¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

domingo, septiembre 28, 2014

ESPECIAL BRASIL



BRASIL

Así lo ve un periodista de EEUU
Por qué los más pobres apoyan a Rousseff en reelección


Por STAN LEHMAN (de la Agencia Associated Press)
24 de septiembre 2014


Vista general de la favela de Paisopolis con el barrio de Morumbi al fondo, en Sao Paulo, Brasil.

La vida sigue siendo dura para los millones de brasileños que siguen en la pobreza. Pero nunca antes habían estado tan bien. Y esa es la clave de la posible reelección de la presidente Dilma Rousseff para otro período de gobierno.

Aunque Rousseff y su principal rival, Marina Silva, se encuentran empatadas entre los votantes de clase media, que es el grupo que más vota en el país, la mandataria goza de una amplia ventaja entre los más pobres de Brasil por sus generosos programas sociales que han ayudado a erradicar el hambre y la pobreza extrema, bajo el mandato del Partido de los Trabajadores que ella lidera.

Entre 2001 y 2012, Brasil redujo la pobreza extrema del 14% de la población al 3,5%, según el informe anual del Estado de la Inseguridad Alimentaria de Naciones Unidas, publicado la semana pasada. La cantidad de personas con desnutrición se redujo del 19% a menos del 5%, lo que sacó a Brasil del mapamundi del hambre global de la ONU.

Una mujer lava ropa en su casa de una favela de Brasilandia en Sao Paulo, Brasil, el 23 de septiembre de 2014. Aunque la presidenta, Dilma Roussef, y su rival más destacada, Marina Silva, están prácticamente empatadas entre la clase media, el mayor grupo de votantes, la presidenta tiene mucho apoyo entre los más pobres de Brasil debido a los generosos programas sociales que han ayudado a reducir el hambre y la pobreza extrema bajo los gobiernos de su Partido de los Trabajadores.       
Una mujer lava ropa en su casa de una favela de Brasilandia en Sao Paulo, Brasil.

La última encuesta de la respetada firma Ibope, publicada la semana pasada, dice que el 46% de quienes tienen los ingresos más precarios, y que constituyen un cuarto del electorado, votaría por Rousseff en la primera vuelta en las elecciones presidenciales del 5 de octubre, en comparación con el 24% de quienes votarían por Silva.

A Rousseff le va mejor en este sector de la población en comparación con el resto del electorado. El sondeo de Ibope muestra que Rousseff supera a Silva con un 6% de los votos para la primera vuelta. Si ninguno de los candidatos obtiene el 50% del total de los sufragios, una segunda vuelta se tendrá que celebrar el próximo 26 de octubre y que Silva ganaría por un estrecho margen, según la misma encuesta.

Ibope encuestó a 3.010 personas en todo Brasil del 13 al 15 de septiembre con un margen de error de más o menos dos puntos porcentuales.

Andrea Santos, que vive en la favela Heliópolis de Sao Paulo, uno de las más grandes de Brasil, dice la mayoría de sus vecinos no dudan a quién entregar su voto.

"La mejoras que Dilma y el Partido de los Trabajadores hicieron en materia de salud y educación para los pobres garantizará que el 90 por ciento" de quienes votan en Heliópolis lo harán por ella, dijo Santos, que vive en un viejo edificio de concreto, tres pisos, y construido en un estrecho callejón.

Santos, sus cinco hijos y un nieto comparten dos estrechas habitaciones en el edificio que carece de ascensor y que arrienda por 400 dólares al mes; lo que corresponde a la totalidad del salario que recibe por coordinar actividades educativas para jóvenes en un centro comunitario local.

"Si no fuera por el dinero que mis hijos ganan haciendo trabajos ocasionales aquí y allá o haciendo mandados, no sería capaz de pagar el alquiler", dijo Santos, de pie, delante de su televisor de pantalla plana junto con Nelinha, su perro pinscher de siete años.

Durante cuatro años su familia se benefició de uno de los programas más populares impulsado por el Partido de Trabajadores, llamado "Bolsa Familia", que entregó 10.700 millones de dólares a unas 14 millones de familias en 2013.

