Wikileaks cuestiona la información de que la CIA alertó en mayo a los Mossos de un atentado en Las Ramblas de Barcelona
En su cuenta de Twitter el portal de Julian Assange
califica de "sospechoso" el documento de la CIA publicado por 'El
Periódico de Catalunya': asegura que la supuesta nota de la agencia de
inteligencia estadounidense podría haber sido "manipulada o fabricada".
El fundador de Wikileaks pide la dimisión del director del diario
catalán "por intentar engañar al público".
El fundador de Wikileaks, Julian Assange. - REUTERS
Wikileaks pone en duda la veracidad de la información que este jueves publica El Periódico de Catalunya, medio que en su edición de hoy señala que la CIA alertó en mayo a los Mossos d'Esquadra
de un posible atentado en Las Ramblas de Barcelona durante el verano.
En su cuenta de Twitter el portal de Julian Assange publica el siguiente
tuit: "El diario publica un documento de la inteligencia de EEUU altamente sospechoso sobre un ataque del EI en Barcelona justo antes del referendo catalán".
El propio fundador de Wikileaks, Julian Assange, incide en esta línea y ha publicado otro tuit en el que asegura que el supuesto documento de la CIA que reproduce El Periódico de Catalunya parece "modificado o fabricado".
Sustenta esta afirmación en que las comillas que se utilizan en el
documento para citar son típicas de España y no de una nota escrita en
inglés.
Wikileaks, que ha filtrado numerosos
documentos secretos, analiza con cierta minuciosidad el texto y aprecia
ciertos errores de bulto en la redacción de un texto supuestamente
escrito en inglés: además del mal uso de las comillas señalado por
Assange, cita el uso de la palabra 'Irak' en vez de 'Iraq' —Iraq es la
forma de escribir el nombre del país en inglés— o el de 'nota' en vez de
'notice'. También se señala el uso del término 'ISIS' —empleado por los
medios de comunicación— cuando los servicios de inteligencia de Estados
Unidos emplean 'ISIL' para referirse al Estado Islámico.
En otro tuit, Wikileaks cuenta que el propio directo de El Periódico ha admitido el supuesto documento de la CIA es una transcripción realizada en la propia redacción del diario catalán realizada a partir de la información que se le suministrói por teléfono.
The editor of El Periodico now admits to creating
the document. He claims that it is a transcription of what was told to
them over the phone
Ante estas circunstancias, el propio Assange ha escrito un rotundo tuit en el que pide la dimisión del director de El Periódico de Catalunya:
"El editor de El Periódico, @Enric_Hernandez, debe dimitir. Ha
participado en un claro intento de engañar al público", escribe el
fundador de Wikileaks.
Fuentes de la embajada estadounidense en
Madrid eludieron hacer comentarios a Efe sobre la alerta de la CIA o
sobre su veracidad, amparándose en que la ley prohíbe hacer
declaraciones sobre asuntos de inteligencia y el Gobierno de Estados
Unidos "nunca ha comentado nada" sobre las filtraciones o argumentos de
Wikileaks.
El mismo día de los atentados, El Periódico ya publicó que la la Agencia de los Estados Unidos había advertido a los Mossos, algo que ya fue desmentido por las autoridades de la Generalitat de Catalunya,
pero hasta hoy el diario catalán no había hecho público el documento.
Tanto la Generalitat como el mayor de los Mossos desmintieron esta
información.
ANOCHE SOÑE CON TOFFANETTI,EL RESTORAN MADRILEÑO DONDE IBAMOS LOS DOMINGOS CON HAYDEE Y LOS CH¡COS
PERO ERA UNA FIESTA Y TENÍA UNA CARACTERISTICA,ESTABAN MIS VIEJOS,MIS ABUELOS,MIS TIAS Y PRIMOS,LA FAMILIA DE HAYDEE Y TENIA CUATRO HIJOS Y TODOS ESTABAN EN CUALQUIER EDAD.
EN UN MOMENTO LE PREGUNTE A MI VIEJO QUE ESTABAN HACIENDO.
Roberto Arlt, fallecido hace 75 años, inauguró una forma de
hacer periodismo con sus 'Aguafuertes', crónicas palpitantes y
descarnadas que narraron la Andalucía que se precipitaba a la Guerra
Civil
Roberto Arlt, fotografiado en un balcón de Buenos Aires en 1935, antes de su viaje a España.
/
m.g.
José María Rondón
Hubo
un momento en el que el periodismo se armaba en noches que no concluían
sino a la noche siguiente. Las redacciones eran covachuelas donde la
vida se sostenía con un plumín mojado en tinta con vinagre. Roberto Arlt
(Buenos Aires, 1900-1942) conoció aquellas toperas, donde llegó a tener
despacho propio. De algún modo, él confeccionó un nuevo periodismo
antes del Nuevo Periodismo. Se dedicó a buscarle a las cosas su
extrañeza, de aplicarle al oficio de escribir en los periódicos las
herramientas de la narrativa sin perder de vista lo que se estaba
mirando. Desde la insolencia, desde lo inesperado, desde lo distinto.
Arlt es uno de esos tipos que levantó toda una
literatura desde la crónica, el reportaje, la columna. Por saber dónde
poner el ojo. Por la exactitud en la forma de contar. Porque explicar el
mundo es cuestión de estilo. Él lo sabía muy bien: aspiraba a escribir
con "la violencia de un cross a la mandíbula". "Es rápido,
arriesgado, moldeable, un sobreviviente nato, pero es también un
autodidacta. Pero su aprendizaje se desarrolla en el desorden y el caos,
en la lectura de pésimas traducciones, en las cloacas y no en las
bibliotecas", anotó sobre él Roberto Bolaño. Así también lo valoró Juan
Villoro: "Arlt es un goloso de la originalidad; para él, escribir
significa escribir de otro modo".
Roberto Godofredo Christophersen Arlt -que así se
llamaba- aterrizó en este mundo al poco de romper el siglo XX con el
sólido equipaje que da ser el hijo de una pareja de inmigrantes sin
recursos, el polaco Carlos Arlt y la austríaca Catalina Iobstraibitzer.
Criado en el barrio porteño de Flores, perdió a dos hermanas por
tuberculosis, apenas completó la escuela obligatoria e intentó ganarse
la vida como pintor, mecánico, soldador y trabajador portuario, entre
otros oficios. Pero en su cabeza maduraba un destino que tenía ver con
la escritura, con las posibilidades estéticas y coléricas de la
Literatura, como si ésta fuese el puerto franco donde desalojar
prematuras obsesiones.
"Creo que a nosotros nos ha tocado la horrible misión
de asistir al crepúsculo de la piedad y que no nos queda otro remedio
que escribir deshechos de pena, para no salir a la calle a tirar bombas o
a instalar prostíbulos", escribió Arlt en un texto titulado Autobiografía.
Con ese ajuar un hombre sólo puede ser una caja de dinamita siempre a
punto de detonar. Ocurrió así que el corazón le explotó dentro una
mañana de domingo al poco de responder con un lacónico 'No sé' a la
pregunta sobre qué hora era que le hizo su segunda mujer, Elizabeth
Shine, embarazada entonces de cinco meses, según se recoge en El escritor en el bosque de ladrillos. Una biografía de Roberto Arlt, de Sylvia Saítta.
