China gana terreno en la guerra inteligente
POR JOHN MARKOFF y MATTHEW ROSENBERG
Robert O. Work, subsecretario de defensa estadounidense, los llama
sus “amigos de I.A.” —los asesores en los que ha confiado en su intento
por llevar la inteligencia artificial al campo de batalla. La primavera
pasada, preguntó, “O.K., ustedes son los tipos más inteligentes en el
campo de la inteligencia artificial, ¿verdad?”.
No, le contestaron, “los más inteligentes están en Facebook y Google”.
Ahora, cada vez más, también están en China. Estados Unidos ya no tiene el monopolio estratégico sobre la tecnología ampliamente vista como clave para la guerra de siguiente generación.
Ese cambio se refleja en los sorprendentes avances comerciales en inteligencia artificial entre las compañías chinas.
El año pasado, cuando Microsoft proclamó que había creado un soft– ware capaz de igualar las habilidades humanas en la comprensión del habla, un investigador para la compañía china de servicios web Baidu señaló que esta última había logrado una precisión similar con el idioma chino dos años antes.
En agosto, el periódico estatal China Daily informó que el
país se había embarcado en el desarrollo de un sistema de misiles de
crucero con un “alto nivel” de inteligencia artificial. El nuevo sistema
parece ser una respuesta a un misil que se espera que la armada de
EE.UU. despliegue en 2018 para combatir la creciente influencia militar
china en el Pacífico.
“Están volviendo más creativas sus máquinas”, dijo John Arquilla, estratega militar de la Escuela Naval de Posgrados de Monterey, California.
Es debatible si los chinos se pondrán a la par de Estados Unidos en inteligencia artificial y tecnologías robóticas. Pero Andrew Ng, científico en jefe en Baidu, dijo que es posible que EE.UU. esté demasiado seguro de sí mismo como para entender la velocidad de la competencia china.
“Hay muchas ocasiones en que algo se inventa de manera simultánea en China y en otros lugares, o se inventa primero en China y más tarde en el extranjero”, indicó. “Pero entonces los medios de noticias de Estados Unidos sólo reportan sobre la versión estadounidense. Esto lleva a una percepción errónea de que esas ideas fueron inventadas primero en ese país”.
Sin embargo, hay indicios de que China empezó a hacer que la I.A. fuera una prioridad en sus sistemas militares hace relativamente poco.
“Creo que aunque China definitivamente avanza en los sistemas de I.A., dista mucho de igualar a EE.UU.”, expresó Abhijit Singh, analista de armas navales de la Observer Research Foundation, en Nueva Delhi.
Varios investigadores involucrados en el trabajo de inteligencia artificial en China tienen una opinión diferente.
“Es indiscutible que autores chinos son una fuerza
significativa en I.A. y su posición creció drásticamente en los últimos
cinco años”, dijo Kai-Fu Lee, investigador taiwanés que jugó un papel
clave en establecer los laboratorios de Microsoft y Google con sede en
China. Lee reconoció que EE.UU. aún es el líder, pero cree que la brecha
se ha reducido de manera dramática.
La inteligencia artificial es sólo una parte del terreno tecnológico donde China avanza con gran rapidez. El año pasado, también puso online la supercomputadora más veloz del mundo, la Sunway TaihuLight, suplantando a otro modelo chino que había sido el más rápido del mundo.
La computación de alto de– sempeño podría ser usada para impulsar la investigación sobre aprendizaje de máquinas, lo que tendría aplicaciones militares, junto con funciones de defensa más típicas, como simular pruebas de armas nucleares o descifrar la encriptación usada por adversarios.
Además, aunque parece haber relaciones cordiales entre el gobierno chino y los esfuerzos de la tecnología comercial, no se puede decir lo mismo respecto a EE.UU..
Muchas compañías de Silicon Valley vacilan en mostrarse trabajando de manera muy estrecha con el Departamento de Defensa por temor a perder acceso al mercado chino.
No, le contestaron, “los más inteligentes están en Facebook y Google”.
Ahora, cada vez más, también están en China. Estados Unidos ya no tiene el monopolio estratégico sobre la tecnología ampliamente vista como clave para la guerra de siguiente generación.
Ese cambio se refleja en los sorprendentes avances comerciales en inteligencia artificial entre las compañías chinas.
El año pasado, cuando Microsoft proclamó que había creado un soft– ware capaz de igualar las habilidades humanas en la comprensión del habla, un investigador para la compañía china de servicios web Baidu señaló que esta última había logrado una precisión similar con el idioma chino dos años antes.
“Están volviendo más creativas sus máquinas”, dijo John Arquilla, estratega militar de la Escuela Naval de Posgrados de Monterey, California.
Es debatible si los chinos se pondrán a la par de Estados Unidos en inteligencia artificial y tecnologías robóticas. Pero Andrew Ng, científico en jefe en Baidu, dijo que es posible que EE.UU. esté demasiado seguro de sí mismo como para entender la velocidad de la competencia china.
“Hay muchas ocasiones en que algo se inventa de manera simultánea en China y en otros lugares, o se inventa primero en China y más tarde en el extranjero”, indicó. “Pero entonces los medios de noticias de Estados Unidos sólo reportan sobre la versión estadounidense. Esto lleva a una percepción errónea de que esas ideas fueron inventadas primero en ese país”.
Sin embargo, hay indicios de que China empezó a hacer que la I.A. fuera una prioridad en sus sistemas militares hace relativamente poco.
“Creo que aunque China definitivamente avanza en los sistemas de I.A., dista mucho de igualar a EE.UU.”, expresó Abhijit Singh, analista de armas navales de la Observer Research Foundation, en Nueva Delhi.
Varios investigadores involucrados en el trabajo de inteligencia artificial en China tienen una opinión diferente.
La inteligencia artificial es sólo una parte del terreno tecnológico donde China avanza con gran rapidez. El año pasado, también puso online la supercomputadora más veloz del mundo, la Sunway TaihuLight, suplantando a otro modelo chino que había sido el más rápido del mundo.
La computación de alto de– sempeño podría ser usada para impulsar la investigación sobre aprendizaje de máquinas, lo que tendría aplicaciones militares, junto con funciones de defensa más típicas, como simular pruebas de armas nucleares o descifrar la encriptación usada por adversarios.
Además, aunque parece haber relaciones cordiales entre el gobierno chino y los esfuerzos de la tecnología comercial, no se puede decir lo mismo respecto a EE.UU..
Muchas compañías de Silicon Valley vacilan en mostrarse trabajando de manera muy estrecha con el Departamento de Defensa por temor a perder acceso al mercado chino.
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