Soraya Sáenz de Santamaría, la más poderosa

Foto: Gtresonline.

Entre aquella joven que un día de marzo de 2008 se levantó tímidamente de su asiento en la Junta Directiva para agradecer su nombramiento como portavoz del PP en el Congreso y la todopoderosa vicepresidenta del Gobierno de este 2014 hay un largo trecho, el que ha convertido a una joven de Valladolid, abogada del Estado y sin vocación política, en la mujer que más poder acumula en España. Soraya Sáenz de Santamaría llegó a la política por casualidad el día que decidió enviar su currículo a La Moncloa para optar a un puesto de asesor del entonces vicepresidente primero del Gobierno de Mariano Rajoy. Allí inició una carrera en la que tuvo que enfrentarse a los recelos de los veteranos del partido, que no entendían la firme apuesta de Rajoy por esta joven que tardó en afiliarse al PP. Sáenz de Santamaría creció hasta convertirse en la sólida dirigente que es ahora en sus enfrentamientos dialécticos en el Congreso con la vicepresidenta socialista, María Teresa Fernández de la Vega, a la que sustituyó tras las elecciones de 2011.
Tímida, leal, trabajadora, constante, firme y discreta, Sáenz de Santamaría ha sido en los últimos años el álter ego de Mariano Rajoy. Tiene las cualidades que más valora el presidente del Gobierno: lealtad y discreción. Celosa de su intimidad, nunca ha permitido que su vida privada interfiera en la pública. Dio a luz a su hijo Iván en vísperas de las elecciones generales y renunció a su baja maternal para encabezar el traspaso de poderes del Gobierno de Zapatero al de Rajoy. Ejerce con sobriedad como portavoz del Ejecutivo, es la ministra mejor valorada, apenas concede entrevistas, mima con celo su imagen pública y tiene archivado como uno de los grandes errores de su vida un posado fotográfico con estilismo atrevido cuando aún no era tan poderosa.