¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

martes, abril 05, 2011

HARA KIRI


De mi infancia argentina en Buenos Aires,recuerdo que todos los dueños de tintorerías eran japoneses.
Hoy le dicen los pibes, "ponjas".
Asiáticos serviciales,educados,todo el mundo en mi barrio los quería.
Mi viejo,andaluz,decía que no se conocía a un japonés preso por delitos,ni mayores,ni menores.
Como abogado,contaba que un día un ponja mató a su mujer,y la embajada de su país pidió juzgarlo en las lejanas islas.
Se lo llevaron y a la semana,se hizo el hara-kiri.
El "honor".
O eso por lo menos nos explicaron desde pequeños,porque en la cultura occidental eso de tener "honor"no se lleva.
¿matarse por negocios?
No quedaría un empresario vivo.
Pero la gente olvida que no eran solo los orientales los que tenían rituales suicidas de honor.
Griegos y romanos,tenían varias formas de quitarse la vida ante fracasos políticos o amorosos.
Hasta hace poco,un marino se hundía con su barco.No precisamente los canallas y cobardes milicos de la marina argentina,que en vez de matarse tenían el ritual de matar a otros tirándolos desde aviones.
Estudié en el Liceo Militar San Martín de Buenos Aires y teníamos muchos compañeros ponjas.
Mi jefe de compañía era Eduardo Sasaki,hoy quizás no viva,aunque la ultima vez supe que era un renombrado arquitecto y vivía en Kyoto.
Sus padres eran floricultores de Escobar,una localidad cercana a la reina del Plata.Nos hicimos amigos en la época universitaria y tuve unos flirteos con su hermana Susana.Sus padres eran encantadores,charlamos mucho.Ellos ya eran argentinos y habían llegado a la Argentina traídos por los jesuitas españoles desde la isla de Ryu-kyu(Okinawa)a fines del siglo XIX.
Recuerdos de aquella relación me quedan muchos.Eran ceremoniosos y supereducados,me negaron eso del asesino que fue a Japón,en la colonia japonesa decían que fue preso y murió por la ley de la cárcel...mucho menos "fina"que la ley del honor.
Aseguraban que son igual que el resto del mundo y de los humanos,roban,engañan y mienten como "chinos",decían ellos y me confirmaron que los descendientes de españoles e italianos,olemos a sudor rancio,por más desodorante que se use.
Los tanos a cebolla y los gayegos a ajo.
Pero cerrando la parábola,la catástrofe de Fukushima,no dejó ningún hara-kiri,que ellos llaman "suppoku".
Es lo que digo,ya ni los ponjas son lo que eran.
Los coches Honda son una mierda.
Los ordenadores Hitachi caca de vaca.
El cine no tiene ni "7 samurais" ni Akira Furosawa.
Los tecnicos de la central nuclear mintieron desde hace 30 años como "chinos",son tan chapuceros y chantas como los de Lomas de Zamora o Vallecas.
Las camaras de fotos que traen son hechas en Taiwan.
Y no hablemos de la comida esa llamada "sushi" de pescado crudo,porque en Cádiz la comemos desde hace tres milenios cuando la trajeron los fenicios.
Atun crudo--mojama--boquerones en vinagre,merluza cruda en limón,pulpo seco...y cuando terminás de comer,no pasás hambre.
Solo nos queda" Hiroshima mon amour" para verla en el cine Lorraine de la calle Corrientes y,después irte a La Academia a jugar al ajedrez,porque si el siglo XX fue un cambalache problemático y febril,el XXI,este en el que vivimos y moriremos,todos irradiados hasta que una japonesa nos corte las pelotas...como en el "Imperio de los sentidos".
Lo que yo te diga,estos amarillos tienen sonrisa traicionera.

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