Pero antes de aquel fundido a negro, Arlt dejó cuatro novelas -El juguete rabioso, Los siete locos, Los lanzallamas y El amor brujo-, cerca de setenta cuentos, una docena de obras teatrales y más de dos mil piezas periodísticas, las Aguafuertes,
consideradas el campanazo inaugural de otra forma de hacer periodismo
en castellano. Tanto éxito tenían esos artículos que, según refirió
alguna vez Juan Carlos Onetti, el director del rotativo cambiaba
regularmente el día de publicación para obligar a los lectores a
acercarse al quiosco todas las mañanas. Estos retratos informales del
runrún cotidiano de Buenos Aires se alternaron con las narraciones de
sus viajes a Uruguay, Brasil y, especialmente, España, donde recaló en
vísperas de la Guerra Civil (de febrero de 1935 a mayo de 1936).
Estas crónicas periodísticas españolas recopiladas en un solo volumen por Toni Montesinos para el sello Hermida bajo el título Aguafuertes (2015)
son quizás la mejor puerta de entrada a la obra de Roberto Arlt. En
ellas, el periodista argentino recorre durante meses toda la Península,
desde Barbate a Baracaldo, y las ciudades norteafricanas de Tetuán y
Tánger. En Andalucía, visita Cádiz, Vejer, Granada y Sevilla, esta
última inmersa en los preparativos de la Semana Santa. Allá donde va, es
un atento observador de los tipos, del frenesí político, pero también
un testigo incómodo del atraso y las desigualdades sociales.
"Una multitud humana que desemboca de calles de tres
pasos de ancho, oscuras y lóbregas. Esta multitud que colma el ancho de
las calzadas, que llena las veredas a pesar de ser día domingo, viste
limpio traje azul de mecánico, casi siempre zurcido y lavado. Los azules
de los remiendos ponen manchas rectangulares celestes o marinas. Esta
masa se pasea con un pañuelo amarrado al cuello o una bufanda (...).
Gorras, alpargatas, caras proletarias. (Después me entero que en esta
población de 80.000 habitantes hay 16.000 desocupados). ¿Esto es
Cádiz?", escribe.
En Barbate, su siguiente parada, logra enrolarse en
una embarcación para narrar las condiciones de trabajo de los
pescadores. "Pienso que es necesario hablar de la brutalísima vida de
estos hombres de la mar. Sólo otros hombres trabajan más ferozmente
arriesgados que éstos: los mineros. Pero los mineros, campesinos y
pescadores son la gloria proletaria de España, la violencia
inextinguible que no puede ahogar el homicida fusil de la Guardia
Civil".
Luego, viaja a Sevilla, donde asiste a las
procesiones de Semana Santa. "¡Salva a España! ¡Sálvala Jesús!
¡Sálvala!", son los gritos que el periodista oye en la bulla que asiste a
la salida del Gran Poder, cuyo paso avanza "con un balanceo semejante
al de un enorme paquidermo". A los ojos del periodista argentino, "la
Virgen, Jesús, los apóstoles, soldados y judíos" recorren las calles
"vestidos como ídolos asiáticos, tiesos en sus sayas y mantos de
terciopelos recamados de oro y plata". Sobre los costaleros, anota:
"Asoma el rostro de los bueyes humanos, con la cabeza a semejanza de
sarracenos, envuelta en un turbante de toallas".
Un fragmento brillante es la descripción de las
mujeres vestidas de mantillas que pasean por la ciudad mientras los
hombres "adoptan una pose de zánganos contemplativos". "Forman [ellas]
grupos de estatuas enlutadas, perfumadas que caminan, volviendo al
soslayo los ojos relampagueantes, los arcos de las cejas trazados con un
compás, la frente abombada, la mantilla flotante en torno a los
hombros. La admiración vuela hacia ellas con ingenio gitano".
La última parada andaluza de Roberto Arlt es Granada.
Le decepciona, y mucho, la Alhambra: "Nada me ha distraído más en su
interior, que dedicarme a observar las expresiones de disgusto y
decepción de sus visitantes". El escritor, que pertenece, sin duda, al
género de los heterodoxos, reproduce vivos diálogos con La Golondrina,
La Víbora y La Chata, gitanas del Sacromonte: "Me atrae la salvaje
existencia de esta gente en un paisaje ríspido y caliente", reconoce
finalmente.
Facundo Jones Huala y una áspera entrevista con Jorge Lanata: "Nosotros existimos antes que el Estado"
El líder de Resistencia Ancetral Mapuche tuvo un duro contrapunto con el conductor de PPT.
Facundo Jones Huala en la entrevista con Jorge Lanata, en el programa Periodismo Para Todos.
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Facundo Jones Huala, el líder del movimiento RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) tuvo un duro contrapunto con el periodista Jorge Lanata,
en una áspera entrevista en la que hablaron sobre los reclamos de esa
comunidad aborigen, los hechos de violencia y sabotaje que
protagonizaron y que lo tienen detenido en Esquel y sobre la situación
de Santiago Maldonado.
En el encuentro, que fue transmitido en el programa Periodismo Para Todos, que conduce Lanata por eltrece,
el activista desconoció la autoridad del Estado argentino sobre la
comunidad mapuche, reiteró sus reclamos para tomar el control de
territorios que actualmente tienen legalmente empresas a las que ellos
llaman "trasnacionales" y exigió el reconocimiento de una "nación
mapuche".
Jones Huala insistió con la hipótesis de que a
Santiago Maldonado, el joven artesano que está con paradero desconocido
desde el 1° de agosto, "se lo llevó Gendarmería", afirmó que entre sus
comunidades "hay un montón de desaparecidos" y denunció que a él lo "torturan desde hace muchos años".
En
el diálogo con el periodista, que el dirigente aborigen exigió que se
pase completo y sin cortes en el horario central, defendió la
pertenencia "por linaje" a los mapuches, repudió "la democracia burguesa, la propiedad privada" y aclaró que, bajo su perspectiva, ellos "existen antes del Estado".
La entrevista completa de Lanata con Jones Huala
Jones
Huala- Nosotros somos pobres, a nosotros no nos financia nadie, somos
pobres obreros, albañiles, nosotros sí vivimos el hambre, no tenemos
esos relojes.
Jorge Lanata- Tengo este reloj porque trabajé para tenerlo. JH- Ese es el principio del capitalismo y de la mentalidad burguesa. ¿Usted considera que los patrones trabajan?
JL-
Algunos trabajan y algunos no. Pero no vine a discutir marxismo con
vos. ¿Qué derechos tenés para pedir una tierra en la provincia? JH-
Nosotros siempre estuvimos acá. Miles de años llevamos acá, como el
pueblo tehuelche. A nosotros nos cambiaron el apellido, porque no soy
hijo de ingleses.
JL- ¿Cómo sabés que tus títulos son válidos? JH-
Tenemos los documentos de la truchada que hicieron los ingleses en
1928. (Julio Argentino) Roca le dio tierras a los ingleses y a los
mapuches, pero los ingleses nos sacaron las tierras con un dibujo de los
planos.
JL- ¿Qué es lo que reclaman? JH- Que nos devuelvan esos cuadros (tierras) y que se vayan los Benetton.
Contra la propiedad privada
JL- ¿Estás en contra de la propiedad privada? JH- Sí.
JL- Pero está garantizada por la Constitución. JH- La propiedad comunitaria no está reglamentada. Nosotros tenemos un reclamo constitucional.
JL- ¿Cómo podés estar en la Argentina y estar en contra de la propiedad privada? JH- La propiedad privada está en contra de nosotros. Nosotros existimos antes que el Estado, lo dice la Constitución.
JL-
Por un lado estás en contra de la propiedad privada y por otro defendés
la propiedad más que nadie, porque estás defendiendo la propiedad de
4000 años. Sos más conservador que los conservadores. JH- Sí, claro. Soy conservador, sí. Soy mapuche. No soy ni argentino, ni chileno, una cosa es la nación y otra el Estado.
