Un seleccionado de ilustradores argentinos dibujará "en vivo"
La noche de los dibujantes, el viernes.
Altuna, Liniers, Isol, Sendra y Maitena, entre otros, participarán del encuentro. Habrá homenajes a Quino y Garaycochea.
Si, como dice Horario Altuna, decir "dibujante argentino" califica en todo el mundo (“es como decir técnico alemán o relojero suizo", grafica), el encuentro de ilustradores que se realizará este viernes en Buenos Aires -La Noche de los Dibujantes- podría definirse como una cumbre internacional de especialistas. La particularidad, de todos modos, será su espíritu lúdico, o incluso festivo, alejado de toda solemnidad; según definen sus impulsores, Hernán Casciari y el mismo Altuna. ¿Qué harán, juntos, los dibujantes? Dibujar, dibujar para el público, para cada uno.
La iniciativa se concreta con la finalidad de recaudar fondos para que A.D.A (la Asociación que agrupa a los dibujantes de Argentina) pueda tener una sede física, en el corto o mediano plazo.
Altuna, de 74 años y autor de tiras que ya son clásicos, como El loco Chávez –que se publicó en Clarín entre 1975 y 1987- vive en Sitges, cerca de Barcelona, y llegó al país ilusionado con este evento que se realizará en Santos 4040 (Santos Dumont 4040, Chacarita), y del que participará un verdadero seleccionado de ilustradores y artistas gráficos: Isol, Liniers, Sendra, Tute, Rep, Maitena, Daniel Paz, Diego Parés, Erlich, Gustavo Sala, Langer, Lito Fernandez, Lucas Nine, Lunik, Maicas, Mandrafina, Max Aguirre, El Niño Rodriguez, Risso y Sáenz Valiente, e Ignacio Noé son sólo algunos de los que ya confirmaron su presencia. En total, más de 60 dibujantes se acercarán al teatro, ubicado a metros de la Avenida Corrientes.
Quino y Garaycochea se sumarán también esa noche, para ser homenajeados por sus colegas y recibir las muestras de afecto del público.
Este viernes, en Chacarita, los ilustradores dibujarán y su trabajo se proyectará en grandes pantallas, mientras algunas bandas tocarán en vivo. Eso sí: no van a dibujar en cualquier lado, sino únicamente en unas hojas A4 de alto gramaje y con membrete que se reservan por Internet (cuestan 200 pesos cada una), y que luego sus dueños llevarán a casa. La entrada costará 100 pesos.
"Será una noche en que los colegas podremos reencontranos, lo que de por sí es un motivo de alegría porque no es algo que hagamos con frecuencia", describió Altuna a Clarín.
Fernando Sendra -autor de Yo, Matías- destacó en este sentido que una sede sería muy útil para nuclear a los ilustradores, que hoy realizan tareas de lo más diversas, en diarios, revistas y editoriales, o llevan a delante sus propios emprendimientos. "Hasta hace unos años, las redacciones servían como punto de encuentro de los dibujantes e historietistas; pero en la actualidad, con el trabajo que cada uno realiza en su casa o estudio y el envío por mail, ya no nos vemos las caras", dijo.
“Nunca había participado de un evento de este tipo pero me parece que reúne varios elementos muy atractivos", dice Isol, autora de libros para chicos reconocida en el mundo. "Porque es un encuentro con el público, en un marco en el que se valora nuestro trabajo, y además tiene algo performático, un componente lúdico, que no presenta el arte desde la solemnidad sino desde las posibilidades que da la cercanía. El público puede aportar ideas y nosotros, a su vez, ir creando en el momento. Es como tocar en vivo”.
Está previsto que cada dibujante ilustre la cantidad de originales que desee -se les sugirió un mínimo de 25-, y que a su vez cuente con un talonario numerado para que nadie tenga que hacer fila. Además, les está permitido a los ilustradores poner sus libros a la venta, por lo que el público también podrá adquirir ejemplares, en una suerte de feria improvisada.
"La idea, ante todo, es pasarla bien", concluye Altuna.
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