¿HÉROE O VILLANO?

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martes, septiembre 16, 2014

807.149 extranjeros se han afincado en Buenos Aires en 10 años

Argentina abre las puertas a los inmigrantes


A los argentinos se les había dado el mote popular de "cara pálidas de Suramérica" por sus rasgos mayoritarios de origen europeo pero, cada vez más, salta a la vista que el cobrizo típico del subcontinente va diluyendo ese sello étnico.
Un 'boom' de inmigrantes se produjo en la última década de gobiernos Kirchner, que implementaron una política migratoria de puertas abiertas. 807.149 extranjeros, sobre todo latinoamericanos, se han afincado en la ciudad de Buenos Aires.
Durante 2004, según datos oficiales difundidos este martes por el diario 'La Nación', 17.787 inmigrantes obtuvieron la residencia permanente y el año pasado lo hicieron 138.219. Es decir, hubo un crecimiento del 800%.
Según estas cifras, los nuevos inmigrantes del kirchnerismo representan el 1,9% de la población total de 41,4 millones de habitantes.

Los paraguayos, a la cabeza

Y divididos por nacionalidades los paraguayos marchan a la cabeza (38,7% del total), seguidos por bolivianos (28,6%) y peruanos (15,2%). Luego continúan brasileños, chinos, colombianos, chilenos, uruguayos, dominicanos y estadounidenses.
Entre tanto, miles de argentinos -profesionales y trabajadores calificados- emigran a algunos países de Norteamérica, Europa, y Asia en busca de más oportunidades laborales y mejores condiciones de vida.
La residencia permanente que los gobiernos Kirchner han otorgado a los nuevos inmigrantes de Argentina a la vez les garantiza acceso a permisos de trabajo, sanidad y educación gratuitas, y planes sociales, tales como subsidios por hijo y estudios.
En cambio nadie asegura acceso a la vivienda. Y por eso, según los expertos, Buenos Aires se 'chaboliza'. La población en las 'villas miseria' de la capital argentina ha crecido 156%. En 2001 había 107.000 'villeros' y ahora son 275.000.
Además, dentro del gobierno de la presidenta Cristina Fernández, según La Nación, se ha desatado "una guerra" en torno a la política hacia los extranjeros, entre la Dirección Nacional de Migraciones y el secretario de Seguridad, Sergio Berni.
Como algunos de los nuevos inmigrantes se dedican al tráfico de drogas y los robos, Berni ha pedido a la justicia "herramientas ágiles" para deportar a "los extranjeros que delinquen" para que "vuelvan a su lugar de origen y no entren (al país) nunca más".
Pero "el ala progresista de la Casa Rosada", según el matutino, "desautorizó" a Berni "en sus planes de instrumentar rigurosidad con los extranjeros" e impulsa más "medidas tendientes a flexibilizar" la situación de los extranjeros en el país.

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