manejándose con igual soltura en esta como en el terreno de la música popular”, resalta la autora.
De temprana formación clásica en su Santa Fe natal, influido por la música y los poetas españoles, Guastavino tomó como elementos de inspiración las tradiciones folklóricas argentinas.
Realizó su perfeccionamiento en Alemania, de donde regresó en 1927 para instalarse nuevamente en su ciudad. A fines de 1938 se trasladó a Buenos Aires, donde comenzó el período más trascendente de su carrera musical.
Su labor como compositor consiste en generar una “música accesible alejada de las vanguardias imperantes en esos momentos en el país”, comenta Mansilla, representadas principalmente por sus colegas Alberto Ginastera y Juan Carlos Paz.
Esta decisión en cuanto a las características compositivas identificadas con recursos decimonónicos, le valió una cierta desaprobación por parte de los críticos musicales, generalmente vinculados con la élite progresista de la Ciudad de Buenos Aires.
Guastavino debió soportar la desvalorización de algunas de sus obras de cámara y corales, pero recibía la satisfacción de que sus trabajos más cercanos a los géneros populares tenían un gran reconocimiento entre el público masivo.
Sólo basta mencionar los poemas musicalizados como “Se equivocó la paloma” de Rafael Alberti o “Pueblito, mi pueblo” de Francisco Silva, así como sus trabajos sobre textos de José Pedroni, Luis Cernuda, Hamlet Lima Quintana, Gabriela Mistral o León Benarós.
También logró un amplio reconocimiento con sus ediciones de canciones escolares, en las que exponía y acercaba a los estudiantes los ritmos tradicionales de nuestro folklore.
El aporte realizado al cancionero escolar se ve reflejado incluso en la composición de “La canción del estudiante”, coescrita con Ernesto César Galeano y con textos de Francisco García Gimenez.
La legitimación del carácter popular de sus composiciones fue el que le brindaron artistas como Eduardo Falú, Mercedes Sosa o Liliana Herrero interpretando sus obras.
Carlos Guastavino exhibe a lo largo de su frondosa obra su gran capacidad para acercar los géneros populares y elevarlos a diferentes estamentos con elementos de música académica.
Prolífico, consecuente hasta sus últimos días con sus criterios estéticos que le valieron un cierto menosprecio por parte de determinados sectores del ámbito musical, Guastavino obtuvo en la última década de su vida un tardío reconocimiento por su contribución a la cultura de nuestro país, como las distinciones de la OEA en 1987, Personalidad emérita de la cultura en 1999 y el Premio Konex (póstumo) en 2009.
Falleció el 29 de octubre de 2000, en San José del Rincón, provincia de Santa Fe, el sitio que le sirvió de inspiración para “Pueblito, mi pueblo…”, la obra que lo catapultó como uno de los compositores emblemáticos de nuestro país.


Fue una de las personas que más influyó en mi formacion política,al ser primo de mi madre,Celia Guastavino.

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