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(Rodney Atkinson) 230 instructores del ejército de los Estados Unidos y 54 tropas británicas, 8 franceses y dos especialistas de artillería holandeses fueron atrapados en Aleppo, junto con los yihadistas del ISIS, por fuerzas sirias y rusas. Los estadounidenses pidieron al ministro ruso de Asuntos Exteriores, Lavrov, que mantuviese silencio, ¡por razones obvias! He recibido esta noticia de una fuente fiable.
¿Qué están haciendo las tropas de la OTAN luchando junto a extremistas del ISIS, Al Qaeda y al Nusra? Esos rebeldes han masacrado a cristianos, ejecutado prisioneros de guerra, mantenido a civiles como rehenes, fusilado a los que intentaron escapar cuando el ejército sirio entró y atacaron a autocares enviados para evacuar a civiles (e incluso a sus propios combatientes) de Alepo.
Han quemado autobuses enviados a las ciudades de Foah y Kefraya (para evacuar a las tropas sirias leales y principalmente a los civiles chiítas como compensación por las evacuaciones suyas de Alepo). Y, sin embargo, estos soldados británicos (y estadounidenses, franceses y holandeses) están en compañía de combatientes islámicos extremistas contra los que, aparentemente, están luchando.
No escuchará esto en la BBC ni de los gobiernos británico ni norteamericano, ni se enterará de todas las armas enviadas a los «rebeldes buenos» que han sido entregadas a extremistas islámicos. No es de extrañar que las tropas de la OTAN no pudieran distinguir con quién estaban luchando. Incluso la congresista estadounidense Tulsi Gabbard, una demócrata compañera de Obama de Hawai, dice que la CIA ha estado vendiendo armas a Al Qaeda e ISIS durante años.
Gabbard ha propuesto un proyecto de ley para detener a la Hermandad Musulmana de Obama de la CIA, llamado «Ley para Dejar de Armar a Terroristas» (SATA, por sus siglas en inglés).
Compara el comportamiento de Obama con la advertencia de Vladimir Putin a los Estados Unidos — no atendida — sobre los peligrosos hermanos islamistas, los Tsarnaev, que atentaron en el maratón de Boston matando a 3 personas e hiriendo a 260. El 13 de diciembre, el Centro Ruso para la Reconciliación de los Lados Opuestos en Siria dijo que había ayudado a 7.796 civiles a abandonar las zonas controladas por los rebeldes en Alepo en 24 horas, pero los medios de comunicación no mencionaron eso, por supuesto.
Los políticos siempre se refieren a la «agresión» rusa en Siria, pero Rusia está en Siria por invitación del Gobierno. Las fuerzas occidentales están allí ilegalmente, aliadas, entre otros, con los grupos terroristas conocidos como Al Qaeda y el Frente Al Nusra — bombardeando a las fuerzas gubernamentales incluso después de declarar un alto el fuego — y luego ¡quejándose de que se ha roto el alto el fuego!.
También somos responsables de mucho sufrimiento en Siria mediante el cumplimiento de sanciones — con la consiguiente escasez de alimentos. Esas sanciones, según la Organización Mundial de la Salud, y las campañas de bombardeo de las fuerzas anti-gubernamentales, también han causado una escasez crítica de medicamentos. Antes de que Estados Unidos apoyara la guerra contra Siria, el país producía el 90% de sus propios medicamentos.
La revista de noticias alemana Der Spiegel trató de defenderse de los ataques de sus propios lectores por no informar con la misma simpatía hacia los civiles de Mosul (donde las bombas de la OTAN apoyan el ataque del Gobierno de Irak) como lo hacen hacia los civiles del este de Aleppo (donde el gobierno ruso y sirio están atacando). Der Spiegel utilizó un video mostrando que en Mosul «la gente tiene agua, electricidad, suficiente comida. Nadie se moría de hambre allí todavía»- excepto que resulta que es un vídeo hecho por Daesh, los extremistas islámicos que han librado una guerra de terror dentro de Mosul.
Cuando se ataca a las escuelas y los niños son asesinados por los «rebeldes» de la OTAN se escucha poco, al igual que no escuchamos nada del deliberado bombardeo de un hospital móvil ruso en Alepo. Nadie en Occidente cree la propaganda de sus propios «medios de comunicación» — al menos desde las mentiras que se dijeron para instigar la guerra contra Yugoslavia (la imagen fraudulenta de un «campo de concentración», la foto de un prisionero esquelético que es tan flaco hoy como lo era entonces , el bombardeo del mercado de Sarajevo no atribuido a nadie).
Pero la manipulación de noticias en Siria es extrema. Occidente no tiene prácticamente ningún periodista en el terreno (porque nuestros llamados «aliados rebeldes» los asesinarían) y se apoyan en versiones extremistas de la verdad enviada por individuos no verificados a través de sus iPhones (la corresponsal local de la BBC, Lyse Doucet está, de hecho, en Beirut — ¡a 206 millas de distancia!).
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