Marisa Matias: “Es imposible no asociar al PP con la corrupción”
La eurodiputada y ex candidata del Bloco de Esquerda
portugués muestra su sorpresa por las “actitudes” ante la moción de
censura impulsada por Unidos Podemos. Defiende además el modelo de
“gobierno a la portuguesa” y asegura que siguen recibiendo presiones
desde Bruselas.
Voz afónica para un castellano
hablado casi a la perfección. “Creía que en el País Vasco haría más
calor”, confiesa Marisa Matias en una soleada tarde de Donostia. La
candidata del Bloco de Esquerda en las últimas elecciones portuguesas
aterrizó esta semana en Euskadi para participar en los “Study Days” del
Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde
Nórdica (GUE/NGL). Matias, que también es europarlamentaria en Bruselas,
está entre sus integrantes.
Media hora antes de presentar una de las conferencias
realizadas en La Tabakalera bajo la organización de EH Bildu -que actuó
como anfitriona-, la política portuguesa se sentó a hablar con Público sobre la realidad de su país, gobernado por el socialista Antonio Costa gracias a un amplio acuerdo entre las fuerzas de izquierda. Las comparaciones con España caían por sí solas.
¿Cómo valora la gestión del actual gobierno portugués?
Lo valoro de manera positiva. Cabe destacar que no se
trata únicamente de una cuestión de opinión, sino también de hechos: hoy
se respira mejor en Portugal. Hemos logrado cambiar las políticas de
austeridad, que no es poco. Hay que recordar que nuestro país sufrió un
programa de intervención muy duro, con muchos recortes, un aumento
increíble de impuestos, privatizaciones de sectores estratégicos, y una
gran pérdida de salarios y pensiones.
"Hoy existe más justicia social en Portugal"
En
un año y medio se han frenado las privatizaciones que estaban en marcha
y se han incrementado los salarios y las pensiones. Hoy existe más
justicia social en Portugal, y eso significa mucho para la gente.
Evidentemente, estamos lejos del gobierno perfecto, pero hemos tenido
cambios muy importantes. En cualquier caso, sabemos que habrá presiones
de Bruselas: no se van a olvidar que hay un país que se llama Portugal y
que aplica políticas anti-austeridad.
¿Esta experiencia de gobierno puede fortalecer al Bloco de Esquerda de cara a futuras citas electorales?
Si miras a las encuestas, es muy claro que la fuerza
política que está capitalizando mejor el acuerdo es el Partido
Socialista. Las fuerzas de izquierda no han cambiado significativamente
sus porcentajes: el Bloco continúa en el 10% y el Partido Comunista, en
conjunto con Los Verdes, sobre el 8%. Ahora bien, también hay que decir
que las fuerzas políticas no sólo pueden moverse por motivos
electoralistas.
Hay una razón mayor, que es el país. No
podíamos ausentarnos en un momento tan urgente. Si eso se traducirá o no
en beneficios electorales, no lo sabemos aún. Lo que sí está claro es
que las medidas que han recibido mayor apoyo popular fueron las
introducidas por las fuerzas de izquierdas. Por otro lado, el Partido
Socialista Portugués podrá un día decir que no tuvo una crisis como los
partidos socialistas de España o Grecia porque fue salvado por el PC,
Los Verdes y el Bloco de Esquerda.
Por cierto, ¿Grecia, con sus recortes, es la cara opuesta de Portugal?
Allí no está siendo fácil. El chantaje de Bruselas
ha funcionado, y se sigue una política de austeridad muy fuerte. En
cualquier caso, creo que hay circunstancias muy distintas entre Grecia y
Portugal. Nosotras teníamos una mayoría social muy clara de rechazo al
gobierno de derechas que destruía el país con la Troika.
También es verdad que tener a los socialdemócratas
en una solución de gobierno es diferente para Bruselas. En Grecia, por
el contrario, se trató de enseñar que no podría existir jamás una
alternativa a la izquierda. Allí se jugó mucho con el miedo. En
Portugal también, pero en nuestro caso la gente empezó a vivir mejor, el
paro cayó muchísimo, acabamos con la mentira permanente de que no
puedes aumentar salarios…
El ejemplo portugués coincide con un momento clave para la izquierda europea, que afronta diferentes retos…
Sí, sin duda. Pero no podemos ser muy románticos: si
me preguntas, estoy contenta por lo que ha ocurrido en mi país. No es
el programa que yo quería, pero estoy contenta. También hay que tener
noción de que seguimos teniendo una presión enorme. A los burócratas e
ideólogos de la austeridad no les gusta lo que está pasando en Portugal.
El “confort” del PSOE
En el caso de España, el PSOE no quiso alcanzar un acuerdo con las fuerzas de izquierda para desbancar al PP.
Creo que ahora se lo pensaría mejor. El Partido
Socialista de Portugal también tuvo épocas en las que actuó siguiendo la
lógica neoliberal de destrucción de la economía y de los servicios
sociales, pero fueron salvados por la izquierda. En el caso de España,
el PSOE no se comprometió realmente con otras fuerzas políticas de
izquierdas.
Ahora bien, aquí tampoco había una mayoría social
tan evidente como en Portugal, donde teníamos al 62% del electorado
votando a la izquierda frente a un 38% con la derecha. De todas maneras,
es evidente que el PSOE no estaba muy motivado para salir de su espacio de confort e
intentar algo distinto. También debo decir que resulta contradictorio
que muchos partidos socialdemócratas en Europa no estén dispuestos a
volver a ser socialdemócratas. Es raro.
¿Quizás sea parte la crisis de la socialdemocracia en Europa?
Sí, claro. Hay una crisis no solamente de la
socialdemocracia, sino de todo el sistema político y partidario. Es algo
que podemos comprobar a diario, cuando vemos cómo crecen los
movimientos ultraderechistas y xenófobos.
El próximo martes se votará una moción de censura en el Congreso, presentada por Unidos Podemos. En Portugal fue una moción de censura lo que permitió desbancar al gobierno de derechas. ¿Cómo se ve esta situación desde la izquierda portuguesa?
Debo ser sincera: me suena muy raro que se estén creando tantas dificultades
para avanzar con una moción de censura, que es una de las reglas
básicas de la democracia parlamentaria. Parece que se está intentado
evitar la toma de una decisión sobre la moción. Si hay hechos que
demuestran que debe sancionarse al gobierno, se vota y ya está. Lo que
está ocurriendo es una señal muy preocupante del estado de la democracia
en España.
¿Qué sensaciones hay entre las fuerzas de izquierdas en Europa sobre lo que ocurre en España con el gobierno de Rajoy?
Al PP español es imposible no asociarlo a
corrupción. En medio de una crisis profunda del sistema político
partidario, en España hay una secuencia terrorífica de noticias públicas
de corrupción, una tras otra. Desde fuera, resulta extraño que una
fuerza política tan desgastada por casos de corrupción siga gobernando.
En cualquier caso, corresponde a la ciudadanía del Estado español
decidir a quién vota.
¿Está al corriente del proceso de paz en Euskadi?
Si tienes todo un grupo parlamentario que viene
desde Bruselas, con sus europarlamentarios y asistentes, a reunirse en
Donostia, es una señal más que evidente de solidaridad hacia el proceso de paz.
Hay que resaltar que se trata de la primera vez que la izquierda en el
Parlamento Europeo hace sus Días de Estudio en el País Vasco. En otras
palabras, apoyamos firmemente este proceso para que salga bien.
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