julio c. gambina | profesor de economía política en la facultad de derecho de la universidad nacional de rosario
Argentina: ¿Qué pasó en las PASO?
Una vez celebradas las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias, Argentina se prepara para los próximos comicios, en octubre, con la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2015. En este contexto, el profesor Gambina lamenta que ninguno de los principales contendientes discuta «el orden capitalista en curso» sino que se limiten a dirimir quién de ellos gestionará «el capitalismo local»
Terminó la gran encuesta nacional de las Primarias
Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO), que en rigor muy pocas fuerzas
políticas aprovecharon, ya que la interna peronista se dirimió en
términos generales y no mediante la posibilidad de las PASO, salvo en
algunos distritos. Ahora empieza la campaña electoral hacia el 27/10/13 y
con vista en el nuevo turno presidencial del 2015. Un serio problema en
el debate político es que ni en las PASO, ni hacia octubre se discute
lo estructural del orden capitalista en curso entre los principales
contendientes, y sí, solo quien gobierna el capitalismo local.
LAS VACAS DESCONCERTADAS,O YO COMO LA SOJA O ELLOS ME COMEN A MI |
Lo estructural no se discute. Ni el gobierno ni la
oposición que puede gobernar discuten la creciente sojización y sus
consecuencias en la producción agropecuaria; ni la mega-minería, o el
fracking, y los impactos ambientales y sociales contra las poblaciones
en que se producen o los territorios y sus recursos naturales, salvo
minorías o referentes al interior de esas fuerzas. No alcanza con los
mensajes críticos al interior de las fuerzas mayoritarias, cuando la
acumulación central la ejercen las propuestas hegemónicas. Tanto en el
kirchnerismo como en UNEN existen críticas al modelo productivo y de
desarrollo, y sin embargo tributan al modelo hegemónico que define la
acumulación en su interior. En el PRO o en el PJ disidente,
especialmente el Frente Renovador de Massa, no se cuestiona lo
estructural y central del modelo de acumulación capitalista en curso, es
más, se pide mayor libertad para actuar y atraer inversiones externas.
La crítica al interior de la hegemonía capitalista queda subsumido en el
proyecto de dominación capitalista, mal que les pese a quienes imaginan
proyectos en disputa en la llamada centro izquierda o en el
oficialismo. Loable es la actitud de aquellos convencidos críticos del
orden capitalista que tributan a los modelos hegemónicos, pero sus
esfuerzos los apropia el sistema y restan a la construcción de
alternativa.
La izquierda en su diversidad, con el 10% promedio,
que incluye distritos con disputa de un quinto del electorado hasta
participaciones marginales, discute lo estructural y contacta con la
conflictividad social cotidiana de un país con tradición en la protesta y
la organicidad popular. Ese es el eje del desafío actual para la
construcción política de alternativa anticapitalista, anticolonial,
antiimperialista, contra el patriarcado, por la diversidad de género y
el socialismo. Es el desafío en el marco de la crisis política en curso
en el país, como parte de un proceso integral de crisis política que
involucra a la alternativa desde hace más de dos décadas.
Pretendemos sustentar una tesis donde la mayoría de votos apuntala
una discusión por el gobierno del capitalismo y solo una minoría
fragmentada intenta construir consciente y deliberadamente alternativa
en contacto con la protesta. La crisis en la política se mira desde el
sistema para recrear expectativa «desde la gente», abundante
argumentación en el lenguaje de Massa, Carrió o Macri; o con la
argumentación oficial del modelo inclusivo resultante de una masiva
«política social» de carácter compensatorio. La izquierda necesita
alentar la movilización y organización para enfrentar la crisis de
alternativa y acumular poder popular. La conflictividad está asociada a
dinámicas de la coyuntura entre las que destacan la carestía de la vida y
las dificultades para reproducir la vida cotidiana de los de abajo,
pero también crece entre los pueblos fumigados, los que resisten el
fracking o la mega-minería, entre otros asuntos centrales. El problema
es la dificultad para construir alternativa política, contenedora de la
energía emancipadora de las luchas.El movimiento popular en lucha necesita articular una propuesta política, que se ensaya en diversos ámbitos y no siempre con los mismos ritmos, especialmente en el ámbito institucional electoral. Entre los trabajadores se construye la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y se ensayan dinámicas de protesta y alianzas para visibilizar las demandas de los trabajadores. Algo similar ocurre en la experiencia de organizaciones de base de contenido clasista protagonizada por una militancia juvenil. No siempre se camina conjuntamente y es un problema a resolver. Algo similar ocurre en la militancia estudiantil y juvenil, donde no siempre se coincide en la apuesta institucional, incluso si se debe participar o no en las elecciones. La izquierda política de antigua tradición transita experiencias unitarias y/o de aislamiento, con nuevas camadas organizadas que intentan sus primeras experiencias.
Toda la riqueza del movimiento popular y sus
experiencias partidarias o frentistas necesitan pensar potenciales
articulaciones en la construcción de alternativa política. Varios
destacamentos sociales y políticos protagonizaron en estas PASO la
primera experiencia de participación electoral para disputar
institucionalidad. Algunos pretendieron hacerlo y no llegaron a tiempo, o
sus discusiones no lo permitieron. Otros reiteraron sus participaciones
con la sensación de superar techos históricos, y otros no pasaron la
prueba del reconocimiento legal del 1,5%. El problema de la unidad nos
atraviesa a todos, sin excluir a nadie. Los mejores balances electorales
en la izquierda necesitan de mayores articulaciones. En las antípodas
deben analizarse causas y problemas que no permiten el logro de los
objetivos e intentar caminos de acercamiento, sin resignar principios y
privilegiando la necesaria construcción política para la emancipación.
No es menor que personajes como Cavallo no logren reinsertarse, pero
la «renovación» que supone una camada desprendida del oficialismo, sea
Massa, Cobos o Losteau, deben hacernos pensar que el sistema recrea los
mecanismos de la dominación desde la esfera institucional. En ese marco,
la crítica para transformar requiere de la innovación para abordar los
viejos y nuevos problemas del capitalismo realmente existente en nuestro
país, la región y el mundo.© Alai Amlatina
Y el pais sin verdadero proyecto...
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