¿HÉROE O VILLANO?

¿HÉROE O VILLANO?

domingo, enero 31, 2016

MATRIX ES VERDAD

“La realidad con la que convivimos es una simulación de nuestro cerebro”

Dos neurocientíficos y un experto en inteligencia artificial hablan sobre los engaños del cerebro, las emociones y la toma de decisiones y la creación de máquinas inteligentes

Manes recuerda también otra particularidad de nuestra manera de acercarnos al mundo. Aunque nos gusta pensar que somos seres racionales, las decisiones nunca se toman después de un análisis frío de los datos. “Durante mucho tiempo se consideró que para tomar una decisión racional debíamos dejar las emociones de lado. Hoy sabemos que las emociones y la razón trabajan en tándem en la toma de decisiones”, señala el científico argentino.
Esas emociones tienen una base biológica generada por millones de años de evolución. Los ancestros humanos, en su lucha por la supervivencia, se acostumbraron a clasificar el mundo entre nosotros y ellos, asignando emociones contrapuestas a cada uno de los grupos. “Nosotros en Chile hicimos un experimento con chilenos mapuches y no mapuches, poniéndoles electrodos y mostrándoles fotos de ambos grupos sociales”, cuenta Manes. “En cuestión de milisegundos el cerebro se da cuenta de si la foto pertenece a su etnia o no y si pertenece lo asocia con algo positivo y si no con algo negativo”, afirma. “Por este motivo va a ser difícil solucionar el tema palestino y judío desde una oficina en Washington, porque biológicamente en el cerebro ya tenemos prejuicios contra el que es diferente a nosotros y justamente la clave de la armonía es buscar puentes con el que piensa distinto”, señala. “Entendiendo el mecanismo de la empatía no solo vamos a poder ayudar a pacientes con problemas de déficit de interacción social, como la esquizofrenia o el autismo. También entenderemos fenómenos sociales como conflictos que escapan a la lógica y tienen más que ver con impregnaciones biológicas de la historia personal que pasa de generación en generación”, concluye.

Desde los 90, el interés está en los problemas que los humanos resuelven de manera subconsciente. “Reconocer caras, traducir un idioma o conducir un automóvil se hace sin conciencia. Yo puedo conducir, llegar a mi casa y no sé cómo he llegado”, ejemplifica. “Con estas ideas hemos desarrollado robots futbolistas que juegan muy bien al fútbol. De hecho, cuando empezamos a desarrollarlos uno podía tomar el joystick y jugar contra los robots y ganarles, pero ahora juegan tan rápido y tan bien que no hay manera”, explica.
Raúl Rojas considera que la neurociencia puede ser una inspiración para la inteligencia artificial, aunque cree que su función no consiste en recrear cerebros humanos. “En inteligencia artificial, entre los 50 y los 90 el esfuerzo se dirigió a resolver problemas combinatorios aplicando reglas una detrás de otra”, apunta. “El ejemplo típico es el ajedrez. Los humanos juegan reconociendo patrones, conociendo la situación del juego y haciendo después los movimientos, pero una persona no está calculando millones de movimientos en su cabeza”, explica. “La computadora calcula esas alternativas de movimientos propios y contrarios y como es muy buena haciéndolo las máquinas ya ganan a los humanos al ajedrez con esa solución de fuerza bruta”.
Aunque los robots pueden ganar a los humanos en muchas cosas, aún quedan espacios en los que los humanos tienen ventaja. Por ejemplo, la mentira. “Lo más alto de la inteligencia es la mentira en el sentido de que si yo le cuento mentiras a una persona tengo que saber qué sabe esa persona, tengo que tener un modelo mental de la persona para que me crea las mentiras”, explica Rojas. “Por eso es tan difícil decir mentiras, porque cuando lo agarran a uno por un lado con una información que no cuadra, hay que cambiar la historia y rehacerla inmediatamente. El test de Turing consiste en que la computadora cuente mentiras al humano para parecer humana, pero para hacer eso tiene que tener un modelo mental de la otra persona”, indica.

