¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

sábado, noviembre 19, 2011

León Gieco, por la ruta del rock

El músico que mañana cumple 60 años lanzó un CD que es un recorrido por su historia

Por Gabriel Plaza

"Mi expectativa era venir a grabar acá dos discos y volverme a mi pueblo a comprarme una frutería. Y ahora estoy grabando mi disco número 47." En esa confesión de León Gieco está la misma inconsciencia de ese adolescente lanzado al camino, desde su pueblo de Cañada Rosquín hasta una pensión de Buenos Aires y que ya no se detendría. Lo veo fumando un cigarrillo debajo de un árbol pensando en nada. Mañana el hombre que viene escribiendo la historia argentina de las últimas décadas en canciones cumplirá sesenta años, con un nuevo disco en la calle llamado El desembarco y todo parece estar en su justo lugar. "Vivo un momento como nunca viví en mi vida. Es uno de los mejores momentos de mi carrera y de la política argentina. Me parece que estamos pisando un primer escalón, no sólo en Argentina sino en el resto de América latina que no lo habíamos pisado nunca. Antes siempre íbamos para atrás." León suena esperanzado.

El desembarco , su nueva producción, no es sólo un disco de doce nuevas canciones, sino el trazo vivido, como una biopic de su propia historia personal, desde aquel adolescente impulsado por Bob Dylan hasta su presente como cantautor emblema capaz de ser convocado por U2 y de reunir a una selección de los músicos que siempre admiró para conseguir uno de sus mejores discos. "Estoy cerrando toda una historia con mis sesenta años.

Terminé grabando en cinta con mis héroes de la década del 60, pude grabar en los legendarios estudios Ocean Way con micrófonos viejos de la era de Elvis y tocando con tipos como Dean Parks, que tocaban en aquel primer disco de Stevie Wonder que escuchábamos todos los días con Charly García en los 70. Para colmo la foto de tapa la hice con la guitarra Repiso de Edelmiro Molinari, que es la guitarra histórica que se ve en los primeros videos de Almendra. Sin querer cerramos un moño con ese tiempo de fines de los sesenta, que me quedó grabado para siempre". León suena como el adolescente.

-Esa atmósfera sesenta quedó impregnada en todo el disco.

-No fue premeditado, se dio. Fue una cosa tremendamente inconsciente como se dan todas las cosas en la carrera nuestra. Si nosotros supiéramos dónde están las canciones iríamos más seguido, como dijo Leonard Cohen. Pero ¿dónde está la poesía?; ¿por qué hacemos canciones? Son elementos que son inconscientes. Este disco te juro que no lo planeamos. Salió así.

La salida de su disco número cuarenta y siete lo lleva a trazar un recorrido intenso por su propia vida, cumpliendo años en el mismo mes que otro compañero de generación: Charly García (ver recuadro). "Cuando armamos PorSuiGieco con Charly, Nito, Maria Rosa Yorio y Raúl Porchetto (se volvieron a reunir en estudio para grabar el tema «Bicentenario» de su nuevo disco), la idea era crear un evento porque pensábamos que todo el rock se terminaba ahí para nosotros. Me acuerdo de preguntarle en el 73 a Charly cuánto pensaba que iba a durar esto y me dijo que dos o tres discos más y después se iba todo a la mierda. Era como pelearla con un facón para hacer música por un tiempo hasta volverme a mi pueblo con unos mangos y listo. A los Rolling Stones les pasó algo parecido. En una entrevista vieja de Jagger adolescente, él dice que todo se iba a terminar rápido y ahí los tenés llenando estadios todavía. A nosotros nos pasó lo mismo, en otra escala."

En el largo relato de Gieco las imágenes que van y vuelven entre su pasado y su presente surgen como flashbacks muy vívidos. Por allí pasa una lista de sus bandas favoritas de la adolescencia (los Who, Bee Gees, Patti Smith); sus horas tocando con la armónica y la guitarra encima de "Blowin' in the Wind"; su cambio del sonido radial al sonido garaje; su alineamiento político con el kirchnerismo, el recorrido de esas canciones prendidas en el inconsciente colectivo de un par de generaciones, su apoyo incondicional a Hebe de Bonafini y su mirada crítica sobre los tiempos frágiles de estos días.

El desembarco es un buen resumen de sus días, donde aparecen sus distintas caras: el León político, el hijo, el autor, el melómano y el sobreviviente de la generación del setenta. "Recuerdo que una vez Atahualpa, que era un tipo al que le gustaba decir máximas, me agarró y me dijo: «No se olvide, Gieco, que se toca con la vida». Es una tremenda frase, que se hizo realidad en mi caso. Llevo casi toda mi vida tocando." Ahí está Gieco, casi inmutable frente al tiempo. A los 60, con menos agudos en las cuerdas vocales, la ansiedad de un chico que comienza y dispuesto a conversar.

