Un país de carceleros y censores
El egoísmo como motor de vida se ha exacerbado estos días de
incertidumbres y miedos. Vivo en un país con miles, millones de egoísmos
unidos por esa bandera de patria
El PSOE tiene una responsabilidad histórica por terminar siendo cooperador de medidas tan extremadamente autoritarias. Algunos socialistas se lo plantean
Las heridas abiertas no se van a curar en mucho tiempo. Tenemos el corazón roto. No como quienes sacan partido del mayor de los quebrantos
El PSOE tiene una responsabilidad histórica por terminar siendo cooperador de medidas tan extremadamente autoritarias. Algunos socialistas se lo plantean
Las heridas abiertas no se van a curar en mucho tiempo. Tenemos el corazón roto. No como quienes sacan partido del mayor de los quebrantos
Vivo en un país en el
que miles, millones de personas optan por el golpe y la mordaza en la
resolución de conflictos. O cierran los ojos para no verlo. Un país de
carceleros y censores para castigar a ciudadanos como ellos, más
pacíficos, solo por no compartir sus ideas. El aplastamiento como medida
de diálogo. La mirada de embudo como norma. Porque no cuela esgrimir la
ley como argumento cuando se vive en un país en el que miles, millones
de personas, votan corrupto y apoyan corrupto, o siguen mirando para
otro lado cuando la corrupción les sube hasta la boca.
Todos los argumentos parecen sobrar ya, todos se han dicho, y cada cuál
escoge el que quiere creer. Incluso el que le sirve para justificarse.
Solo queda apelar a la razón de los sentimientos y a la razón de los
valores. Las heridas abiertas no se van a curar en mucho tiempo, si lo
hacen. Brechas profundas que duelen. Tenemos el corazón roto. No como
quienes sacan partido del mayor de los quebrantos. Los que “no querían
hacer”, pero han hecho. Los que tiran la piedra, esconden la mano, y
ponen expresión de correctos. Un dolor que alcanza a todo sufrimiento, a
los temores extendidos en una población indefensa que teme al futuro.
La torpeza de la sinrazón. En la economía también.
Quienes alientan la marcha de empresas de Catalunya, deberían saber que
afecta a España entera. Y que los grandes patriotas de la priorización
del dinero se irán a otro país si vienen mal dadas. Quedarán aquí
sosteniendo el bastión quienes se muestran incapaces de sacar
conclusiones de los hechos que se muestran diáfanos. En una secuencia
clara y rotunda.
El artículo 155 aprobado por el
Gobierno y consensuado con PSOE y Ciudadanos, ofrece dudas jurídicas
suficientes como para ser tenidas en cuenta. Un buen resumen es el de
Joaquín Urías, ex-letrado del Tribunal Constitucional, que cuestiona las
principales medidas que se prevén. Considera que la opción adoptada
por Rajoy puede ser “una carta blanca para usurpar las competencias de cualquier comunidad autónoma
con la que discrepe”. De hecho ya llegan nada sutiles amenazas al País
Vasco, por las críticas del presidente Urkullu. A Castilla-La Mancha y a
Navarra.
Sumemos la comisión del Senado que
concretará las medidas. Con personajes tan ejemplares como Arenas,
García Albiol, Imbroda o el propio García-Escudero mentado en los
Papeles de Bárcenas y declarante como testigo en la Gürtel. El
Gobierno, además, trata de evitar que las medidas más duras se debatan
en el Congreso donde tiene oposición molesta. De acuerdo con el PSOE, han prescindido en el debate de los presidentes autonómicos. El ministro portavoz Méndez de Vigo no excluye la aplicación de la violencia para imponer lo acordado, mientras reedita la Formación del Espíritu Nacional en los colegios. El de Exteriores, Dastis, tras hacer el ridículo en la BBC,
emprende gira internacional para convencer de la versión del Gobierno.
El reprobado fiscal del Estado piensa en detener a Puigdemont, y el
reprobado ministro de Justicia, dice que ya no basta con convocar
elecciones desde Catalunya. El 155 ha partido ya. El esperpento también.
Todo lo secunda el PSOE. Sin su participación no se otorgaría Rajoy poder absoluto en Catalunya. Ahora es un sí a Rajoy, y se apoya al “no decente”.