El programa da a las madres un estipendio mensual variable siempre y cuando puedan demostrar que están sus hijos van a la escuela y que mensualmente los llevan a las clínicas estatales para chequeos rutinarios y para que les pongan vacunas. Santos recibió unos cien dólares en efectivo cada mes por mantener a sus hijos en la escuela hasta que su último hijo terminó clases en diciembre.

"La vida de los pobres ha mejorado durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores y votarán por Dilma porque sienten que sus vidas continuarán mejorando, y tienen miedo que puedan perder los beneficios que han obtenido", dijo Pedro Fassoni Arruda, profesor de ciencia política de la Universidad Católica de Sao Paulo. "No hay duda de que en todo el país Dilma y el Partido de los Trabajadores tienen el apoyo de los sectores más pobres de la sociedad".

El equipo de Silva acusó a la campaña de Dilma de difundir rumores de que la opositora, que tiene una agenda económica más ortodoxa, terminaría el programa Bolsa Familia si resulta electa.

El equipo de Dilma rechaza la acusación.

La semana pasada, Silva lanzó un anuncio publicitario, de corte emocional, que la mostraba ante una manifestación al noreste de Brasil, diciendo que nunca terminaría ese programa porque ella misma tuvo que pasar hambre como la hija que era de un empobrecido cauchero que trabajaba en lo profundo de la selva amazónica.

En privado, los asesores de Silva reconocen su frustración porque su campaña no ha atraído a los pobres. Argumentan que no tienen tiempo o dinero para hacerle entender a la gente que Silva tiene raíces humildes mientras que Rousseff es hija de la clase media.

Sin embargo, entre los votantes pobres es suficiente para sufragar por Rousseff que el mentor político de la mandataria, el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, pasara de limpiabotas a jefe de estado del país, así como la marca "Partido de los Trabajadores".

Manoel Otaviano da Silva, líder comunitario de Heliópolis, lo expresó sin rodeos.

"Lula es visto aquí como un Dios que puede hacer nada malo", dijo. "Si él respalda a Dilma, entonces ella no podrá hacer nada malo. La mayoría de los residentes aquí la ven como una continuación de Lula y de los programas que su gobierno introdujo".

En las laberínticas calles de Heliópolis es prácticamente imposible encontrar un sólo cartel o pancarta de la campaña de Silva. En contraste, los anuncios de la campaña de Rousseff están por doquier.

"¿Por qué debo votar por Marina Silva cuando ya sé lo que Dilma y el Partido de los Trabajadores han hecho y seguirán haciendo?", dijo María Damaceno de Santana, cocinera de 43 años que vive en la favela. "Dilma tiene que ser reelegida para que pueda seguir ayudando a los pobres. Sabemos quién es Dilma. No sabemos quién es Marina Silva".

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BRASIL

Entrevista con Marco Antonio Carvalho Teixeira.

"Con Dilma reelegida o sin Dilma, Lula volverá en 2018"

Por Eduardo Sotos

 Faltan exactamente dos semanas para que los más de 200 millones de brasileños acudan a las urnas y el interrogante sobre quién será el próximo presidente, o mejor dicho presidenta, del mayor país de Sudamérica continua sin respuesta. El 5 de octubre será una fecha clave. No solamente está en juego el futuro del gigante amazónico, sino que el resultado de las presidenciales marcará en gran parte el rumbo de Latinoamérica en los próximos años. Desde Mercosur hasta los BRICS, la herencia geopolítica del expresidente Lula y del Partido de los Trabajadores (PT) podría desvanecerse si los brasileños optan, el próximo 5 de octubre, por un cambio de gobierno.


Marco Antonio Carvalho Teixeira, doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Pontificia de Sao Paulo (PUC-SP) y profesor en el Centro de Estudios en Administración Pública y Gobierno de la Fundación Getulio Vargas (CEAPG-FGV), analizó en una entrevista a Nóvosti la situación de los candidatos en la recta final de la campaña electoral.