El engaño, pero de uno mismo, es otro de los mecanismos de adaptación humana para gestionar el mundo con un cerebro limitado. Muchas veces tomamos una decisión y la justificamos aunque haya indicios de que ha sido un error. “Existe una gran inercia a mantener la opinión una vez que decidimos”, explica la investigadora. “Es un mecanismo de atajo mental, la disonancia cognitiva. Después de tomar una decisión no puedo cuestionarla todo el rato porque no tienes los recursos neurales para estar analizando de nuevo los datos una y otra vez”, añade.
En este sentido Manes recuerda que “un grupo de investigadores de Oxford encontró una correlación entre la capacidad de engaño táctico de una especie y su capacidad cerebral”, algo que puede indicar que esa capacidad fue un salto evolutivo más allá de lo social que nos hizo humanos. Martínez-Conde discrepa de sus colegas sobre la mentira como actividad humana por excelencia: “Tenemos una capacidad más refinada de engaño como una capacidad más refinada en muchas cosas, pero hay muchos engaños en el mundo animal, desde el mimetismo o el camuflaje en insectos a otros más sofisticados en algunos primates”. “En mi investigación me he interesado en por qué funcionan los trucos de magia en el cerebro. Es fácil engañar a un animal y lo hacen entre ellos, pero no creo que la magia funcione en un animal. Lo que es diferente para una persona en un espectáculo de magia, esta capacidad de asombro y maravilla es lo que nos hace humano”, afirma. Rojas sin embargo considera que sin un modelo mental del otro y un conocimiento de la diferencia entre la verdad y la mentira, lo que se está haciendo es simplemente despistar al rival, algo distinto del engaño.
Tras siglos de investigación, cree Martínez-Conde que será posible conocer al detalle la biología cerebral y, si la tecnología del futuro lo permite, construir una máquina con las capacidades del cerebro humano. Rojas, sin embargo, no cree que eso vaya a suceder, por cuestiones técnicas y por falta de interés. “No creo que una computadora, que puede ser muy rápida para tomar decisiones y mejores que las personas al poder sopesar más información, vaya a tener una inteligencia como nosotros. También porque las emociones juegan un papel muy importante en la toma de decisiones humana, y no creo que una computadora vaya a tener emociones”, explica. Además, en opinión de Rojas “no se puede reconstruir un cerebro con computadoras digitales porque el cerebro es un sistema analógico y en sistemas analógicos el mejor modelo con lo que sabemos actualmente es el sistema analógico mismo”. “Para construir cerebros humanos la mejor manera que tenemos ahora es tener hijos”, concluye.

EL AUTENTICO CARNAVAL DE RIO ESTA EN LOS "BLOCOS"

Músicos encabezan el desfile del bloco (banda callejera) "Cordão do Boitatá" hoy, domingo 31 de enero de 2016, en el barrio Lapa de Río de Janeiro (Brasil).

DE ASESINO CORRUPTO A TONTO CORRUPTO CON UNA ENANA DE MIERDA

M&D-30-Enero2016-01(1)

NO ES EL AÑO NUEVO CHINO...

SocavónEs el Carmaval de ORURO ,EN BOLIVIA

DOS VIEJAS GLORIAS QUE SON EJEMPLO

Un Fidel Castro preocupado por el zika y la ganadería, en la última imagen divulgada desde septiembre

El expresidente uruguayo José Mujica lo vio «centelleante» durante su visita a La Habana de esta semana

Fidel Castro y José Mujica reunidos esta semana en La Habana en casa del líder del castrismo, en una imagen divulgada el sábado por la web oficial Cubadebate - AFP


El expresidente cubano Fidel Castro ha recibido esta semana en La Habana al expresidente uruguayo José Mujica en una reunión en la que le expresó, entre otras cuestiones, su preocupación por el avance del virus zika, según informó la página web Radio Habana Cuba. Al mismo tiempo, la web oficial Cubadebate divulgaba este sábado la foto del encuentro en la casa del líder del castrismo en La Habana. Se trata de la última imagen de Castro -de 89 años- difundida desde el pasado septiembre, cuando recibió al Papa Francisco durante su visita a la isla, según informa Efe.
José Mujica explicó que Fidel Castro está muy «interesado» por saber cómo el virus, que está elevando las alertas en toda la región, ha logrado penetrar en el continente. Según el ahora senador uruguayo, Castro, retirado del poder desde 2006, está «alarmado por la necesidad de desarrollar la ganadería» y actualmente estudia «cuestiones técnicas que pueden dar solución» a los problemas de ese «importante renglón alimentario», indica Cubadebate.
El uruguayo se refirió también a la situación física del exmandatario cubano y señaló que «se acordaba perfectamente» de lo que ambos habían hablado en la última reunión, «dos años atrás». «Confieso que lo vi mejor que la vez anterior», recalcó. «Lo vi despierto y alegre: centelleante», agregó Mujica.Mujica valoró además la «capacidad de resistencia» de los cubanos ante las restricciones impuestas por Estados Unidos y reconoció que Cuba tiene ante sí un gran reto en el camino del restablecimiento de las relaciones entre ambos países.

