"Vivir es vivencia."
Ellas lo son todo en algún sentido. Experiencias a repetición con matices, variantes. Ya que componen la vida. Disponer de los cinco sentidos es ampliar el espectro al máximo, mas no por eso una disminución la distorsiona. Son pieza fundamental en la formación del yo. Cada vivencia enriquece nuestra personalidad, nutre la memoria con sus buenos o malos contenidos. Son nuestra alimentación. Por supuesto si cuento o me cuentan algo estamos intercambiando vivencias, aún de aquellas alteradas voluntaria o involuntariamente al evocarlas. En este UFA me nace la tentación de contar algunas seguro intrascendentes. Voy a desechar algunas. Hasta en una mezcla de nostalgia la introduce y me hace evocarla..Tiene relación con la ilustración.
Tarde soleada de otoño. Ha llegado la hora convenida..Ya finalizadas las tareas escolares es cuestión de asomarse al patio para detectar el llamado de los chicos vecinos. Lo hacen picando la pelota marca Pulpo. Sus rebotes son como el llamado de la selva. Nos juntamos los cuatro. Dos contra dos. Siempre los mismos equipos, las mismas reglas, idéntica diversión. Mayoritariamente los mismos resultados, ganábamos mi compañero y yo. Futbol de patio, futbol casero, casi todos los días su repetición. La Pulpo que en rechazo inoportuno se iba a la casa del vecino. El destinado a treparse y rescatarla del techo de zinc, entre las protestas y gritos del dueño de casa..
Vivencia de nuestra memoria infantil. De esos 4 quedamos 3, partícipes de la ceremonia infantil. Esa vivencia es recurrente. Carece de importancia formativa para formar un yo de grandes cosas.. Son las pequeñas como esta y tantas otras las que han modelado nuestras vidas. Deliciosas evocaciones, melancólicas por su lejanía. ¡Infancia como te has escurrido!,
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