Residente: "Me gusta coquetear y que me coqueteen y ahora eso puede ser acoso"
"Nos dispararon en Venezuela, nos amenazaron en Colombia y México, me intentaron deportar en Chile... Tenía que replantearme lo que hacía" | "Mi psicóloga me aconsejó que dijera lo mismo pero sin jugarme la vida". El puertorriqueño René Pérez, mitad creativa de Calle 13, reflexiona en 'Público' sobre su pasado reciente y sus actuales proyectos-.
"Voy escribiendo lo que voy viendo en mi cabeza", explica el músico René Pérez, Residente, mientras se cala una gorra de los Cangrejeros con el número 21, homenaje al mítico beisbolista boricua Roberto Clemente. Este hijo del cañaverallleva ya un tiempo replanteándose su producción, probándose en diferentes ámbitos y dejando a un lado apuestas más conceptuales. "Estoy escribiendo mucho —añade Pérez—; letras para canciones, un guión para una serie, una peli... Me apetecía trabajar de un modo más libre y creo que me ha venido bien porque ahora me paso todo el día escribiendo".
Es en ese fluir compositivo donde René Pérez se siente cómodo. Su último lanzamiento se titula Sexo, un sencillo que roza las 80 millones de visualizaciones y cuyo elocuente estribillo —dam dam guaca bam bam/ pu pu pom wiki wiki ra ta ta tam— el autor complementa con referencias a ilustres como Freud o la Butler. El vídeo, dirigido por el propio Pérez —no puede parar de crear— termina con una suerte de coreografía orgiástica de lo más heterogénea. "Quiero romper con determinados roles preestablecidos que asumimos desde chicos, esto es algo que he ido trabajando con mi propio hijo". En ese sentido, Sexo funciona tanto como una invitación al apareo —no en vano este periodista recibió un condón promocional del single— como una reflexión teórica sobre el irrefrenable deseo de compartirse con el otro. Teoría y práctica del rozamiento.
Tras conseguir con Calle 13 —a dúo con su hermano— convertir el reguetón en un género razonablemente cool gracias a temas como Atrévete-Te-Te,Muerte en Hawaiiu Ojos Color Sol, Pérez entró en barrena. "Mi psicóloga me aconsejó que tratara de decir lo mismo pero de una manera en la que no quieran matarme". No es mal consejo. Desconocemos los honorarios de la terapeuta de Residente, pero lo cierto es que dio en el clavo. "Nos dispararon en Venezuela, nos amenazaron en Colombia y México, me intentaron deportar en Chile... Tenía que replantearme un poco lo que estaba haciendo".
En efecto, rapear en según qué sitios puede ser un deporte de riesgo. Residente confiesa que fue entonces —el nacimiento de su hijo también tuvo algo que ver— cuando decidió bajar una marcha. Es ahora, pasado un tiempo prudencial de aquella vorágine de éxito y desencuentros, cuando se plantea volver a la carga: "Siento que necesito ser yo, entiendo a la psicóloga y entiendo el estrés que genero cuando me meto en problemas, pero es que tengo que ser yo".
¿Y quién es René Pérez?, ¿es el que perreaba junto a Shakira en Gordita o el que se marca tremendo speech anti industria en los Grammy Latinos?, ¿es el de los coches de alta gama o el músico inquieto que se va a las montañas siberianas a grabar gorgoritos? "En ocasiones me he sentido entre dos mundos que no entienden lo que estoy haciendo. Me acusan de colaborar con determinados artistas o de ir a recoger determinados premios, para mí lo importante más allá de que me entiendan o no es dar a conocer algunas realidades y conflictos a otros públicos. Si para ello he de sacrificarme, lo asumo".
Se queja Pérez del postureo imperante en el mundo de la música. "En una industria musical en la que todo el mundo está colaborando con alguien que tiene que ser conocido, tener tantos hits y tantos millones de seguidores, yo prefiero irme a Ghana o Nigeria y compartir un porcentaje de mis canciones con ellos". Cuando se le inquiere sobre Trump y sus desmanes migratorios el puertorriqueño carga con saña contra cierto artisteoplácido —"no acostumbro a opinar sobre Trump, prefiero que lo hagan todos esos artistas que no se mojan en lo social para que así sientan que están siendo críticos con algo"—, para terminar concediendo un rotundo: "¿No dicen los norteamericanos que tienen las mujeres más hermosas y los mejores discos? Pues ahora también tienen el presidente más estúpido de la historia".
Acoso vs. coqueteo
Fina línea para Pérez. Finamente nítida, habría que añadir. "Sé como caminar por esa frontera, me gusta coquetear y que me coqueteen y ahora eso puede ser acoso". Sobra decir que el reguetonero, pese a la idiosincrasia del género que profesa, anda concienciado, no sin ciertos matices, con el no es no: "El abuso que ha habido a lo largo de la historia contra la mujer ha sido lo peor y por eso es clave que cuando situemos determinados límites entendamos qué es lo verdaderamente importante", añade Pérez un tanto críptico.
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