También con su hermano

sábado, enero 30, 2016

El fracaso de la ultraizquierda
Por Emir Sader

Las corrientes de ultraizquierda y los columnistas vinculados a esa visión son especialistas en hacer el balance crítico de lo que consideran el fracaso de las otras corrientes de la izquierda. Hablan siempre con un tono como si se apoyaran en grandes experiencias exitosas, desde las cuales apuntan su voz crítica a corrientes que aparentemente habrían sido un fracaso total.

Después de un silencio relativamente extenso, por no saber dar cuenta del prolongado éxito de los gobiernos progresistas de América latina, se vuelcan hacia el tema del supuesto fracaso de los gobiernos de Venezuela, de Argentina, de Brasil, de Ecuador, cuando no de todos los gobiernos posneoliberales. No son capaces, antes de todo, de dar cuenta de las extraordinarias transformaciones sociales que esos gobiernos han implementado en nuestras sociedades y que han hecho de ellos la izquierda del siglo XXI y referencia hasta para las fuerzas de izquierda en Europa, como en Grecia, España y Portugal, entre otros.

Tampoco consideran que esos gobiernos, coordinados, han sido los responsables por el fortalecimiento y expansión de los procesos de integración regional, del Mercosur a la Celac, pasando por Unasur, de forma independiente respecto a Estados Unidos.

Mientras tanto, la ultraizquierda no ha sido capaz de presentar resultado alguno de sus posiciones, que no han cuajado en ningún país del continente, ni siquiera en Europa. Las alternativas a los gobiernos progresistas están siempre a la derecha. Al contrario, cuando presentan candidatos, los resultados que cosecha la ultraizquierda son irrelevantes. Como última demostración, los mismos sectores que hablan con énfasis del fracaso del kirchnerismo en Argentina, como consideran que entre esa fuerza y la derecha no habría diferencias, han propuesto el voto en blanco en la segunda vuelta y han obtenido el uno por ciento de los votos. Hablan con énfasis desde ese uno por ciento.

Es que, volcadas hacia el fracaso de los otros, las voces de la ultra izquierda no se dedican a analizar su propio fracaso. En la misma Argentina, el planteamiento típico de esa corriente, de la autonomía de los movimientos sociales, que no debieran participar, ni hacer alianzas con fuerzas políticas, ha llevado literalmente a la desaparición de los movimientos piqueteros, que habían surgido con gran potencial. No se encuentra ni un balance autocrítico de los que han llevado ese movimiento a su desaparición. Al contrario, los mismos responsables de esas posiciones y su fracaso total –intelectuales latinoamericanos o europeos– siguen hablando con convicción de sus tesis, sin aprender nada del éxito de los movimientos sociales y fuerzas políticas que han seguido sus propuestas, ni del descalabro de los que los han seguido.

Pero el principal fracaso de la ultraizquierda fue no haber sabido comprender el carácter de la época histórica actual, de los grandes retrocesos a escala internacional. Siguieron haciendo sus planteamientos verbalmente radicalizados, sin darse cuenta que el objetivo mayor de la izquierda hoy es derrotar y construir alternativas concretas al neoliberalismo, proyecto en que han avanzado tanto los gobiernos de América del Sur.

Por otra parte, sectores de la ultraizquierda han adherido a las tesis liberales en contra del Estado, apoyados en una “sociedad civil”, como si esa fuera una tesis factible en la lucha en contra del neoliberalismo. No han salido de la fase de resistencia al neoliberalismo, sin participar de la disputa hegemónica del gobierno y sin capacidad de construir fuerzas alternativas. Tienen la compañía de ONG, pero están completamente distanciados de la historia concreta contemporánea de la izquierda realmente existente.