JL- ¿Vos tenés documento? ¿De qué país es? JH- Sí claro. Es del Estado Argentino. Pero la nacionalidad es muy diferente al Estado. Hay un Estado Plurinacional en Bolivia.
JL-
Pero esto no es Bolivia. Hablás de cosas separadas. Allí hay un Estado
Plurinacional porque se hizo una Asamblea Constituyente y la gente lo
decidió así. JH- ¿Y por qué acá no se puede?
JL- Impulsalo... ¿Pensás que tendrías muchos votos en una elección? JH- No lo sé. Nosotros no vamos a elecciones burguesas. ¿A los gobernantes alguna vez le interesamos?
JL- ¿Te interesan las elecciones? JH- Si las elecciones cambiaran algo, estarían prohibidas. Es un eslogan. La gente tiene derecho a votar, si les gusta...
JL- ¿Estás de acuerdo con la democracia? JH-
Esta es una sociedad burguesa, una sociedad de patrones. Desde que nací
estoy obligado a vivir en esta sociedad. La sociedad de mis abuelos era
distinta y no éramos pobres. Ahora aparece el Estado porque hay una
resistencia, pero no queremos que nos sigan matando.
JL- Pero por un lado querés que el Estado esté y por otro lado no... JH- Yo quiero que se respeten nuestros derechos.
Los atentados y la desaparición forzada de Maldonado
JL- Acá hubo 77 atentados en los últimos años... JH-
¿Hay muertos? ¿De qué lado hay muertos? Solo de nuestro lado. Yo sé lo
que pasó con Santiago Maldonado: Gendarmería se lo llevó. Lo que están
haciendo es terrorismo de Estado. Yo crecí torturado.
JL-
No seas tan frívolo. Terrorismo de Estado era la ESMA, cuando
torturaban y mataban. Me hablás como si estuvieras en una asamblea y yo
tuviera 14 años. JH- Usted que me habla como si
yo fuera su empleado y yo no soy su empleado. No se equivoque... Sus
empleados son como nosotros: indios y pobres. La gente como usted suele
tener eso. JL-
Lo que pienso es que tus ideas son bien reaccionarias, bien
aristocráticas. Estás defendiendo algo que tuvo tus abuelos hace 200
años. JH- ¿Quién le dio la tierra a los ingleses?
La familia de Bullrich. Se las dio a los ingleses y después la compró
Benetton. Acá hubo un genocidio, 1879 y 1885, hubo campos de
concentración. ¿Quién inauguró la Isla Martín García?: mi gente.
JL-
Con lo que decís vos estás de acuerdo con el ISIS, que hizo el atentado
en Barcelona. ¿Sabés qué dijo? Queremos volver a tomar Andalucía, que
estuvo en manos de los árabes durante ocho siglos, eso es lo que dijo el
ISIS. Estás de acuerdo con eso. JH- Esas son luchas entre imperialistas. Están financiados por los gringos y Arabia Saudita.
JL- ¿Cuál es tu ideal? ¿Qué querrías que pasara? JH-
Tenemos una propuesta política de siete puntos. Recuperación del
territorio de tierras productivas y sagradas para trabajar. Mejoramiento
de calidad de vida y autonomía mediante el trabajo propio. Ejercicio de
nuestros derechos políticos y territoriales: nosotros somos
espirituales. Vivienda, salud y educación. Acabar con el latifundio y la
explotación. Resistencia a la empresas trasnacionales y expulsarla y
ahí viene el sabotaje. Reconstrucción del mundo mapuche, nosotros somos
mapuches por linaje.
JL- Acá no hay una desaparición forzada. JH- Fue la Gendarmería...
JL- Aunque haya sido la Gendarmería, desaparición forzada alude a un plan. JH- ¿Qué dijo el juez, la fiscal, la ONU, la Corte?
JL-
Tampoco quiere decir que tenga razón nadie, todo puede ser discutido.
Digo que no hay un plan sistemático. No están desapareciendo gente y es
frívolo, porque acá mataron 30 mil personas, los desaparecieron y los
mataron. JH- Acá sí hay. Hay un montón. Hay
desaparecidos y muertos. Hubo represión ilegal. Hay un montón de gente
que no sale en las listas.
De
Sancti Petri a Chiclana, pasando por La Barrosa y las marismas de la
bahía gaditana. Ventas fuera de ruta para comer muy bien, bodegas,
viveros y paseos en canoa. Mucho más que sol y playa
Ampliar fotoChiringuito Vavá Playa, en La Barrosa (Cádiz).Gonzalo Azumendi
En esta orilla de la costa sur de Cádiz, que va desde el antiguo poblado pesquero de Sancti Petri y hoy puerto deportivo, pasando por el entorno de la playa de La Barrosa hasta Chiclana de la Frontera
(a cuyo municipio pertenece todo), se ha creado un gran centro de
turismo de amplio espectro. Una zona urbana y popular alrededor de las Tres Pistas
—las entradas históricas a la playa—, con el paseo marítimo,
urbanizaciones y villas que configuran lo más parecido a un núcleo
urbano en mitad de la playa, donde la rotonda de la venta El Pino
(con sus míticos desayunos con churros: los churros por estos lares son
cosa seria) hace la función de plaza del pueblo. Y una segunda zona que
se prolonga hasta la torre del Puerco y el final de La Barrosa
ya en el umbral de Conil —el Novo Sancti Petri—, con un trazado que,
gracias a la Ley de Costas de 1988, está pensado para preservar lo mejor
de esta naturaleza y con urbanizaciones para atraer a un turismo al que
no le falta de nada: un enorme campo de golf diseñado por Severiano
Ballesteros, avenidas con palmeras que parecen California, un centro
comercial, chiringuitos y hoteles de cinco estrellas con lobbies
para el copeteo. Este complejo supuso a partir de la década de los
noventa el gran impulso turístico de esta zona de la bahía de Cádiz
dominada por los siete kilómetros de una playa que lo tiene todo:
arenales, dunas y un entorno de marismas.
ampliar fotoExcursión en Kayak por las marismas de la bahía de Cádiz.Gonzalo Azumendi
1. Islotes, castillos y pescado fresco
El principio fue el poblado de Sancti Petri. Este
reducto, que milagrosamente se ha salvado de la especulación y sobre el
que pende un Plan Especial del Ayuntamiento de Chiclana, lleva siglos
aquí. Sus cuatro casas de pescadores, antiguos almacenes de salazones y
hasta capilla, impregnado todo con un toque fantasmal, es un buen sitio
para empezar y acabar el día con sus famosos atardeceres rojos. Allá
donde se mire guarda una sorpresa: las vistas al islote con su castillo, las marismas, San Fernando y a otra playa, Sancti Petri, valga la redundancia, separada por un pequeño acantilado de La Barrosa. Ahora, en lo que fue una de las almadrabas más importantes de Andalucía, está el puerto deportivo,
donde se enseña surf, vela y se alquilan embarcaciones privadas para
darse un garbeo o pescar; muy recomendable es la opción de alquilar una
canoa en el centro de turismo náutico Sancti Petri Kayak (no se requiere
ninguna habilidad especial y es válido para cualquier edad) y recorrer
el caño y las marismas aledañas; conviene, eso sí, pedir antes
información sobre las mareas y las corrientes. Para comer pescado bien
fresco o tomar algo desde la terraza con vistas al Caño, dos
restaurantes: Club Náutico (Calleja, 1), que pese al nombre no es nada lujoso, y al lado, el de la asociación de pescadores Caño Chanarro.
