El Congreso aprueba definitivamente la ley para conceder la nacionalidad a los sefardíes
La ley que otorga la nacionalidad española a los sefardíes, descendientes de los judíos que fueron expulsados en 1492
Todos los grupos consideran que supone la "reparación de una injusticia histórica" pero la oposición ve "graves carencias"
Los grupos que había presentado vetos al proyecto de ley en el Senado planteaban la ampliación de la norma a moriscos, saharauis y bereberes
Todos los grupos consideran que supone la "reparación de una injusticia histórica" pero la oposición ve "graves carencias"
Los grupos que había presentado vetos al proyecto de ley en el Senado planteaban la ampliación de la norma a moriscos, saharauis y bereberes
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El Congreso ha aprobado definitivamente la ley que
otorga la nacionalidad española a los sefardíes, descendientes de los
judíos que fueron expulsados en 1492, una norma que para todos los
grupos supone la "reparación de una injusticia histórica" pero que la
oposición ve con "graves carencias", como la excluión de otros
colectivos como los hijos con denuncias históricas sobre su
nacionalidad, como los saharauis, bereberes, o moriscos.
La ley va dirigida a los descendientes de los sefardíes que fueron
expulsados hace más de 500 años de la península y a los que fue
arrebatada una ciudadanía a la que ahora podrán aspirar, acreditando su
origen y su especial vinculación con España a través del conocimiento de
la lengua y la cultura, aunque no tengan residencia legal en el país.
Los ministros de Exteriores, José Manuel
García-Margallo, y de Justicia, Rafael Catalá, han estado presentes en
el pleno que ha aprobado el proyecto de ley, que entrará en vigor el
próximo 1 de octubre, y han coincidido en que supone una "rehabilitación
histórica" y una restitución de los derechos de los sefardíes.
"Esta ley dice mucho de lo que fuimos en el pasado y de lo que somos
hoy los españoles y lo que queremos ser en el futuro, una España
abierta, diversa y tolerante", ha afirmado Catalá. El ministro de
Exteriores ha señalado que el proyecto de ley es obra de todo el
Gobierno y que supone la "reparación de una deuda histórica" con las
comunidades judías.
También ha asistido a la Cámara
Baja Isaac Querub, presidente de la Federación de Comunidades Judías de
España, quien ha calificado el día de "histórico" y ha dicho que abre
"una nueva era en la relación de las comunidades judías con la
hispanidad".
Las "gravísimas carencias" de la ley
Los grupos que había presentado vetos al proyecto de ley en el Senado
—los cuales han sido rechazados por el Grupo Popular—, planteaban, entre
otros asuntos, la ampliación de la norma a moriscos, saharauis y
bereberes. Ante este veto, en un paso previo de su tramitación, los
senadores populares argumentaron que habría que valorar para ellos "otra
iniciativa parlamentaria específica" dada la "singularidad" de esta
ley.
Los grupos de la oposición han mostrado su
respaldo al proyecto de ley que repara "una injusticia histórica", pero
han puesto de relieve sus "gravísimas carencias" y han destacado que la
norma pone muchas dificultades para que los sefardíes accedan a esa
nacionalidad española, como el pago de una tasa de cien euros o las
pruebas que demuestran una especial vinculación con España.
El proyecto de ley ha sido aprobado por el Congreso después de su
tramitación en el Senado, donde recuperó su redacción original después
de que el PP introdujera dos enmiendas. El PP introdujo una enmienda que
recupera la obligatoriedad del pago de una tasa de cien euros
gestionada por el Ministerio de Justicia para la tramitación de los
expedientes.
La segunda enmienda establece que el
acto de la jura para obtener la nacionalidad se haga ante el encargado
del registro civil, lo que abre la posibilidad a que se pueda realizar
en registros consulares, sin necesidad de desplazarse a España.
En el debate en el pleno, el diputado del PP Gabriel Elorriaga ha
agradecido la "enorme colaboración" de los grupos en la tramitación y ha
defendido una norma que pretende ser "precisa, ágil y justa".
La diputada socialista María del Carmen Silva ha expresado el rechazo
de su grupo al "modus operandi" del PP en la tramitación de la ley ya
que ha demostrado "la falta de respeto que le tiene al Parlamento,
pervirtiendo una y otra vez la técnica legislativa".
Por CiU, el diputado Jordi Jané ha afirmado que su grupo respalda este
proyecto de ley pero de forma "crítica" al ser de alguna manera "una ley
escaparate" que dejará muchos anhelos en el camino. Gaspar Llamazares,
de Izquierda Plural, ha opinado que esta norma es "insuficiente" y ha
señalado que añade un procedimiento de adquisición de la nacionalidad
con "un método tortuoso y cicatero".
Por UPyD, su
líder, Rosa Díez, ha asegurado que esta norma es el "reconocimiento de
un grave y dañino error histórico que aún sigue vigente, el
antisemitismo". Emilio Olabarría, del PNV, ha considerado que "bien está
lo que bien acaba aunque sea tarde en el tiempo", si bien ha criticado
algunos de los "requerimientos dudosos" para acceder a la nacionalidad.
El diputado de Amaiur Jon Iñarritu ha valorado esta ley pero como "un
primer paso" ya que, ha dicho, espera que en el futuro pueda ser
modificada para "flexibilizar las condiciones" de acceso a la
nacionalidad española.
La norma establece que el
procedimiento de nacionalidad será electrónico y que la solicitud se
formulará en castellano e irá dirigida a la Dirección General de los
Registros y el Notariado.
Cómo acreditarlo
La
condición de sefardí originario de España podrá acreditarse con un
certificado expedido por el Presidente de la Comisión Permanente de la
Federación de Comunidades Judías de España, el cargo análogo de la
comunidad judía de residencia o de la autoridad rabínica competente.
También servirá la acreditación del uso como idioma familiar del ladino
o por otros indicios que demuestren la tradición de pertenencia a tal
comunidad, como la partida de nacimiento o el certificado de matrimonio
en el que conste su celebración según las tradiciones de Castilla.
Se aceptará como prueba un informe motivado, emitido por una entidad de
competencia suficiente, que acredite la pertenencia de los apellidos
del solicitante al linaje sefardí de origen español.
Tras la aprobación, los ministros García-Margallo y Catalá se han hecho
una fotografía en las escalinatas del Congreso con todos los grupos
políticos, a excepción del PSOE, que no ha querido sumarse.
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