León melomano. Saca una remera negra de su bolso con la inscripción de la última gira de Bob Dylan. Cuenta que se la regaló David Kemper, baterista del cantautor americano que tocó en su disco anterior Por favor, perdón y gracias . Esa remera es un bien preciado para León. Se la puso el día que fue a ver a Néstor Kirchner cuando lo llamó para que organice el primer concierto del 9 de Julio tras ganar las elecciones. Un dato que tira al pasar. León vuelve sobre su fanatismo musical y cuenta que tocar con David Kemper fue lo más cerca que estuvo de tocar el espíritu musical de su ídolo de juventud, Bob Dylan. Le pasó lo mismo en su nuevo disco, rodeado de una atmósfera del setenta, donde el capitán de la nave fue otro personaje con historia: Jim Keltner. El baterista que le dio el sonido garaje a su nuevo trabajo tocó con todos los que León alguna vez soñó tocar. "Cuando me vi tocando con Jim Keltner me sentía un poco Lennon, un poquito George Harrison, un poco Willy Nelson y un poquito Ry Cooder. No sólo ellos pudieron tocar con estos tipos, sino que ahora yo también pude", sonríe satisfecho León.

León no para de sacar anécdotas, una tras otras sobre los discos en los que tocó Keltner. "Buscábamos en Google lo que había hecho el tipo y no lo podía creer, pero al principio no me sentía muy cómodo. Me costó entender lo que hacía porque tenía un sonido distinto. Yo quería hacer algo más radial y el tipo pelaba toda una cosa bien garaje que fue lo que le dio ese audio al disco. Suena como el álbum Beggars Banquet, de los Stones, ese que tiene "Simpathy for Devil", que sigue sonando actual y eso me terminó gustando."

León autor. Si mirás por fuera podés ver a un tipo endurecido por el camino, pero si mirás directo a los ojos aparece un León vulnerable. "Ella", el tema que abre su disco, está dedicado a su madre, que falleció hace un año y medio. "El tema a mi vieja lo empecé a componer cuando yo sabía que se iba a morir. En ese momento viajaba una o dos veces por mes y la sacaba a pasear en auto, ella ya no estaba bien. Y lo terminé cuando murió. Pero ahora ya no lloro, ella es parte del camino."

Gieco quiebra el tono confesional y se traslada a ese costado más épico, para hablar sobre esa facilidad para crear himnos generacionales, que ahora tiene su continuidad seguramente en El desembarco . El desembarco tiene esa onda de «La memoria». Para mí ahí aparece la épica y la influencia de Bob Dylan, que lo tengo atravesado en el corazón. Pero por suerte no hablo inglés porque, si no, hubiera estado componiendo como él. Dylan me tiene loco. No lo veo como un artista, sino como un tío mío porque es un tipo que se crió conmigo. Fue el tipo que me destapó la olla para componer. Escuche los Byrds haciendo «Mr. Tambourine Man» en mi pueblo con la difusora, después Gabis me regala la armónica y después me pongo a tocar sobre The Freewheelin de Dylan y a partir de ahí sale todo. Entonces hay algo que está adentro que uno no conoce, que es el inconsciente, que te manda hacer las cosas."

Leon político. El músico santafecino es el historiador en canciones de la historia reciente de la Argentina y en los últimos años su postura política se hizo más conocida cuando salió públicamente a apoyar primero al gobierno de Néstor Kirchner y luego al de Cristina. "Este es un gobierno de gente joven, como de nuestra generación, que hemos sido los luchadores de la década del 70. En este tiempo se revirtieron muchas cosas. De importación pasamos a ser de exportación. Aprendimos a darles pelota a las fábricas recuperadas. Vamos por la ley de medios. La Presidenta las sabe todas y es tremendamente inteligente. No ganamos la batalla pero estamos en el primer escalón. Creo que tiene una cola el kirchnerismo, ojalá no me equivoque. Así como tenía una cola cuando escuché los Gatos y entre los amigos decíamos esto es otra cosa... tienen algo. «La balsa» era otra cosa y era la cola de lo que vino después en el rock nacional. Y con la política de ahora me pasa lo mismo. Produjo un cambio, lo que pasa es que muchos piensan que es algo consagrado y para mí es algo que recién empieza", argumenta León.

-¿Sos de criticar lo que no te gusta?

-Claro, siempre están los extremistas que miran todo desde arriba. Guarda con esa mano. No podés mirar a Europa o Estados Unidos, que están en crisis, desde arriba. Guarda con ese pensamiento. Creo que dignamente pisamos un escalón para un cambio junto con otros países latinoamericanos. Este momento está para creer en algo, eso es lo que a mí me pasa. Siento que el kirchnerismo tiene una cola y no es una cuestión partidista, sino una comunión con lo que siempre pensamos nosotros de lograr: no gobernar en un partido político sino con los mejores de todos los partidos. El Gobierno no tiene que ponerse en el asunto de que quien piensa diferente es opositor. Basta de polarizarnos. Si estás en contra de Cristina, por qué no rescatás las cosas buenas que hizo. Rescatá lo bueno y criticá lo que falta por hacer o lo que se hace mal. Yo estoy en esa postura. Pero voté a Cristina..

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