No muy lejos, siguiendo por la carretera de La Barrosa (CA-2134), a la altura de la urbanización Las Mogarizas, está el parque natural Bahía de Cádiz con las salinas de Carboneros.
Entrar aquí es perderse por un paisaje muy poco transitado de pinos,
senderos y marismas que sirven de refugio a numerosas especies del reino
animal y vegetal. Casi enfrente, el restaurante Popeye
(camino Carrajolilla, 1), que bien vale una parada y disfrutar de las
vistas a las marismas con un aliño chiclanero y unos langostinos
locales. Y de aquí, dirigirnos hacia La Barrosa. Playa con su inmensidad y buenos sitios para recalar: en el paseo marítimo, a la altura de la Pista 2, restaurante Zurga,
con unas sardinas sin competencia; y más adelante, en la carretera
paralela a la playa, a la altura de la calle de Róbalo, restaurante Manguita
(ojo que hay otros dos, uno en Chiclana pueblo y otro en el Novo),
visita obligada, un clásico chiclanero en el que todo está delicioso a
precios razonables. Cómo no, también están los chiringuitos: en el Novo
Sancti Petri, Vavá Playa, enfrente del hotel Vincit; Mojama Beach, a la altura de la calle del Rape, y Atenas, ya casi al final de La Barrosa y fin de un largo paseo por el borde del mar para quedarse como nuevo.
ampliar fotoLa playa y las dunas cercanas al poblado de Sancti Petri, en la costa de Cádiz.Gonzalo Azumendi
2. Catálogo de ventas
Chiclana es (o era, ahora en su mayoría ha sido sustituido por
rotondas y chalets) tierra de campo, así que las ventas —humildes
establecimientos de abastecimiento básico— son parte de la cultura
local. Las hay en abundancia, pero aquí citaremos algunas de las
auténticas, esas que suponen una buena inmersión en la Chiclana profunda
—turismo antropológico, vaya— y una alternativa al establecimiento
playero clásico. Son ideales para un desayuno contundente o para
degustar un vino acompañado de especialidades típicas. Muchas han
evolucionado paralelas al desarrollo urbanístico, y donde antes había
apenas un chamizo perdido entre carriles de tierra, hoy se alza un local
de obra decentemente acondicionado y rodeado de pavimento.
Javier Belloso
Es el caso de la Venta El Cotín
(camino del Sotillo, 52), que a primera hora de la mañana bulle de
gente — lo mismo en ropa de faena que con atuendo playero— que se afana
en untar sobre una variada oferta de panes (mollete, Viena, telera,
moreno) tostados los más diversos productos: mantequilla, margarina,
paté, sobrasada, zurrapa de lomo y la mítica manteca colorá,
con o sin asiento (restos derivados de la fritura especiada del cerdo);
una cucharada de esta anaranjada delicia bastaría para satisfacer las
necesidades de un regimiento. Aquí el café, como en toda la provincia,
se sirve fuerte y a temperatura magma o superior. Para la hora del fino o
la omnipresente Cruzcampo destacan la ensaladilla rusa y la carne al
toro.
Los desayunos de Venta El Cotín son famosos por sus molletes, por ejemplo, con manteca ‘colorá’
En el núcleo urbano chiclanero, en lo que antes eran las afueras, se encuentra la Venta La Capilla
(La Vid, 6), muy recomendable por su patio interior y por la calidad de
lo que sirven (ojo a las coquinas a la marinera y a la morena frita
adobada) a unos precios que para el habitante de la gran ciudad resultan
sorprendentes. Y en una de las áreas más camperas del pueblo destaca la
Venta Florentina (Pago del Humo, 5), especializada en guisos marineros, arroces de campo (pollo, conejo) y embutidos ibéricos.
Al borde de la antigua carretera general tenemos la Venta Espadita
(Los Cantaros, s/n), perteneciente a la modalidad de ventas de paso
(que en su génesis despachaban cerca de las paradas de coches), a la que
conviene ir, bien por la mañana (sus rebanadas de pan de campo son
gloriosas), bien por la noche (para degustar a la fresca en la gran
terraza algún pescado asado acompañado de piriñaca, el preceptivo
picadillo aliñado de la zona).
ampliar fotoComedor de Venta Melchor, en Chiclana de la Frontera.Gonzalo Azumendi
3. Los secretos de ‘El Colorao’
A unos 12 kilómetros de Chiclana — término municipal de Conil—, junto a las calas de Roche, está la pedanía de El Colorado (vulgo, El Colorao),
una suerte de poblado del Oeste moderno (dos hileras de casas bajas
flanqueando una avenida principal, en este caso la antigua carretera
general Cádiz-Algeciras) en el que, en términos gastronómicos, un nombre
destaca: Venta Melchor.
Se fundó en 1960 como venta canónica (de las de alivio básico para
viajeros y gente de campo y con un almacén en el que se despachaban
hasta piensos) y hoy es una de las glorias culinarias de la zona (y a
diferencia de otros reputados establecimientos de la provincia, como El Campero, en Barbate, o el Ventorrillo El Chato,
en Cádiz, aún se le puede colgar la etiqueta de “secreto mejor
guardado”). Trabajan con productos locales de temporada de primera
calidad (la huerta de Conil es celebrada en toda la comarca) para
elaborar una carta cambiante que incluye algún guiño moderno, pero en la
que destacan los platos de cuchara de toda la vida (guisos marineros,
potajes, berzas…), los arroces y el atún (su paté de morrillo se ha
llevado varios premios).
Planes sin salir de El Colorao: en la carnicería El Negro Palillo
elaboran una de las mejores morcillas del orbe; para los veraneantes
tempraneros, a primeros de junio se celebra la animada feria local; y
para los amantes de los cachivaches, las gangas y el regateo, un
estupendo mercadillo dominical.
Vivero Reyes, en Conil de la Frontera (Cádiz).Gonzalo Azumendi
4. Viveros para huir del mundo
Por la razón que sea (unos dicen que por la demanda cuando se
empezaron a construir las urbanizaciones, otros porque aquí siempre ha
habido venta ambulante de plantas), en no más de 20 kilómetros, desde
Chiclana pueblo hasta Conil, hay una curiosa concentración de viveros
que cuando uno entra ahí se cree que está en una selva. Y según a qué
horas, por la mañana pronto o después de comer hasta media tarde cuando
no hay casi nadie, son como remansos para escapar hasta de uno mismo. Viveros Chaves,
en Chiclana pueblo (avenida de la Diputación, 47), lo montó Juan Chaves
hace más de 30 años. Su madre, con puesto de verduras en el mercado, empezó a llevar alguna flor. La idea prosperó y el hijo ya tiene otro, Viveros Infraplant
(cruce de las carreteras Fuente Amarga con La Rana Verde). La variedad
de plantas es tanta que lanza una aproximación: ¿3.000-4.000? Las más
solicitadas son buganvillas, hibisco y dama de noche. Este mismo cruce
lleva a la carretera Cádiz-Málaga y en el kilómetro 17,4 está Viveros San Fiacre (barrio El Colorado), y un poco más adelante, Viveros Reyes
(kilómetro 19,3), el decano que lleva aquí más de 40 años. Pinos,
olivos, plataneras… se mezclan con grandes superficies repletas de
cerámica de todo tipo, maceteros, tinas… de tantos estilos (desde lo más
barroco hasta el minimalismo) que es difícil encontrar algo parecido.
Incluso, hay vestigios de artesanía local que merece ser salvada.