• Hace apenas unas semanas, parecía que la candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), Marina Silva, barrería a Dilma Rousseff (PT). Sin embargo, en pocos días las encuestas han pasado de dar ventaja a Silva a hablar de un empate técnico e, incluso, situar a Dilma como líder. ¿Cómo puede explicarse este repentino bajón de la principal aspirante?
Marina Silva obtuvo una gran ventaja emocional en el electorado brasileño a raíz de la tragedia, el pasado 13 de agosto, con el accidente mortal del hasta entonces candidato del PSB, Eduardo Campos. Ese potentísimo crecimiento tras asumir la candidatura dejó la sensación de que no solo iba a ser una gran competidora para Dilma Rousseff, sino la gran favorita para vencer las elecciones. Silva, obtuvo las simpatías de gente que votaría simplemente por oposición al Partido de los Trabajadores (PT) y de la gente a la que le gusta el PT pero no Dilma. Todos ellos vieron en Marina una gran oportunidad y expresaron su apoyo sin conocerla. Lo que ocurrió es que ese pico de popularidad comenzó a decaer cuando la verdadera campaña se puso en marcha y Silva comenzó a aparecer en la televisión, en los debates y en mítines, desencantando a parte de ese electorado.



• ¿Se trata de un problema de liderazgo de Marina Silva, un fallo en el programa electoral del PSB, los ataques de Rousseff o un poco de todo?
En comparación con Dilma Rousseff, Silva peca de un alto grado de improvisación en sus posturas, algo que desagrada puesto que un programa electoral tiene que estar bien preparado, ser explicado al votante. La vuelta atrás en algunas posiciones debido a su gran pragmatismo electoral, como sus matices en la defensa de los derechos de los homosexuales o en la educación, por ejemplo, le están pasando factura. Creo que su pérdida en las encuestas tiene más que ver con las fragilidades e incoherencias mostradas en campaña que con el bombardeo de críticas que Dilma ha vertido sobre ella.

• ¿Podría pensarse que su condición de cristiana evangélica le estuviese planteando problemas con un programa electoral que fue ideado por y para Eduardo Campos?
Silva se echó atrás con algunas cuestiones del programa del PSB debido a que, probablemente, ni siquiera había leído el programa en profundidad. Al conocer en detalle algunos puntos que confrontarían su propia ideología decidió echar marcha atrás a pesar de saber que perdería aliados políticos. Todo ello supuso una gran confusión en el partido. Si no consigue separar las decisiones políticas de sus creencias propias no va a poder ejercer un liderazgo creíble. Esto ha hecho a muchos echarse atrás. No puede decirse que la cuestión religiosa o que sea evangélica la perjudique. Pero el hecho de no poder separar ambas cuestiones da una muy mala sensación para alguien que tendrá que formar gobierno y lidiar con alianzas políticas en el futuro.

• ¿Puede ser que el perfil de Marina Silva no esté todavía claro en la mentalidad de los brasileños?
Marina es una político que surge de la esfera de los movimientos sociales y sindicales de la nueva izquierda brasileña. Estuvo presente en la misma fundación del Partido de los Trabajadores y tuvo gran peso en la región de Acre, surgiendo como una nueva figura de liderazgo con una marcada tendencia ecologista. Esto le produjo incluso problemas durante su periodo como ministra de Medio Ambiente en el gobierno de Lula, donde se enfrentó a algunas políticas de desarrollo (hidroeléctricas, nucleares), provocando su posterior salida en 2008. Sin embargo, fue lo que otorgó mayor visibilidad a nivel nacional. Finalmente, entró en el PSB por no encontrar espacio político para su propio proyecto, la Rede de Sustentabilidade. Sin embargo, no va a renunciar a esto si alcanza el poder e intentará atraer en torno a su figura y la causa ecologista a diversas tendencias de izquierdas y conservadoras.

• Hablemos de Dilma quien parece recuperar el liderazgo en las encuestas con un 37% frente al 30% de Silva. ¿Cuál es el principal escollo que tendrá que superar para conseguir la reelección?
El principal inconveniente de Rousseff para su reelección es el fracaso de su política económica en los últimos meses. Si atendemos a las cifras de aprobación de los meses de enero o febrero, tenía una aprobación muy elevada, en torno al 47-48%. Desde entonces, el ambiente económico del país se deterioró mucho por lo que la confianza de los agentes económicos ha desaparecido. Tanto es así que ni siquiera la oposición critica en cuestiones como la educación o la salud, sino que centran sus críticas en el caos económico que el país está viviendo. Por ello, todos los esfuerzos de Dilma se están centrando en lograr revertir algunos de los indicadores económicos con medidas concretas, eso ha facilitado que los índices de rechazo hacia ella hayan disminuido.

