El hijo del porquero
Una biografía retrata la figura de Juan Roig, un empresario que convirtió en un imperio el negocio de cerdos de su padre,entiendan bien,no es un cerdo como su padre.
.MENOS ES MÁS
'El Rito' era un empleado de Mercadona, de nombre José
Montoro, que trabajaba en el supermercado de Montcada (Barcelona) y que
se quedó con un detalle crucial: la marca de cerveza que más se vendía
era una que nunca variaba su precio. El fruto de la agudeza de 'El Rito'
llegó a Juan Roig (Poble Nou, Valencia; 1949), el dueño de esta potente
cadena de supermercados, quien lo convirtió en pilar de su negocio.
Aquel detalle dio pie a su célebre Siempre Precios Bajos (SPB), una de
las verdades invariables que rigen el mastodóntico negocio de este
empresario que parece sacado de un cuadro de El Greco, como describe
Manuel Mira, el escritor alicantino que ha elaborado una biografía no
autorizada: "Juan Roig. El emprendedor visionario" (La esfera de los
libros).
Mira desgrana la figura del creador de una de las empresas
más poderosas del país y expone que todo o casi todo lo que hace Roig
está inventado. Porque, en realidad, el hallazgo de 'El Rito' convertido
en SPB ya lo había acuñado antes Walmart, la cadena de distribución de
alimentos más importante del mundo, como 'Every day low prices' (Cada
día precios bajos).
Quizá el empresario cazó la idea en uno de los ejemplares
de su vasta biblioteca sobre 'management', donde encontró también uno de
sus libros favoritos, 'Pon tu corazón en ello', de Howard Schulz, el
creador de Starbucks, la tienda de café que aparece cada diez esquinas. Y
de donde sacó, cuando fue padrino de la promoción de su hija Juana en
el Caxton College, un ejemplar, para cada una de las compañeras, de
'Nunca renuncies a tus sueños', de Augusto Cury, un estudioso sobre la
inteligencia de Cristo.
Juan Roig, un tímido inexpugnable que se protege detrás de
sus brazos cruzados, no tuvo la oportunidad de ir a colegios bilingües.
Primero estudió en los Jesuitas de Valencia, donde quedó retratado como
un alumno poco esforzado a quien los curas auguraban un futuro sin
éxitos. «De seguir así, no será nada en la vida», sentenciaron. Su padre
se lo llevó de allí, donde repitió 3º, a él y a su hermano Fernando, el
más afín de los siete, para encerrarlo en La Concepción, un internado
de los Franciscanos en el que tampoco brilló por sus calificaciones.
Muy pocos creían en él. Ni su padre, Francisco 'El
Porquero' -Juan se autodenominaba hasta no hace mucho como 'el hijo del
porquero'-, que vivía de los cerdos y levantó Cárnicas Roig, una
musculosa empresa hasta que comenzó a languidecer a finales de los 70,
que evolucionó hasta convertirse en Mercadona, y que Juan, tras una
hábil y misteriosa jugada (compró las acciones a sus familiares a través
de un préstamo, probablemente de Bancaja o del Banco de Valencia)
terminó convirtiendo en un imperio tras aplicar el Modelo de Calidad
Total.
El modelo establece una jerarquía con cinco elementos (de
mayor a menor importancia, según Roig): el cliente, llamado el 'jefe';
el trabajador, que disfruta de estabilidad y buenas condiciones
laborales; el proveedor y, especialmente, el 'interproveedor', que
cuenta con contratos a largo plazo; la sociedad, y los accionistas, que
buscarán la rentabilidad a largo plazo y que deben reinvertir gran parte
de los beneficios -su sueldo oscila entre los 200.000 y los 800.000
euros-.
Manuel Mira asegura que Roig no habría creado su imperio si
en la facultad de Económicas de Valencia no se hubiera topado con
Hortensia Herrero, su mujer desde 1973, la madre de sus cuatro hijas,
propietaria ahora de un buen puñado de acciones de Mercadona, algo con
lo que bromea su marido. «Con más del 20% de las acciones en su poder,
nunca se me ocurriría abandonarla».
Mercadona elimina mas de 1800 productos españoles por otros extranjeros de baja calidad
Mercadona elimina mas de 1800 productos españoles por otros extranjeros de baja calidad con la marca Hacendado. Importa el aceite de oliva de Marruecos, compra las naranjas en Argentina, las calabazas en Panamá, la leche en Francia y Portugal y la chufa en países africanos.
Nos quejamos de que España está en crisis, pero no nos damos cuenta de que comprando en los establecimientos de este súper empresario sin escrúpulos llamado Juan Roig estamos alimentando a la bestia y fomentando la destrucción del tejido empresarial español.
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