Puigdemont podrá hacer campaña en libertad desde Bruselas
La foto del arresto de Carles
Puigdemont que Madrid buscaba no se produjo. Su encarcelamiento,
tampoco; el juez lo rechazó a medianoche. Más grandes noticias para el
president tras días muy duros: el PDeCAT le ha designado candidato, por
lo que podrá hacer campaña allí, y dirigentes belgas de primer nivel han
estallado contra Rajoy.
A medianoche de ayer, Carles Puigdemont y los cuatro consellers del Govern legítimo que le acompañan fueron dejados en libertad
por el juez ante el que pasaron durante toda la tarde, con la única
obligación de acudir periódicamente a comisaría. Fue el colofón a una
jornada en que todos los planes españoles salieron mal: ni tuvo la foto
de su arresto, ni logró verlo entre rejas, ni excluirlo de las
elecciones del 21D... y además autoridades y exgobernantes belgas ya no
callan su malestar con Madrid, al punto de que el anterior primer
ministro llama «franquista» a Mariano Rajoy.
Comenzando por el principio, la imagen de la detención de Puigdemont no se produjo, y a tenor de las explicaciones del portavoz de la Fiscalía nunca estuvo sobre la mesa. Las autoridades sabían que estaba a su disposición y que se presentaría en el momento oportuno. Los cinco lo hicieron en una comisaría a las 9.17 de la mañana, aunque no se supo hasta las 13.30.
Más trascendental sin duda es la decisión que tomó a mediodía su partido, el PDeCAT. Puigdemont fue designado candidato ayer prácticamente por aclamación tras expresar su disposición a ello, aunque hasta ahora se daba por seguro que no repetiría. Falta saber si será cabeza de una lista de su formación o se integrará en la candidatura conjunta que él mismo defiende a modo de frente democrático, bien en el número 1 o más atrás. Otro represaliado, el vicepresident Oriol Junqueras, es igualmente la apuesta de ERC para liderar cualquier plancha.
La decisión tiene evidente repercusión sobre el proceso judicial, puesto que se da por seguro que este durará más de 60 días y eso implica que la resolución final sobre si entregarlo o no a España y en qué condiciones llegará cuando ya se sepa el resultado. Ssi el independentismo ganara el 21D, Bélgica tendría aún más difícil facilitar el encarcelamiento de Puigdemont para una posible condena de 30 años.
Jambon quebró con ello la línea marcada por el primer ministro, Charles Michel, que había instado a los miembros del Ejecutivo a no hablar del asunto. Pero tampoco ayudará a mejorar su relación con Madrid la respuesta que dio al ministro de Interior el eurodiputado del PP Esteban González Pons; replicó que N-VA es un partido «de acreditado historial xenófobo».
Otro que ha roto el silencio es el anterior jefe de Gobierno, Elio di Rupo, socialista francófono. Sus tres mensajes en Twitter , sin desperdicio: «Puigdemont ha abusado de su posición, pero Rajoy se ha comportado como un franquista autoritario»; «Combato la política de Puigdemont, pero me impactaría mucho que la Justicia belga le metiera en prisión»; «Combatamos la independencia, pero mantengámonos demócratas».
También fue primer ministro belga Guy Verhofstadt, hoy jefe del grupo liberal en el Parlamento Europeo (al que pertenecen tanto PDeCAT como Ciudadanos). Preguntó ayer si «no hay otras formas de asegurar que estos líderes separatistas reciban un juicio justo» que encarcelarlos. Y añadió su preocupación por los efectos que pueda tener ello en las elecciones del 21D, reclamando «medidas urgentes» para encarrilar el conflicto.
Rull, por su parte, ha remarcado «la esperanza» que supone para los encarcelados cada movilización, y en otro tuit se muestra convencido de que «es imposible encarcelar la voluntad democrática de un pueblo. No desfallezcamos. Nosotros somos vosotros».
Por contra, el «arrepentido» Santi Vila ha terminado de caer en desgracia en el PDeCAT. En la reunión de ayer se llegó a pedir su expulsión al entenderse que ha criticado a los consellers encarcelados. Hace pocos días sonaba como cabeza de lista.
Comenzando por el principio, la imagen de la detención de Puigdemont no se produjo, y a tenor de las explicaciones del portavoz de la Fiscalía nunca estuvo sobre la mesa. Las autoridades sabían que estaba a su disposición y que se presentaría en el momento oportuno. Los cinco lo hicieron en una comisaría a las 9.17 de la mañana, aunque no se supo hasta las 13.30.
