¿HÉROE O VILLANO?

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sábado, diciembre 06, 2014

LA PENINSULA DE LAS MIL TRIBUS DEL HOMBRE BLANCO SE VA AL CARAJO

El suicidio de Europa

Por Roberto Savio

Roma, dic (IPS) - El que Suiza haya tomado en un referéndum un camino opuesto al de la Unión Europea es un hecho insólito que invita a la reflexión, sobre todo porque ha optado por una senda mucho más progresista, pese a que estábamos acostumbrados a considerarlo  un país muy conservador.
El 30 de noviembre, los ciudadanos suizos votaron una propuesta para reducir los inmigrantes hasta un máximo de 17.000 por año, en comparación con 88.000 en 2013. La iniciativa fue rechazada por 73 por ciento del electorado, tras una campaña unánime del gobierno, los empresarios y los sindicatos advirtiendo que sin los inmigrantes surgirían serios problemas para mantener la expansión de la economía.
Cabe señalar que los extranjeros representan 23,5 por ciento de la población en Suiza, en comparación con un promedio de 4 por ciento en el conjunto de Europa.

Otra de las propuestas contenidas en el mismo referéndum, proponía dedicar 10 por ciento de la cooperación internacional suiza al control de la natalidad en los países pobres, con el propósito de reducir sus tasas de natalidad. Una propuesta claramente racista que también fue derrotada. Los ciudadanos suizos no tienen derecho a decidir la planificación familiar en otros países.

Mientras los suizos votaban, el primer ministro británico, David Cameron, divulgaba su propuesta para limitar drásticamente la inmigración europea. Los europeos serían expulsados de no encontrar un trabajo en un plazo de seis meses. Tendrían que trabajar de forma continua durante cuatro años antes de tener acceso a los beneficios sociales del país del país. También enfrentarían restricciones en su derecho a la reunificación familiar, incluso después de encontrar un trabajo.
El mismo debate está en curso en Alemania, donde el gobierno está llevando a cabo una campaña mediática para popularizar su proyecto de ley que también contempla la expulsión de los inmigrantes europeos que no encuentren trabajo en un plazo de seis meses. Es obvio que esto tendrá un efecto cascada en varios otros países europeos.
En ambos casos, se trata de un intento para debilitar a los partidos anti-europeos, el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), que está en auge en Gran Bretaña, y la Alternativa para Alemania (AFD). Aunque el ADF no es una amenaza como el UKIP,  lo que la canciller Angela Merkel ha decidido es más bien engendrar un acto de populismo.
Una oleada de xenofobia se está propagando en toda Europa. El Frente Nacional de Marine Le Pen tiene por objetivo convertirse en el mayor partido de Francia. En Italia, la derechista Liga Norte crece día a día. Actualmente, existe un partido xenófobo y antieuropeo en todos los países de Europa, con la notable excepción de España, donde el Partido Popular ha sido capaz de conjuntar a toda la derecha.
Llama la atención que todos esos partidos están generando alianzas y creando un rechazo paneuropeo hacia la Unión Europea. Marine Le Pen acaba de presidir en Lyon una reunión de siete partidos de extrema derecha, tales como el belga-flamenco Vlaame Belang  y el Partido por la Libertad holandés de Geert Wilders.
Aún más sorprendente fue la presencia en Lyon de dos dirigentes del partido Rusia Unida de Vladimir Putin. Entre los partidos de derecha de Europa existe un creciente apoyo a Putin y al primer banco ruso-checo con sede en Moscú, que acaba de conceder a un préstamo de nueve millones de dólares al Frente Nacional de Le Pen.
La realidad es que Europa enfrenta una gran necesidad de jóvenes inmigrantes para mantener su competitividad a nivel internacional e innumerables estudios demuestran que los inmigrantes tienen un impacto positivo en la economía.
En Inglaterra, los inmigrantes representan 4,3 por ciento de la población. Su tasa de empleo es de 78,8 por ciento, ligeramente superior a la media británica de 73,6 por ciento, y solo 15 por ciento de los inmigrantes solicitan algún tipo de subsidio. 
De acuerdo con un estudio realizado por el University College de Londres, entre 2001 y 2011 los inmigrantes europeos que llegaron en el Reino Unido contribuyeron con más de 20.000 millones libras a las finanzas públicas del país.
Del mismo modo, todos los estudios domésticos y europeos sobre inmigración indican que los inmigrantes solicitan menos subsidios que los nacionales, son contribuyentes netos en términos de impuestos y reciben empleos que los nacionales ya no aceptan.
Según proyecciones de las Naciones Unidas, Europa tiene un déficit de 20 millones de personas si es que se pretende mantener un sistema de pensiones viable. Pero en este momento, esto simplemente no es "políticamente correcto".
 La pequeña minoría de inmigrantes implicados en delitos es lo que todo el mundo ve a través de una gran exposición en los medios informativos y los partidos que están apostando en su futuro, pidien el regreso a una Europa blanca y pura.
El Papa Francisco habla sobre la ética y la solidaridad con los inmigrantes, pero si  los partidos son capaces de ignorar la economía, ¡imagínense la ética!
El Instituto Nacional de Estadística español acaba de presentar sus últimos resultados, los que están en consonancia con estudios similares realizados en toda Europa. En 1976, nacieron en España 676.718 niños - 18,7 bebés por cada 1.000 madres. En 1995, se registraron 363.467 nacimientos,  9,2 bebés por cada 1.000 madres.
Por cada 100 españoles en edad laboral,  27,6 son mayores de 64, cifra que para el año 2050, estará más cerca de 73.  Un dato aún más extremo proviene de la División de Población de Naciones Unidas. Si las fronteras españolas se cerrasen y nadie pudiese entrar o salir, unido a la creciente reducción del número de mujeres en edad fértil, para el  año 2100 la población española se situaría ¡en alrededor de 800 mil personas!
Basta simplemente observar a los Estados Unidos para poder verificar la política opuesta. Cada año, los jóvenes aportan una expansión constante a la fuerza de trabajo y a la economía. Ni siquiera el más rabioso republicano habla de abolir la inmigración, sino apenas de mantenerla a un ritmo menor.

