¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

miércoles, noviembre 29, 2017

UNA SEFARDY DE TANGER DE IZQUIERDA




Audrey Azoulay.
Cargo actual: Directora de la Unesco.
Edad: 45 años.
Lugar de nacimiento: París, Francia. Formación académica: Es egresada de la École Nationale d’administration (ENA), posee una maestría en administración de empresas de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) y una licenciatura en Ciencias Políticas del Institut d'etudes politiques de París.
La francesa Audrey Azoulay es desde el 15 de noviembre la nueva directora general  de la Unesco. La funcionaria manifestó su voluntad de hacer de la organización un espacio para el diálogo, en un mundo marcado por las confrontaciones, según expresa PL, luego de que 131 países votaran por ella el 10 de noviembre en  la 39 Conferencia General de la ONU.
La alta funcionaria nació en París en 1972 en el seno de una familia judía. Comenzó su carrera en el sector público audiovisual francés, fue relatora del Tribunal de Cuentas de Francia y asesora jurídica de la Comisión Europea en los ámbitos de la cultura y la comunicación.
Además, ocupó sucesivamente los puestos de vicedirectora de Asuntos Multimedia, jefa de Finanzas, asesora Legal y subdirectora General del Centro Nacional de la Cinematografía de Francia (CNC).
En el 2014 fue nombrada consejera de cultura del presidente François Hollande y dos años después, el 12 de febrero del 2016, ministra de Cultura de Francia desde febrero del 2016 a mayo del 2017. Abandonó el cargo en mayo de 2017 con el triunfo en las elecciones presidenciales de Francia de Enmanuel Macron y se dedicó a preparar su candidatura para la dirección de la Unesco presentada el 15 de marzo del 2017.
Según expresa el sitio web oficial de Azoulay en la Unesco, esta funcionaria está comprometida de forma activa con la innovación, el diálogo intercultural e intergeneracional para hacer avanzar la educación para todos y la difusión del conocimiento científico y cultural. Lanzó un plan internacional a favor de la diversidad cultural a través de los libros. En el centro de su programa está la educación como centro de desarrollo y de igualdad entre hombres y mujeres, refundar la misión cultural para la Unesco, convertir a esta organización en un actor de referencia del desarrollo sostenible y foro intelectual al servicio de los valores universales, así como aumentar la eficacia de esta organización en beneficio de todos.
Muchos son los retos para Azoulay, pero uno de los más importantes es afrontar la retirada de Estados Unidos de la Unesco anunciada el 12 de octubre del 2017, que se hará efectiva el 31 de diciembre del 2018. Su mero anuncio lacera en gran medida esta organización por las posibles implicaciones, tanto políticas como económicas.
Más allá del simbolismo de la salida norteamericana, resulta llamativo que este país anuncie el abandono de una organización que vela por derechos humanos básicos como la educación, la cultura, la ciencia y la información.
Las relaciones se habían lacerado desde antes y el gobierno estadounidense había acumulado una deuda de más de 500 millones de dólares con esta organización, al congelarse su aporte financiero en respuesta a la entrada de Palestina como miembro con pleno derecho.
Muchas de las acciones en favor de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación que se realizan a nivel mundial y en Estados Unidos serán afectadas cuando el país norteño materialice su decisión.
Entre las misiones de la Unesco está el diálogo intercultural e interreligioso, el desarrollo sostenible, la atenuación de situaciones naturales, la salvaguarda del Patrimonio Cultural en situaciones de emergencia o los centros de aprendizaje comunitarios.
La misión de Audrey Azoulay, directora general  de la Unesco es contribuir durante cuatro años a la consolidación de la paz, pero también a la erradicación de la pobreza, mediante la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación y la información. Una misión difícil de realizar en un mundo con tantas confrontaciones mundiales, hambre, destrucción de la naturaleza e irrespeto a la diversidad cultural, pero no imposible.

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