Objetos de mimbre o paja, que según cuenta Juan Reyes, hijo del fundador
del vivero, son del maestro artesano Antonio López, de Chiclana (cuna
también de cesteros). Apenas a unos metros, Viveros El Tejar
(kilómetro 19,8), que empezó siendo una alfarería y de ahí que también
junto con las plantas se mezclen objetos de cerámica de todo tipo. Aquí,
su mejor momento es con la caída del sol, porque a diferencia de otros
viveros que están en parte cubiertos por una red que los protege del
viento de Levante, que suele pegar fuerte cuando pega, todo está al aire
libre.
ampliar fotoEl bar de la Peña Emilio Oliva, en Chiclana de la Frontera (Cádiz).Gonzalo Azumendi
5. Tapeo exprés por Chiclana y sus bodegas
Aquí no hay playa. Chiclana, que más que un pueblo es una ciudad de
82.000 habitantes, es el centro de operaciones de la zona y un cambio de
aires muy aconsejable si se echa en falta el asfalto. En la céntrica
calle de La Vega (una de las más animadas por la mañana, y peatonal) hay
que parar sí o sí en la Peña Emilio Oliva
(número 16): prodigiosa la cantidad de tapas ricas que hace el jefe sin
cocina, apañándoselas con una planchita diminuta. Dos imprescindibles
son el montadito de filete y las papas aliñás (versión minimalista, pero certera). Muy cerca, Taberna el 22
(Alameda del Río, 17), con su ensaladilla picante que ha hecho las
delicias de varias generaciones (y en Chiclana, ojo, la ensaladilla rusa
es una religión y un arte).
El mercado de abastos es otra gloria chiclanera que merece la pena por ambiente y calidad del género. Y por el puesto de las especias
que lleva ahí desde 1964. Su última aportación gastronómica es un
molido de Tío Pepe que sustituye al vino para un guiso de altura.
También hay cantina, Santa Mónica (El Walla para enterados), con tapas del mismo pescado que venden en los puestos fritos con arte centenario.
ampliar fotoBodega Miguel Guerra, en Chiclana de la Frontera (Cádiz).Gonzalo Azumendi
A tiro de piedra están las Bodegas San Sebastián (Mendaro, 15) y Miguel Guerra
(Mendaro, 16), de los pocos vestigios que quedan de las decenas que
había en el pueblo y que lo hicieron famoso. Vino de Chiclana, poca
broma. Lugares para alucinar donde sirven en su punto ora fino, ora
oloroso con embutidos ricos como la butifarra local. En la esquina, Casa Adolfo
(plaza del Retortillo, 3), donde solían juntarse las élites locales (y
las élites no dan puntada sin hilo) con un jamón que obnubila.
Un poco más alejadas de este circuito céntrico, otras dos bodegas ilustres: cruzando el río, Bodega Sanatorio (Del Olivo, 1), con un patio emparrado auténtico, y la Bodega La Cooperativa
(polígono industrial El Torno), muy popular entre los nativos, con una
carta extensa de especialidades locales (chicharrones, salazones
atuneras, quesos como el Payoyo…) a precios más que asequibles; con
suerte, está el señor que vende cartuchitos de camarones.
Almudena
Grandes ahonda en la red Stauffer que ayudó a criminales de guerra en
‘Los pacientes del doctor García’, una desbordante novela donde
interactúan historia y ficción
Clara Stauffer posa con un trofeo de natación.Ediciones La LibreríaEL PAÍS
Clara Stauffer parece una mentira. Y no lo es. Con dinero, con
energía, con contactos, con ideología, con dobleces (española y alemana;
nazi y falangista; deportista competitiva y propagandista de la
opresión de la Sección Femenina; dadivosa con los suyos e implacable con
el resto de la humanidad), dirigió desde su piso madrileño una red
clandestina, que ayudó a 800 criminales de guerra a burlar la justicia
internacional a partir de 1945. Un ardor justiciero, que fue
aminorándose conforme se calentaba la Guerra Fría y se enfriaba la Segunda Guerra Mundial,
y que llegó a salpicar a la propia Clara, a veces Clarita. Ella fue la
única mujer que figuró en la Lista de los 104 reclamados en 1947 por el
Consejo de Control Aliado al ministro de Asuntos Exteriores, Alberto
Martín-Artajo. Ni uno solo, tampoco Clara, hija del director de la
cervecera Mahou e íntima amiga y correligionaria de Pilar Primo de
Rivera, fueron entregados por el régimen de Franco, que protegió a lo
más granado de la industria del exterminio que desató el Tercer Reich,
desde el croata Ante Pavelic al belga León Degrelle.
Todos ellos desfilan por Los pacientes del doctor García (Tusquets), la nueva novela de Almudena Grandes (Madrid, 1960), que se publicará el próximo 12 de septiembre y que constituye la cuarta entrega de los Episodios de una Guerra Interminable,
la serie que arrancó en 2010 con una factura similar, con capítulos
históricos intercalados entre los de ficción, con personajes y
acontecimientos tan desconocidos como asombrosos. Sirva de ejemplo
Johannes Bernhardt, el empresario que viaja hasta Bayreuth el 25 de
julio de 1936 para entregar a Hitler la carta en la que Franco
reclama músculo bélico. Al día siguiente, el Führer ordena que se
envíen a España 20 Junkers, que transportarán 15.000 soldados de
Marruecos a Sevilla. A Franco le cambia la vida, a Bernhardt también.
Franco fue generoso con los amigos de sus amigos. Al genocida Ante
Pavelic, fundador del movimiento fascista ustacha y dictador títere del
Tercer Reich en Croacia, le proporcionó un país donde vivir y morir sin
ser molestado por fiscales agresivos (Pavelic está enterrado en el
cementerio madrileño de San Isidro). A la actriz Maria Petacci, de
nombre artístico Miriam di San Servolo, le facilitó una estancia cómoda
en Madrid y el acceso a las películas de Cifesa cuando las cosas se
pusieron feas en Roma para todo lo que olía a Mussolini, que acabaría
colgado boca abajoen una gasolinera de Milán junto a su amante Clara
Petacci, hermana de la actriz.
Hitler felicita al belga León Degrelle tras condecorarle en 1944 con la Cruz de Caballero con Hojas de Roble.ullstein bildullstein - ullstein bild
A León Degrelle, fundador del movimiento fascista belga Rex y oficial
de las SS, le dio dinero —vía adjudicaciones de obra pública a su
empresa— y tanta seguridad que a menudo ni se molestaba en camuflarse
bajo la identidad facilitada por el franquismo para cubrirle ante las
peticiones de extradición de Bélgica. Degrelle, condecorado por Hitler
con cruces y palabras (le elogió como el hijo que le habría gustado
tener), aterrizó de urgencia en 1945 en aguas de la Concha en el avión
de Albert Speer, ministro y arquitecto del Tercer Reich.
Se podría opinar que la novela es un ajuste de cuentas con la
historiadora que no fue, pero Almudena Grandes voltea el argumento:
“Esta serie me ha devuelto al proyecto de historiadora que fui. La que
ha ajustado cuentas es la historia conmigo. Un montón de años después me
ha demostrado hasta qué punto es importante lo que estudié.
Probablemente yo no la habría escrito igual si no fuera historiadora”.
Por esta obra de ambición galdosiana van y vienen 207 personajes,
incluidas 45 criaturas que en su día fueron de carne y hueso. La cadena
de acontecimientos, que discurren en escenarios de nueve países (del
campo nazi de Klooga en Estonia a un despacho demócrata del Capitolio),
arranca en 1936, mientras Hitler escucha a Wagner en Bayreauth, y colea
hasta 1976, cuando tres militares toman el poder en Buenos Aires. De
golpe a golpe. Entre ambos, personajes que se mueven por la retaguardia,
las trincheras y los rescoldos de la matanza que pespuntean Europa
durante la primera mitad del siglo XX.
