¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

martes, septiembre 09, 2008

¿ c a r n e o p e s c a d o ?


CONTRATAPA

Las machistas

Margie, MaryJu, Condi y Sarah Palin. Ellas son el símbolo de las machistas. Todavía ser mujer es ser el negro del mundo. Por Luciana Peker.

11:08 |
09.09.2008
Palito Ortega recogía huesitos en Lules, en su Tucumán natal, para venderlos y comer. Palito fue pobre. Pero cuando fue gobernador de Tucumán visitó poco Lules, no se acordó de los pobres. Se denunció corrupción en su gestión y Tucumán se convirtió, después, en la metáfora de la desnutrición y Lules en una postal de la indigencia.

Ser pobre no significa ser solidario con otros pobres. También hay judíos que discriminan y homosexuales que son conservadores. Y así. Ser mujer tampoco implica ser solidaria con otras mujeres. Hay cada vez más mujeres con poder, pero no basta con que el poder esté en manos de una mujer, sino que ese poder se use (se quiera usar) para que más mujeres accedan a lugares de poder: en la mesa de su casa o en el sillón de Rivadavia.

El poder no se ejerce con mirada de mujer por efecto rímel. El mérito no es llegar primera a un lugar que ninguna ocupó sino abrir puertas para que otras lleguen y llegar para que todas vivan mejor. El modelo de liderazgo femenino de entronarse en ser la excepción a la regla –pero no en generar nuevas reglas– es el modelo de las superpoderosas machistas.

En la Argentina las cuentas pendientes están a la vista, pero no se miran: en lo que va del año ya murieron 83 mujeres a causa de la violencia machista, en muchos hospitales públicos los médicos se niegan a realizar la ligadura de trompas permitida por ley, en Mendoza una nena de 12 años está internada mientras un comité de bioética reflexiona sobre si tiene derecho a no ser una mamá sub13 porque no es idiota o demente. Ah, las diferencias también agujerean el bolsillo. Tal vez Cristina gane lo mismo que ganó Néstor en el cargo de Presidente pero según el Ministerio de Trabajo, las trabajadores argentinas ganan un 20% menos que los trabajadores. Para la igualdad no alcanza con un símbolo. Hay, todavía, que tomar muchas decisiones políticas para que ser mujer o ser varón sea maravillosa –pero no injustamente– distinto.

Y eso explica, en parte, por qué una presidenta que muchas veces es atacada por ser mujer no se decide a atacar la desigualdad que somete a las mujeres para las que ella gobierna. Las peores enemigas –y las peores metáforas– para frenar el avance de las mujeres, últimamente, usan pollera. Se llaman Margie, MaryJu, Condi y ahora Sarah Palin. Ellas son el símbolo de las machistas y el peor bodrio en el bodrio de explicar que sí, que todavía ser mujer es ser el negro del mundo; sí, también ahora, que un negro, un negro color café con leche, pero casado con una negra sin colador o con una mujer de color, puede ser Presidente de Estados Unidos. Tal vez para que llegue el cambio y tal vez –ay– para que cambie algo para que nada cambie.

Pero ante tanta renovación, John McCain no fue papa frita y eligió a una mujer de candidata a vice. Tomá mate, Barack Obama. Pero a ella le salió una hija, Bristol, de 17 años, embarazada. Sus contrincantes demócratas salieron a criticarla y Obama, a hacerse el gentleman con eso de que “no se iban a meter con la vida privada”. Una cosa es contar si a Palin le gusta el 69 en las noches frías de Alaska –donde es gobernadora– y otra el embarazo adolescente que, sí, es un asunto público. Mucho más si se tiene en cuenta que McCain votó en contra de destinar fondos a programas para prevenirlos y que Elin es una mosquetera de un gobierno que mutiló la difusión del uso de preservativos, persiguió la teoría de la evolución para enseñar como ciencia el cuento de Adán y Eva y obligó a las escuelas a proclamar el abstencionismo y censurar la educación sexual. O sea: chicos y chicas, antes del casamiento no tendrán relaciones sexuales. ¿Y si tienen? Glup. La hijita se quedó embarazada.

Aplaudo que Bristol tenga a su bebé, que la mamá la apoye y que nadie la demonice.

Pero no es su vida privada. Es un modelo que quita a las adolescentes la posibilidad de elegir ser mamás a los 17. O no. El republicanismo que encara Bush y que quiere perpetuar Palin lo hizo en su patria y también en las ajenas: cortó subsidios a todas las ONG africanas que osaran hablar de preservativos y a las latinoamericanas que fomentaran la anticoncepción.

Eso y no prevenir embarazos no buscados e infecciones de sífilis y HIV es lo mismo. Ni yo –ni la mayoría– somos iguales que Sarah por ser mujeres. Ella es machista. Y eso quiere decir estar del lado de los que tienen el power, todo el power. De Lules a Alaska.

Espacio de los lectores

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿qué es un gueto? Que las mujeres ayuden a las mujeres, los judios a los judios, los negros a los negros, los indios a los indios, los chinos a los chinos.

Ya está bien. Si se ha elegido a Sarah por ser mujer para conseguir el voto femenino es que Sarah es una mujer florero y no puede aportar nada salvo ser mujer. En España tenemos unas cuantas mujeres floreros en el PP y en el PSOE inútiles que desmerecen al resto de mujeres.

LUCIANA PEKER NO ES UNA MUJER, ES UN HOMBRE con falda. Su liderazgo femenino consiste en ser y comportarse igual que un hombre. Su concepto de mujer es aislarse por completo de la sociedad para poder ser autónoma. En un desierto sería capaz de rechazar un vaso de agua si se lo ofrece un hombre. Es como una anoréxica que se mira en el espejo y que dice lo guapa que está cuando todos los demás ven solo huesos.

Chencho