Francisco deja así claro que, en los casos de pedofilia, también la omisión
 de actuación puede conllevar la pérdida del cargo, aunque los clérigos no 
tengan "una grave culpa moral" por sí mismos.

"En el caso de abuso de menores o adultos vulnerables, es suficiente que
 la falta de diligencia sea grave", señala el Vaticano.

"El obispo diocesano o aquel que, aunque de forma temporal tenga la
 responsabilidad de una Iglesia particular, o de otra comunidad de fieles 
puede ser removido de su cargo legítimamente, si por negligencia, ha 
cometido u omitido actos que hayan causado un grave daño a los demás, 
sea que se trate de individuos, que de una comunidad en su conjunto", 
afirma el Vaticano en un comunicado sobre el texto. "El daño puede ser 
físico, moral, espiritual o patrimonial", agrega.

El pontífice recuerda que el derecho canónico ya prevé la posibilidad de 
apartar del oficio eclesiástico "por razones graves" y precisa que, entre 
esas "razones graves", se encuentra la negligencia de los obispos en el
 ejercicio de sus funciones, en particular en relación a los casos de abuso 
sexual de menores y adultos vulnerables.

Un "motu proprio" es un escrito apostólico del papa escrito por iniciativa
 propia, sin requerimiento de sus cardenales o asesores. En la mayor parte
 de los casos, como este, se trata de pequeñas modificaciones del derecho 
eclesiástico.