La prueba irrefutable de la expansión del Universo
El hallazgo de las ondas gravitacionales que generó el Big Bang es recibido con emoción por la comunidad científica
«¿Qué? Espere un segundo, ¿puede repetirlo?». Andrei Linde,
ahora profesor de Física en la Universidad de Stanford (Palo Alto,
California), apenas podía creer lo que un colega le anunciaba por
sorpresa en la puerta de su casa. En ese mismo instante, recibía la
noticia de que sus teorías sobre la inflación cósmica, propuestas a comienzos de los años 80, por fin habían sido confirmadas experimentalmente. Un telescopio en el Polo Sur ha encontrado las perseguidas ondas gravitacionales, las deformaciones en el espacio-tiempo provocadas por el Big Bang y
que suponen la evidencia más fuerte de que el Universo se expandió
exponencialmente en una fracción de segundo tras la gran explosión. Un
hallazgo sin precedentes considerado el «santo grial» de la Cosmología.
La reacción escéptica y balbuceante de Linde se convirtió rápidamente en una celebración y un brindis con champán.
«Estos resultados son una prueba irrefutable de la inflación, porque
las teorías alternativas no predicen una señal de este tipo. Es algo que
he estado esperando ver durante 30 años», señaló el físico visiblemente
emocionado.
En el principio de todo
No es para menos, la constatación de sus propuestas bien podría valerle el Nobel, tanto a él como al también físico Alan Guth,
el primero en lanzar formalmente la idea de la inflación tras una noche
de cálculos y ecuaciones a finales de 1979. Guth, profesor en el
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), no reaccionó de forma muy
distinta a la de Linde. Asombrado, confesó que no esperaba una
confirmación definitiva en lo que le queda de vida. «Con la naturaleza tienes que tener suerte y, aparentemente, la hemos tenido», confesó.
El hallazgo, hecho público el lunes por un amplio equipo de
investigadores, liderados por el Centro Harvard-Smithsonian de
Astrofísica en Cambridge (Massachusetts), supone algo tan fantástico
como echar el primer «vistazo» al instante de los orígenes del Universo, cuando solo tenía 10 elevado a la -34 segundos de edad y en menos de un abrir y cerrar de ojos se hizo gigantesco.
Nunca antes habíamos estado tan cerca del principio, en el
mismo principio. Si es corroborado por otros equipos científicos, el
nuevo trabajo, liderado por el científico John M. Kovac, significaría un hito en la ciencia comparable con el descubrimiento de la energía oscura o del propio Big Bang y proporcionará un campo infinito de investigación científica,
como una ventana a las fuerzas que operan energías fuera del alcance de
los mejores aceleradores de partículas en la Tierra. Incluso podría ayudarnos a descifrar si nuestro Universo no es el único que existe y hay otros cosmos desconocidos moviéndose como burbujas.
«Esto es enorme, tan grande como todo lo que abarca», afirma contundente Marc Kamionkowski,
de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, experto cosmólogo que no
ha formado parte del equipo de investigación. «Es una señal del Universo
más temprano, el envío de un telegrama codificado en ondas
gravitacionales».
Bendecido por Hawking
El famoso físico británico Stephen Hawking también
ha «bendecido» la noticia. A su juicio, la detección de las ondas
gravitacionales es «otra confirmación de la inflación» cósmica. En
declaraciones a Radio 4 de la BBC, el prestigioso científico de
Cambridge se ha proclamado vencedor en una apuesta con un colega
científico, el cosmólogo Neil Turok,
sobre si se produciría el descubrimiento de las ondas gravitacionales
primordiales. Hawking acertó y ganó, algo bastante inaudito, ya que es
famoso por perder prácticamente todas sus apuestas. Según dice, el hallazgo desmiente la teoría de Turok de que el Universo funciona como un bucle sin fin desde un Big Bang a otro. Pero Turok no está conforme con la conclusión de
Hawking. Explicó al programa que la apuesta se basaba en los resultados
del telescopio espacial Planck de la Agencia Espacial Europa (ESA), que
el año pasado no pudo detectar ninguna señal de las ondas, así que se
considera igualmente ganador de la apuesta.
Juegos aparte, Turok pide cautela ante
el revuelo causado por el descubrimiento. «En primer lugar, debo decir
que es un resultado espectacular. Nos sitúa en el umbral de una nueva
ventana ante el Big Bang y eso es emocionante», señala. Sin embargo,
«tengo razones para dudar sobre el nuevo experimento y sus resultados.
No son del todo convincentes para mí, pero han visto claramente lo que
afirman haber visto. La verificación es muy importante y es aconsejable
ser un poco escéptico». Saber quién ha ganado la apuesta definitivamente
solo es cuestión de tiempo.
El papa argentino,el cachondo Pancho primero,dirá que eso fue un pedo de dios,lo que prueba su existencia...
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