La lira, cuya súbita depreciación hizo saltar las alarmas en los parqués europeos, se apreció ayer en torno a un 7,6%, recuperando en apenas 48 horas el 22,5% del valor perdido desde que se inició esta crisis. La recuperación de la divisa, no tuvo reflejo sin embargo, en la bolsa española, donde BBVA, considerado el banco internacional más expuesto al seísmo turco, volvió a cerrar con números rojos, perdiendo un 0,99%.El presidente de Turquía materializó ayer su amenaza de boicotear el made in USAdecretando subidas de tarifas a 22 productos importados de EEUU de hasta un 140%. Con esta controvertida norma, que según Ankara responde a la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de doblar los aranceles al metal turco, la crisis económica y política turca cumplió una semana sin que los dos grandes protagonistas hayan acercado posiciones.
Mientras tanto, el ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan sigue aplicando una doble receta económica y política para afrontar lo que denuncia como una «guerra económica». La inyección de liquidez de 6.000 millones de dólares de principios de semana parece estar dando sus frutos. Se esperan nuevas medidas. En paralelo, Erdogan insiste en meterse en el barro en su enfrentamiento con su homólogo Trump, que sigue exigiendo la excarcelación del pastor Andrew Brunson, acusado de terrorismo.
Esta mañana el Boletín Oficial de Turquía publicó el decreto presidencial mediante el que se aumentaron en un 50% los aranceles al arroz procedente de EEUU, en un 60% a los cosméticos o en un 140% a las bebidas alcohólicas de alta graduación. Entre los productos sancionados también están el tabaco y los automóviles. La ministra de comercio, Ruhsar Pekcan, estimó el coste de las nuevas tarifas en 469 millones.
De acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional, EEUU fue la cuarta fuente de importaciones a Turquía el año pasado, con un volumen de 12.000 millones de dólares. En sentido inverso, haciendo gala del notable déficit de cuenta corriente turco, el valor de las exportaciones turcas a EEUU fue de 8.700 millones, que hacen de Turquía el quinto mercado para EEUU. Pero, más allá de lo económico, Turquía y EEUU son dueños de los dos mayores ejércitos de la OTAN; hoy a la greña.
El portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin, aseguró ayer que «Turquía no está a favor de ninguna guerra económica con nadie, pero si es atacada... dará los pasos necesarios». Su respuesta, tras las sanciones de EEUU a los ministros turcos de Interior y Justicia y la imposición de aranceles, ha sido comercial. Este miércoles un tribunal de Esmirna volvió a rechazar la petición de liberación de Brunson. Ankara se defiende de las exigencias de Estados Unidos alegando que su sistema de Justicia «es independiente».
Uno de los riesgos que observan los analistas es que la actual discusión entre turcos y estadounidenses, que dura años y que tiene raíces en el apoyo de Estados Unidos a las milicias kurdosirias o a la negativa de Washington a entregar al supuesto ideólogo del golpe de Estado de 2016, provoque una brecha insalvable con consecuencias graves económicas y políticas. A la desconfianza de los mercados en la solvencia turca, que ya hace mella, podría sumarse un alejamiento de la órbita occidental.
EEUU califica de "lamentables" los aranceles
Posteriormente al anuncio turco, la Casa Blanca ha criticado el aumento de aranceles por parte de Turquía a diversos productos de Estados Unidos porque considera que la decisión va en "la dirección equivocada", en medio de las crecientes tensiones comerciales y diplomáticas entre ambos países.
"Estos aranceles son lamentables y van en la dirección equivocada", ha afirmado la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en su rueda de prensa diaria, informa Efe.
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