• Curiosamente, la popularidad de la presidenta ha mejorado a pesar de los recientes escándalos de corrupción como el de Petrobras. Algo que Silva no ha dudado en utilizar. ¿Es Dilma inmune a los rumores de corrupción?
Desde la última encuesta de Datafolha, Marina ha doblado el índice de rechazo del 11% al 22% en la campaña mientras que Dilma, con toda la responsabilidad de estar en el gobierno, se mantiene estable en el 33%. Esto significa que el impacto de la corrupción en la candidatura de Rousseff es residual, es más Dilma ya superó la crisis del Mensalao y salió reforzada. El caso de Petrobras ha sido más una denuncia que un hecho concreto. De hecho, el silencio de Paulo Roberto Costa en la comisión de Investigación del Congreso refuerza esa sensación de rumor frente a hechos contrastados. Además, el caso Petrobras no la relaciona directamente.

• Según todas las encuestas el segundo turno es inevitable y podría estar marcado por un empate técnico entre Dilma y Marina. ¿Quién tiene más posibilidades de salir vencedor en un segundo turno?
En una situación de empate quien ya está en el gobierno siempre tiene más recursos para llegar a la gente. Dilma tendrá mas apoyos, más recursos del partido para su campaña, mientras que Silva intentará mantener y aprovechar la percepción positiva de los votantes desencantados que consiguió al asumir el liderazgo del PSB. Cada una tiene sus recursos, Dilma la estructura y Silva la ilusión.

• Aunque nadie duda de que el expresidente Lula apoye la reelección de Dilma Rousseff, son muchos los que suspiran por su vuelta y las malas lenguas ya hablan de 2018. ¿Cómo afecta el liderazgo de Lula a las aspiraciones de Dilma?
Lula volverá en 2018 pase lo que pase, con Dilma reelegida o sin Dilma. El gran líder del PT siempre fue Lula y nunca dejó de serlo. Tanto es así que el principal gancho electoral de estas elecciones es él, al igual que lo fue en 2010. Lula está extremadamente comprometido con la campaña del PT, especialmente en la recuperación de aliados perdidos y con reaglutinar el partido sobre todo en caso de tener que plantearse la oposición. Tengo la impresión de que la victoria de Dilma, o mejor dicho del PT, en estas elecciones es una cuestión de honra para él.

fuente Ría Novosti
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BRASIL

En peligro el desarrollo social brasileño

Hedelberto López Blanch



Las próximas elecciones presidenciales en Brasil fijadas para octubre próximo, pudieran dar al traste con los grandes avances sociales y económicos que desde hace 11 años han llevado adelante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), encabezados por Luiz Inacio Lula da Silva, y seguido por el de Dilma Rousseff, los cuales han beneficiado a millones de ciudadanos de ese país.

Muchos intereses estan en juego para tratar de contrarrestar los cambios ocurridos en el gigante sudamericanos, pero dos son los más peligrosos: primero la animadversión de Estados Unidos hacia Brasil por su política de integración latinoamericana, el fortalecimiento del BRICS y su acercamiento a China, Cuba y Rusia.

En segundo lugar, el malestar de los poderosos grupos económicos y políticos de la derecha tradicional brasileña que no aceptan los cambios ocurridos para bien de la mayoritaria población.

Si hace pocos meses las encuestas daban como favorita para reelegirse a Rousseff, la situación cambió tras la muerte el 13 de agosto pasado, en un accidente aéreo, del candidato del Partido Socialista (PSB) Eduardo Campos, y la rápida entrada hacia la carrera presidencial de su vice, Marina Silva, lo cual ha estrechado las intenciones de votos entre estas dos principales contrincantes.

De la casi decena de aspirantes para la primera vuelta, Dilma aparece con una intención de votos del 39 %, seguida de Silva con 31 % y del derechista del Partido Socialdemócrata (PSDB) Aécio Neves con 15 %. Los demás no cuentan prácticamente en la lid.

