Responsabilidad de los medios de comunicacion en Argentina ante la violencia
Comunicadores de la Argentina
(COMUNA) alerta a los trabajadores y directivos de los medios de
comunicación del país sobre la grave responsabilidad que tienen sus
mensajes en la generación y
repetición de actos delictivos que llegan hasta el homicidio, y que con
gran negligencia son presentados y calificados como actos de “justicia
por mano propia”.
Aunque los hechos de los últimos días tienen causas diversas y
de gran complejidad, todo emisor sabe que la acumulación y repetición
sin descanso de un puñado simplificado de consignas alimenta la
intranquilidad y el temor de la población, y promueve la intolerancia y
la propensión a violar la ley.
Estos hechos están precedidos por la afirmación totalmente falsa,
hecha por políticos de la oposición derechista y sus medios aliados,
sobre que el país se encaminaba a una reforma del Código Penal que iba a
eliminar o disminuir penas por actos delictivos y que iba a desembocar
en una liberación generalizada de personas encarceladas.
También por la muletilla sobre un aumento permanente y sin control
de los actos delictivos, rara vez asentada en estadísticas serias, y por
la afirmación, jamás sostenida en datos confiables, de que la única
solución ante esta problemática son las políticas de “mano dura”, que ya
fracasaron rotundamente en nuestro país y en muchos otros.
Estos enunciados incluyen además la tipificación automática de un
sector social como responsable de los actos delictivos, que son casi
inevitablemente jóvenes pobres, de determinadas características físicas y
hasta con un cierto tipo de vestimenta.
En ese contexto, las afirmaciones reiteradas hasta el hartazgo
sobre que los ataques a presuntos delincuentes hasta causar la muerte se
deben a la “ausencia del estado” son de una ligereza demostrativa de
gran intencionalidad política o profundísima ignorancia. Llamar
“ajusticiamiento” o “justicia por mano propia” a lo que es un acto
delictivo y “linchamiento” a un asesinato evidencia una manipulación del
lenguaje y del discurso dirigida a disculpar a un sector de la sociedad
que también delinque y de paso enarbolar las fórmulas de los sectores
políticos más retrógrados.
Cuando se dice que el ataque de un grupo de personas a alguien que
fue acusado o puesto bajo sospecha es inapropiada solo por el riesgo de
herir o asesinar a un inocente se comete otra atrocidad, porque tiende a
encubrir la acción delictiva que representa que un grupo de civiles,
con el argumento que sea, ataque a otro civil, asumiendo un papel que
ninguna ley prevé ni justifica.
Todos los actos de comunicación tienen efectos sobre el cuerpo
social que los recibe. Los trabajadores y los medios que los emiten
deben asumir de una vez la responsabilidad por lo que informan y por
cómo lo informan, mucho más cuando se pone en juego el derecho a la vida
y a la justicia, que siempre dicen defender.
Buenos Aires, 2 de abril de 2014.
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