“Galdós nos enseña a contar la historia desde abajo”
La saga literaria de Almudena Grandes mira bajo la alfombra de la
guerra y la dictadura para rescatar héroes minúsculos, malos de buen
corazón, hazañas anónimas, vidas perras, incluso emociones clandestinas
en personajes sobreexpuestos como Dolores Ibárruri, cuya pasión por
Francisco Antón, escondida por el PCE para proteger la imagen icónica de
Pasionaria, se narra en Inés y la alegría (2010, 13
ediciones). Entonces la novelista revivió un episodio apenas conocido y
asombroso: la invasión del valle de Arán en 1944 para tumbar a Franco.
En El lector de Julio Verne (2012, nueve ediciones) rescata la lucha de los maquis de la Sierra Sur de Jaén durante un trienio de plomo. Y en Las tres bodas de Manolita
(2014, ocho ediciones) se sumerge en el Madrid de estómagos vacíos y
cárceles llenas de la posguerra, además de destapar la siniestra
explotación laboral de menores, hijos de rojos, por órdenes religiosas
como los Ángeles Custodios. Un camino narrativo que tiene un maestro.
“Galdós”, sostiene la escritora, “nos enseña a contar la historia desde
abajo, desde la gente corriente”.
El fresco histórico arropa una trama de espionaje orquestada desde
Inglaterra por el presidente Juan Negrín y el embajador Pablo Azcárate,
que pretenden devolver por vía diplomática la democracia que se perdió
por las armas. Desenmascarar la complicidad de la dictadura con prófugos
del nazismo, refugiados en España o Argentina, se convierte en su
última esperanza para lograr un cambio político. Será la misión de dos
espías de ficción, el médico Guillermo García Medina y el diplomático
Manuel Arroyo Benítez, a quienes la escritora zarandea con sucesivas
identidades y a quienes regala noches de dicha.
“Para escribir una novela así hay que llegar un equilibrio perfecto
entre la libertad creativa y la lealtad a la verdad histórica”,
reflexiona Almudena Grandes por teléfono desde Rota (Cádiz), donde apura
los últimos días de vacaciones antes de sumergirse en la promoción de
una novela costosa. La que más. Cuatro años ha necesitado para sacar
adelante este proyecto, que también le ha proporcionado pequeños
placeres (introducir un español mexicano) y alguna que otra
preocupación. “No puedo traicionar a los personajes reales. Tengo que
poner en su cabeza y en su boca cosas que ellos habrían podido decir si
se encontraran en esa situación. Como ya tengo confianza, me voy
embalando y ya tengo a Negrín y Azcárate de personajes, pero procuro
estar segura de que si ellos leyeran la novela, no se extrañarían. Esa
es mi barrera”.
Parapetada tras horas de documentación, Grandes recurre a
historiadores —como Enrique Moradiellos, biógrafo de Negrín— cuando algo
la inquieta. “Para mí es más importante que para otros. En este momento
me he convertido en una escritora antisistema. No lo parezco porque no
llevo rastas pero en la medida en que mi relato no contribuye a afianzar
la versión de la equidistancia, soy consciente de que mantengo una
versión disidente en el contexto de la literatura contemporánea”.
El médico canadiense Norman Bethune, ante la unidad móvil de transfusión de sangre que usó en la Guerra Civil.HAZEN SISE (CORTESÍA DE J. MAJADA y CAF)EL PAÍS
En esa visión disidente se encuadra una activa defensa de los valores de la Segunda República
y una reivindicación de aquellos secundarios de la historia que
lucharon por ellos. Con armas, letras o bisturíes. Como Norman Bethune,
el médico canadiense que movilizó fondos hasta lograr trasladar un
equipo a España que salvó vidas de milicianos en el frente de Madrid y
de civiles en la carretera de Málaga a Almería. Por más que se le
racanee, Bethune tiene un lugar en la historia. Su método para conservar
la sangre permitió por vez primera realizar transfusiones sin necesidad
de que receptor y donante estuviesen juntos.
El segundo homenaje de la escritora se dirige a los estudiantes que
se movilizan en Madrid con más idealismo que eficacia para tratar de
hundir al régimen al mismo tiempo que la ONU. “Los tenía que meter en
alguna novela”, señala Grandes, que se conmovió con la lectura de El fin de la esperanza, testimonio publicado en 1949 en Les Temps Modernes,
la revista de Sartre y Beauvoir, con un seudónimo que ocultaba la
identidad de Marcelo Saporta, uno de aquellos jóvenes, que en enero de
1946 escribió en Madrid: “Un puñado continúa luchando. Caen todos los
días. Daos prisa o llegareis demasiado tarde, cuando hayamos caído
todos, uno después de otro, sin esperanza”.
Grito ciudadano en Barcelona contra el terrorismo y las políticas belicistas
Medio millón de personas llenan el centro de
Barcelona bajo el lema "No tengo miedo", pancartas contra las políticas
que promueven la violencia y banderas 'esteladas'. El rey y el gobierno
español han sido recibidos con abucheos.
Un momento de la manifestación contra los atentados terroristas en Catalunya. EFE/Alberto Estevez
"Los que hoy estamos
aquí hemos venido para gritar bien fuerte, como una sola voz: 'No tengo
miedo". Así se ha expresado la actriz Rosa Maria Sardà, que ha
protagonizado el acto final de la manifestación de condena de los
atentados yihadistas de La Rambla y Cambrils. Así se ha expresado Sardà
en la Plaza de Cataluña, acompañada de la portavoz de la asociación Ibn
Battuta, Míriam Hatibi. Un acto austero, brevísimo -en catalán y castellano- en que no ha intervenido ningún político,
y en el que se han condenado unos "crímenes que sólo persiguen provocar
el terror a través de la muerte y la devastación, para intentar romper
nuestro modelo de convivencia ".
"Ninguna expresión de racismo ni de xenofobia tienen cabida en nuestra sociedad"
"No vamos a consentir que nos humille ni nos venza el terrorismo, porque cuando ellos golpean, en lugar de dividirnos nos encuentran más unidos que nunca en la defensa insobornable de la libertad y la democracia,
desde nuestra diversidad de culturas y creencias" , ha afirmado Sardà,
en nombre de los organizadores. "Somos muchos millones de personas los
que rechazamos la violencia y defendemos la convivencia", ha señalado,
entre los aplausos del público -que todavía ha aplaudido más cuando se ha alabado el papel de los cuerpos de seguridad tras los atentados.
Además de conjurar el peligro de una reacción intolerante ante el
terrorismo yihadista, cuando ha dicho que "ni la islamofobia, ni el
antisemitismo ni ninguna expresión de racismo ni de xenofobia tienen
cabida en nuestra sociedad".
Barcelona no tiene miedo. Lo han querido dejar claro este sábado medio millón de manifestantes que han llenado el centro de la ciudad,
en una gran manifestación convocada por el Ayuntamiento de Barcelona y
la Generalitat para condenar los atentados yihadistas de la semana
pasada que costaron la vida a 15 personas y dejaron más de un centenar
de heridos, de los que 27 permanecen aún en diferentes hospitales
catalanes. Una manifestación en la que no han faltado ni la polémica ni
los silbidos, especialmente dirigidos al rey Felipe VI.
