¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

domingo, febrero 01, 2015

UN CUENTO ESCRITO POR MI EN ARGEL EN 1992


El anillo.
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"Entonces, miro mi anillo y veo que la trompa del elefante apunta hacia mí.Ahí me doy cuenta de que ésta es la forma correcta de usarlo".
Así terminaba la carta que había encontrado en el respaldo del avión,mezclada con un diario argentino con fecha de 20 años atrás.Exactamente, el Clarín del 24 de marzo que daba la noticia del golpe militar. Parece que en Air Algerie no limpian los aviones desde años, pensó.
Dentro, la hoja última de una carta. En las dos horas que duró el vuelo Madrid-Argel, la releyó veinte veces sin poder darse cuenta de si era de mujer a hombre o viceversa. Era cariñosa, pero nada más. Sin ardor ni fogosidad. Era el final, sin un adiós. Se la puso en el bolsillo, quizas porque no tenía nada que hacer importante en las próximas horas.Tan listo era que ni sabía que el jueves es como el sabado en los países árabes y el viernes, un domingo. Dos días gastando sin laburar.
Siempre iba al Hotel El Aurassi, en la parte alta de Argel. Aunque siempre le robaban algo, camisas, corbatas, un par de jeans, la última vez. La misma rutina, la propina al pibe de pelito enrulado y medio morocho.
Ve la cama medio deshecha, sale al balcon y la puesta de sol en el Méditerraneo lo deja pensativo. Saca la carta del bolsillo, la vuelve a leer y advierte que el papel esta medio amarillo y en la esquina superior un numero 2 le da una pista. Había más.
Entra, tira de la colcha y lo de siempre. Las sábanas del huesped anterior estiradas, llenas de pendejos y un manchón endurecido que seguro es un huascaso.
Agarra una camperita por si refresca y baja para quejarse al conserje. Siempre lo mismo y sale a caminar, sin olvidar las recomendaciones del portero que le advierte que a las noches y en Ramadan, como hoy, las cosas en Argel son complicadas.
Le es igual. Va bajando y pensando en el anillo de trompa de león, no qué digo, boludo, de trompa de elefante. Se ríe solo con el cuentito del tipo que tenia la pija chica y se hizo un trasplante de trompa de cría . Al mes va a la consulta del plástico y cuando le pregunta cómo le va le dice: -Ah, bárbaro, cada vez que voy a tomar un copetín, la trompa me mete un maní en el culo.
Choca con un barbudo en Djelabah y cuando levanta la vista se ve metido en la Casbah. Sigue, total, qué más da. Sube caracoleando entre calles roñosas. Qué gremu. Se mezclan los olores de mil cocinas, se puso el sol y hay que morfar como locos en Ramadan.
Un pibe le tira de la campera y le dice:
-¿Souvenir m'sie? No hay forma de resistirse y ya está en un bolichito muy estrecho. Un señor amable lo saluda. El también dice buenas noches.
-Españolo, m'sie.
-No, argentino.
-Ah, Maradona, grandioso, le mejor que tut.
Se ríe y se sorprende al ver tras el zaguán chiquito un gran salón lleno de ropa y mil alfombras. Lleno de baratijas y bijuterie. Se acuerda del enigmático anillo de trompa de leon, coño, dale con el león, de elefante. No le cuesta nada preguntarle, porque Argelia, carta, el avión, tendran relación con ese anillo y, a lo mejor, se venden aquí. Sí, son lindos, le puede llevar uno a su jermu.
-Ud. nunca vio leones con trompa, perdón, un anillo con trompa de elefante.
El moro sonríe.
-Sí, el último se lo llevó una mujer hace 20 años.Vino a comprar; antes había mucho turismo. Se lo vio a mi mujer puesto y le gustó. Insistió tanto que le dije "200 dolares". Allí mismo los pagó. Con ese dinero pagué el médico para el nacimiento de mi hijo.
-Esta alfombra, barata. Mágica, vuela. Cien dólares de América.Cambia de tema.
-No tengo, sólo 50 para comer esta noche y mañana no hay bancos.
-Ud. come en casa; hoy Ramadan con toda familia y lleva alfombra mágica.
Esboza una sonrisa y el tipo la verdad que es simpatico. Tras una cortina, ve un cuerpo deslizarse frágil y suave.
Pasan a la casa y unas bandejas en el suelo con taburetes y almohadones. Llenas de saladitos. Le presenta a su mujer, lo acomoda en un rincón y le dice guiñando un ojo:
-No soy creyente, me llamo Albert, qué tal un vinito... y vuelve con un tinto. Cuvee du Presidente, de cote du Mascara, ya no quedan, 10 años, no tengo con quién tomar.
Entran dos jovencitas y un muchacho, saludan y vuelven a salir para entrar con una gran tinaja; la traen envuelta en unos paños y la ponen en medio de una gran fuente de barro.
Aparece la mujer, saluda y saca un martillo, dando un golpe seco a la tinaja que se parte al medio. Se desparraman los langostinos, tomates, cebollas, pimientos y un profundo olor a especies lo invade todo.
-Langostinos a la gargoulette, especiales para el Mascara.
Le quita la cabeza a un langostino, le chupa el juguito y así, sin quererlo pasan las horas comiendo, charlando, caen las botellas y la mujer contando que ese anillo da suerte, ella pudo tener a su hijo en el Hospital Central, el muchacho sonríe.
El le pregunta:
-¿Y para qué lado tiene que apuntar la trompa del leon, perdon, del elefante para que de suerte?
-Para afuera, m'sie. No para uno mismo. Nos trajo dinero.
Piensa en la persona de la carta que lo llevaba equivocada apuntando hacia uno. ¿La habrá reventado la mishiadura, las desgracias? Nunca más, chau, kaput. Fulmine.




 

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