Un brillo del cielo
Pablo Iglesias cree en la victoria y sigue haciendo innovaciones en las listas:Manuel Monereo será la cabeza -el cráneo privilegiado- de Unidos Podemos por Córdoba en los comicios del 26 de junio. Es un pensador marxista, republicano, andaluz de Jaén; viene de Ignacio Gallego, luego rompió con Santiago Carrillo, después con Gaspar Llamazares y, remando remando, llegó a los brazos de Pablo Iglesias, al que conoce de cuando era un adolescente en la Juventud Comunista. El dirigente de Podemos visita a Julio Anguita y a Manuel Monereo como El Pequeño Saltamontes consultaba a Kung Fu y a los otros monjes, y ve en ellos "belleza ética". Pablo acaba de decirle a Antonio García Ferreras en Al rojo vivo que es un clamor en Córdoba que Anguita vaya en las listas de Unidos Podemos.Los que se atreven a decir que Unidos Podemos puede ganar las elecciones del 26 de junio ya no parecen tan majarones después de que los sondeos empiecen a rechinar y a ponerse morados y de que algunos augures de guardia digan que elsorpasso se está produciendo in vitro.
Manuel Monereo ha sido uno de los intelectuales que ha analizado la aparición de la gente en la Puerta del Sol como la ascensión de un nuevo sujeto histórico. El ideólogo contra el bipartidismo monárquico piensa que es en la hegemonía cultural y mediática donde está la clave para derrotar al neoliberalismo y a su pensamiento único. Critica el buenismo de la izquierda y aconseja una revolución cultural.
Tiene razón: izquierda sin cultura es pura subasta electoral, y alguien puede empezar a sospechar que los de Podemos no son tanto rojos con piel de cordero como corderitos socialdemócratas con rastas que no han renovado el pensamiento. En cultura, tienen la misma política que el PSOE: IVA del 10% y otras medidas de auxilio social. No han llegado a la desvergüenza de utilizar al artista de la ceja, pero carecen de vanguardia estética; no se parecen nada a aquellos bolcheviques dadaístas, vanguardistas, surrealistas o futuristas que llegaron a crear un arte nuevo.
Dice Joaquín Leguina que Pablo Iglesias es un pequeño "Savonarola de Vallecas". Pero Pablo Iglesias, con Juan Carlos Monedero alejado, no ha propuesto ninguna hoguera de las vanidades para la vieja cultura. Nada de quemar santos, como aquellos iconoclastas de la dinastía Isáurica. Han ideado un lenguaje llano y, a veces, pueril con su mensaje para la gente, huyendo de los cabezas de chorlito, como llamaba La Pasionaria a los intelectuales. A Pablo le gustan las series de televisión. La nueva izquierda ha sustituido la literatura por las series: antes eran insoportables los cinéfilos; ahora, lo son los seriéfilos.
En su libro Maquiavelo frente a la gran pantalla, Iglesias plantea la lucha por la hegemonía cultural pero, de momento, no dejan de sobar a los poetas del 27. No quieren imaginar un mundo nuevo como entonces, cuando surgió la electricidad con un brillo más claro que el cielo.
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