El expresidente de Ecuador afirma que su país se enfrenta a una "restauración conservadora" a la que denomina 'Plan Cóndor 2'
- Califica de "consulta inconstitucional" la convocatoria de referéndum que su sucesor en el puesto y compañero de partido, Lenín Moreno, anuncio en octubre
- El Gobierno de Moreno pretende reformar la Constitución y consultar a la ciudadanía ecuatoriana su opinión sobre varios asuntos de "importancia nacional"
El expresidente de Ecuador, Rafael Correa.
EFE
Ecuador se enfrenta a una "restauración conservadora" a la que denominó "Plan Cóndor 2", en referencia a la colaboración en los años 70 y 80 entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur. Así criticó el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, la celebración "de la consulta inconstitucional" que su sucesor en el cargo y excompañero de partido, Lenín Moreno, convocó para este domingo 4 de febrero. "Ya no son las botas militares de los 70, con los asesinatos y desapariciones. Pero no les importa la democracia; les importa otra clase de sicariato", dijo. "Como el referéndum de Cataluña, no puede ser aceptado", sentenció.
"Tienes que consultar dentro del marco constitucional", afirmó en el programa de La Cafetera, en Radiocable. "Lo dijo Europa, lo dijo el mundo, que no reconoció ese referéndum –incluso Puigdemont se encuentra en procesos judiciales– y aquí ocurre lo mismo", dijo.
Se refiere a la llamada a las urnas que Moreno hizo el pasado 2 de octubre, cuando anunció un referéndum constitucional y una consulta popular destinada a reformar la Constitución y, a la vez, consultar a los ciudadanos sobre asuntos de importancia nacional. Serán siete preguntas a aceptar o rechazar: cinco relativas a la reforma constitucional y otras dos relativas a la consulta popular, según informó el diario ecuatoriano El Telégrafo. Correa, en cambio, no duda en calificar esta votación de "golpe de Estado". "Cuando hay un golpe de Estado como la pregunta 3 ni siquiera se puede hacer, hay preguntas que no pueden ser aceptadas y que desmembran el Estado, como el referéndum de Cataluña".
Por ello, el que fuera presidente durante 10 años de Ecuador cree que todavía se pueden revertir las encuestas: "el 'no' está subiendo como la espuma", apuntó, y aseguró que, especialmente entre los emigrantes que viven en España, esta opción "va a arrasar". No duda, además, de que esta convocatoria está concebida para "anular políticamente a una persona", a él mismo. Y lo dice porque una de las preguntas contenidas en el referéndum hace referencia a la posible anulación de la reelección indefinida aprobada mediante enmienda por la Asamblea Nacional en el mes de diciembre de 2015, con Correa aún en el poder.
"Traición" a sus compañeros de partido
Los desencuentros entre Correa y Moreno se vienen sucediendo desde que este último venciera en las urnas al candidato conservador, Guillermo Lasso, en las elecciones celebradas el 3 de abril. Así, el expresidente no duda ahora de acusar al jefe del Gobierno de "traición" a sus compañeros de partidomediante un pacto "con la oposición". "Lenín Moreno jamás habló de consulta popular, era una propuesta de la oposición", afirmó. "Somos víctimas de la traición, nos robaron el movimiento con 14 elecciones ganadas", criticó. Correa afirma, sin embargo, que "la gente tiene muy claro con quién está la revolución".
Por último, Correa manifestó su desconfianza hacia Moreno en el caso Julian Assange. El fundador de WikiLeaks, inquilino de la embajada en Londres desde el año 2012 y con nacionalidad ecuatoriana desde el diciembre pasado, se encuentra refugiado en el edificio institucional para evitar el proceso judicial abierto con Estados Unidos después de haber publicado los abusos que el país ha cometido en la cárcel de Guantánamo. "Julian Assange corre un gran riesgo porque este gobierno, ante la primera presión de Estados Unidos, lo va a entregar".
"Tienes que consultar dentro del marco constitucional", afirmó en el programa de La Cafetera, en Radiocable. "Lo dijo Europa, lo dijo el mundo, que no reconoció ese referéndum –incluso Puigdemont se encuentra en procesos judiciales– y aquí ocurre lo mismo", dijo.
Se refiere a la llamada a las urnas que Moreno hizo el pasado 2 de octubre, cuando anunció un referéndum constitucional y una consulta popular destinada a reformar la Constitución y, a la vez, consultar a los ciudadanos sobre asuntos de importancia nacional. Serán siete preguntas a aceptar o rechazar: cinco relativas a la reforma constitucional y otras dos relativas a la consulta popular, según informó el diario ecuatoriano El Telégrafo. Correa, en cambio, no duda en calificar esta votación de "golpe de Estado". "Cuando hay un golpe de Estado como la pregunta 3 ni siquiera se puede hacer, hay preguntas que no pueden ser aceptadas y que desmembran el Estado, como el referéndum de Cataluña".
Por ello, el que fuera presidente durante 10 años de Ecuador cree que todavía se pueden revertir las encuestas: "el 'no' está subiendo como la espuma", apuntó, y aseguró que, especialmente entre los emigrantes que viven en España, esta opción "va a arrasar". No duda, además, de que esta convocatoria está concebida para "anular políticamente a una persona", a él mismo. Y lo dice porque una de las preguntas contenidas en el referéndum hace referencia a la posible anulación de la reelección indefinida aprobada mediante enmienda por la Asamblea Nacional en el mes de diciembre de 2015, con Correa aún en el poder.
"Traición" a sus compañeros de partido
Los desencuentros entre Correa y Moreno se vienen sucediendo desde que este último venciera en las urnas al candidato conservador, Guillermo Lasso, en las elecciones celebradas el 3 de abril. Así, el expresidente no duda ahora de acusar al jefe del Gobierno de "traición" a sus compañeros de partidomediante un pacto "con la oposición". "Lenín Moreno jamás habló de consulta popular, era una propuesta de la oposición", afirmó. "Somos víctimas de la traición, nos robaron el movimiento con 14 elecciones ganadas", criticó. Correa afirma, sin embargo, que "la gente tiene muy claro con quién está la revolución".
Por último, Correa manifestó su desconfianza hacia Moreno en el caso Julian Assange. El fundador de WikiLeaks, inquilino de la embajada en Londres desde el año 2012 y con nacionalidad ecuatoriana desde el diciembre pasado, se encuentra refugiado en el edificio institucional para evitar el proceso judicial abierto con Estados Unidos después de haber publicado los abusos que el país ha cometido en la cárcel de Guantánamo. "Julian Assange corre un gran riesgo porque este gobierno, ante la primera presión de Estados Unidos, lo va a entregar".
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