P R I M E R O D E M A Y O

Me dirán que estos fusilamientos del 2 de mayo del pintor español Goya, nada tienen que ver con el día de los trabajadores que se celebra (en algunos países)el día uno o el primero del mismo mes.
Vale, también que en algunos países se celebra el Día del Trabajo,que es una cosa diferente. No me voy a enrollar sobre el origen de la fecha,porque supongo a mis lectores y amigos duchos en la cuestión, pero si que hay que diferenciar que una cosa es homenajear al "castigo divino" que significa ir a laburar(o currelar,o trabajar o laborar)y otro muy diferente que nos rinda la sociedad un mínimo cumplido.
No me cabe ninguna duda que el trabajo y el trabajar son castigos divinos, si es que existe un dios o algo semejante. No me gusta el trabajar, lo odio, me parece una cretinada sublime que no nos merecemos los humanos.
Siempre me imaginé que el homo sapiens sapiens, el neanderthal y sus antepasados, hasta llegar a la separación con los chimpancés, nuestros primos hermanos,nunca trabajaron, salvo cuando se reunían para recolectar frutos, peces, carne o construirse una cabaña.Es decir, antes de trabajaba por puta necesidad.
También estarán conmigo que no es lo mismo celebrar el Día del Trabajador que el Día del Trabajo.
En una fiesta , la del trabajo ,no se presupone nada glorioso, salvo nuestra gesta de pasarnos toda la vida como unos pelotudos yendo a una empresa--incluso para algunos la propia--a pasar horas ante unos papeles,una máquina,un ordenador o computadora haciendo boludeces o haciendo "como que hacemos algo"absolutamente incomprensible,en vez de hacer a lo que vinimos a este mundo.

1.-Follar, trepar, cojer, fornicar o todo tipo de disfrute solitario o en compañía relacionado con el sexo.

2.-Descansar, vagabundear, holgazanear, no dar ni una, dormir, estar echado pensando en las musarañas y otras categorías más propias de nuestra especie que cumplir obligaciones.

3.-Comer, llenarse la tripa, morfar, chupar en sus diferentes variantes alcohólicas o sin alcohol.

4.-Aliviar nuestras necesidades mayores y menores.

En estas actividades es donde debemos celebrar el Día del Trabajador, el que nos merecemos por vivir, por disfrutar de las cosas buenas, de los amigos/as, de viajar con el deseo de conocer nuevas gentes, de ver viejos afectos, de recorrer calles viejas y nuevas, gozar de nuevas sensaciones en la forma de cojer, comer, dormir, o cagar.
La diferencia puede ser para algunos sutil, pero para mi no lo es.
¡¡Muera el trabajo!!¡¡Viva el trabajador!!
Entendámonos, nadie trabaja por gusto, miente el que lo diga, porque si te gusta trabajar, no debes cobrar por ello. Quién trabaja es porque no queda más remedio y se necesita la guita, la pasta, el mango o como se lo llame, para folletear con quién uno quiera, con pago directo o mercenario o con pago hipócrita escondido en el inexistente amor romántico.
Se necesita para comprar hoy lo que hace milenios fue recolectar, cazar o sembrar.
Y a esta altura del partido me van a preguntar porqué los fusilamientos de los franceses en Madrid se relacionan con el trabajo...miren, porque más vale que te fusilen una vez por tu dignidad y la de tu pueblo, tu país, tu barrio, tus amigos y amigas, por tu ciudad, a que te chupen la sangre como vampiros en el día a día del trabajo, que como dijo Carlitos Marx--que no era ninguno de los hermanos Marx-- te esclavicen en el día a día. Porque nadie te paga lo justo.
Y la guinda de esta tarta es que los católicos celebren a San José Carpintero como el dia del Trabajo. Ni siquiera trabajó para tener un hijo, María era virgen. Ni hablar de los banqueros, estancieros, señoritos, patrones, polìticos y esa caterva de parásitos que nos critican y nos llaman "negros vagos" porque no nos gusta trabajar.

EL TRABAJO AL CARAJO