En suma, la ultraizquierda es la corriente que más ha fracasado en la era neoliberal, por el error de sus visiones y por la impotencia para construir alternativas. Eso se da en Brasil, en Argentina, en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia, en Uruguay, donde se limitan a artículos de crítica. Tampoco logran cuajar en otros países, como México, Perú, Chile o Colombia. Solo existen como opinión crítica, no tienen peso alguno en la lucha concreta.

El futuro de la lucha en contra del neoliberalismo sigue siendo protagonizado por las fuerzas y los liderazgos –como Evo Morales, Lula, Rafael Correa, Cristina Kirchner, entre otros– que disputan con la derecha y sus proyectos de restauración conservadora.

TRANQUILOS PORTEÑOS,YA EMPEZARA MACRI A FUSILAR Y SERAN FELICES

Los ideales y la muerte

 Por Osvaldo Bayer
Este 10 de febrero se cumplen 85 años del fusilamiento de Severino Di Giovanni, anarquista expropiador. Fue fusilado por la dictadura de Uriburu.
La condena llegó a través de un juicio militar. Di Giovanni se encargaba de hacer asaltos para conseguir dinero e imprimir sus publicaciones, para la edición de libros anarquistas y para mantener a familias pobres de presos políticos de ideología libertaria. En una de sus salidas “expropiadoras” fue descubierto en el centro. Perseguido, herido y apresado, se le hizo un juicio militar y fue condenado a muerte. Murió gritando “¡Viva la anarquía!” en la Penitenciaría Nacional. Reuní todos los datos de los archivos y expedientes y hablé con testigos de la época. El diario Crítica describió su muerte:
“Dos hombres uniformados pasan por el pasillo llevando un pesado juego de grillos y los elementos necesarios para remacharlo. En la celda, la escena es terriblemente dramática. Los hombres colocan los hierros en los pies de Di Giovanni y durante un rato se sienten los golpes de martillo hasta que el condenado queda casi imposibilitado por completo para moverse. La tropa comienza a preparar sus armas. Con aparente tranquilidad los guardianes colocan en el patio el banquillo y miden cinco pasos hasta el sitio donde se hará la descarga. Cuando Di Giovanni emprende la marcha en dirección al lugar del fusilamiento, se oye desde lejos el ruido de los grillos al golpear en el suelo. Todos guardan el más completo silencio alterado solamente por las voces de mando del oficial que ha de dirigir la ejecución.
Mientras tanto, el patio de la prisión ofrece un aspecto desusado, verdaderos racimos humanos se apretujan en el estrecho espacio para no perder detalle. El techo de la carpintería –de dónde se domina el patio– también está colmado. Afuera, hay miles de personas que aguardan el privilegio de oír las detonaciones.
Al fondo del patio, una pared alta en cuya parte superior se encuentran las garitas de los centinelas. Hasta una distancia de cinco metros por delante de la pared, un cantero de un metro de altura cubierto de césped y cayendo en suave declive hacia uno de los caminos frente al taller de carpintería. Sobre ese cantero y a una distancia aproximada de tres metros de la pared, se había colocado la silla trágica.
A esa hora –las cinco– la madrugada recién comienza a insinuarse. El banquillo para la ejecución estaba colocado en la parte más elevada de la pendiente verde. Podía advertirse el respaldo exageradamente alto y sus patas, que de tan tiesas parecían incrustarse con fuerza, en el terreno.
Una marcha de soldados hizo volver las cabezas. Era el pelotón de guardiacárceles encargado de ejecutar las sentencias. Los soldados evolucionaron hasta formar cuadro dónde se encontraba el banquillo. Las voces de mando parecían ecos extraños.
Rodeado por guardianes, Di Giovanni se encontraba dentro del taller que es un galpón abierto hacia la pared de enfrente. Para evitar al reo la visión prematura del lugar de la ejecución se había cerrado el galpón con cobijas a manera de telones de un teatro grotesco. Por debajo de esas colchas se alcanzaban a ver los pies de Severino separados entre sí por la barra de hierro de los grillos. Una orden dicha en tono seco por el secretario del tribunal militar hizo que se condujera al reo a su presencia.
