La decisión rusa de no comprarle a Europa podría beneficiar a Argentina
Brasil y Perú aumentaron sus ventas de carne y
pescado. El embajador argentino en Moscú ya se reunió con el director
del Senasa ruso después de que Putin suspendió las importaciones de los
países que le impusieron sanciones por el conflicto en Ucrania.
Rusia decidió prohibir por un año las importaciones de ternera, cerdo, verduras y hortalizas, frutas, carne de ave, pescado y lácteos provenientes de EE.UU., la Unión Europea, Australia, Canadá y Noruega, un lugar que ahora podrían ocupar varios países latinoamericanos.
El principal beneficiado sería Brasil, primer proveedor de carne bovina a Rusia. Junto con Ucrania (antes de la crisis), Alemania y Holanda, figuró en 2013 entre los principales abastecedores de alimentos de Rusia.
Según anticipó el titular de Agricultura brasileño, Neri Geller, el gobierno de Putin acaba de autorizar a 82 plantas brasileñas productoras de carnes de aves, cerdos y bovinos a exportar a Rusia.
Otro país beneficiado fue Perú, ya que Rusia decidió reanudar las importaciones de pescado de 18 fábricas de procesamiento de ese país. Y además, el Servicio ruso de Inspección Agrícola y Ganadera (SIAG) también le solicitó inspeccionar sus plantas de productos lácteos para ver si pueden acceder al mercado ruso.
El director del SIAG, Serguéi Dankvert, ya se reunió en Moscú con los embajadores de Argentina, Ecuador, Chile y Uruguay para sondear la posibilidad de aumentar y diversificar sus importaciones desde América Latina.
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