Silva, ex ministra de Medio Ambiente en el gobierno de Lula, renunció al PT, y aparece como la preferida del sector financiero, la clase media y de los habitantes de las grandes ciudades como Sao Paulo o Río de Janeiro.

Como se recordará, Dilma canceló hace unos meses una visita de Estado a Washington, debido al espionaje electrónico que realizó la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos contra la presidenta y varios funcionarios brasileños. Eso tensó las relaciones con la administración de Barack Obama, que esta buscando una nueva cara que dirija los destinos del gigante sudamericano.

Tampoco a Washington le agrada la estrecha relación que Brasilia ha desarrollado con Cuba, Rusia y China y el impulso que ha dado a la Unión de Naciones del Sur (Unasur) y al Grupo BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), este año el BRICS tendrá, en su conjunto, un mejor desempeño económico que Estados Unidos y Europa.

Pero analicemos más detalladamente los avances de Brasilia tras de la llegada de los gobiernos del PT en 2013.

En los últimos 11 años el crecimiento ha sido constante y si en 2007 ocupaba el décimo lugar por su Producto Interno Bruto (PIB), en 2008 superó a Canadá, en 2009 a España; en 2010 a Italia y a finales de 2013 estaba a solo pocos puntos de Gran Bretaña que ocupa la sexta posición.

La inmensa asimetría que existía entre ricos y pobres se ha reducido con la puesta en marcha numerosos programas sociales y más de 34 millones de personas salieron de la escala de pobreza en la que se mantuvieron durante décadas.

Los índices de pobreza se redujeron desde el 42 % en 2002 a 20 % en 2013; la tasa de desempleo se fijó en mayo de 2014 en 4,9 %, la más baja en toda la historia.

No obstante, de los 202 millones de habitantes, y pese a los esfuerzos realizados por las administraciones Lula-Rousseff, aun existen 22 millones de personas bajo la línea de pobreza, mientras unos 50 millones en total necesitan ayuda del Estado para recibir asistencia médica ya que no pueden pagar la atención privada.

En este contexto social han llegado al país numerosos galenos, entre ellos 6 000 profesionales cubanos que fueron ubicados en cerca de 800 municipios y regiones apartadas, los que brindan asistencia especializada gratuita a personas pobres y de clase media.

Desde la llegada de Lula al poder se iniciaron varios proyectos sociales como Hambre Cero, Brasil sin Miseria, Universidad para Todos, Mi casa, Mi vida, Bolsa Familia (brindan asistencia a núcleos pobres) y Primer Empleo que facilita a los jóvenes el acceso al mercado laboral, además de los subsidios distribuidos y el aumento del 53 % del salario mínimo.

Como complemento directo se suma la financiación de la escolaridad infantil y la elevación del número de puestos de trabajo, además de construirse o estar en ejecución, dos millones de viviendas para personas de bajos recursos.

Esos programas han permitido que las capas más afectadas de la sociedad hayan aumentado sus ingresos y tengan más poder adquisitivo lo que impulsa, a la vez, el desarrollo de la economía.

En este sentido, aunque los detractores del sistema afirman que ha disminuido el comercio exterior lo cual afecta el aumento del PIB, el ministro de Hacienda Guido Mantega explicó que Brasil no es un país dependiente de sus exportaciones como tantos otros. Agregó que posee un mercado interno grande y en crecimiento constante por lo que el producto interno depende solo del 15 % de las exportaciones y del 85 % del mercado nacional.

A eso se debió que las crisis internacionales como la del 2008 tuvieran poca repercusión sobre el mercado brasileño.

En definitiva, en las elecciones del próximo octubre se enfrentarán dos vertientes de sistemas diferentes, uno representado por Silva (en una posible segunda vuelta contará con el apoyo de Neves) que promueve políticas de corte neoliberal y responde a intereses del sector privado, y el otro del PT que apoya el desarrollo económico y social sostenido para sus habitantes, además de apostar por un mundo multilateral y la efectiva integración regional.

Esperemos pues los electores tendrán en sus respectivas boletas la decisión final.

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