¿HÉROE O VILLANO?

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lunes, agosto 08, 2016

EL CRECIMIENTO IMPARABLE DE LA CCC EN ARGENTINA

Masiva marcha a Plaza de Mayo para protestar contra Macri,con el apoyo del Papa Francisco,archienemigo del derechista presidente

De Liniers a Casa de Gobierno
Piqueteros y partidos de izquierda se mezclaron con grupos que siguen la prédica del Papa.

El paisaje mañanero en las inmediaciones de la basílica de San Cayetano, en Liniers, se alteró más de lo habitual para un 7 de agosto, día del patrono del trabajo. A las dos colas que arman los miles de fieles cada año para ingresar al templo ubicado en la calle Cuzco se le sumó una columna de militantes de movimientos sociales y grupos de izquierda que marcharon “contra las políticas del Gobierno” bajo el lema “Pan, paz, techo y trabajo”. Uno de los líderes lo sintetizó en una frase: “La fe no se separa de la lucha”.
El mate cocido y el pan -“La comida no se le niega a nadie”, le decían a este cronista en obvia alusión al reclamo que fijaba la movilización- era lo único que calentaba en la mañana a la militancia que esperaba la bendición para partir, unción que llegó a las 9.30 de la mano del obispo Juan Carlos Ares.
Todo ocurría bajo la mirada de la Virgen María y de San Cayetano, estandartes que cargaban sobre sus hombros los muchachos del Movimiento Misioneros de Francisco y quienes, a su vez, encabezaron la procesión hasta la Plaza de Mayo. Con un micrófono y música latina de fondo los guiaba el padre de la línea eclesiástica Opción por los Pobres, Eduardo Farrel.
Detrás de ellos, se encolumnaron los militantes de la Confederación de Trabajadores de las Economías Populares (CTEP), de Barrios de Pie y de la Corriente Clasista Combativa (CCC),dominante en la organizacion y casi hegemónica. También acompañó el amigo del Papa, el legislador porteño Gustavo Vera de La Alameda, y adhirieron algunos gremios.
Incluso, algunos secretarios generales como Hugo Yasky, de la CTA, y Pablo Biró, de los Pilotos, marcharon desde el inicio. Otros tantos se sumarían en persona ya en Plaza de Mayo, como Sergio Palazzo (Bancarios), Roberto Baradel (Suteba) y Hugo Godoy (ATE). Los miles de manifestantes recibían también muestras de apoyo al pasar: desde la populosa Liniers hasta la Caballito de clase media, en varias ocasiones muchos vecinos se acercaron hasta una esquina de Rivadavia para aplaudir a la ya larga columna de más de cinco cuadras. Por ejemplo, la abuela Delia, de 92 años, que le pidió a su familia que la llevara al cruce de Ensenada y Rivadavia: ella saludaba desde su silla y muchos militantes se acercaron a darle un beso.
Entre bombos y “tres tiros”, Vera confirmó que el sábado habló con Francisco: “En la charla compartimos la misma visión que ya planteó el Papa en la carta que le mandó al obispo (José María) Arancedo y en la cual alerta que ‘los índices de desocupación son significativamente altos’”. Acompañó con números el legislador porteño: “En los últimos meses se pasó de 12 millones a 16 millones de pobres y es por eso que Francisco está de acuerdo con que todo reclamo que se haga en paz y democráticamente para hacerle entender al otro que por ahí sería mejorar dialogar que seguir persistiendo en el error es positivo. El Gobierno tiene que entender que dialogar no es mostrar debilidad sino grandeza”. Y finalmente alertó: “El Gobierno puede anticiparse a la conflictividad social si sienta a todas las partes: sindicatos, cámaras empresarias, oposición y organizaciones sociales para defender el trabajo y el mercado interno”.
Pasado el mediodía, la columna llegó al cruce de Entre Ríos y Rivadavia: allí la esperaban varios movimientos de izquierda y cooperativistas. Lo mismo ocurrió en la 9 de Julio, donde tanto del sur como del norte se acoplaron más organizaciones populares. Bombos y cantitos se mezclaban, pero el reclamo era único, trabajo.
Con los colores políticos mezclados, el pedido de todas las vertientes que se expresaron ayer, y que para los organizadores juntó a 100.000 manifestantes (el Gobierno lo minimizó a unos 10.000), se condensó en la Plaza de Mayo en la voz de los tres oradores que cerraron la marcha. Daniel Menéndez, de Barrios de Pie; Amancay Ardura (CCC) y Esteban Castro (CTEP) coincidieron en que “la unidad de los trabajadores nos fortalecerá”. También estuvo el referente del Movimiento Evita Emilio Pérsico.
Menéndez consideró que “de seguir así va a ser difícil que vivamos en paz: las políticas de este Gobierno llevaron más gente a la pobreza y hoy le pedimos que frenen con estas medidas” a la par que pedía “un comité de crisis”. A su turno, Ardura dijo: “Nos proponen que los pobres esperemos hasta que les rebalsen los bolsillos a los ricos y nos empiece a caer algo”. Y agregó: “No queremos desestabilizar pero sí queremos que cambien las políticas que nos están matando”.
Castro cerró el acto. Habían pasado 7 horas desde que todo había empezado: acusó cansancio pero mantuvo en alto su voz para decir que “se tomará el Congreso si se avanza con la ley de Empleo Joven” que propone el Gobierno. La consideró una “flexibilización laboral”. Y reveló como se gestó la movida: “Tierra, techo y trabajo nace de Francisco. Fue cuando estuve con él en el Vaticano y me dijo de hacer la reforma agraria para garantizar un futuro. Entonces, pregunto cómo no vamos a revindicar a este Papa que es un compañero que llevó hasta al papado su lucha por los pobres?”

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