Durante las horas que permaneció en capilla parece que Di Giovanni había recuperado esa famosa serenidad que fue la norma de su vida. Apareció debajo de los telones marchando lentamente. Vestía un traje azul de mecánico, nuevo. Los grillos le separaban los pies hasta permitirle apenas un paso cortísimo. Una soga atada entre los grillos y las esposas le facilitaba los movimientos al andar. Llevaba las manos cruzadas hacia adelante.
Lo llevaron ante el secretario del tribunal. Parado frente al funcionario repitió el gesto de indiferencia con que la madrugada anterior recibiera la lectura de la sentencia. Solo que esta vez apenas si podía dominar la intensa agitación de que era objeto.
Levantaba bien alta la cabeza como si deseara aspirar de un golpe todo el aire que lo rodeaba. La mandíbula estaba extendida hacia adelante. El rostro congestionado sudaba copiosamente. La mirada estaba fija no ya en el secretario, sino en el cielo estrellado que podía verse sobre los almenares de la prisión.
La lectura de la sentencia fue mucho más larga no obstante ser el mismo documento. Mientras escuchaba la lengua humedecía constantemente sus labios resecos. Parecía que estaba a punto de hablar pero que dominaba el deseo. Silenciosamente escuchó la lectura de la sentencia.
Continuó andando. Al llegar al pie del cantero en dónde se hallaba el banquillo, necesitó la ayuda de dos oficiales para subirlo. Resbalaba en los pastos humedecidos del cantero. Subió luego efectuando unos pequeños saltos cuya contemplación acentuaba lo trágico del espectáculo.
Los dos oficiales lo sujetaban de los brazos levantándolo en peso para evitar una caída. Con un ademán algo brusco se soltó de los oficiales que lo conducían efectuando los últimos pasos hacia al banquillo. Luego con cierta displicencia tomó asiento en el mismo. Apoyó la espalda contra el alto respaldo del sillón. Y luego se quedó contemplando los preparativos con el cuerpo en descanso un poco inclinado hacia adelante.
Una vez sentado y el pelotón a su frente se acercó a él un soldado con la venda en las manos. Llegó hasta él por la espalda. Le puso la venda sobre sus ojos pero Di Giovanni le dijo:
–No quiero que me pongan la venda.
Cómo el soldado insistiera, hizo un gesto brusco con la cabeza. Entonces el soldado se retiró después de haberlo atado al banquillo con una soga que le cruzaba el pecho.
Cuando el pelotón estaba listo para apuntar y el sargento dio por señas la orden de apuntar, Di Giovanni se afirmó fuertemente contra el respaldo del banquillo. Levantó la cabeza. Puso todos los músculos en tensión y luego, irguiéndose todo lo que fue posible concretó en un grito su último pensamiento
–¡Evviva l’anarchia!
Segundos después, el jefe del pelotón bajaba la espada y el cuerpo de Di Giovanni era atravesado por 8 balazos. Al recibir la descarga un poco de humo que salió de su pecho marcó el sitio de los impactos. Su cara se contrajo en una mueca violenta de dolor. Una reacción muscular lo hizo levantarse del banquillo para caer pesadamente hacia al costado izquierdo. El respaldo del banquillo hecho astillas. Un gran charco de sangre inundó el asiento cayendo al suelo.
Un aullido atroz desgarra el silencio: son los presos de la cárcel que se despiden de su compañero.
Sobre el césped, él se mueve todavía. Aunque tenía el pecho atravesado de proyectiles no murió instantáneamente. Se acerca el sargento y le da el tiro de gracia. Preciso y eficaz. Un estremecimiento del cuerpo que queda inmóvil. Son las 5.10.
El doctor Cirio, médico de la prisión, el director de la penitenciaría y otras personas se aproximan. El médico constata la muerte y extiende el certificado. El cadáver es llevado hasta una ambulancia dónde hay un féretro de pino blanco.
Ha terminado todo. Rostros pálidos abandonan la prisión y cuando salen a la calle Las Heras respiran a pulmón pleno. Severino Di Giovanni ha pagado su deuda.
La valentía del reo hasta el último momento llamó la atención de todos y hay rostros pálidos y semblantes descompuestos por la ruda impresión.”
“La descarga terminó con el más hermoso de los que estaban presentes”, escribirá el cronista del Buenos Aires Herald.

EL HOMBRE BLANCO ES SUPERIOR

LA MAYOR CORRUPCION DE LA HISTORIA ES DE LOS FASCISTAS

Una gestora dirigirá el PP de Valencia

LAURA L. DAVID / VALENCIA
Rita Barberá, en un mitin del PP en Valencia.RITA,HAY RITA,QUE HOSTIA TE HAS DADO ...SUBLIME BOLLERA REVOLCANDOTE CON UN ANGEL DE ...
NO LE DABA ASCO!!!

viernes, enero 29, 2016

PP corruptos

RESERVEN PARA EL VERANO BOREAL

Cruceros nudistas: navegar vestidos como Adán y Eva

Tendencias
Raros o impensables para unos; habituales para otros, los cruceros para los nudistas son cada vez más populares.


  • Pablo Bizón
Hay viajes en los que casi no es necesario preparar la valija. Basta con un mínimo bolsito con protector solar, anteojos de sol y gorro. Es el caso, por ejemplo, del Celebrity Constellation, un crucero nudista que partirá el próximo 6 de febrero desde Port Everglades, en Florida, para recorrer el Caribe durante 10 días... sin ropa. O al menos, con muy poca.


El Celebrity Constellation, promovido por la empresa Bare Necessities Tour & Travel, tiene capacidad para 2.170 pasajeros y en su recorrido visitará Fort de France, en la Martinica, San Juan de Puerto Rico, la península de Samaná, en República Dominicana, y las islas Turcos y Caicos y Coco Bay, en las Bahamas.
“Lo único que cambia a bordo es el código de vestir”, dice Nancy Tiemann, presidenta de Bare Necessities Tour & Travel Co. en Austin, Texas, quien lleva 25 años organizando cruceros para dejar la ropa en casa. Los viajeros deben ir vestidos al salón comedor y a los restaurantes especiales, pero “en los demás lugares del barco pueden ir desnudos cuando no están en el puerto”, explica.
La empresa indica que siempre apoyó la creencia de que la sexualidad no es un estado de desnudez sino más bien mental, y que el nudismo social no es una actividad sexual. Además, busca combatir la idea que asocia el nudismo con la explotación sexual, e intenta desde hace más de 20 años romper las barreras contra el nudismo recreativo.


Cada vez más
El crucero forma parte de la industria turística donde las prendas de vestir son opcionales, que incluye desde barcos y tours organizados hasta más de 250 balnearios y clubes sólo en los Estados Unidos, según la Asociación Americana de Recreación Nudista, en Kissimmee, Florida. El interés en lo que se ha dado en llamar nakationing (por naked -desnudo- y vacations -vacaciones-) se ha duplicado desde 2010, dice la asociación. Y los cruceros en particular están en apogeo y son cada vez más populares; raros o impensables para unos; habituales para otros, lo cierto es que el principal mercado es el norteamericano, que ofrece cruceros en distintos destinos además del Caribe, como el Pacífico Sur oGrecia.


Inicialmente estos viajes se hacían en pequeños barcos y salidas muy puntuales, pero ahora cada vez son más frecuentes y en buques de mayor capacidad. Bare Necessities fue una de las primeras empresas en organizar este tipo de cruceros, desde la década de 1970. Desde entonces, la industria ha ido avanzando y cada día los buques son más lujosos y de mayor capacidad; de hecho, la cantidad de cruceros para nudistas creció desde un barco de 500 pasajeros en 1992 a 45 buques y 30.000 personas en 2010, dice la Asociación.
“En 2014 tuvimos un año récord y seguimos creciendo”, señala por su parte Donna Daniels, co-propietaria de Castaways Travel, en The Woodlands, Texas, otra empresa especializada en viajes para adultos y una buena fuente de consejos para los viajeros tentados por vivir esta experiencia. La agencia avisa, por ejemplo: “Asegúrese de llevar suficiente protección solar, ya que le dará el sol directa e indirectamente”, o “lleve siempre una toalla para sentarse sobre ella en todo momento”. Y advierte sobre reglas particulares y “bastantes estúpidas” de cada compañía, ya que algunas prohíben incluso ponerse joyas en este tipo de cruceros. Otras normas, en cambio, son universales: “No fotos, no videos, no imágenes electrónicas de ningún pasajero sin su expreso consentimiento”. Y es estricto; quien sea encontrado tomando fotos en las zonas “libres de fotos” tiene garantizada la expulsión en el próximo puerto.


