Sentencia
Ascensión López, la bebé robada que irá a la prisión por denunciar su caso
El Consejo de Ministros le ha negado el indulto a la condenada por injuriar a la monja que participó en la adopción
Julia Camacho
Ascensión López muestra la sentencia que la condena por un delito
de injurias después de decir que una monja había organizado su adopción.
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Efe / Manuel Carretero
El mundo al revés de Ascensión, 53 años, con una incapacidad laboral y dos hijos de 19 y 22 años, comienza cuando tenía 8 años y lloraba la enfermedad de su padre. Con crueldad, un familiar le recriminó sus lágrimas. “¿Por qué lloras por este hombre que no es nada tuyo? Que te compró cuando naciste”. Las palabras se le clavaron en el alma, pero el puzle de su vida empezó a encajar. “Mis padres no, pero el resto de la familia siempre me hizo sentir mal, que fui recogida y era la que iba a quitarle los derechos (era una familia adinerada) a los demás”. Su madre adoptiva le confirmó la adopción, pero reconoció que no sabía mucho sobre cómo ocurrió. “Me dijo que fueron a buscarme al hospital, que pagaron 250.000 pesetas de las de antes y poco más”. Y que la persona que tramitó los papeles fue la monja Dolores Baena, sobrina de su padre adoptivo y que trabajaba en una maternidad.
Empiezan las sospecHAS
Por la información que va recabando, entre otras las
dificultades al obtener la partida de nacimiento y los distintos nombres
que había tenido, ya de adulta Ascensión empieza a tener la sospecha de
que la suya no fue una adopción normal, sino que fue una niña robada. E
interpone en el 2012 una denuncia ante la Policía Nacional con los datos que tenía, y en los que obviamente aparecía la monja.
De nada han servido las 90.000 firmas presentadas en el Congreso para solicitar el indulto y las protestas organizadas por las asociaciones de bebés robados por todo el país. Incapaz de afrontar el gasto con su pensión, se le conmutaba la pena por cinco meses de cárcel, por lo que pidió el indulto con el apoyo de las asociaciones de bebés robados. Pero el Consejo de Ministros, su última esperanza, denegó la medida de gracia el pasado 20 de octubre, instando al juzgado a ejecutar la condena que quedó en suspenso mientras se resolvía este recurso. A preguntas de Unidos Podemos en el Congreso, el ministro de Justicia ya reconoció que sería muy difícil porque contaba con la negativa del tribunal que dictó la sentencia, de la fiscalía y de la religiosa que la denunció.
“No tenía muchas esperanzas”, reconoce, aún en estado de shock, lamentando que la denunciante, la monja Dolores Baena, una vez obtenida la sentencia a favor siguiera presionando para que se ejecutara. Toda su familia se puso de parte de la religiosa. “Sabía que no iba a descansar hasta que me viera entre rejas", afirma, "pero me ha dolido su falta de humanidad y compasión”.
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