La marcha, con un carácter a la vez institucional y ciudadano, ha contado con una masiva presencia de autoridades y representantes políticos, con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el presidente del gobierno central, Mariano Rajoy, y el rey Felipe VI, como grandes protagonistas. Pero en un calculado segundo término.
Carles
Puigdemont y Ada Colau, y los demás miembros del Govern, junto a los 75
representantes de cuerpos de seguridad, emergencias y de entidades
vecinales y ciudadanas que han encabezado la manifestación de Barcelona.
EFE/Jordi Bedmar Pascual
Sin políticos en la cabecera
La manifestación ha estado encabezada por 75 representantes de diferentes cuerpos de seguridad y de emergencia
-Mossos d'Esquadra, Guàrdia Urbana, Cuerpo Nacional de Policía, Guardia
Civil, policías locales de Cambrils, Alcanar y Ripoll, Protección Civil
y bomberos-, por miembros de entidades vecinales y de la comunidad
musulmana, que han llevado una gran pancarta blanca con un único lema:
"No tengo miedo". También han formado parte de esta cabecera personal
sanitario de los ocho grandes hospitales catalanes, trabajadores de la
limpieza, taxistas y comerciantes de La Rambla. Inmediatamente detrás,
ha marchado una delegación de entidades que trabajan por la paz, los
derechos humanos y contra el racismo, así como familiares de las
víctimas. Y sólo después, los líderes políticos.
Varios sectores habían rechazado la posibilidad de que el monarca encabezara la manifestación
Esta
solución salomónica se adoptó tras una cierta polémica por el lugar que
debía ocupar Felipe VI -que confirmó su presencia hace sólo dos días-.
Varios sectores, principalmente de la izquierda -y muy en particular, la
CUP y Podem Catalunya-, habían rechazado la posibilidad de que el
monarca encabezara la manifestación, aludiendo a los vínculos de la casa real española con la monarquía saudí, al que acusan de financiar el salafismo a nivel internacional.
Dos horas antes de la marcha, además, unas
170 entidades han celebrado una concentración alternativa entre la
Rambla de Catalunya y la calle Aragó, en protesta por la presencia de
Felipe VI y de Rajoy en la manifestación. "Para mi solo ha habido una
cabecera", han dicho Puigdemont y Colau. La alcaldesa ha añadido: "si fuera por nosotros, a las autoridades ni se nos hubiera visto".
Abucheos contra el rey y el gobierno central
Algunos de los manifestantes han portado pancartas contra el monarca,
y su llegada y la de Rajoy ha sido recibida con una sonora pitada, que
se ha ido repitiendo regularmente, alternando -o simultaneando- los
gritos de "no tengo miedo". Estos silbidos contrastan con los aplausos
unánimes que han recibido los cuerpos de seguridad.
Es la primera vez que un rey español participa en una manifestación.
Felipe de Borbón, cuando era Príncipe de Asturias, ya había desfilado
en la manifestación de condena contra el atentado yihadista del 11 de
marzo de 2004 en un tren de cercanías de Madrid, y aquella fue la
primera vez que se manifestaba un miembro de la familia real española.
Banderas y pancartas durante la manifestación contra el terrorismo. EFE/Alberto Estévez
Los días previos a la manifestación también
han visto otras polémicas, con acusaciones cruzadas entre soberanistas y
unionistas sobre la utilización política de los atentados, tanto a los
medios como por parte de los gobiernos catalán y central. Y también ha
habido rencillas por la presencia de banderas en la marcha, con Colau
pidiendo que esta no fuera "en ningún caso, una manifestación de
banderas", y con el vicepresidente del gobierno catalán, Oriol Junqueras,
considerando "compatible" la marcha con las banderas. Una disputa que
se ha extendido en las redes sociales, con más contundencia. Finalmente,
la mayor parte de manifestantes ha optado por no llevar ninguna
bandera, con la excepción de la parte inicial de la marcha abierta a los
asistentes en general, donde sí se han visto numerosas 'esteladas' y
algunas -muchas menos- banderas españolas.
Una gran pancarta que decía "Gracias Majestad, España contra el terrorismo", ha provocado tensión
Al final de Paseo de Gracia, muy cerca de Plaza de Catalunya, una gran pancarta que decía "Gracias Majestad, España contra el terrorismo", ha provocado tensión
y decenas de Mossos d'Esquadra han rodeado al grupo que portaba la
pancarta. Una gran cantidad de manifestantes les abucheaban "Vosotros,
fascistas, sois los terroristas". Finalmente los agentes han hecho un
pasillo de protección para que los que portadores de la pancarta
pudieran salir de la concentración.
Polémicas aparte, la clase política catalana y española ha respondido unánimemente ante la convocatoria. Por parte del gobierno central, además de Rajoy, han estado presentes la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y buena parte del consejo de ministros, con los titulares del Interior, Juan Ignacio Zoido, de Justicia, Rafael Català, de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, y de Defensa, María Dolores de Cospedal,
entre otros. Por parte del Ejecutivo catalán, han acompañado Puigdemont
el vicepresidente Oriol Junqueras y sus consellers, y por el
Ayuntamiento han acompañado a Colau numerosos concejales. También han
estado presentes todos los presidentes autonómicos, la presidenta del
Parlament, Carme Forcadell, y los presidentes del Congreso y del Senado. Igualmente han acudido el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, y los líderes de diferentes partidos de ámbito catalán y estatal.
Lleno aunque sin desbordar
La manifestación ha transcurrido a partir
de las seis de la tarde a lo largo de todo el Paseo de Gracia de
Barcelona, desde los Jardinets de Gracia, donde tenía su teórico lugar
de partida, hasta la Plaza Cataluña, al lado de donde se cometió el
atentado de la Rambla. Previendo una respuesta masiva de los ciudadanos,
la marcha se ha convertido más bien en una concentración: la
cabecera se ha situado en la Gran Vía, a sólo tres calles de Plaza
Cataluña, y el recorrido se ha hecho a velocidad extremadamente lenta,
con paradas regulares.
Se ha leído una loa de Federico García Lorca a La Rambla, "la calle más alegre del mundo"
En
las horas previas, Colau había llamado a los barceloneses a "desbordar"
las calles. A pesar de la fuerte afluencia a la manifestación, que
llenaba el Paseo de Gracia media hora antes del inicio de la marcha, en
ningún momento ha habido problemas para incorporarse a la marcha
-excepto en los tramos más cercanos a la cabecera- , y se podía caminar
con cierta comodidad por las calles adyacentes, incluyendo la parte
exterior de la Plaza de Cataluña.
Terminados los breves parlamentos en Plaza Cataluña, se han leído dos textos de dos poetas. El primero, omnipresente estos días, una encendida loa de Federico García Lorca a La Rambla, "la calle más alegre del mundo". El segundo, un poema de Josep Maria de Sagarra en el que define el paseo barcelonés como "la sala de baile de Barcelona". Para acabar con otro clásico: la interpretación del Cant dels Ocells, a cargo de Peter Thiemann y Guillem Gracia.
Una interpretación que se ha escuchado en un respetuoso silencio, roto
nada más por los gritos de "No tengo miedo". Y por nuevos silbidos
posteriores.
En el escenario, una decoración floral a
cargo del Gremio de Floristas de Barcelona, simbolizando un elemento
tradicional y característico de La Rambla. Y los mismos floristas
también han participado repartiendo gratuitamente 70.000 flores, "contra la violencia y el terrorismo". Sin ninguna intencionalidad política, en este caso.
