De niñas hipersexualizadas y madres de diez años
Seguro que ustedes también se han enterado. Ha sido una de las noticias de la semana: una niña de diez años daba a luz el pasado martes en Jerez de la Frontera. El parto natural, sin necesidad de cesárea, ha levantado un debate en torno a la sexualidad y la maternidad en la adolescencia, aunque en este caso haya quien considere que más que de una joven hablamos de una niña.
La polémica no es nueva. Ya en abril de 2008 la cadena Tesco ponía a la venta un sujetador con relleno destinado a niñas de siete años que hizo saltar las iras de los británicos. Lo mismo sucedió el pasado año cuando, también en Reino Unido, se procedió a la retirada de unos bikinis con relleno destinados a niñas.
¿Estamos creando una sociedad que incita a la pronta experimentación del sexo? ¿estamos, efectivamente, ante menores que han acelerado su proceso de descubrimiento sexual? “Nos encontramos ante una generación de niñas hipersexualizadas”, responde la psicóloga Elena de Marianas, especializada en violencia sexual y con amplia experiencia en el campo de los menores. Niños que han comenzado a experimentar con su sexualidad antes de lo habitual o incluso, en algunos casos, de lo deseable.
El caso de la niña de Jerez merece un análisis aparte, los datos no dejan lugar a dudas: la edad en la que los jóvenes se inician en las relaciones sexuales se ha adelantado –la media ronda los 17-18 años- y cada vez comienzan a interesarse o a mostrar conductas como la coquetería o el intento de seducción a menor edad.
Ellas comienzan antes
“Hay series de televisión que están pensadas para jóvenes de quince años que están viendo niñas de diez y de las que están copiando comportamientos”, asegura De Marianas. “Se produce una falta de simetría con los chicos, que aún tardan unos años en llegar a ese punto de interés”, señala la experta.
Ante este desarrollo temprano, la pregunta es obligada. ¿Es nocivo comenzar pronto a mantener relaciones sexuales plenas?. Elena de Marianas responde: “Quemar etapas muy rápido nunca es bueno”, ya que el aprendizaje ha de ser completo y “despacio siempre se aprende mejor”.
Las consecuencias de una mal desarrollo sexual y de esa quema de etapas pueden generar, según la psicóloga episodios de “frustración” ya que en ocasiones “no hay sensaciones asociadas al mero placer sexual como pueden ser el sentirse valorado o querido”. Pero para evitar que esto tenga consecuencias, los responsables, que somos al final “los educadores, quienes modelamos”, tienen que tomar cartas en el asunto.
Formar para un correcto desarrollo
La mejor forma de hacer que el desarrollo sexual sea óptimo es aplicarse en llevar a cabo “una labor para hacer reflexivo al niño o niña sobre los riesgos que conlleva y buscar entornos como el deporte”, que no fomenten la búsqueda del atractivo sexual como estandarte para triunfar socialmente.
“Lo importante es enseñar, sin sermonear, porque entonces no tendrá efecto, que toda opción en la vida tiene unos beneficios y unos costes”, asegura la psicóloga al hablar sobre la educación de los menores en temas de sexualidad. Todo para evitar que casos como el de niña de diez años que acaba de dar a luz se conviertan en lo habitual.
Según la experta, con esa edad “se puede sentir placer sexual” o se pueden iniciar en los llamados juegos sexuales, que existen “desde la más tierna infancia”, pero que a esas edades –siempre considerando que la relación o el juego se produzca de igual a igual- “suelen ir más allá de la exploración o de la exhibición genital” y más por mera curiosidad sexual que por verdadera atracción.
En caso de producirse en una relación con un adulto, la cosa variaría pues ya hablaríamos de abusos sexuales, ya que hasta los 13 años a nivel psicológico y legal se considera que “no tenemos capacidad para consentir las relaciones sexuales”. De cualquier modo, y aunque cada caso es completamente autónomo, a esa edad “aún no se tiene desarrollado el concepto de responsabilidad”. El tiempo dirá cuáles son las consecuencias de haber cambiado los juguetes por los juegos sexuales antes de lo habitual en cada uno de los casos.
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