Hemerotecas llenas de cambios de opinión del secretario general del
PSOE para terminar siendo cooperador de medidas tan extremadamente
autoritarias, este es el punto que más chirría. El PSOE tiene una
responsabilidad histórica en los hechos, y algunos socialistas se lo plantean. Inés Arrimadas, de Ciudadanos entretanto, se postula para presidenta de un Gobierno de concentración por el artículo duodeno, en este caso.
El bloque del 155 cuenta con el apoyo de Europa. La UE que mantiene a
Grecia sometida y expoliada por los ominosos sucesos de 2015, cómo va a
aplaudir que se abra el melón de las independencias. Con Antonio Tajani a
quien se trajeron para recibir el inmerecido Premio Princesa de
Asturias de la Concordia a esa UE que deja morir a cientos de
refugiados, y para politizar el acto. El cofundador de Forza Italia con
Berlusconi sabe de cambiar y usar las leyes, no cabe duda.
Y los medios. Gonzalo Boye
explicaba que la toma de la radio y televisión catalanas solo responde
al autoritarismo de Rajoy, no figura en el artículo 155. La toma de las
comunicaciones figura en otros manuales, de hecho. Y es una pura
obscenidad que los autores de la descomposición de RTVE argumenten que,
en sus manos, darán rigor y veracidad a los medios públicos catalanes.
Silencio de las asociaciones de la prensa, de múltiples periodistas que
muestran sus retratos completos en las galerías de este desastre, con
sus comprensiones y parabienes. Las heridas, insisto, no se curarán en
mucho tiempo, puede que nunca. Y, a la par, las pirañas mediáticas
haciendo caja con sus más vomitivos montajes y obsesiones. Vivo en un
país en el que decenas, cientos, de ciudadanos se las tragan y las
expanden en memes.
Solo la somera enumeración de
estos hechos fundamentales da idea de qué se está dilucidando en España.
Cuáles son los peligros, cuál la relación entre este recorte de
derechos y libertades y las deficiencias que nos atenazan. Corrupción y
gestión de abusos. La Fiscalía en sus conclusiones asegura que Gürtel creó "un sistema" para delinquir con ayuda de cargos del PP. Y no pasa nada. La luz dispara su precio
y logra en el inicio de semana el récord del año. A pagar por ricos y
pobres. Y la economía “va tan bien” que llegan generaciones perdidas,
con pensiones mermadas y trabajos precarios, como explicaba Joaquín Estefanía.
Todo cabe bajo la bandera. Todo compensa si se castiga al catalán.
Hasta por decir “adeu” y no adiós, exponiendo el torpe y reducido mundo
de su ignorancia.
Negros nubarrones en el futuro. Como escribía Suso de Toro: El Estado guiado por el partido de Rajoy y sus dos partidos lacayos. Con un penetrante olor a franquismo, a inmoralidad, a intereses espurios. Todos en el mismo barco, con el Rey que -a diferencia del jefe del Estado portugués,
electo, por ejemplo-, poco parece tener de cercano, dialogante y
solidario. La izquierda tiene reservado el derecho de admisión.
Cualquier discrepancia, por el camino que vamos.
“Y si te toca llorar, es mejor frente al mar” cantaba
Joan Manuel Serrat en uno de los cortes de su mítico álbum Mediterráneo,
de 1971. Inmenso manto de calma para una zozobra que se extiende sin
ver el límite. En un montículo de Blanes, Girona, ondea una señera.
Algunos ciudadanos suben a mirar más alto. No sé si logran el objetivo.
Vivo en un país en el que miles, millones de personas, prefieren ser
utilizados y optan por quienes les quitan el futuro a sus hijos, una
vida digna en medios o sus pensiones. Claro que también vivo en un país
en el que miles, millones de personas, no valoran seriamente la
democracia. Ese lastre secular con el que cargan los demócratas
españoles.
El egoísmo como motor de vida se ha
exacerbado estos días de incertidumbres y miedos. Vivo en un país con
miles, millones de egoísmos unidos por esa bandera de patria. Aunque
tantos lo hayan olvidado, aquella canción de Serrat concluía con la
sentencia más certera: " Los muertos están en cautiverio y no nos dejan salir del cementerio".
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