Mientras tanto, debido a su popularidad contracción, el presidente Barack Obama está emplazando la cuestión de la inmigración, pero en la dirección opuesta. Él quiere legalizar el mayor número de inmigrantes indocumentados tanto cuanto sea posible... y ya hay 52 millones de inmigrantes.
El auténtico problema es que Europa tiene una carencia dramática de estadistas reales, hombres o mujeres que estén dispuestos a contradecir las urnas por el bien de su país. El mejor ejemplo es la poderosa Angela Merkel, que nunca ha asumido ningún riesgo o alguna decisión difícil, excepto sobre la abolición de la energía nuclear, y esto sólo debido a la aversión generalizada después del tsunami japonés.

El comentario de Merkel acerca de la ley sobre la restricción de los inmigrantes europeos fue: "Europa no es una unión social". En otras palabras, el flujo de capital está protegido, el flujo de trabajadores no.
En todo esto, la Comisión Europea ha guardado silencio sobre la inmigración. Su presidente, Jean-Claude Juncker, impasible ante las revelaciones sobre cómo ayudó a cientos de empresas a evitar impuestos en Europa mediante acuerdos en Luxemburgo, ahora está presentando un plan de desarrollo al que la Comisión contribuiría sólo con 10 por ciento. El restante 90 por ciento sería financiado por el sector privado ... ¡que es su marco de referencia!

Europa está cometiendo un suicidio evidente. La gente lo va a descubrir cuando ya haya perdido su posición en la competencia mundial... sólo entonces, tal vez, será clara la diferencia entre un estadista y un político.

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