¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

lunes, noviembre 10, 2008

L A V A N D I N A S P O R T E Ñ A S (VII)

Siempre ha sido difícil entender a los argentinos capaces de tener varios premios Nobel y dictadores a la altura de Hitler.
Pero como la cabra tira al monte , uno se olvida del anterior viaje y decide repetir.
Me imagino que seguiré volviendo, pero por el momento,se me fueron las ganas.
¿Que me hace cambiar?
Es difícil encontrar una explicación racional, pero intentaré aproximarme sin repetir lugares comunes, a los rasgos de la personalidad de los porteños, los habitantes de Buenos Aires.
Todos saben de todo y todos hablan de cualquier tema con una solvencia que deja acomplejado a Valdano, son simpáticos como Gardel--que no lo era más allá de su sonrisa fabricada--y seductores como Darín.
En la calle son serviciales con los turistas, sin caer en la humillación como en algunos países o desagradables como los parisinos.
Antes que uno diga algo,ellos están dando la sensación de que están de vuelta y te esperan sentados.
¿Que tiene de malo que sean seductores y simpáticos?
Nada que objetar, pero llevan todo hasta la exageración, el amor y el odio, así que viven crispados y es muy difícil que se pueda mantener una charla con gente que antes de empezar una frase sobre la presidenta te expelan con rabia:""Ahh,esa yegua puta...""y luego pretendan darte una explicación racional sobre el porqué.
Entonces las explicaciones no te cuadran y no las oís. Es el mismo caso de los que critican los impuestos sobre los productos agrícolas o la estatalización de las jubilaciones.
Comienzan con insultos e invalidan los análisis siguientes.
No conseguí mantener una charla racional, porque me cortaban con el "vos porque no vivís acá"y ya invalidan todo lo que quieras decir.
Son absolutamente prepotentes, una prepotencia que critican al matrimonio gobernante, y uno que vivió la historia piensa que se aguantaron seis años sin chistar los miles de muertos,desaparecidos,presos y exiliados de la dictadura militar.
No menos los felices años del ex-presidente peronista(una decena) Menem, donde se robó, estafó, mató y mintió como nunca.
En una charla normal, acusan a todos los que no sean ellos, de ladrones. Siempre es el otro, como diría Lacan.
Tan dados al psicoanálisis, son incapaces de analizar, será porque necesitan la ayuda de otro.
Caóticos hasta el extremo no hay forma de conducir normalmente un coche, todos quieren ser los primeros, nadie respeta a los peatones y los peatones como buenos porteños prepotentes, no se olvidan que son conductores y por supuesto, no respetan nada, ni señales, ni semáforos.
El ruido de fondo de la ciudad la hace insalubre, más allá de la humedad pegajosa y el calor mezclado con la lluvia sorpresiva.
En medio de esa zarabanda de manifestaciones permanentes, porque no hay nadie más protestón que un porteño, en una simple caminata por sus calles encontrás todo tipo de grupos enojados que piden a grito desaforado y con palos en la mano y la cara tapada lo que se les ocurra.
¿Reflejos adquiridos de otros tiempos de policía brava y represión indiscriminada?
Es posible, pero es como la ETA, están fuera de tiempo, son antiguos.
No hay nada más antiguo que un porteño y quizás un argentino, viven del recuerdo de Gardel, de Evita, del Ché y obvio ,de Maradona.
Tienen individualmente los mejores futbolistas, pero son tan corruptos sus dirigentes y su cuerpo técnico, preocupados de donde van a "sacar guita" que al final por cobrar una comisión de algún patrocinador pierden siempre.
Por las calles hermosas de Buenos Aires, donde gobierna elegido por los porteños, uno de los seres más asquerosos, corruptos e ignorantes de la fauna nacional, el ex-presidente de Boca Juniors, podés ser atropellado por un autobús o taxi que se sube a la acera, empujado por un caminante con prisa(todos van con prisa,no se sabe donde)o insultado desde un coche por tu lentitud al cruzar.
Eso si, siguen teniendo la mejor carne del mundo, unas pastas italianas deliciosas, buenos vinos(pero NO los mejores del mundo) y unas mujeres delicadas y finas.
Claro, pero para vivir también hacen falta otras cosas de las que carecen; el respeto por el prójimo, un mínimo orden y sobre todo que antes de empezar cualquier conversación, no la comiencen con un insulto.
Un partido de fútbol se juega en una cancha con medidas establecidas y once contra once, pero en Buenos Aires te da la sensación que son 13 contra 10, que a cada rato corren las porterías de lugar y que despintan las lineas.
Y así, que me perdonen, por más lindo que sea el país, por más bien que se coma,por muchas minas lindas que veas y por más simpáticos que sean, van a perder siempre.


No hay comentarios.: