Argentina exculpa a tres feminicidas que apalearon y torturaron a su víctima hasta su muerte
La Justicia los condena a un año de cárcel en suspenso al considerar que no tenían intención de matar a Marisela Pozo. La paliza fue filmada por testigos
El fallo, difundido este jueves, ha generado numerosos mensajes de repudio y criticas a un sistema judicial acusado de machista. El abogado de la familia de la víctima, Matías Bernal, ha anunciado que mañana, viernes, apelará. "Es vergonzoso, no puedo creer cómo el fiscal pudo hacer un acuerdo de este tipo. Se está dejando impune su homicidio y revictimizando de nuevo a la familia. Tres asesinos están en libertad porque a un fiscal se le ocurrió hacer este horror", dice a EL PAÍS Bernal. El abogado confía en que la Cámara de apelaciones anule el acuerdo y acepte la realización de un juicio. "La tuvieron atada en un árbol, le pegaron y la tiraron al costado de las vías. Si no la quisieron matar ¿qué quisieron hacer? Ayudarla, desde luego no", señala Bernal. Desde la Fiscalía se negaron a responder preguntas.
Según la reconstrucción de los hechos difundida por medios locales, Pozo salió de su casa en un estado de delirio probablemente provocado por el consumo de estupefacientes, caminó descalza alrededor de un kilómetro y buscó refugio en un pequeño negocio de la localidad de Laferrere. Allí rompió uno de los vidrios del local y el dueño y dos vecinos comenzaron a golpearla. "Vos sos loquita, yo te voy a curar", le dijo uno de los atacantes mientras la pegaba, de acuerdo con los testigos consultados por Bernal. La víctima recibió puñetazos, puntapiés y golpes propiciados con palos y hierros, que le provocaron severas heridas por todo el cuerpo, en especial las piernas y la espalda. En algunos vídeos se ve el momento de la paliza; en otros, aparece la víctima ya abandonada, sin poder levantarse, toda manchada de sangre.
La justicia caratuló la causa como homicidio preterintencional con el argumento de que ninguno de los golpes fue "en zonas vitales" y, por tanto, los agresores no tenían intención de matarla. El delito está penado con condenas de entre uno y tres años de cárcel y el fiscal pactó con la defensa el castigo mínimo previsto por la ley. "Esto demuestra la poca perspectiva de género que tiene la Justicia argentina. Marisela medía 1,60, ellos eran tres y grandotes. Si hubiese sido hombre, ¿le habrían pegado así? No, la mataron por ser mujer", remarca Bernal.
Los feminicidios aumentaron en Argentina un 8% entre 2015 y 2016, según datos de la Corte Suprema de Justicia. En promedio, una mujer es asesinada cada 30 horas en el país austral, que desde hace tres años realiza movilizaciones multitudinarias para exigir el fin de la violencia machista. Entre las medidas solicitadas al gobierno está la capacitación de fiscales y jueces, criticados a menudo por fallos tan polémicos como este.
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