Empresas como Bare Necessities, Castaways o Bliss Cruises alquilan los barcos de grandes compañías como Celebrity Cruises, Carnival Cruise Line y Holland America Line. Los viajes, en su mayor parte, son como cualquier otro crucero, sólo cambia la indumentaria. “La gente que hace estos viajes tiene mucha confianza en sus trabajos de alto estrés, es exitosa y busca irse lejos de todo, incluso de la ropa”, asegura Daniels, quien tiene entre sus clientes a directores de bancos y agentes federales.

ESTA LADRONA ES MUY REAL

JUICIO POR EL 'CASO NÓOS'

Cristina seguirá en el banquillo

jueves, enero 28, 2016

PROCESO+MACRISMO=DICTABLANDA ANTIGRONCHOS

Cero a la derecha

El dossier de la revista Panamá sobre Claudio Uriarte y su Almirante Cero, junto a la lectura del libro, inspiraron este post.  



Almirante Cero de Claudio Uriarte puso en cuestión en los tempranos años noventa las distintas historias oficiales en torno a la última dictadura militar.

La historia narrada por la síntesis de los discursos y condenas de los organismos de derechos humanos, y la historia de quienes por derecha defendían a los jerarcas militares que supuestamente habían salvado a la Nación y evitado su ruina eterna.

Hay un primer mérito del libro de Uriarte: la demostración de que hasta en los años en los que parecía que el poder emanaba mecánicamente de la punta del fusil o de las mazmorras de los centros clandestinos, la política actuaba y sus leyes regían hasta a los hechos armados. La dictadura fue la continuación de la política por otros medios ("decretos de aniquilamiento"). No se suspendió la política -como comúnmente se cree-, sino que se la llevó a cabo por medios que contenían episodios de guerra civil.

El Cordobazo abrió un periodo de aguda lucha clases que se transformó en lucha política y una experiencia colectiva que desafió seriamente al régimen del capital y tomó la forma de una “guerra sucia” contra un enemigo común: la clase obrera.

Las organizaciones guerrilleras podían ser un casus belli (Uriarte dixit) para el plan genocida, pero no su fundamento último ni esencial. No irrumpió una sociedad que enloqueció de soberbia y quiso resolver sus problemas a los tiros, sino un serio riesgo de que las clases dominantes perdieran sus privilegios. Los agentes militares pusieron la casa en orden y a cada uno en su lugar. En este punto Uriarte fue precursor de un “cuarto relato” que emergió unos cuántos años después.

El segundo acierto del libro es que detecta el punto ciego de cierto “derechohumanismo”, las contradicciones de su propio discurso y hasta de sus demandas. Un movimiento valiente y progresivo que con el motor de la búsqueda de justicia por sus muertos denunció y desnudó el terror al que puede recurrir el Estado, identificó a sus responsables y habilitó los juicios. Sin embargo, la igualación del hombre abstracto con derechos universales no explica la configuración concreta de la sociedad dividida en clases. La sociedad en la que el trabajador sabe que sus escasos derechos terminan donde empieza una constitución entera al servicio de la propiedad privada. La misma que anula la democracia en el “estado de excepción” que gobierna con mano de hierro en el territorio de la tiranía fabril (o empresarial). De esa sociedad emergió el llamado “Proceso” y encontró raíces en sus derrotas, en sus errores y en las tragedias de sus intentos revolucionarios. Esa experiencia de poco más de un lustro, que vista desde hoy puede considerarse el último gran “ensayo general”.

La descripción de la dialéctica de la victoria en la derrota (y viceversa) es el tercer notable aporte deAlmirante Cero. Alfonsín como el mejor producto político civil de la dictadura militar, es decir, de Massera. Audaz.

El militante reconvertido en ciudadano como el resultado de la encarnación de una “democracia de la derrota”. El triunfo de la democracia sobre el fracaso de la revolución: una democracia pos-contrarevolucionaria.

El ciudadano que autocensura sus aspiraciones y no imagina un más allá de la democracia burguesa. “Ustedes están acá porque nosotros ganamos” dice más o menos Massera en su alegato final y hay un grano de verdad en la afirmación que Uriarte resalta en el texto con la destreza de los que no necesitan recurrir a las negritas.

El final amargo de la fiesta democrática ciudadana de los ochenta -con la hiperinflación y el quiebre económico-, abrió paso al ciudadano consumista de los noventa.