Unidad pese a las diferencias
La manifestación se ha vivido bajo un
ambiente de tensión que, al mismo tiempo, ha sido superado por una
proclama conjunta de unidad contra los atentados. Ha habido abucheos en
diferentes puntos del recorrido, especialmente al rey. A pesar de
algunos momentos puntuales de tensión, el clamor mayoritario ha sido de
repulsa a los atentados. Informa Guillem Amatller.
Jonás Corrons se ha desplazado hasta Paseo
de Gracia, donde ha explicado sus motivos para salir a la calle. "Busco
la paz. Estoy en contra de los terroristas que quieren imponer su
doctrina de manera violenta ", ha dicho. "También lo hago en solidaridad
con las víctimas". Enrique, otro manifestante, nos atiende con una
bandera española rodeándole el cuello: "creo que hoy es un día para
dejar de lado la ideología y, a pesar de que hay 'esteladas' y banderas
de España, creo que de momento están conviviendo bastante bien ", ha
dicho. Jordi Seguer, en la misma línea, ha quitado hierro a las
diferentes banderas mostradas y ha defendido la libertad de expresión
para exhibirlas: "que cada uno se exprese como quiera", ha dicho.
"Este es un acto cívico en reconocimiento a las víctimas. No debería haber banderas"
La presencia del rey era uno de los elementos más polémicos de la marcha.
"No me parece bien que el actual jefe del Estado se haga fotos con
dirigentes de Arabia Saudí. Al margen de otros debates, no me gusta su
presencia por este motivo ", explica María Arias. Como ella opinan
muchos de los que han asistido a la manifestación.
Alba Ruiz es miembro del Encuentro Europeo
de Jóvenes por la Paz. Para ella "los hechos llevados a cabo por los
terroristas yihadistas van en contra de la Paz, y los condenamos". Lluis
Ros, presidente de la Plataforma de afectados por la Crisis, ha
criticado que se centre el debate exclusivamente en los autores de los
hechos: "es de vital importancia ir a las causas que provocan el terrorismo. No es un tema que se pueda solucionar sólo policialmente, sino que también hay que revisar lo que lo provoca ".
Hacia las 18:00 entre Gran Vía y Paseo de
Gracia, un grupo de personas con banderas españolas ha increpado a otro
sector que llevaba 'esteladas' bajo el grito "banderas no". Rafael ha
visto la polémica de cerca. "Este es un acto cívico en reconocimiento a
las víctimas. No debería haber banderas. Ni de las unas, ni de las otras.
Si unos llevan las suyas, los demás también las llevarán. Solución:
banderas no ". La escena ha vivido su momento máximo de tensión cuando
los portadores de 'esteladas' se han encarado con manifestantes que les
gritaban. Después de un intercambio de opiniones, el conflicto se ha
dado por zanjado.
La jornada ha estado marcada también por un
fuerte dispositivo policial y por el difícil acceso a puntos clave de
la comitiva. El desplazamiento dentro de la manifestación ha sido fluido
y no se han tenido que lamentar incidentes. La salida de Barcelona se
ha visto marcada por ciertas aglomeraciones en puntos clave, por
lo que Rodalies de Catalunya ha recomendado marchar escalonadamente,
aunque poco a poco se ha ido recuperará la normalidad también en el
transporte público.
Concentración en Ripoll
A la misma hora que comenzaba la manifestación en Barcelona, se celebraba en la ciudad de Ripoll otra concentración en favor de la convivencia.
Ripoll ha sido, como se sabe, la localidad en la que residían la mayor
parte de los miembros de la célula yihadista responsable de los
atentados de Barcelona y Cambrils.
Los concentrados en Ripoll este sábado han
afirmado que tienen "su corazón y su pensamiento" con las víctimas de
los atentados, y han enfatizado la necesidad de apoyar la educación
multicultural.
La hermana de uno de los presuntos terroristas detenidos
se ha dirigido a los concentrados con palabras de agradecimiento por su
presencia en el acto de solidaridad con las víctimas y de rechazo a la
xenofobia. En su discurso emocionado ha explicado la necesidad de hacer autocrítica todos juntos para evitar que otros jóvenes abracen ideologías extremistas "que nada tienen que ver con el Islam".
Dolores, el pueblo argentino que pagó 300 mil dólares para que Luis Fonsi cante ‘Despacito’
La ciudad invierte hasta el 7% de su presupuesto anual para
Luis Fonsi sobre el escenario del estadio municipal de Dolores, Argentina.Instagram
Dolores cumplió 200 años y decidió tirar la puerta por la ventana.
No era para menos. Dolores es una ciudad orgullosa de su pasado porque
se considera “el primer pueblo patrio”. En 1817, cuando fue fundado a
200 kilómetros de Buenos Aires, Argentina
llevaba un año como país independiente. Eran tiempo difíciles: los
indios arrasaron el pueblo cinco años después. Hasta que en 1827 los
criollos volvieron y se quedaron allí para siempre. El actual
intentende, Camilo Etchevarren, quiso entonces recordar con toda la
pompa el bicentenario. Pensó cuál era el músico del momento y decidió
contratar para el cierre de las celebraciones a Luis Fonsi. El puertorriqueño viajó a Dolores el 21 de agosto y cantó Despacito,
para felicidad de todos los presentes. El problema fue la cuenta. La
oposición al intendente denunció que el municipio tuvo que pagar 300 mil
dólares al cantante, como parte de una fiesta cuyos gastos finales
ascendieron hasta 1,7 millones de dólares, según los cálculos de los
partidos rivales a Etchevarren.
La suma pareció elevada a los concejales opositores porque representó
casi el 7% de los 17,6 millones de presupuesto anual que maneja el
municipio, que tiene poco más de 30.000 habitantes. La financiación de
la fiesta terminó por enfrentar al intendente, del oficialista
Cambiemos, con el peronismo local. “Si esas cifras son reales quiero ver
los contratos que existen para que se certifique que esto es así. No le
queremos poner precio al artista, cada uno sabe cuánto vale su trabajo.
A mí no me interesa eso, me interesa cómo se gasta la plata de los
dolorenses. Su arte no está comprometido, sino la gestión del
intendente”, dijo el concejal del Frente Renovador, Ricardo Ghiglione,
al diario Letra P.
Fonsi subió un par de fotos de su recital en Dolores a su cuenta en Instagram,
donde lo siguen 4,4 millones de personas. En una se lo ve al pie del
avión privado que lo llegó a la ciudad. En la otra ya está sobre el
escenario y saluda a cámara con el público que se había congregado en el
estadio de fútbol municipal por detrás. “Despacito” fue el broche de
oro una fiesta que duró cuatro días e incluyó a artistas argentinos como
Cacho Castaña y Abel Pintos,
además de otras atracciones menos convencionales. Así viajaron a
Dolores viejas glorias de la selección de fútbol campeona de 1986
acompañadas de su entrenador, Carlos Salvador Bilardo.
El intendente Etchevarren defendió el costo de la fiesta y apuntó
directamente contra las críticas opositoras. “Nosotros el bicentenario
lo vamos a vivir una vez en la vida. Y lo pudimos hacer porque con este
gestión el dinero va para la gente, a diferencia de cuando gobernaban
ellos. Nunca les alcanzaba la plata, no hacían una obra, no hacían una
fiesta, pero la plata desaparecía. No los vota nadie, no representan a
nadie. Sacaron el 12%”, dijo al diario Perfil.
Sobre el origen del dinero, lo atribuyó al ahorro. "Hace 10 años que
gobernamos y juntamos la plata para poder hacer esta fiesta. Y salió
bárbaro. Y si lo pudiera hacer de nuevo, lo haría mejor", desafió. Fonsi
viajó, cantó y triunfó, pero dejó una estela que aún suena en Dolores.