Más trascendental sin duda es la decisión que tomó a mediodía su partido, el PDeCAT. Puigdemont fue designado candidato ayer prácticamente por aclamación tras expresar su disposición a ello, aunque hasta ahora se daba por seguro que no repetiría. Falta saber si será cabeza de una lista de su formación o se integrará en la candidatura conjunta que él mismo defiende a modo de frente democrático, bien en el número 1 o más atrás. Otro represaliado, el vicepresident Oriol Junqueras, es igualmente la apuesta de ERC para liderar cualquier plancha.
La decisión tiene evidente repercusión sobre el proceso judicial, puesto que se da por seguro que este durará más de 60 días y eso implica que la resolución final sobre si entregarlo o no a España y en qué condiciones llegará cuando ya se sepa el resultado. Ssi el independentismo ganara el 21D, Bélgica tendría aún más difícil facilitar el encarcelamiento de Puigdemont para una posible condena de 30 años.
Dos exgobernantes critican
Hay una tercera novedad también interesante. Quizás porque
el caso ha entrado ya en el ámbito judicial y salido del foco político,
en Bélgica se alzaron de repente contra el Gobierno del PP tres voces
muy relevantes. El ministro de Interior, Jan Jambon, de la formación
nacionalista flamenca NV-A, señaló que Rajoy «ha ido demasiado lejos» al
encarcelar a los gobernantes catalanes, y entró además en el fondo de
la cuestión: «¿Qué han hecho mal? Simplemente aplican el mandato que
recibieron de sus electores». Dijo no entender que se esté golpeando y
encarcelando a gente y que Europa no se haga estas preguntas.Jambon quebró con ello la línea marcada por el primer ministro, Charles Michel, que había instado a los miembros del Ejecutivo a no hablar del asunto. Pero tampoco ayudará a mejorar su relación con Madrid la respuesta que dio al ministro de Interior el eurodiputado del PP Esteban González Pons; replicó que N-VA es un partido «de acreditado historial xenófobo».
Otro que ha roto el silencio es el anterior jefe de Gobierno, Elio di Rupo, socialista francófono. Sus tres mensajes en Twitter , sin desperdicio: «Puigdemont ha abusado de su posición, pero Rajoy se ha comportado como un franquista autoritario»; «Combato la política de Puigdemont, pero me impactaría mucho que la Justicia belga le metiera en prisión»; «Combatamos la independencia, pero mantengámonos demócratas».
También fue primer ministro belga Guy Verhofstadt, hoy jefe del grupo liberal en el Parlamento Europeo (al que pertenecen tanto PDeCAT como Ciudadanos). Preguntó ayer si «no hay otras formas de asegurar que estos líderes separatistas reciban un juicio justo» que encarcelarlos. Y añadió su preocupación por los efectos que pueda tener ello en las elecciones del 21D, reclamando «medidas urgentes» para encarrilar el conflicto.
Los presos, animados; Vila cae en desgracia
Entre sábado y domingo, el vicepresident Junqueras y los
consellers Rull, Turull, Bassa, Mundó, Borrás y Forn han recibido las
visitas de sus familiares en las cárceles de Estremera y Alcalá-Meco.
Los gobernantes legítimos catalanes hacen llegar además sus propios
mensajes mediante sus cuentas de Twitter, que siguen activas a través de
colaboradores y amigos en el exterior. Así, Junqueras hizo un
llamamiento a la movilización usando la letra de ‘‘La flama’’ del grupo
valenciano Obrint Pas: «No te limites a contemplar estas horas que
vienen, baja a la calle y participa, no podrán nada contra un pueblo
unido, alegre y combativo». El sábado, había expuesto: «Si el precio de
la libertad es la prisión, no renunciaremos a ella».Rull, por su parte, ha remarcado «la esperanza» que supone para los encarcelados cada movilización, y en otro tuit se muestra convencido de que «es imposible encarcelar la voluntad democrática de un pueblo. No desfallezcamos. Nosotros somos vosotros».
Por contra, el «arrepentido» Santi Vila ha terminado de caer en desgracia en el PDeCAT. En la reunión de ayer se llegó a pedir su expulsión al entenderse que ha criticado a los consellers encarcelados. Hace pocos días sonaba como cabeza de lista.
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