Para contener el pos-2001 (que fue una primera reversión del legado de la dictadura), el kirchnerismo realiza una mélange entre una reivindicación general y acuosa de los setenta como “enfermedad infantil”, tamizado por los derechos humanos de los ochenta, bajo la estructura del consumismo de los noventa.

En el terreno económico fue posneoliberal en tres sentidos: porque temporalmente vino después del neoliberalismo, porque se constituyó sobre sus bases y porque impulsó tímidas incursiones sobre algunos de sus postulados, sin alterar el núcleo duro que en algunas áreas reafirmó y profundizó (precarización, minería). 

En la escena política se erigió como una especie de etapa superior del alfonsinismo. Levantó las banderas del “derechohumanismo” e impulsó el consumo para todos y todas. Consumismo + derechos humanos, bajo el manto de una reivindicación moral de una juventud militante maravillosa, única, pero sobre todo irrepetible en sus contornos más disruptivos. Militancia ligth para consumo interno de una minoría intensa y consumismo “militante” para mayorías pasivas (o pasivizadas).

No es casualidad que para su operación de restauración del “país normal”, el kirchnerismo haya tenido que recurrir al último “ensayo general” de cuestionamiento al orden del capital, aunque lo hizo mediante una de sus figuras más burguesmente difusa: Héctor Cámpora, el tío. En aquellos años, el cuento del tío actuó como puente para el retorno del último Perón (el del “peornismo”) y en la última década cumplió la función de una transición para el regreso del pejota. Ahí está La Cámpora, haciendo honor a su nombre, enfrascada en una campaña de afiliación “masiva” a un PJ colmado de figuras que tienen casi todos los vicios del General y ninguna de sus virtudes.

El kirchnerismo fue a rescatar esa experiencia en los marcos y límites impuestos por la derrota: bajo el balance despolitizado del Nunca Más, con prólogo reformado y "repolitizado" pero sin cambio sustancial del “marco estratégico” legado por la dictadura, cuyo cerebro más inquietante y perverso fue el Almirante Cero. El hombre que fracasó en todos sus intentos de continuidad política en la vida civil, mientras triunfaba en su función histórica.

El carácter endeble y gaseoso de los supuestos “avances” de las últimas tres décadas queda expuesto en la facilidad con la que la “nueva derecha” retorna al kilómetro cero del andar de la democracia que parió el “Proceso”. Un camino que formalmente no fue pura impunidad, hubo juicio y algunos castigos a jerarcas que ya eran irreales por innecesarios, mientras se salvaba al conjunto del régimen político y social. 

Este límite queda en evidencia en el celo con el que todos guardaron los archivos bajo siete llaves, tanto bajo el alfonsinismo, el menemismo (su versión “blanca”: la Alianza), como bajo el kirchnerismo.

Los archivos nunca se abrieron porque desnudarían a todos los agentes del “Proceso”, los pilares que lo sostuvieron y sus verdaderos objetivos. Porque no se puede juzgar históricamente a la dictadura si no se establece rol histórico de la democracia, anterior y posterior al golpe.


El demoníaco rostro del Almirante Cero y sus cómplices de las Juntas fueron sólo el instrumento sangriento y salvaje del que se valieron los dueños del país para ponerse a salvo a cualquier precio. 

El fin justificó los medios y una vez garantizado el fin (“aniquilar” la insurgencia obrera) tenía que acabarse la rabia. El uso de la justa causa de Malvinas, fue un intento de perpetuarse en el poder, pero la indigna derrota apuró su salida con el concurso de la movilización popular.

Almirante Cero narra el álgebra y la mecánica de esa contrarrevolución, de las huellas profundas que dejó en la sociedad y la determinación que ejerció sobre el personal político del régimen constitucional.

Massera quiso ser tanto el jefe militar y estratega de la contrarrevolución como el líder político de la reacción democrática.

Pero el “Proceso” había cumplido su misión y el Almirante Cero era el candidato del “Proceso”. Murió políticamente cuando murió la dictadura como proyecto político extremo de los dueños de la patria. La casa estaba en orden y el capital podía (y debía) volver cubrirse con su mejor envoltura. Almirante Cero comenzó tempranamente a develar qué se escondía detrás de la nueva fachada de una democracia con oscura herencia, con el plus de una narración que contiene todos los condimentos cautivantes del siempre polémico “género culpable”.  . 

DE FERNANDO ROSSO

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Felipe González, en su despacho en Madrid. / ULY MARTÍN